Entre tus alas - EP parte 4



En el momento exacto que vio a Bella supo que sería para ella y ahora que los une un vínculo irrompible no está en sus planes dejarla ir....nunca.

Edward POV

Parte 4 

Estaba expectante por su respuesta, pero la expresión de su rostro cambio de un minuto a otro y la pregunta que me hizo me descoloco, ¿Quién era yo? Tarde un momento en comprenderla, pero después de las pistas que me dio supe a que se refería…si era el barman o el millonario, en lo más profundo era un poco de ambas, la llegada de mi abuelo simplemente trastorno mi vida y el dinero que vino con eso no ayudo mucho más. Le explique que lo de la familia y hermana era un mantra protector de aquellas hienas que solo se me acercaban por interés, fue el escudo que me ayudo para ahuyentarlas, trato de sonar enojada cuando me pregunto si no confiaba en ella, le confesé que descubrí que era un pésima mentirosa y también todas aquellas pequeñas cosas durante este tiempo se revelaron ante mí, que solo hicieron que la amara más. Supe que su canción favorita era “Love of my life”  guardaría aquello para cuando me fuera necesario.
Cuando me cuestiono por que trabajaba para ella, si realmente no lo necesitaba fui claro en decirle que soy extremadamente posesivo con lo que amo. Una sonrisa que no noto curvo mis labios, esta noche Emmett sabría muy bien cuan posesivo puedo ser. No dejo de preguntarme como supe lo de las entrevistas, tuve que mentirle que había sido una tal Jessica la que me ayudo, esperaba nunca tener que decirle que investigue un par de cosas de su vida y fue por eso que aparecía frente a ella, además aquella gloriosa mañana le demostré las ventajas de un hombre menor y lo feliz que era siendo su asistente, sin darle tiempo a nada más…comencé a besarla como un loco, sentirla cerca de mí me hacia olvidar todo, estábamos tan envueltos por la pasión de estar casi haciendo el amor en el hospital que no reaccionamos hasta que una doctora apareció para ver cómo estaba Bella. Tuve que apretar con fuerza el puente de mi nariz e imaginar cosas bastantes desagradables para que la huella de mi excitación desapareciera. La doctora le indico a mi ángel que haría un ultrasonido y cuando lo hizo la imagen más hermosa del mundo apareció frente a mí, nuestro bebe. Estaba sano y no existía ninguna complicación, no podía despegar mi vista de la pantalla, solo volví a la realidad cuando Isabella Marie Swan acepto ser mi novia. Me sentía el hombre más feliz de la tierra y esperaba pronto poder demostrárselo.

En la consulta de la doctora no pude evitar sentir como se tensaba cuando la llamaban Sra. Cullen, para mí aquello era perfecto, pero como siempre con Bella nada es como uno piensa. Una vez en el auto comenzamos una pequeña discusión sobre el tema y le aclara que pronto aquel titulo sería suyo. No digo nada más una vez fuera de su departamento tome su rostro y comencé a besarla, ella entendió el juego, pero el sonido de la bocina nos volvió a la realidad, corrimos hasta los ascensores. Moría por estar junto a ella y al parecer Bella también. Tan absorto estaba besándola que no note que el elevador se detuvo, cuando caí en la cuenta trate de no desesperarme, pero no podía ella se me acercaba y yo comenzaba a sudar frío, tuve que confesarle que era claustrofóbico, lo era desde los 5 años, después de que un día camino a mi casa caí en un pozo y tardaron más de tres horas en rescatarme, desde aquel día y aun cuando mis padres gastaron una pequeña fortuna en superar mi trauma, no puedo soportar estar en lugares muy pequeños por un lapso muy grande de tiempo. Bella trato de tranquilizarme diciéndome que no tenía que ser un superhéroe y que todos tenia debilidades, pero mi mayor debilidad no era la claustrofobia era ella, desde que la vi supe que sería capaz de traer el mundo a sus pies con tal de verla feliz y que nunca amaría a nadie como la amaba a ella.
Después de que le confesara que la amaba Bella comenzó a sudar de la misma forma en que lo hacía yo, al parecer no esperaba que lo hiciera, quise tranquilizarla, pero fuimos interrumpidos por el inepto encargado. De inmediato me levante de mi lugar y cargue a Bella quien se mostro incomoda, no pude evitar lanzar toda mi frustración acerca de la seguridad del lugar, iba a enfrascarme en una pelea sin sentido cuando sentí el toque de mi ángel y lo olvide todo. Apenas llegamos al departamento nos olvidamos de todo, me sentí un maldito afortunado por todo lo que ella hizo por mí, toque el cielo con las manos durante toda esa noche y quise que ella también lo hiciera. Después de las mejores horas de mi vida ambos nos caímos rendidos.

Me desperté y la contemple durante una hora dormir, se veía tan en paz, tan dulce y tan mía. Me levante sin hacer el menor ruido e hice un par de llamadas para asegurarme que mis órdenes habían sido cumplidas, cuando me afirmaron que si no me importo detalle alguno, luego recibí una llamada de mi abuelo quien me pedía que fuera este fin de semana a verle, no quería dejar a Bella sola, así que estuve a punto de negarme, hasta que me dijo que la llevara que quería conocerla finalmente, él solo sabía alguna cosas de ella, todavía no le contaba que estaba embarazada, pero pensé que lo mejor sería que lo supiera con ella presente. Trate de preguntarle por que quería verme solo digo que era importante y que tal vez cambiaria mi vida. Aquello me tenso, recordé la llamada que recibí hace unas noches atrás y no me gusto la sensación que aquello provoco.

Hice un par de llamadas para preparar todo para nuestro viaje a Londres, entre ellas a sus amigas, les explique que saldría con Bella del país, de inmediato me ofrecieron su ayuda y me dijeron donde estaban sus documentos, además Bree me señalo que si era necesario la forzara, reí ante su ocurrencia. Luego llame a  mi casa y les pedí que hicieran un desayuno para dos y lo trajeran a la dirección que les indique, en menos de media hora estaban con él.

Decidí ir hasta la habitación y  despertar a Bella, si quería llevar a cabo mi plan. Cuando la vi con su cabeza enterrada en mi almohada, tuve la certeza que ella llegaría a amarme tanto como yo la amo a ella y a nuestro bebe, estaba avergonzada por la forma en que sorprendí, luego le di su desayuno y hablamos de cosas de su infancia, su vida, su familia y amigos. Bella estaba abriendo un pequeña ventana de su vida y yo era feliz con ello, note que a pesar de lo feliz del momento estaba algo tensa, la tranquilice diciéndole que no esperaba que me digiera que me amaba, si dolía que no lo hiciera, pero sabía que pronto lo haría y se lo dije. Comencé una batalla de cosquillas hasta que la vi rendirse, luego nos relajamos y continuamos con la plática. Como note que el ambiente era propicio le pedí como un favor que conociera a mi abuelo, que el fin de semana era ideal, acepto mi propuesta y le explique que él no vivía en la ciudad, más bien no vivía en el país, pero decidí no contárselo aún. Sabía que estaba jugando sucio al no decirle que era Inglaterra al lugar que iríamos, pero preferí guardar aquella información.

Me di una ducha y partí a mi casa, cuando me beso estuve a punto de quedarme, pero quedaban un par de cosas pendientes, bese su vientre y le prometí que volvería por ella. Cuando estuve en mi apartamento lo sentí tan vació sin ella, fue hasta la contestadora que tenía la luz de mensaje encendida le di play y la voz que escuche me sorprendió, era Rose quien me decía que estaba en la ciudad y quería verme, aquello no me dio buena espina. Rosalie Hale era la niña consentida de sus padres, siempre lograba que todos hicieran lo que ella deseaba, creo que nadie lograba ver aquel lado oscuro que mostraba cuando no hacían su voluntad, al parecer solo yo fui testigo de eso y no fue en lo absoluto grato, además hace varios años que la había sacado de mi vida y no la quería de vuelta en ella.

Decidí mejor llamar a mi abuelo y decirle que todo estaba listo para salir a Londres, me pregunto si la había dicho a Bella aquello que llevaba varios días molestándome, le dije que no y que tenía mucho temor de hacerlo, como siempre trato de tranquilizarme y me prometió que todo saldría bien, y de corazón quise creerle.

Una vez que fui por Bella note que miraba ceñuda por la ventana, no dijo nada pero sabía que algo le molestaba sobre todo cuando llegamos al hangar, me baje del auto y le ofrecí mi mano. Como era de suponer de inmediato me pregunto el porqué un avión, al no tener más salida le dije que íbamos a Londres, tuvimos una pequeña discusión y al notar que realmente parecía furiosa, pues ni siquiera me tomaba en cuenta, decidí que tal vez no era el mejor momento. Estaba por decírselo y me incline hacia ella, lo que sucedió me sorprendió, tomo mis labios y me beso, realmente amaba esos arranques, termino el beso con una pequeña mordida.

Subimos al avión y Victoria nos dio la bienvenida, note que solo me hablaba a mí así que decidí aclararle que no estaba solo, preguntándole a mi novia si deseaba algo, ella respondí con un amor y creo que mi cerebro dejo de funcionar, que hermosa palabra en sus labios. Trato de hacerme creer que estaba aun furiosa conmigo, pero pronto lo olvido cuando la puse en mis piernas y empecé a besarla, parecía un adolescente cuando la tenía cerca no podía dejar de besarla y tocarla, un carraspeo nos indico que teníamos compañía, la azafata nos indico que pronto despegaríamos así que tuve que alejarla de mí, una vez completado todo, quise atraerla nuevamente y continuar nuestro asunto pendiente, pero un bostezo escapo de sus labios así que decidí que debía descansar.

La contemple dormir hasta que yo también lo hice, nuevamente un pesadilla arruino mi momento, esta vez soñaba que perdía a Bella y a nuestro bebe, no importaba lo que luchaba no lograba impedirlo. Desperté sobresaltado y sudando frío, mire a mi alrededor y mi ángel seguí durmiendo, me levante un momento al baño para refrescarme, al salir vi que Victoria me miraba enojada, me arrepentí por haberle dado alas a su coquetería, pero estaba loca si creía que un par de besos caliente me harían elegirla por sobre Bella, la lleve a un costado y se lo aclare. No espere su respuesta, la solté y me senté. Cuando note que Bella se removía, decidí hacerme el dormido, la sentí acercarse a mí tocar mis cabellos  besar mi nariz con una sonrisa la atraje hasta mi cuerpo, me rodeo con sus brazos y me beso.

Cuando aterrizamos en Londres, me sentí en casa, desde la muerte de mis padres, solo iba esporádicamente a Estados Unidos y solo desde que conocí a Bella mi estadía se había hecho tan larga. Al llegar a la casa de mi abuelo, Arthur nos recibió de inmediato le presente a mi novia, no habían pasado ni dos minutos cuando William Cullen hacia su aparición llamándome Tony, que odiaba tanto como Ed o Eddie, pero al parecer poco le importaba, se encargo de adular a Bella hasta hacerla sonrojar, nos pregunto si deseábamos descansar o cenar, nos inclinamos por lo último. Subimos a nuestras habitaciones, preferí que fueran separadas para no incomodar a Bella, pero ya vería como me colaría a medianoche y dormir rodeando su cuerpo.

Diez minutos después de dejarla pase por ella para ir a cenar,  durante la comida mi abuelo no dejo de hacer sus comentarios que solo provocaban que Bella enrojeciera hasta el punto de parecer un tomate, aprovechamos de darle la noticia del bebe, él se mostro tan feliz por mí, sabía cuánto añoraba una familia y cuanto amaba a Bella. Después de terminar subimos a nuestras habitaciones. Le di el mejor beso de buenas noches, no le dije que pronto volvería pero lo haría. Necesitaba unos minutos a solas para pensar y decidirme a hablar con ella, estaba creando estrategias en mi cabeza y posibles salidas, propuestas con pro y contras, todo mi arsenal de seducción para que aceptara, en eso estaba cuando oí que pedía auxilio….quede por unos instantes paralizado, si algo le sucedía a Bella o al bebe, simplemente no querría seguir….
 


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