Pequeño adelanto de...


Capitulo 9

Lo que no te mata…te hace más fuerte

Tanya estaba sentada junto a Edward, mostrándole muy emocionada su colección de libros de princesas, colección que por cierto quería hacer desaparecer. Por muy pequeña que fuera mi hermana era importante que supiera que los cuentos de hadas no son reales y que el felices por siempre era solo una frase sin sentido.  Estaba por decírselo cuando se paro frente a ambos y hablo.
- ¿Eres el príncipe azul de mi hermana? – Su mirada se clavo en el rostro de Edward, mientras cruzaba sus brazos en clara señal que esperaba una respuesta.
- Tanya – Quise reprenderla, tal vez era solo una niña, pero realmente no sabía de donde había sacado semejante idea ridícula – Compórtate.
- Déjala Bella – Edward sonreía y miraba el pequeño rostro de mi hermana ceñudo – No tengo problemas en responder tú pregunta. No lo soy, pero eso no significa que no espero serlo.
Mi hermana pequeña sonrió como si acabaran de decirle que este año tendría dos cumpleaños o dos navidades. Luego volvió a sentarse y su mirada volvió a ser intensa.
- ¿Bells es tú novia?
- Tanya – Creo que se estaba pasando de la raya.
Edward movió su cabeza negativamente para luego agregar – Aún.
Ahora era mi turno de preguntar, por qué quería saber que se refería al decir “aún”, pero mi hermana realmente quería hablar.
- Mi amiga Kat me dijo que cuando un muchacho va todos los días a casa de una muchacha  a buscarla, eso quiere decir que son novios.
 - No viene todos los días – Era importante aclarar ese punto con mi hermana para evitar confusiones.
- Bueno entonces son casi novios, por qué viene casi todos los días, cierto Edward.
- Cierto.
Mire a Edward y él muy idiota sonrió y encogió sus hombros.  Iba a decirle un par de cosas sobre no mentir a mi hermana,  pero esa niña en verdad estaba necesitada de respuestas el día de hoy.
- ¿Ya la besaste? Por qué según mi amiga Kat eso es una prueba irrefutable, no sé que significa eso, de que son novios.
Ahora Edward me miraba sonriendo de esa extraña manera que tenía de hacerlo.
- Creo que eso es algo que tu hermana podría contestar – Juro que lo golpearía una vez que mi hermana saliera del salón.
- Ya te beso Bells, lo hizo, por qué es asqueroso que un niño te bese, yo no quiero que nadie me bese, aunque tal vez cambie de idea, no lo sé Kat dice que es normal que las personas se besen.
Estaba por preguntarles quien rayos era Kat, además de la fuente de toda sabiduría de mi hermana pequeña.
- ¿Y que piensas darle por su cumpleaños?
- ¿Cumpleaños?
- Si Edward, esa fecha donde se celebra a las personas por cumplir un año más. Que creo que se llama cumpleaños.
Esta vez fue él quien me miró y yo solo sonreí y me encogí de hombros.
- No tienes una idea la sorpresa que tengo preparada para tú hermana…


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