Capitulo 19
Bella se levanto aquella mañana
con cierta dosis de optimismo, sabía que no todo cambiaría de un día para otro,
pero se permitió soñar unos minutos que Edward y ella lograrían salir adelante.
En especial luego de la noche anterior.
Se fue directo a la cocina a
preparar el desayuno para ambos, estaba en eso cuando recordó que había
prometido ir a ver a Mill, sonrió al recordar los desayunos con su querida
amiga.
- Buenos días Isabella – La saludo
Edward que la miraba desde la entraba fijamente.
- Buenos días Edward – Le respondió,
su voz la había sobresaltado, pero ahora su apariencia le cortaba la
respiración.
- ¿Por qué sonríes? – Camino hasta
ella y quedaron frente a frente.
- Recordaba a Mill – Sonrió también
mientras le respondía.
- ¿Solo a ella? – Por un instante
Bella no comprendió del todo hasta que supo que era lo que trataba de decir.
- Ella fue muy buena conmigo – A propósito
no respondió su pregunta – De hecho hoy iré a verla.
- Me parece excelente idea, el
chofer te llevara – Estaba ya camino a una de las sillas.
- No será necesario, Jacob vendrá
por mi – Antes de terminar de pronunciar su nombre Edward estaba junto a ella acorralándola
entre su cuerpo y la isla de la cocina.
- Maldita sea deja de llamarme
Isabella. No lo soporto y lo sabes – Bella estaba sentaba en el sofá mientras
miraba a Edward.
- Ese es tu nombre o acaso
esperas que te llame ¿cariño? ¿Amor? ¿Dulzura? – Le sonrió sin una pizca de
humor en aquel gesto.
- No, solo que me llames Bella
nada más.
- Nunca volveré a llamarte así –
Toda la intensidad de su verde mirada estaban en ella.
- ¿Por qué? – Pregunto temerosa.
- Porque Bella es la mujer que
ame…tu eres simplemente Isabella - Sin
decir más salió del departamento.
-o-
Bella no estaba muy segura de que
hacer cuando vio a Emmett en la puerta, pero como era el hermano de su marido
pensó que lo mínimo que debía de hacer era invitarlo a pasar.
- Buenas tardes Isabella – Tomo su
mano y la beso.
- Buenas tardes Sr. McCarty –
Saco su mano de entre las de él – ¿desea un café? – Lo guió hasta el salón
- No gracias – Se sentó en uno de
los sofás – Y por favor llámame Emmett, eres mi cuñada.
- Está bien, pero solo si me
llamas Bella – Se sentó frente a él y por primera vez noto que se veía muy
distinto, sin saber muy bien que algo en él había cambiado.
Tal vez tenía que ver que había
sonreído más veces en aquellos minutos que durante todo el tiempo que lo
conoció. Un incomodo silencio se extendió por el lugar hasta que Emmett lo
rompió
- ¿Qué tal la vida de casada? –
Aquella no era exactamente la pregunta que esperaba que le hicieran, pero
agradecía el esfuerzo.
- Muy bien, todo es distinto,
pero creo que poco a poco me estoy adaptando. Siempre supe que me casaría joven
– Le dio una sonrisa.
- Mismo acto, distintos
personajes – Ambos rieron con fuerza por aquello y toda la tensión del ambiente
pareció desaparecer.
Bella no supo en qué momento
Emmett se sentó junto a ella, pero no le molesto en lo absoluto hasta que sintió
como tomaba sus manos que estaban en su falda, con aquel gesto hizo que ambos
se miraran a los ojos y luego le pregunto:
- Dime Bella ¿eres feliz? – No sabía
que responder a eso, pues ni ella lo sabía con certeza, iba a decir algo cuando
una conocida voz los interrumpió.
- Vamos Isabella respondele a mi
hermano si eres feliz conmigo…