Capitulo 7
Ojos que no ven
“…Pues ojos que no ven, eso no es verdad,
Pues ojos que no ven, hacen recordar,
Me acerco más a ti tras cada amanecer,
A la cita de tu amor nunca faltaré…”
Pues ojos que no ven, hacen recordar,
Me acerco más a ti tras cada amanecer,
A la cita de tu amor nunca faltaré…”
- ¿Te sucede algo Edward? – Lentamente
se dio la vuelta hasta quedar frente a la mujer que acababa de llegar a su lado
en el bar de hotel.
- Victoria – Su nombre sonó como
acero en sus labios, en toda su vida nunca había sentido tanta antipatía por
alguien de la manera que la sentía por ella.
- ¿Deseas compañía? – Como era de
suponer no espero la respuesta y se sentó
junto a él.
- Creo que no tiene sentido
decirte que no – Se tomo de un golpe todo el trago y se levanto dejando el
dinero suficiente para pagar por él. No logro avanzar mucho pues sintió la mano
de Victoria sobre su brazo.
-¿Tanto te desagrado? – Pregunto en
tono ofendido.
Antes de contestar Edward miró la
mano de la mujer que aún estaba en su brazo, luego le dirigió una mirada a
ella:
- Simplemente no deseo estar
aquí. Extraño a mi mujer y mis hijas – Lentamente Victoria quito la mano de
Edward.
- Las amas mucho ¿verdad? – Su mirada
no era interrogativa, sino más bien de alguien que sabe más que lo dice.
- Son mi vida, supongo que tú
sientes lo mismo por James.
- Lo amo – Aquella fue la
respuesta de Victoria, el problema es que Edward no sabía a que James se refería.
- Entonces creo que me entiendes,
acaso tu no lo extrañas.
- Cada día de mi vida lo extraño –
algo en el tono de Victoria le causo extrañeza pareciera como si fueran años
que no viera a James y no solo una semana, pero supuse que era por el amor que
se tenían.
- Bueno creo que me mejor me voy,
no he podido hablar con Bella en todo el día.
- Dicen por ahí “ojos que no ven corazón
que no siente”.
- ¿A qué te refieres con eso? –
Bella miro a James con furia, llevaba toda la mañana molestándola.
- Que tal vez su corazón y el de
tu marido ya no estén tan unidos, si no ves lo que él hace tu corazón no sufre.
- Que clase de filosofía barata
es esa – La risa de James fue ronca.
- Recuerdas la ley de Talión, mi
querida Isabella, solo por si lo necesitas me ofrezco ser tu ojo o tu diente.
- Márchate ahora mismo – Fijo su
mirada en el computador ignorándolo por completo. No levanto su vista hasta que
se fue y tomo su celular necesitaba desesperadamente hablar con Edward.
Si sé que es un adelanto cortito, pero espero tener el capitulo
completo muy pronto!!! Y también espero conocer sus opiniones!!!
Besos
Lulu XD