7 Días - Capitulo 6


"Dos palabras caracterizaban al lugar privacidad y discreción. Todo puede cambiar en una semana en especial si estas en el "Cielo" 

Capitulo 6

Día 5
Lo mejor de mi vida eres tú

Despertar rodeada por los brazos de Edward era  un sueño, por fin tuvo la valentía de aceptar se que durante todos estos años lo único que siempre deseo fue volver a estar cerca de él, aunque fuese solo un minuto. Se dio patadas mentales ya que la falta de confianza en su relación y en ella misma los había llevado a vivir un suplicio por estar separados, y por poco cometer el peor error de su vida. Se vio tentada de despertarlo para pedirle perdón, pero se veía tan perfecto así dormido y sintió como su corazón se llenaba de un renovado y más fuerte amor. Deposito un suave beso en su frente y trato de incorporarse, pero no pudo su brazo estaba firme alrededor de su cintura.
- Se que estas despierto, bello durmiente – El suave sonido de su risa inundo todo el lugar.
- Solo unos minutos más, mi Bella. Necesito tu calor para soportar este día.
- Vamos arriba dormilón, tengo que trabajar ¿recuerdas? – Vio como una sonrisa se extendía en sus labios.
- Lo recuerdo y no te preocupes me encargare de que todo el día “trabajes” – De un solo movimiento dejo a Bella sobre él.
- ¿Qué piensas hacer? – Se acomoda en su pecho.
- Olvidas que soy el dueño.
- ¿Por qué no me lo dijiste? – Trato de que su voz sonara enojada.
- Digamos que aquello me daba una pequeña ventaja – Dejo un beso en sus cabellos.
- Tengo otra duda ¿qué tienes que ver con “7 días”?
- Tendrías algún problema si te digo que soy el dueño – Se incorporo un poco llevándose a  Bella. Busco su mirada luego de la confesión que acababa de hacer.
- ¿Cómo lograste que yo llegara hasta aquí? – Lo miro interrogante, por lo que pudo averiguar aquella era una empresa que llevaba años de existencia así que no encajaba del todo como había logrado que ella termina allá.
- Cuando supe que te casabas me desespere, pensé en secuestrarte, pero como no quería algo tan drástico se me ocurrió todo esto, era mi última oportunidad, simplemente hice algunos movimientos estratégicos y logre que vinieras hasta aquí.
- ¿Jacob?
- Digamos que ha sido de gran ayuda todo este tiempo y me aconsejo que no me diera por vencido, siempre estaré agradecido por eso.
- Así que mi querido mejor amigo tenía la nariz metida en todo esto. Ahora entiendo cuando llego a mi casa con los folletos y lo interesado que estaba en que tomara este viaje, me hizo ver lo positivo que resultaría, su insistencia me pareció un poco sospechosa, pero al final no me pareció tan mala idea. Él sabía la verdad – Edward solo asintió – Ahora entiendo su antipatía hacia Félix.
- ¿Te arrepientes?
- Tu qué crees – No le respondió, en cambio la beso.

Todo el día Bella se la paso entre reuniones ficticias, casi todas presididas por  Edward y lo suficientemente lejos de su insoportable prometido que no dejaba de acecharla a cada instante que la veía. Cada vez que empezaba a enojarse por la poca atención que le prestaba, ella le recordaba que él aun sabiendo que era un viaje de trabajo había decidido venir, así que debía asumir las consecuencias de su elección. Le dijo que en la noche estaban invitados a un baile que se celebraría en el hotel y que era muy importante para ella. 

La idea del baile había sido de Edward, por mucho que Bella insistió en que le contara que planeaba hacer, él se había negado a decirselo, solo le pidió que fuera junto a Félix, le dio un beso en la frente y se marcho.

Cuando llego a su habitación vio una enorme caja sobre su cama, corrió a abrirla y vio que dentro de ella había un hermoso vestido azul, sonrió al ver que también había una peluca y un antifaz, no entendía muy bien lo que pasaba, pero vio que había una nota con una sola palabra escrita con aquella letra que tan bien conocía: “CONFIANZA”

Tomo todo lo que había en la caja y corrió al cuarto de baño, primero se tomo una ducha para relajarse y luego se puso el vestido y el resto de los accesorios, cuando vio el resultado en el espejo una sonrisa se curvo en sus labios. Corrió al sentir que tocaban la puerta y trato de disimular su desilusión cuando a quien vio fue a Félix.
-Lista.
- Si, vámonos – Tomo su bolso y se fueron rumbo al salón.

En la entrada del salón estaban un par de guardias, que al verlos acercarse abrieron las puertas de par en par, la cara de sorpresa de ambos al ver lo allí ocurría no se pudo ocultar, un enfurecido Félix solo atino a decir:

- ¿Qué rayos significa esto?
- Bienvenidos amigos – La voz de Edward venia desde uno de los costados de el gran salón.
- Me puede explicar que significa todo esto Cullen – A cada instante la furia de Félix crecía.
- Acaso un amigo no puede celebrarle a otro su despedida de soltero – Un enorme lienzo destacaba en el fondo de la habitación y rezaba “FELICIDADES POR ESTA NUEVA ETAPA AMIGO” y otro más pequeño que decía: “TODOS TENEMOS LO QUE NOS MERECEMOS” – Aunque es muy poco común que la prometida también se encuentre acá, pero no te preocupes también tengo algo preparado para ella – Tomo su mano entre las suyas y la beso.
- No seas ridículo no pienso celebrar nada.
- Acaso tu próxima matrimonio no es digno de celebrar – Lo miro con una sonrisa torcida en sus labios esperando su reacción.
- Sabes que es lo mejor que pudo sucederme, creo que podrías entenderme si no hubieses perdido tu oportunidad ¿cierto? – Bella noto como Edward fruncía el ceño y apretaba los puños.
- Creo que deberías agradecer el gesto de Edward, me parece muy lindo que te preocupes por esto – Le dedico una sonrisa tratando de calmarlo con sus palabras.
- Gracias Isabella – Hizo un par de movimientos con sus manos y aparecieron dos mozos con bandejas frente a ellos.
Bella le dio un suave apretón en el brazo a su “prometido”  e indicándole de esa forma que disfrutara – Vamos es tu despedida así que adelante.
- ¿Qué harás tú?
- Edward dijo que también había algo para mí, no es cierto – Se giro para verlo con una radiante sonrisa.
- Así es…si me permites te acompaño – La tomo de su brazo.
- Voy con ustedes – La voz de Félix estaba cargada de furia.
- Félix….solo disfruta – Diciendo esto se aferro a Edward y se dejo guiar hasta su sorpresa.

Una vez alejados del salón donde Félix estaba celebrando su despedida de soltero, Edward arrincono a Bella y la beso, introdujo sin ningún permiso su lengua en su boca, al parecer aquello no le molesto en lo absoluto, pues como un acto reflejo subió sus manos a sus cabellos y se dejo perder en su sabor que eran adictivo para ella. Solo se separaron un instante para que él acomodara mejor sus manos que recorrían con fervor su cuerpo. Amoldo su cuerpo al suyo y continuaron besándose, hasta que una cuota de cordura llego a ella.
- Edward…-Trataba de hablar pero sus labios sobre los suyos no le hacían fácil su tarea. Lo aparto un momento de su cuerpo, le lanzo una mirada desconcertado con su actitud – No me mires así, estamos en el pasillo del hotel cualquiera puede vernos.
- Lo siento….cuando estas cerca pierdo el control – Junto sus frentes y tomo su mano.
- ¿Esta es mi celebración? – Una sonrisa torcida adorno el rostro de Edward.
- Esto es solo una parte.
- Pero Félix esta aquí…no puedo….no debemos.
- Planeas serle fiel a ese imbécil – Soltó su mano y se alejo unos pasos.
- Claramente no le he sido fiel, pero ese no es el punto.
- No –enarco una ceja – Y me puedes decir cuál es.
- Que está aquí…aquí…aquí. ¿Cuánto tiempo planeas tenerlo en su despedida?
- Todo el necesario, no te preocupes por eso.
- ¿Que planes tienes?
- Confianza…amor mío….confianza – Tomo nuevamente su mano.

La guio por un pasillo del hotel hasta encontrarse frente a una pequeña puerta, la cual abrió lentamente y la hizo pasar. Estaba tenuemente iluminada y en el centro una mesa lista para servirse una cena. Avanzaron en silencio y cuando quedaron frente a ella, la volteo para besarla hasta dejarla sin aliento, luego de eso la ayudo con su silla, Bella todavía estaba un poco “atontada” con ese beso, pero acepto su ayuda, realmente no tenía alternativa, si soltaba su mano estaba segura que caería.
Una vez los dos sentados, disfrutaron de una deliciosa comida y un exquisito vino, hablaron de todo lo que habían vivido durante el tiempo que no se vieron, sus planes, sus empleos, entre miles de temas. Ambos sabían que quedaba mucho por decir, pero ya tendrían tiempo, según lo tenía planeado Edward, tendrían toda una vida.

La ayudo a levantarle de su lugar y la envolvió en un abrazo, una melodía familiar inundo el ambiente, ella le sonrió y bailaron al lento ritmo de su canción favorita, Have You Ever Really Loved A Woman de Bryan Adams. Antes de que terminara él busco sus labios y le dio un suave beso. La miro por unos instantes hasta que lentamente comenzó a ayudarla con su vestido, le quito una a una las capas de estaban sobre su piel. Por último Bella solo quedo cubierta por un rubor. La mano de Edward descendió a su vientre, la punta de los dedos iniciaron un delicado recorrido por su cuerpo, parecía un viajero que investigaba un territorio inexplorado.

La expresión de Edward era absorta y tierna, la palma de su mano resbaló de su estómago y fue más abajo hasta llegar a su intimidad.
- Bella, amor mío, eres tan perfecta que casi no puedo respirar.
Sus dedos acariciaban la fría elevación de su pecho, jugando con la punta hasta que quedo tensa y de color de rosa. Se agachó y la tomó en su boca.
Una de sus manos se deslizó por debajo de sus caderas, gimió contra sus labios, sacudida por un intenso placer, quería quedarse así contra él para siempre. Edward se separo un momento y se despojó de su ropa, revelando un cuerpo tan masculino, fuerte y lleno de músculos.
- Eres todo en mí, Edward no podría vivir lejos de ti – Volvió a ella, abrasándola y lo sintió a lo largo de todo su cuerpo. Ella lo exploro también, moviendo los dedos sobre el pecho a la piel lisa de su lado,  apretó los labios contra su corazón. Oyó como él contenía el aliento. Animada por eso bajo más y frotó la nariz y la boca a través de todo su pecho.
Tomo su excitación empujando su mano hacia arriba y acariciándolo, luego se inclinó para besarlo, levantó la vista para ver su reacción, mirándolo interrogante. Edward no respiraba con normalidad. Un temblor sacudió la mano cuando la pasó por encima de su cabello.
—Eres la mujer perfecta —Se quedó sin aliento cuando ella lo besó de nuevo —No, amor mío, todo eso está bien. Pero no más por ahora o no durare mucho – Una sonrisa se dibujo en los labios de ella.
Se acero a la cama donde se recostó y la atrajo hacia su cuerpo. Le separó los muslos con la mano y ella se sintió mojada aun antes de que la tocara. Él jugó con ella, pasando los rizos de protección y extendiendo su elixir íntimo.
Bella tenía la cabeza inclinada hacia atrás, cerró los ojos respirando profundamente cuando un dedo se deslizó dentro de ella. Su cabeza se inclino hacia su pecho y jugó con ellos, mordiéndolos suavemente y lamiendo al tiempo que empujaba lentamente su dedo. Lo hizo una y otra vez, hasta que la sensación se fue acumulando en un placer exquisito. Ella solo podía gemir su nombre, dejándose llevar. Hasta llegar al límite y como en una explosión toco el cielo gritando su nombre.
Sin alcanzar a recuperarse, sintió la intrusión de él en su cavidad, era lenta, dura e implacable. Una vez dentro de ella su boca se deslizó suavemente sobre sus mejillas y la garganta.
La intimidad del momento, la sensación de alegría de tenerlo dentro de su cuerpo, fueron impresionantes. Se abrió instintivamente, dejándolo entrar más profundamente. Le encantaba los sonidos que hacía, los tranquilos gemidos, las palabras fragmentadas, su tosca respiración.
Bella levanto las caderas con cada movimiento de avance, lo atrapo y sintió como se hundía más la carne resbaladiza. Sus rodillas estaban dobladas acunándolo. El cuerpo de él empezó a temblar más, un gruñido dolorido se le escapó de la garganta.
- Bella…Bella – Ambos sintieron el éxtasis en la última estocada.
Él la abrazó con fuerza, gimiendo en la curva de su hombro y el cuello. Se quedaron juntos, tratando de recuperar el aliento. Bella fue vencida por el cansancio, sentía sus extremidades pesadas. La alegría la había saturado y suavizado, como cuando el agua penetraba en una esponja seca. Por el momento, al menos, le fue imposible preocuparse por algo más.
- Te amo.
- Te amo – Abrazo a Bella y ambos se durmieron.

Acá les dejo el link de la canción....es una de mis favoritas!! 

Espero que les haya gustado el capitulo, les cuento que el proximo lo subo el lunes....como les conté los estoy editando así los proximos vendrán con alguna otras cosillas que en la historia que subí a FF no estaba.
Para las que leen "Caprichosa" el epilogo lo subo el lunes junto con un adelanto de la secuela...
Besos 
Lulu
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