El Baile
Me
levante en la mañana con una sola idea en mente, demostrarle al muy imbécil de
Jacob Black que no me importaba, la noche anterior había decidido dar por terminada
nuestra relación o lo que sea que tuviéramos, usando la tecnología.
Mediante un muy escueto, pero preciso mensaje de texto “Termínanos. Saludos”
No entendía porque no me lo dijo a la cara, no es que fuera hacerle
una escena o algo similar, simplemente lo que me hacia sacar chispas es que
estábamos a menos de dos semana del baile de fin de curso y todos, y digo todos
con quienes valía la pena ir ya tenían pareja, maldito seas Black por hacerme
rechazar una que otra propuesta interesante.
Ahora
tenía que pensar con claridad y analizar los pasos a seguir, necesitaba matar
dos pájaros de un tiro como decía mi madre. Primero encontrar pareja y segundo
obtener mi revancha, una sonrisa curvo mis labios cuando encontré la respuesta
a ambas, Edward Cullen.
Nunca
entendí, ni mucho menos me intereso hacerlo, la rabia que tenia Jake contra
Edward, apenas puso en pie en el instituto y lo convirtió en su enemigo número
uno, claro aquello no podía serle más indiferente a Cullen, lo ignoraba como
quien ignora una mancha en su zapato. Cada vez que trataba de provocarlo
simplemente se marchaba sonriéndole con suficiencia, lo que solo hacía que el
imbécil de Jacob quisiera seguir molestándolo.
No
era solo él quien lo molestaba también estaba casi toda la población femenina
de la escuela, creo que antes de que suena el timbre para entrar a clases,
Edward ha tenido que ayudar a más de la mitad con sus libros que claramente sin
querer han caído al suelo o sus muy pesadas mochilas, pobre a todas las
tratabas con amabilidad, pero nada más, nunca ha tenido novia desde que llego y
por más que varias han intentado tener algo con él, las trata con fría
caballerosidad.
Ha
sido gracias a ese halo de misterio que parece cubrirle que se han tejido todo
tipo de historias alrededor suyo, desde que es un agente encubierto del FBI, un
testigo protegido y claro un vampiro, por que qué sería un aburrido pueblo sin
tener algún ser sobrenatural compartiendo con nosotros.
Apenas
llegue decidí poner en marcha mi plan, pero no encontré a Cullen por ningún
lado, al que si vi fue a Jacob que me mirada con lastima, parecía un cachorrito
herido o algo más patético, cuando pase a su lado lo salude y seguí mi
búsqueda. Mi corazón estaba intacto, mas mi orgullo era el que me pedía
venganza.
Después
de deambular un rato por los pasillos lo vi con su rutina habitual, ayudando a
Jessica con sus libros no pude evitar sonreír al ver como trataba de disimular
lo harto que estaba, pensé en salvarlo, pero no quise, ya hablaría con él.
Finalmente
el receso del almuerzo llegó, salí disparada de la sala para poder hablar ahora
si con Edward por mi paz mental necesitaba poner en marcha mi plan, cuando
llegue al pasillo de los casilleros lo vi guardando sus libros en su mochila
que estaba segura había tenido mejores día, era de un color impreciso, tal vez
alguna vez fue negra, pero perfectamente pudo ser verde y qué decir de sus
pantalones, parecía más apropiados para alguien que no tenia hogar pero
combinaban excelente con su polera totalmente desteñida y rota, creo que ya
sabía que le ofrecería para que fuera conmigo al baile. Estaba caminado
hacia él cuando sentí una mano que me detenía.
-
Bella – Era la voz de Jacob, por un instante pensé que el mensaje que recibí
solo había sido una alucinación mía – Lo siento – No, fue real.
- Que
siente Jake – No lo miraba, mi vista estaba pegada en Edward.
-
Como terminaron las cosas.
- No
te preocupes está todo bien – Al parecer estaba terminando de guardar sus
cosas.
-
Siento mucho que no tengas con quien ir al baile, si quieres hablo con Seth –
Aquello hizo que todo mi atención se volviera al perro de Black.
-
Disculpa, que te hace creer que no tengo pareja.
-
Bueno tu y yo estábamos saliendo, se supone que iríamos juntos ¿verdad?
- No
supuse nunca nada, así que no te preocupes.
-
¿Qué quieres decir? – Su voz sonaba enojada y lo que le quedaba por saber.
- Que
no te preocupes – Ahora más que nunca necesitaba que Edward quisiera ir al baile
conmigo, recién en aquel momento mi cerebro comprendió que existía alguna
posibilidad que no quisiera venir conmigo, como es que recién tome en cuenta
esa posibilidad, rayos debía hablar con él ahora.
Sin
importarme seguir hablando con Jake, corrí en busca de Cullen, respire aliviada
cuando lo vi parado como mirando a la nada, sin pensarlo más me acerque.
-
¿Cuanto quieres para ir conmigo al baile? – Sabía que había sido demasiado
directa, pero realmente no estaba para conversaciones frívolas.
-Perdón
– Me quedo mirando como si acabara de hablar en chino o algo así. Acaso era el
típico guapo pero idiota.
-
¿Cuanto quieres?– Repetí sintiendo que estaba por perder la paciencia.
- No
tienes novio o algo así.
-
Algo así – Repetí, pero si íbamos a ser negocios debería contarle un par de
detalles – Terminamos, más bien termino conmigo por mensaje de texto.
-
Genial – Acaso deseaba que lo golpeara, creo que la mirada que le dedique fue lo
suficientemente asesina – Digo…bueno… yo – Interrumpí la lluvia de palabras sin
sentidos.
- Lo
que sea, aun no respondes mi pregunta – Su mirada recorrió mi cuerpo, aquello
me resulto incomodo, pero supongo que quería ver si valía la pena.
-
¿Eres virgen? – En verdad me acababa de preguntar aquello.
- Y
eso a ti que te importa – Mi mano estuvo a centímetros de chocar violentamente
con su rostro, pero él la tomo antes de que se estrellara en su mejilla.
- Me
importa. No quiero dinero – Así que realmente era millonario como muchas
decían.
-
Entonces que ¿Un auto? ¿Un laptop?....Lo siento pero no creo que lo valgas – Al
sentir que perdía mi tiempo decidí irme de ahí, pero él muy idiota aún no
soltaba mi mano que detuvo momentos antes de golpearlo – Me sueltas.
- Nop
– De hecho su agarre se hizo más firme.
-
Esto no tiene sentido.
- Tu
lo comenzaste – Y ahora me arrepentía profundamente de aquello, mi mente
comenzó a analizar que otras opciones existían para ser mi pareja para el
baile, claro ninguna como Edward Cullen, pero tendría que buscar a alguien más.
- Me
voy, así que si no te importa me devuelves mi muñeca – Trate de sonar
sarcástica.
-
Creo que aún quiero seguir hablando contigo.
- No
es mutuo – Trate de zafarme, pero lo único que logre fue que arrinconara mi
cuerpo en una de las paredes cerca de su casillero y me besara, cuando quise
hablar se aprovecho de mis labios separados para introducir su lengua, maldito
sea por besarme y por hacerlo como los dioses. Luego de dejarme al paso de la
hiperventilación total dio por terminado el beso.
-
Ahora Bella quiero que me escuches con atención…no quiero tu dinero, quiero
follarte, solo eso – Mis ojos se abrieron desmesuradamente, acabo de escuchar
lo que acabo de escuchar.
-
¿Solo eso? – Perfecto ahora hacia preguntas idiotas.
-
Bueno no será “solo eso”, será mucho más – No sabía que estaba sonrojada hasta
que sentí la mano de Edward acariciando suavemente mis mejilla.
-
¿Cómo? y ¿Cuándo? – Necesitaba retomar mi papel dentro del acuerdo, que a cada
paso se escapaba más de mis manos.
- En
verdad esperas que te explique el cómo – Su sonrisa se ensancho y yo solo
enrojecí aun mas si eso fuera posible.
-
Sabes a lo que me refiero.
- Mi
dulce y pequeña Isabella – Se acerco aún más a mí y odie la respuesta instintiva
que tuvo mi cuerpo.
-
Aceptas o no – Trate que mi voz sonara dura, digo trate porque lo que se escapo
de mis labios fue un murmullo.
-
Acepto – Como todo acuerdo de negocios quise estrechar su mano, pero él tenía
otros planes. Volvió a estrellar sus labios con los míos.
-
Ahora dime cuando planeas que nos acostemos.
-
Bella te aseguro que lo menos haremos será estar acostados, pero ya lo sabrás –
Soltó finalmente mi muñeca que estaba un tanto dolorida por la presión que
ejerció en ella.
-
¿Cómo? Quiero saberlo ahora Cullen – Tome su brazo antes de que se apartara.
- A
su debido tiempo – Tomo mi mano que descansaba en sus brazos y se la llevo a
los labios.
-
Necesito estar preparada.
- El
elemento sorpresa es un excelente afrodisiaco – Me dio un suave beso en la
mejilla y partió.
Los
siguientes días fueron por decirlo de alguna manera, especiales, Edward me
esperaba cada mañana en la entrada para ayudarme con mis cosas, después de
entrelazar nuestras manos y mi dulce beso de los buenos días, íbamos
hasta mi casillero que extrañamente ahora estaba junto al suyo, después dejar
nuestros libros u otras cosas me dejaba en mi primera clase, nosotros solo
compartíamos una, biología, en la cual obviamente nos hicimos compañeros de
laboratorio.
No
puedo negar que la actitud de Edward me alagaba, pero necesitaba saber por qué
lo hacía, solo le había pedido que fuera conmigo al baile a cambio de dinero,
solo que él pidió otra cosa, no permitía de mi mente olvidara aquello las
razones de por qué estábamos juntos.
-
Acaso no es obvio –Me contesto mientras nos sentábamos en una mesa de la
cafetería lo bastante alejadas de testigos indeseables.
- Si
lo fuera no te lo preguntaría.
-
Bella mi dulce y linda Bella – Rodé los ojos sabía perfectamente que me estaba
tratando como si fuera una de sus tontas admiradoras – Es sumamente sencillo,
no crees que sería demasiado extraño que apareciéramos en el baile junto si ni
siquiera cruzamos media palabra, creo que podríamos generar sospechas.
- Eso
basándonos en que las personas que nos rodean fueran seres con inteligencia.
-
Como adoro esa lengua afilada que tienes – Tomo mi mentón y me acerco hasta que
pude sentir su aliento en mi boca – Las cosas que me imagino que podría hacer
en mi cuerpo….cosas nada santas – Maldita sea acaba de hacer que olvide como
respirar.
-
Edward…- Ni siquiera sé porque lo dije, pero soltó suavemente mi rostro, claro
no sin antes besarme.
-
Debemos hacer que todo sea más creíble – Al decir eso volví a la realidad.
Edward y yo teníamos un trato solo eso.
-
Bueno si quieres hacerlo, no te detengo. Aunque pensándolo bien, creo que se
porque lo haces.
-
Ilumíname.
- Me
estas usando de escudo, ahora que todas tus atenciones – acaricie su mano que
estaba sobre su mesa – Ninguna te molesta.
-
Velo así, ambos hemos salido beneficiados – Se acerco y cuando unió sus labios
a los míos simplemente estuve de acuerdo.
El
día del baile al fin había llegado, creo que casi no existía duda quien sería
mi acompañante, es más el propio Jake trato de impedir que fuera con Edward,
diciendo que él sería mi pareja. Menudo idiota, jamás lo cambiaria a él por ese
pedazo de perro.
Me
mira por última vez en el espejo y me sentí satisfecha por mi reflejo, usaba un
vestido azul que cubría mis rodillas y caí en suaves vuelos. Era simplemente
perfecto, además tarde varias semanas eligiéndolo, decidí dejar mis cabellos
sueltos, pero ordenado en rizos que caían dócilmente por mi espalda. Me puse un
poco más de brillo en mis labios, en ese momento oí la voz de mi madre gritando
que mi cita ya estaba aquí. Dio un último suspiro y salí de mi habitación.
Agradecí
que al bajar las escaleras hubiese decidido ir fuertemente afirmada del
pasamanos, mis zapatos era un real riesgo para mí, pero lo que si
resultaba absoluta y totalmente peligroso era ver a Cullen esperándome,
literalmente casi caigo desmayada a sus pies, su visión me quito el aliento.
Iba a hablar, pero él lo hizo primero.
-
Estas…no existen palabras para describirte – Tomo mi mano y la llevo a sus
labios.
- Tú
estás muy guapo Cullen, quien diría que tras tu ropa de mendigo – Si lo
reconozco sonó pésimo, pero necesitaba formar un muro entre nosotros, no debía
olvidar las razones por las cuales estábamos juntos en ese momento – Se
escondía semejante cuerpo – Quise golpearme iba todo también hasta que mi boca
fue más rápida que mi mente.
-
Imagínatelo sin ropa – Iba a replicarle, pero beso mi frente y justo en aquel
en el momento entraban mis padres. Mi madre iba con una cámara en sus manos nos
pidió que posáramos.
Una
vez terminada aquella improvisada sesión de fotos, me llevo hasta un auto, era
un volvo plateado, cuando abrió la puerta supuse que era suyo o algo así.
-
Espero que no hayas tenido que rentar un auto – Fue lo primero que le dije
cuando subió.
-No,
es mío.
-¿Tuyo?
-
Bella, puede ser que parezca un mendigo, pero no lo soy – Esas fueron las
últimas palabras que pronunciamos dentro del auto.
Desde
el estacionamiento se podía oír la música que salía del gimnasio de la escuela.
Como todo un caballero Edward me ayudo a salir del auto y entrelazo nuestras
manos, como era obvio al llegar nos fotografiaron y ambos sonreímos sin mayor
problema. Note que al entrar Jacob nos enviaba una especie de miraba asesina,
decidí saludarlo y sonreírle. La decoración del lugar era muy linda, habían
globos por doquier y mucho color, ese año habíamos decidido que sería un baile
temático ni nada, solo sería colorido y nada más.
Edward
soltó mi mano, la sensación que sentí al perder su contacto no me gusto en lo
absoluto, además no entendía porque hacia aquello, pero cuando sentí como sus
manos se fueron a mi cintura para rodearme y acercarme a él, mi sonrisa
simplemente se ensancho.
Justo
en aquel minuto comenzó a sonar “Friday” ambos pusimos mala cara y luego al
mirarnos no pudimos evitar reír.
-
Solo porque es uno de los videos mas visto no significa que a la gente les
guste.
- A
la gente tal vez no, pero a ello si – Lo dije indicando la pista de baile y
todos lo que allí habían.
-
Quieres bailar entonces – Comenzó a arrastrarme a la pista.
- Esa
canción…jamás – Me dio un beso en la frente y nos guio hasta donde estaba el
ponche.
Como
todo un caballero lleno mi vaso y luego el suyo, cuando sentí los primeros
acordes de “Dancing Queen” mis pies comenzaron a moverse de manera
involuntaria, Edward al parecer lo noto, pues saco el vaso de mis manos y me
llevo hasta la pista.
Estuvimos
así toda la noche bailando, distintos ritmos y pasos, en realidad parecíamos
dos locos, pero no nos importaba nada, la estaba pasando increíble junto a él.
Solo paramos cuando anunciaron a los reyes del baile. Como era de suponer Jacob
y Leah fueron coronados, todos salimos de la pista para el primer baile de
nuestros nuevos monarcas.
Una vez
que termino toda aquella ceremonia sentí que alguien tocaba mi hombro al darme
vuelta vi a Jake, quien me sonreía.
-
Quieres bailar – Lo mire un momento a él y luego a Edward – Te lo pide el rey.
-
No creo en la monarquía Jacob – Me acerque más a Edward – Además ya tengo con
quien bailar.
-
Bella vamos es solo un baile – Edward me sonrió y asintió levemente, no sé muy
bien porque, pero aquello me dolió.
-
Esta bien – Tome la mano que me extendía y me fue a bailar con él.
En
ningún momento deje de mirar a Edward, si lo sé parecía una acechadora, vi
cuando se dirigió al DJ y la música que en algún momento comenzó muy lenta se
volvió cada vez más rápida, por lo que Jake tuvo que alejar sus manos de mi
cintura. Cuando nuestras miradas se cruzaron a la distancia él solo me guiño un
ojo, cuando la canción estaba por terminar comencé a alejarme de mi compañero
de baile quien trato de impedirlo, pero sin éxito ya que en aquel momento llegó
a su lado Leah.
Edward apareció y tomo mi mano en el momento
preciso en que “Can't Take My Eyes Off You” comenzó a sonar. Una de sus
manos bajo hasta mi cintura, mientras la mía subía hasta su hombro. Me regalo
una sonrisa torcida y simplemente me deje llevar.
- No son solo mis ojos los que no pueden apartarse
de ti – Hizo que girara – Mi boca y mis manos tampoco pueden.
- Soy irresistible – Luchaba por no dejarme llevar
por aquella atmosfera romántica, prefería bromear antes de analizar las
mariposas que se agolpaban en mi estomago.
- No sabes cuánto.
Cuando la canción llegaba a sus últimos acordes,
sus labios se encontraron con los míos y nos besamos. Aquel beso fue dulce y
tierno el final perfecto para una noche de ensueño.
Camine como entre nubes rumbo al auto, sabía además
que ahora venia mi parte del trato. Antes de subir Edward nuevamente me beso,
estaba por empezar a creer que realmente no podía apartar sus labios de los
míos y que al parecer aquello era contagioso. Me ayudo a subir y luego lo hizo
él para de inmediato partir de ahí.
No entendí muy bien cuando note que íbamos rumbo a
mi casa, es que pensaba que podríamos pasar la noche allí, aquello era
imposible por el simple hecho que mis padres estaban ahí. Acaso el lugar al que
pensaba llevarme estaba de camino o lo haríamos en el auto, se notaba cómodo,
pero no me gustaba demasiado la idea.
- ¿En que piensas? – Su voz corto la línea de mis
pensamientos.
- ¿Dónde vamos?
- A tu casa.
- Pero no podemos.
- ¿Por qué?...no se supone que eso se hace después
de un baile.
- Pero nuestro trato…tú…ya sabes.
- Lo sé, no dejo ni un instante de saberlo, pero no
será hoy Bella – No pude evitar sentirme decepcionada.
- No – Habíamos llegado a mi casa.
- No – Lo vi bajarse del auto, abrió la puerta y me
ayudo – No deseo que esto termine todavía Bella.
- ¿Termine? – No me respondió en cambio tomo mi
mano y me llevo hasta la puerta de mi casa, dejo un beso en ella, luego en mis
labios. Acaricio mi mejilla y me susurro.
- Aun es muy pronto.
Las palabras que me dijo Edward al dejarme aquella
noche aun resonaban en mi cabeza, pero simplemente no les encontraba
ningún sentido, pues desde aquel día y hasta ahora, casi tres semanas después,
solo me había ignorado. Toda la estúpida rutina que él mismo implemento se
esfumo el lunes siguiente al baile, fue como si el reloj marcara las doce y la
carroza se transformo en calabaza, comenzó a tratarme con la frialdad que usaba
con todas y eso solo provocaba que quisiera golpearlo.
Muchas veces estuve tentada a preguntarle qué demonios
le sucedía, pero me controlaba, no sería yo quien diera el primer paso, además
me mentía a mi misma diciéndome que debía de sentirme aliviada pues lo más
probable es que hubiese olvidado aquella estúpida parte del trato su paga por
ser mi compañero sería follarme.
Jacob volvió a rondarme, pero simplemente lo
ignoraba no tenía ni la mas mínima ganas de volver a salir con él. Lo nuestro
era un pasado, muy pisado y enterrado, así que lo mande a volar, lo cual creó
el efecto contrario, pues mientras más lo deseaba alejar más quería estar cerca
de mí.
El último día de escuela se acerco, estaba por
quitármelo de encima cuando vi a Edward ayudando a Ángela con sus libros,
nuestras miradas se cruzaron y note que miraba con rabia algún punto de mi,
seguí la línea de su vista y me encontré con la mano de Jacob en mi brazo, así
que no le gustaba aquello, pues perfecto lo usaría a mi favor.
Empecé a coquetear con Jake, hice todo lo que se
suponía uno hacia cuando quería agradarle a alguien, al parecer estaba teniendo
efecto pues cada vez se me acercaba más. Cuando sentí su aliento muy cerca de
mí, mire hasta el lugar donde estaba Edward, pero ya no había nadie, por lo que
aleje a Black de mí y camine rumbo a mi casillero.
Iba caminando sin pensar mucho cuando sentí unas
manos aferrarse a mi cintura, empujándome a una sala vacía, por un microsegundo
pensé que era Jake, pero al inhalar un suave aroma supe que era él.
- Volviste con Black – Me tenia arrinconada en la
pared más cercana a la puerta.
- Eso a ti no te importa – Trate de zafarme de su
agarre.
- Me importa y lo sabes.
- No lo sé, no sé nada, solo que llevas semanas
ignorándome – Perfecto nuevamente mi mente y mi boca no logran coordinarse.
- Aunque quisiera jamás podría ignorarte – Su
aliento emboto todos mis sentidos.
- Pues lo has hecho muy bien estos días…así que
sigue así. Ahora suéltame.
- No, llego el momento de que cumplas tu parte.
- ¿Qué? –Abrí mis ojos en señal de sorpresa – Estas
loco.
- Si, por ti – Sin esperar más estrello su boca en
la mía y me olvide incluso de mi nombre.
Tomo mi cintura y me llevo hasta la mesa, para
dejarme sentada ahí, aprovechándose que aquel día elegí una pollera, la levanto
y separo mis piernas para ubicarse en el medio de ambas. Sus labios no se
despegaban de mí piel, después de besar mis labios bajo hasta mi cuello, sus
manos se perdieron bajo mi camiseta la que me quito para luego lanzar por los
aires.
Beso la parte que no cubría mi brassier, chupo y
succiono esa porción de mi piel hasta dejarla marcada. Una de sus manos
acaricio mis pezones hasta dejarlo duros como dos piedrecitas, no sé muy bien
como lo hizo, pero de un momento a otro mis pechos se encontraban libres y al
segundo después los labios de Edward los acariciaban.
Sentí como su mano bajo hasta llegar a mis bragas
que se encontraban húmedas por todo lo que me estaba haciendo, las separo de mi
y uno de sus dedos se adentro a mi interior, masajeándolo, saliendo una y otra
vez de mi, sus caricias me estaban enloqueciendo.
Mis manos que hasta ese momento se aferraban en la
mesa, se dirigieron hasta su cabello para que levantara su cabeza y
besara mis labios que reclamaban su atención. Entendió mi petición pues me beso
como si su vida dependiera de aquello.
Solté un gemido cuando no fue un dedo, sino dos los
que introdujo en mí. Me aferre con fuerza a él mientras seguíamos besándonos.
- No tienes una idea lo que te extrañe – Me susurro
Edward antes de volver a besarme. Cuando nos separamos pude responderle.
- Ni siquiera me mirabas – Le reproche, sus labios
ahora jugaban con mi oído.
- Si lo hubiese hecho te hubiese tomado en
cualquier parte.
- No es eso lo que estás haciendo ahora – Sus dedos
comenzaron a acariciar el lugar preciso para activar el centro del placer.
- No pude contenerme más – Un último toque y juro
que vi estrellas, me desplome en su pecho como una muñeca de trapo.
- No entiendo – Mi voz apenas sonó como un
murmullo. Sentía como Edward acariciaba mi espalda desnuda.
- Bella cuando te vi rodeada de Black mi sangre
ardió, durante días vi como se te acercaba, pero me alegraba ver como lo
rechazabas, pero hoy le sonreíste e incluso le coqueteaste y simplemente no
pude contenerme más.
- ¿Por qué estabas conteniéndote? – Bese su pecho
que aun estaba cubierto.
- Por qué no querías que pensara que solo quería
estar contigo para cobrar mi parte en el trato Bella, quería que estuviéramos
juntos por que ambos lo queríamos. Para mí fue un milagro que quisieras ir
conmigo al baile – Levante mi rostro sorprendido hacia él – Si Isabella,
así que por eso rechace el dinero y te pedí a cambio follarte, que horrible
palabra para describir esto, para mi es más mucho más.
- ¿Más?
- Te amo Bella y quería que estuviéramos juntos por
amor y yo…malditos celos que me nublaron y me hicieron simplemente tomarte y …-
Decidí hacerlo callar con un beso.
- También te amo, idiota. Así que ahora termina tu
trabajo – Descorrí el cierre de su pantalón y metí mi mano en su ropa
interior para liberar su miembro que estaba más que listo para mí.
- Te amo – De una solo estocada entro en mí.
Comenzó con movimientos suaves, pero poco a poco
los fue acelerando, abrace su cintura con mis piernas para sentirlo dentro de
mí más profundamente. Busque sus labios y los bese, también lo hice para acallar
el grito que luchaba por salir de mi garganta, no olvidaba que aun estábamos en
la escuela.
Sentí que estaba cerca y le exigí a Edward que
fuera más fuerte que no paraba, cuando finalmente llegue al orgasmo no me
contuve más y grite.
- Te amo Edward.
Nuestros labios se buscaron impaciente, me sentí
vacía cuando lo sentí salir de mí, al parecer lo noto pues me abrazo con fuerza
y me recordó donde estábamos. Se separo un momento para ir por mi ropa y me
ayudo con ella, cada porción de piel que desaparecía la ser cubierta era besada
antes.
Salimos de aquella sala con nuestras manos
entrelazadas, me llevo hasta su auto y partimos.
- ¿Dónde vamos?
- Donde quieras – Unió nuestras manos.
- Puedo hacerte una pregunta – Mordí mi labio,
ahora que el fuego de la pasión estaba más a raya quería saciar mi curiosidad.
- Dime.
- Dijiste que me ignorabas por que querías que el
estar juntos fuera una decisión de ambos y no parte de un acuerdo –
Asintió – Entonces dime ¿Qué pensabas hacer para lograrlo?
- Pensaba conquistarte durante el verano, tenía
todo un plan trazado y al final tú y yo estaríamos juntos.
- Suenas muy seguro Cullen – Me dio una sonrisa
torcida patentada por Cullen – Si quieres puedes llevarlo a cabo, no tengo
ningún problema en ser cortejada.
- Pues entonces vámonos.
- ¿A dónde?
- Al paraíso mi amor. Esto recién comienza.
Un nuevo one shot….Lo escribi para darles las
gracias por ser ya más de 300 en facebook XD!!!! Tal vez algunas ven en esta
historia material para algo más largo, pero por el momento no creo que pueda
hacerlo el tiempo no me da para tanto y creo que mi cabeza tampoco jajjajajaa.
Besotes y que tengan una bella semana
Lulu XD
Espero sus comentarios…me hacen infinitamente
feliz!!!!
Aquí les dejó también la historia desde el punto de
Edward