Edward POV
Otro
año…otra secundaria, con esta ya eran cuatro en las cuales había estado en los
últimos años. Lo que en un principio me parecían las mejores aventuras ahora
simplemente me molestaba, mis padres no podían estar más de seis meses en el
mismo lugar así que cuando comenzaban a aburrirse decidían ir a otra ciudad y
todo lo aquello implicaba.
Así
pase la mayor parte mi infancia y mi adolescencia, hasta que finalmente los
dioses escucharon mis ruegos y la ofrecieron a mi padre la plaza como director
del hospital de Forks lo que haría que al menos nos quedáramos un año en este
lugar o al menos eso esperaba.
Tanto
Carlisle como Esme amaban socializar y conocer gente, así que tratando de que
yo conociera a los que tal vez serían mis compañeros de escuela decidieron
enviarme a un campamento para pasar mis últimas dos semanas de vacaciones. Fui
ahí que conocí a Jacob Black quien me odie en el minuto exacto en que puse un
pie en La Push y todo fue creciendo a medida que le ganaba en todas las
disciplinas donde habíamos decididos competir, simplemente nunca desee
humillarlo, pero si podía ganar lo hacía.
Como
era de esperar el perro de Black estaba ahí cuando llegue a la escuela, pero lo
que capturo toda mi atención no fue su presencia, sino de la muchacha que
estaba a su lado, era por mucho la mujer más hermosa que había visto alguna
vez. Sus ojos y cabellos eran de un color chocolate tan intenso e increíble que
la hacían única.
Al
parecer Jacob noto mi presencia y mi mirada, comenzando así la tediosa rutina
de ser molestado por él, cosa que honestamente no podría importarme menos, ya
que simplemente me aburría con su presencia y si alguna vez me quede unos
momentos más fue solamente para ver a ella….a Bella.
Otra
de mis rutinas fue ayudar a mis compañeras con sus mochilas y libros, lo hacía
cada mañana con la vaga esperanzo que alguna vez fuera a Bella quien ayudara,
pero ella solo me ignoraba, incluso en la única clase que estábamos juntos,
apenas y me dirigió unas palabras un par de veces.
No sé
muy bien porque pero aquella mañana me levante con optimismo, no es que fuera
depresivo o algo así, mas despertar tan temprano no me hacía en lo absoluto la
persona más feliz del mundo. Como era de esperar apenas llegue comenzó mi
actividad diaria, solo que esta vez escuche con más atención que al parecer
Jacob había cortado con Bella y que ella simplemente estaba tan deprimida que
no vendría en toda la semana.
Después
de dejar a las chicas en sus salones corrí al mío, sin dejar de pensar en
ningún momento en lo que acababa de oír, seria cierto o era otro típico
chismorreo de pasillo.
A la
hora del receso camine hasta mi casillero y me quede mirando a la nada. Solo
pensando en cómo saber si lo que había oído era verdad o no, en eso estaba
cuando oi una voz que por un momento pensé era producto de mi imaginación.
-
¿Cuanto quieres para ir conmigo al baile? – No pude evitar quedármela mirando
como un idiota
-Perdón
– Bravo Edward excelente manera de comenzar.
-
¿Cuanto quieres?– Su voz esta vez sonó un poco molesta
- No
tienes novio o algo así – Necesitaba saber si lo tenía o no, aun cuando supuse
que ya no dado su extraña invitación
-
Algo así – Se tomo unos segundos y luego siguió – Terminamos, más bien
termino conmigo por mensaje de texto.
-
Genial – Lo dije sin pensarlo mucho, pero saber que ya no estaban juntos
simplemente me alegraba, pero luego de ver su rostro quise tratar de arreglar
la situación – Digo…bueno… yo – Claramente sin un poco de éxito.
- Lo
que sea, aun no respondes mi pregunta – No pude evitar mirar su cuerpo, era tan
hermosa, pero como era un adolescente lo suficientemente idiota le hice una
pregunta que ni siquiera pensaba.
-
¿Eres virgen? – En verdad acababa de preguntar aquello.
- Y
eso a ti que te importa – Sabia que me iba a dar una cachetada y no es que no
la mereciera, pero simplemente aproveche la situación para tocarla.
- Me
importa. No quiero dinero.
-
Entonces que ¿Un auto? ¿Un laptop?....Lo siento pero no creo que lo valgas –
Contuve mi risa al oír todas las cosas que me estaba ofreciendo – Me sueltas –
Recién ahí caí en la cuenta que aún sostenía su mano
- Nop
– Hice que mi toque fuera más firme aún.
-
Esto no tiene sentido – Tal vez para ella, porque para mí era un milagro.
- Tú
lo comenzaste.
- Me
voy, así que si no te importa me devuelves mi muñeca.
-
Creo que aún quiero seguir hablando contigo – Ni siquiera me importaba lo que
dijera, pero con solo tenerla cerca ya era feliz, además aquella era por lejos
nuestra charla más larga.
- No
es mutuo – Note como trataba de zafarse, así que sin pensarlo mucho la
arrincone en la pared cercana y la bese, Y Dios ese beso sabia a gloria,
mejor que en mis sueños.
-
Ahora Bella quiero que me escuches con atención…no quiero tu dinero, quiero
follarte, solo eso – No sé de donde vino aquello, pero no podía desdecirme
ahora solo esperar que me golpeara.
-
¿Solo eso? – No esperaba esa respuesta, pero mi corazón ya latía con más fuerza
de solo pensar que podría tenerla.
-
Bueno no será “solo eso”, será mucho más – Cuando note sus mejillas sonrosadas,
no pude evitar acariciarlas suavemente.
-
¿Cómo? y ¿Cuándo? – Eso significaba que aceptaba, estuve tentaba a hacer un
baile de la victoria o algo así, pero una parte de mi necesitaba relajarse un
poco así que decidí bromear con ella.
- En
verdad esperas que te explique el cómo.
-
Sabes a lo que me refiero.
- Mi
dulce y pequeña Isabella – Me acerque aun mas a ella y aunque trato de
contenerse sentí como su cuerpo también se acercaba a mí.
-
Aceptas o no – Su voz fue apenas un murmullo.
-
Acepto – Volví a besarla, pues era lo mejor de mi día y tenía que aprovecharlo.
-
Ahora dime cuando planeas que nos acostemos – Se veía tan hermosa tratando de
parecer una mujer fría que estaba cerrando un negocio.
-
Bella te aseguro que lo menos haremos será estar acostados, pero ya lo sabrás –
Finalmente solté su muñeca y de inmediato extrañe su contacto.
-
¿Cómo? Quiero saberlo ahora Cullen – Necesitaba con urgencia salir de ahí pues
su aroma me estaba intoxicando y tal vez cobrara mi parte antes del baile, pero
ella tomo mi brazo impidiéndome avanzar.
- A
su debido tiempo – Bese su manos.
-
Necesito estar preparada – Parecía una niña caprichosa y quise besar sus
labios, pero me contuve.
- El
elemento sorpresa es un excelente afrodisiaco – Le di un último beso en la
mejilla y me marche.
Los
siguientes días fueron simplemente un sueño, esperaba cada mañana a Bella en la
entrada de la escuela y caminábamos tomados de la mano, no solo era la mejor
sensación de mundo, claro que estaba después de lo que sentía cada vez que la
besaba, simplemente lo hacía cada vez que podía y al parecer a ella no le
molestaba.
Note
varias veces como Black nos miraba con odio, sabía que le hervía la sangre de
verme junto a ella, pero él era el muy imbécil que la había dejado y yo no
podía ser más feliz por su estupidez.
Como
todos los días desde el glorioso día de su propuesta íbamos caminando hasta
nuestro pequeño mundo privado en la cafetería. Bella necesitaba saber el por
qué de mi actitud, pensé en decirle porque te amo, pero aún no era el momento
así que hice gala de todo mi cinismo y le conteste.
-
Acaso no es obvio –Le respondí mientras nos sentábamos.
- Si
lo fuera no te lo preguntaría – Como siempre tenía que sacar las garras.
-
Bella mi dulce y linda Bella – No podía evitar hacerla enojar un poco – Es
sumamente sencillo, no crees que sería demasiado extraño que apareciéramos en
el baile junto si ni siquiera cruzamos media palabra, creo que podríamos
generar sospechas – Le respondí como si aquello fuera lo más obvio del mundo.
- Eso
basándonos en que las personas que nos rodean fueran seres con inteligencia.
-
Como adoro esa lengua afilada que tienes – Tome su barbilla y me acerque a ella
hasta casi rozarla – Las cosas que me imagino que podría hacer en mi
cuerpo….cosas nada santas – Mierda no necesitaba ponerme a pensar en eso
justamente en una cafetería rodeada de gente, idiota o no tenían ojos.
-
Edward…- Al oírla murmurar mi nombre la bese.
-
Debemos hacer que todo sea más creíble.
-
Bueno si quieres hacerlo, no te detengo. Aunque pensándolo bien, creo que sé
porque lo haces – La mire expectante.
-
Ilumíname.
- Me
estas usando de escudo, ahora que todas tus atenciones – casi me corro en mis
pantalones al sentir su suave caricia en mi mano – Ninguna te molesta.
-
Velo así, ambos hemos salido beneficiados – Como todo adicto simplemente la
bese sin pensar en nada más.
Finalmente
el día del Baile había llegado, use mis mejore galas y mi madre estaba más que
emocionada el verme vestido así. Le sonreí y tome las llaves de mi volvo, casi
nunca lo usaba pero hoy era un día especial para mi.
Aparque
fuera de la casa de Bella, para luego tocar la puerta me recibió quien supuse
era su madre quien me sonrió y la llamo. Literalmente quede sin aire al verla.
-
Estas…no existen palabras para describirte – Bese su mano.
- Tú estás
muy guapo Cullen, quien diría que tras tu ropa de mendigo – Vale reconozco que
jamás me ha importado mi ropa, pero tan mal se veía – Se escondía semejante
cuerpo –Al oir eso no pude evitar sonreír muy pagado de mi mismo.
-
Imagínatelo sin ropa – Antes que hablara bese su frente y luego llegaron sus
padres para hacernos un par de miles de fotos.
Le
lleve a hasta mi auto el cual miro sorprendida, la ayude a subir y luego lo
hice yo.
-
Espero que no hayas tenido que rentar un auto.
-No,
es mío – Me miro extrañada.
-¿Tuyo?
-
Bella, puede ser que parezca un mendigo, pero no lo soy – No dijimos nada más
hasta que llegamos al gimnasio.
Apenas
llegamos al lugar se podía sentir la música que venía del gimnasio y llenaba
todos los espacios. Nos acercamos a la entrada y fuimos fotografiados, creo que
fue inevitable pero ambos sonreímos de manera natural por estar uno junto a
otro.
Solté
su mano y la abrace en el momento exacto en que empezaba a sonar “Friday”, al
parecer a ninguno le gustaba pues ambos pusimos nuestra peor caras.
-
Solo porque es uno de los videos mas visto no significa que a la gente les
guste – Todavía no podía entender aquello.
- A
la gente tal vez no, pero a ello si – Tome eso como una excusa para bromear con
ella.
-
Quieres bailar entonces – La comencé a llevar a la pista.
- Esa
canción…jamás – Necesitaba besarla así que lo hice, deje un suave beso en su
frente.
Después
de tomar algo escuchamos una canción que al parecer le gustaba, asi que
saltamos a la pista y ahí nos quedamos hasta el anuncio más idiota del mundo.
Los reyes del baile y como era obvio que mejor rey que Black.
Despegamos
la pista para el tan trillado primer baile y luego por el rabillo del ojo vi
como el nuevo monarca se acercaba a nosotros.
- Quieres
bailar – Note como la mirada de Bella iba de Black a mi – Te lo pide el rey.
-
No creo en la monarquía Jacob – Sentí como se acercaba a mí – Además ya tengo
con quien bailar.
-
Bella vamos es solo un baile – Apenas lo dije me arrepentí de inmediato en
especial cuando vi por un fugaz momento el rostro de decepción de Bella.
-
Esta bien – Casi la tomo de la cintura para impedir que avanzara.
Aun
cuando bailo con el perro, su mirada no dejo ningún momento la mía. Fue hasta
el DJ cuando note que la música era demasiado romántica y le di diez dólares
para que pusiera el ritmo más rápido que existiera, además le pague otros
dólares más para que apenas me viera junto a Bella pusiera “Can't
Take My Eyes Off You” y asi lo hizo. La tome entre mis brazos y comenzamos
nuestro último baile.
- No son solo mis ojos los
que no pueden apartarse de ti – La hice girar como en aquellas cursis películas
románticas – Mi boca y mis manos tampoco pueden.
- Soy irresistible –
Aquello era verdad.
- No sabes cuánto – Quería
que este momento fuera eterno, pero hay cosas que simplemente deben acabar.
Salimos tomados de la mano
y la lleve hasta el auto, como siempre un muy cómodo silencio se instalo entre
nosotros, pero en algún momento note que Bella se tensaba por algo así que le
pregunte:
- ¿En qué piensas? – Al
parecer la sorprendí o algo.
- ¿Dónde vamos? – Me
pregunto curiosa.
- A tu casa.
- Pero no podemos.
- ¿Por qué?...no se supone
que eso se hace después de un baile – No sabía cómo sentirme ante eso, pero
creo que Bella deseaba estar conmigo tanto como yo y aquello me dio esperanzas.
- Pero nuestro trato…tú…ya
sabes.
- Lo sé, no dejo ni un
instante de saberlo, pero no será hoy Bella – Llevaba días pensando en que no
quería que nuestra primera vez juntos fuera parte de un trato, quería que
fuera porque ambos lo deseábamos, en mi mente ya un plan comenzaba a
trazarse.
- No – Una nota de
decepción tiño sus palabras
- No – La ayude salir del
auto y la quede mirando – No deseo que esto termine todavía Bella.
- ¿Termine? – Tome su mano
y la bese. Luego capture sus labios entre los míos y acaricie su mejilla, antes
de decirle lo que sentía.
- Aun es muy pronto.
Estuve todo el fin de
semana pensando y trazando mi plan, sabía que era arriesgado, pero necesitaba
comprobar que todo lo que había sentido que pasaba entre Bella y yo este último
tiempo era real.
Yo la amaba de eso no
tenia duda, pero necesitaba saber si ella me correspondía, así que por eso
decidí alejarme de Bella estas últimas semanas y una vez fuera del instituto me
dedicaría a conquistarla. Pensaba ir por ella apenas terminara nuestra última
clase e invitarla a salir, incluso si se negaba seguiría insistiendo, luego la
llevaría a lugares especiales y haría que este fuera el mejor verano de
nuestras vidas.
Aprovecharía mí tiempo
libre educándome en el plano sexual, mi experiencia era casi nula en esas
aéreas y quería que mi encuentro con Bella fue único y mágico, como todo adolescente
vi varias películas porno, según yo aquello era algo así como material
didáctico, también leí un par de libros. Necesitaba que ella se quedara a mi
lado y nunca más se fuera.
No podía evitar alegrarme
cada vez que Bella apenas y tomaba en cuenta los avances de Jacob, pero como
todo animal sin amaestrar no entendía las indirectas. Varias veces note las
miradas de Bella y quise ir hasta ella y abrazarla, pero aún no era el momento,
un último esfuerzo y estaríamos juntos.
Desperté lleno de optimismo
el último día del año escolar, hoy por fin me acercaría nuevamente a Bella,
sabía que existían claras posibilidades que ella me mandara a volar por mi
actitud, pero confiaba en que nuestros sentimientos fueran tan fuertes como yo
lo esperaba.
Al fin del día estaba
ayudando por última vez a Ángela y vi como Jacob se acercaba a Bella, note como
su asquerosa pata tocaba su brazo y me sentí celos, quise arrancarle la mano
por tocarla. Nuestras miradas se cruzaron y casi asesino a alguien cuando vi
que estaba coqueteando con él, le sonreía e incluso se acercó más a su cuerpo.
Simplemente no pude ver más y salí de ahí, para meterme en un salón vacio.
Cuando me sentí un poco más
tranquilo vi a Bella por el pasillo y sin detenerme a pensar, la tome entre mis
brazos y la hice entrar.
- Volviste con Black – La
acorrale en la pared más cercana.
- Eso a ti no te importa –
Trataba de quitarme de encina.
- Me importa y lo sabes –
Dios como había extrañado tenerle entre mis brazos.
- No lo sé, no sé nada,
solo que llevas semanas ignorándome – Tuve que contener mi sonrisa.
- Aunque quisiera jamás
podría ignorarte – Lo dije muy cerca de su hermoso rostro.
- Pues lo has hecho muy
bien estos días…así que sigue así. Ahora suéltame – Era aún más hermosa cuando
se enfadaba.
- No, llego el momento de
que cumplas tu parte – Simplemente ya no podía seguir conteniéndome más.
- ¿Qué? –Aquello la
sorprendió – Estas loco.
- Si, por ti – La bese de
la manera más apasionada que pude.
La lleve hasta la mesa más
cercana y besaba cada trozo de su cuerpo que iba descubriendo, primero le
di toda mi atención a sus pechos y luego mis dedos jugaron con su interior.
Busque sus labios con desesperación, mientras sentía como Bella se aferraba a
mí.
- No tienes una idea lo que
te extrañe – Aquello era la verdad.
- Ni siquiera me mirabas –
Bese su oído y creo que la ame un poco más.
- Si lo hubiese hecho te
hubiese tomado en cualquier parte – Y eso era lo que menos quería, aunque
finalmente termine haciéndolo.
- No es eso lo que estás
haciendo ahora – Lleve mis dedos al lugar exacto donde quería estar muy pronto.
- No pude contenerme más –
La sentí desplomarse sobre mí.
- No entiendo – Su voz sonó
muy bajita
- Bella cuando te vi
rodeada de Black mi sangre ardió, durante días vi como se te acercaba, pero me
alegraba ver como lo rechazabas, pero hoy le sonreíste e incluso le coqueteaste
y simplemente no pude contenerme más.
- ¿Por qué estabas
conteniéndote? – Sentí sus labios en mi pecho.
- Por qué no querías que
pensara que solo quería estar contigo para cobrar mi parte en el trato Bella,
quería que estuviéramos juntos por que ambos lo queríamos. Para mí fue un
milagro que quisieras ir conmigo al baile – Su rostro denotaba sorpresa – Si
Isabella, así que por eso rechace el dinero y te pedí a cambio follarte, que
horrible palabra para describir esto, para mi es más mucho más.
- ¿Más?
- Te amo Bella y quería que
estuviéramos juntos por amor y yo…malditos celos que me nublaron y me hicieron simplemente
tomarte y …- No pude seguir pues sus labios chocaron con los míos.
- También te amo, idiota.
Así que ahora termina tu trabajo – Casi muero al oír aquellas palabras de sus
labios y más aun cuando sentí su mano descorren mi cierre.
- Te amo – De un solo
movimiento entre en ella y fue como abrir las puertas del cielo. Al llegar
ambos al orgasmo oí como Bella gritaba:
- Te amo Edward.
La bese con impaciencia
para luego arreglarnos para salir de ahí, una vez en el auto oi como preguntaba
muy curiosa.
- ¿Dónde vamos?
- Donde quieras – Entrelace
nuestras manos.
- Puedo hacerte una
pregunta.
- Dime – La mire
maravillado por el milagro que me amara.
- Dijiste que me ignorabas
por que querías que el estar juntos fuera una decisión de ambos y no
parte de un acuerdo – Asentí– Entonces dime ¿Qué pensabas hacer para lograrlo?
- Pensaba conquistarte
durante el verano, tenía todo un plan trazado y al final tú y yo estaríamos
juntos – Y aun cuando ya estábamos juntos no dejaría mis planes de lado
- Suenas muy seguro Cullen
– Le sonreí – Si quieres puedes llevarlo a cabo, no tengo ningún problema en
ser cortejada.
- Pues entonces vámonos –
Le dije.
- ¿A dónde?
- Al paraíso mi amor. Esto
recién comienza.
Y
exactamente fue así, cada día de ese glorioso verano lo pasamos juntos. Bella
me era tan necesaria como el oxigeno y de alguna manera yo sabía que ella
sentía lo mismo. Ambos nos negamos a ir de vacaciones a otras ciudades,
simplemente no podíamos estar separados ningún instante, incluso sin que sus
padres lo supieran cada noche me colaba a su habitación para hacer el amor y
luego dormir entrelazados.
Como
el verano estaba llegando a su final y pronto deberíamos volver a la escuela
decidí darle una sorpresa a mi novia. Hice reservaciones en un lujoso restorán
de Port Angels así como también en el hotel más lujoso de la ciudad, bueno todo
eso lo logre gracias a la ayuda de mi madre que amaba a Bella como una hija.
Una
vez todo listo le dije que le tenía una sorpresa preparada, como era de supones
de inmediato se impaciento y me aclaro que no le gustaban para nada. Yo solo le
sonreí y la bese, lo que menos deseaba en aquel momento era comenzar una pelea
que no nos llevaría a nada.
-
Paso por ti a las 7 – Me miro aún un tanto molesta, pero asintió – Ah y te deje
un regalo en tu habitación…nada me haría más feliz que lo usaras esta noche.
-
¿Qué cosa? – Se acerco a mí.
-
Descúbrelo tu misma – La bese nuevamente y me marche.
Cuando
ya faltaba poco para las siete de la tarde me estacionaba fuera de la casa de
Bella, una parte de mi estaba temeroso que de simplemente no quisiera venir
conmigo, dado su total desinterés con las sorpresas o estuviera enojada por no
decirle que haríamos esta noche. Mis temores desaparecieron y también mi habla
cuando Charlie me abrió la puerta en el momento exacto en que mi hermosa novia
bajabas las escaleras. Simplemente no existían palabras que pudieran
describirla en ese momento, todas parecías vacías y se quedaban cortas.
No
fue hasta que oí su voz preocupada que medio reaccione y llegue hasta el
rellano de la escalera para tomar su mano y besarla.
-
Estas…perfecta – Note como se sonrojaba por mi cumplido, bastante mediocre por
cierto.
- Tu
también te ves muy bien – Digo mirándome al tiempo que me sonreía.
- Nos
vamos – Escuche un carraspeo tan ligero como el aullido de un lobo. Había
olvidado por completo a los padres de Bella.
Al
girarme a verlo note que ambos tenían expresiones bastante disimiles. René
parecía realmente encantada por todo esto y no dejaba de sonreír, en cambio
Charlie me miraba a mí y luego a su arma que estaba colgado a un par de metros
de nosotros.
-
Diviértanse muchachos – Fue lo que dijo René colgada del brazo de su marido, no
sé muy bien si por un gesto de cariño o contención.
- Nos
vemos mamá…papá – Bella se adelanto unos pasos.
-
Señores que tengan un buena noche – Entrelace mi mano con la de Bella y
caminamos rumbo a mi volvo.
Una
vez dentro estuve a punto de enviar mis planes a la basura y tomar a mi novia
en el asiento de mi auto, pero sabía que aun cuando nunca lo reconociera había
estado toda la parte arreglándose para esta noche, así que mande a callar mi
parte egoísta y emprendimos nuestro camino.
Conversamos
de todo un poco durante el camino, amaba el sonido de su voz por lo que podría
simplemente oírla por horas y nunca me cansaría. Cuando llegamos note como se
tensaba un momento al ver el lugar donde iríamos.
-
Edward ¿Qué es esto?
-
Creo que se conocen como restorán, pero tal vez estoy equivocado – Le respondí
tratando de aligerar el ambiente, pero al parecer logre el efecto contrario
pues Bella estaba enojada ahora.
-
Sabes a lo que me refiero ¿Qué hacemos nosotros aquí?
-
Celebrar – Le sonreí y al parecer logre animarla un poco.
-
¿Qué cosa?
- Que
tú me ames a mi – Bese su mano – Eso para mí es digno de celebrarse.
-
Pero debe costar un fortuna comer en este lugar, además yo…- No la deje
continuar, puse un dedo en sus labios
-
Deja de preocuparte y solo disfruta.
Después
de bajar y señalar nuestras reservaciones, no sin antes ganarnos una mirada de
desconfianza del maître del lugar, nos acomodarnos en la terraza que era
simplemente magnifica y con una vista hermosa, pedimos nuestra cena. Bella no
dejaba de mirar por todo el lugar con una mezcla de felicidad y preocupación.
-
Bella calmante puedo pagarlo – Me miro como si hubiese adivinado sus
pensamientos.
-
Pues deberías decírselo al encargado, creo que espera que en cualquier momento
huyamos de aquí.
-
Ignóralo, está es nuestra noche – Me acerque para besarla, si lo reconozco soy
adicto a su sabor y no puedo pasar mucho tiempo tocándola, pero vamos soy un
perfecto adolescente hormonal con una novia de ensueño.
Finalmente
llego nuestra comida y con ella la segunda parte de nuestra sorpresa, un grupo
de músicos fue hasta donde estábamos y comenzaron a cantar “Bella Notte”,
Bella me miro sin entender muy bien qué pasaba.
- Me
dijiste una vez que yo era un vagabundo y tú simplemente eres mi dama. Tan
hermosa y encantadora como esta noche, mi Bella.
- Oh
por Dios Edward, es mi película favorita pero ¿Cómo lo supiste? Nunca se lo he
contado a nadie.
-
Tengo mis métodos – Se levanto de su lugar y se lanzó a mis brazos en el
momento en que la canción llegaba a su final.
Sin
esperar a que llegaran con la cuenta deje el dinero más que suficiente para
pagarlo todo, mientras el mesero reía por mi desesperación mal disimulada.
Agradecí que el hotel que elegí solo estuviera al cruzar la calle y que esta
misma tarde haya ido en busca de la llave. Así que simplemente caminamos hacia
los elevadores.
-
Edward ¿Dónde vamos? – Me susurro en un momento que deje de besar sus labios.
-
Piso 14 – No pude decir nada más.
Cuando
finalmente llegamos a nuestro piso, la tome entre mis brazos como novia y la
lleve hasta la habitación. Cerré con el pie la puerta y creo que no despegue
mis labios de su boca más de unos segundos.
- Te
amo Bella – Le grite mientras la dejaba en la cama.
- Yo
más – Una de sus manos estaban en mi cuello, mientras con la otra trataba de
quitarme mi chaqueta.
-
Dame un segundo – Me separa lo necesario para quitarme la estorbosa ropa y
luego ayudarla a ella con eso.
En
una velocidad sobrenatural ambos estábamos ya desnudos en la cama. Nuestras
respiraciones ya estaban agitadas y nuestros labios estaban hinchados por
tantos besos, aquello solo la hacía aún más deseable para mí.
Llene
su cuerpo de besos creo que no hubo espacio en su piel que mi boca no tocara,
sentía las manos de Bella acariciar mi nuca y mi espalda, hasta que finalmente
llegaron hasta mis nalgas las cuales presiono con fuerza.
-
Deja los juegos Cullen y hazme tuya – Sonreí ante su orden, bese sus labios y
me ubique en su entrada, primero tentándola, solo entraba un poco y luego
salía. Sabía que aquello la estaba enloqueciendo, pero amaba cuando perdía el
control en mis brazos.
Seguí
con mi ritmo hasta que se transformo en una tortura para mí no estar
completamente dentro de ella, así que sin más preliminares entre en ella y como
siempre que sucedía me sentía en el paraíso.
Entraba
y salía con fuerza de su cuerpo que se levantaba producto de mis embestidas.
Capture unos de sus pezones entre mis labios y luego el otro, sabía que estábamos
por llegar y solo hizo que mis embestidas ahora fueran incontroladas.
Supe
que había llegado cuando grito mi nombre y sus dedos se aferraron a mis
hombros, yo la seguí segundos después cayendo rendido por la actividad.
Rodé
al lado de la cama llevándomela a ella en el camino. Para mí no había nada
mejor que tenerla sobre mi pecho, note como sonreí al besar mi piel.
-
¿Qué sucede?
-
Solo pensaba – Jugaba con los vellos de mi pecho.
-
¿Qué cosa?
- Que
lo hubieras logrado – Realmente no entendía muy bien a qué se refería.
-
¿Cómo? – La subí un poco más para poder mirarla a los ojos.
- Tu
plan de conquistarme durante el verano funciono a la perfección – Dejo un suave
beso en mi barbilla.
- Te
lo dije…no podías resistirte – Ambos reímos y nuestros cuerpos comenzaron a
reaccionar – Te amo.
- Te
amo – Se sentó a horcajadas sobre mí – Que te parece otra ronda al paraíso,
amor mío.
No
fueron necesarias las respuestas ambos ya estábamos en el cielo.
Ojala les guste….y buenos nos seguimos leyendo….Espero sus
comentarios!!!! y si llegamos a 50 seguidores en el blog...prometo darles una
sorpresa!!!!
Besos
Lulu XD