Entre tus alas - Capitulo 20



Capitulo 20

4 meses después…

Estaba sentada en el cómodo sofá de mi nueva casa, mi mirada estaba fija en el exterior, una suave lluvia caía, algunos corrían para protegerse, mientras otros abrían rápidamente sus paraguas. Suspire muy audiblemente, aunque sabía que la única que escucharía sería yo,  no soportaba estar encerrada, pero según las indicaciones que me habían dado tenía que permanecer quieta. 


El problema de la inactividad es que me hacía rememorar momentos más bellos, momentos más dulces donde todo parecía que iba a mejorar y sentía esperanza, ahora se veían tan lejanos aquellos días, trataba de no dejarme vencer por la oscuridad, pero a veces era tan difícil, pues una parte muy importante de mi faltaba.

-¿Está segura doctora? – Trataba de sonar lo más calmada posible.
- Por supuesto no hay dudas – Miraba seriamente mi ecografía.
- Entonces que fue lo que paso.
- Primero debes realizarte otros estudios para asegurarnos que no existen secuelas.
-¿Secuelas? – Fue inevitable que mi voz se elevara. Como necesitaba a Edward a mi lado en estos momentos.

Sacudí enérgicamente mi cabeza como si de esa forma pudiese lanzar lejos y borrar algunos recuerdos, pero era una tarea estéril porque con la misma rapidez con que conseguía que se fueran otros, con demasiada rapidez, ocupaban su lugar.

- Bella ya llamara – Tanya trataba de subirme el ánimo, pero no lo conseguiría hace más de una semana que Edward se había ido y no sabía nada de él.
- ¿Quedaron en que hablarían?
- No dijimos nada, tal vez lo hace para darme mi espacio.
- ¿No fue eso lo que le pediste? – Una frase que siempre decía mi madre vino a mi memoria “cuidado con lo que deseas, siempre se puede volver realidad”.

Estaba realmente agotada de estar sin moverme, había leído todos los libros que me traían a diario, sin contar que había releído todos mis favoritos y mi vista estaba cansada de ver tantas películas, sin contar que dormía demasiadas horas  en el día. Necesitaba con desesperación hacer algo distinto, así que tome mi abrigo, mi cartera y decidí a dar una pequeña vuelta, caminar unos pasos no me haría nada de mal, además necesitaba comprar varias cosas que me hacían falta y no podía seguir posponiendo aquello, esa sería mi excusa.
Al bajar y salir de mi edificio una ráfaga de viento me di la bienvenida, llene mis pulmones del aroma a tierra mojada que se desprendía durante la lluvia, me sentía encantada de todas las pequeñas cosas que me rodeaban, el sonido que durante las mañanas hacen los pájaros, el color gris del cielo que avecina aún más lluvias, las hojas en el suelo, los arboles con sus maravillosos tonos cafés,  sonreía como una niña a cada paso que daba, llevaba varios días sin salir y realmente mi salud mental tendía de un hilo si no lograba apartarme de mi casa durante unas horas.
Pare un taxi antes que la lluvia que cada vez era más fuerte me dejara empapada y como resultado tuviera que volver a mi casa, logrando que mi pequeña escapada trajera como resultado un resfrió, no podía darme el lujo de enfermar, no ahora después de todo lo que había pasado, necesitaba estar más fuerte que nunca por ambos.
Le sonreí al taxista al subir y le dije que me llevara a Madison Avenue, ese sería el lugar elegido para mis compras. El viaje fue rápido y no me dio siquiera tiempo para pensar, apenas llegamos, le pague al conductor, le desee un buen día y me dirigí a Macy´s, estaba segura que allí encontraría todo lo que necesitaba. Entre y el calor me dio de lleno, me sentí ligeramente mareada y un guardia de inmediato se acerco a mí para ofrecerme su ayuda.
- ¿Está bien Señora? – Me tense un poco ante el “señora”, pero me regañe por eso, solo estaba tratando  de ser amable.
- Si, muchas gracias – Le sonreí tranquilizadoramente.
- Entonces bienvenida y que tenga un buen día.
- Gracias, para usted también.
Empecé mi recorrido por el primer nivel, mire un par de cremas y un perfume, realmente no necesitaba con urgencia ninguna de las cosas, pero ya que estaba ahí aprovecharía la oportunidad. Iba camino al segundo piso, cuando pase cerca de la joyería un nuevo recuerdo llegó hasta mi mente.

- Perdí el anillo…..maldita sea ¿Dónde está?
- ¿Qué anillo? ¿De qué hablas? Bella tranquilízate no te hace bien en tu estado.
- El anillo que me dio Edward no está – Estaba comenzando a perder la calma – Esta mañana lo tenía en cartera y ahora ya no está – Vacié todo el contenido de mi bolso sobre el escritorio.
- Te dije que debías usarlo en el dedo como se usan todos los anillos – Mire furiosa a Bree en aquel momento lo que menos deseaba era su ironía.
- Perdón, pero has revisado bien….déjame yo lo busco y tú te calmas.
- Bree, no puedo perderlo, no puedo…no ahora.
- Lo sé, cariño – Se acerco hasta mí y me abrazo.

Me lleve la mano hasta el pecho y seguí mi camino, una de las razones de por qué salí de mi casa era para no llenar mi cabeza de recuerdos y poder distraerme, aquello era exactamente lo que haría. Cuando finalmente llegue sentí el llamado del departamento de vestuario femenino y hacia allá dirigí mis pasos. Estuve ahí el tiempo suficiente para despegar mi mente y obviamente renovar mi guardarropa.
Ya eran varias bolsas que llevaba cargando, así que decidí que comería algo y luego me marcharía, en eso estaba cuando una extraña sensación me recorrió la espalda, similar a un escalofrió, me di la vuelta de inmediato esperando entender y tal vez encontrar al responsable de aquello, pero al hacerlo no note nada fuera de lo común a mi alrededor.
Decidí seguir mi camino olvidando lo que acababa de pasar, pero aquella sensación al parecer se quedo instalada en mi cuerpo, me sentía paranoica por pensar que alguien me estaba siguiendo o algo similar, cada tanto volteaba a ver por si encontraba a alguien tras de mí o que se yo. Estaba en una de mis vueltas cuando choque de improviso con un hombre. Era alto, moreno y muy sonriente, pese a que acababa de golpearlo con mis bolsas.
- Perdóneme Señorita. ¿Está bien? – A pesar que fui yo quien choco con él, fue él quien se disculpo.
- Si, por favor disculpe no debí darme la vuelta tan precipitada, estar en una tienda es como estar en pleno tráfico.
- Si, debe señalizar cuando piense hacer un movimiento tan arriesgado.
- Lo siento tanto ¿lo lastime? – Después de preguntarlo quise darme un golpe. Era imposible que yo pudiese haberlo lastimado, era un gigante y yo apenas le llegaba al hombro. Creo que el también comprendió lo ridícula de mi pregunta pues solo rio.
- Señorita le aseguro que no me daño – Trataba de parecer serio, pero la sonrisa lo delataba.
- Vamos sea honesto mi pregunta fue bastante tonta.
- Bastante, pero al menos alegro mi día.
- Que bueno – Le sonreí, estaba por despedirme de él cuando hablo.
- Jacob Black.
- Un gusto Señor Black – Me miro como esperando que le dijera algo más, luego caí en la cuenta.
- Isabella, mucho gusto.
- Te molestaría que te invitara un café.
- Lo siento llevo prisa  y… - No supe que inventarle.
- Pero ibas hacia el área de comidas ¿verdad? – Que observador, podía mentirle, pero era sabido que era una muy mala mentirosa.
- Si.
- ¿Entonces…aceptas?
- No, lo siento Señor Black prefiero estar sola.
- Lo supuse – Tomo mi mano, se la llevo a los labios dejando un pequeño beso y se fue.
Lo quede mirando un momento hasta que emprendí mi marcha, había estado tan pendiente de encontrar a quien según yo me seguía que no vi que estaba en el departamento de bebes y niños. Sentí como se formaba un nudo en mi garganta y contuve las ganas de llorar, pero hice uso de todas mis fuerzas aquel no era el momento ni el lugar.

-¿Qué quieres hacer Bella? – Estaba parada frente a la ventana mirando sin ver nada, con las manos sobre mi vientre.
- Hundirlos a todos, uno por uno – Mi voz sonaba incluso para mi extraña, estaba llena de dolor y resentimiento por todo lo que había tenido que vivir esas ultimas semanas.
- Acaso planeas vengarte Bella…tú no eres así, piénsalo bien – Mi amiga sonaba preocupada.
- No es venganza Bree, es justicia – La mire a los ojos para dejarle clara mis intenciones.

Había perdido por completo el apetito, así que solo fui a la cafetería por un vaso de leche caliente para marcharme de toda la alegría que sentí por estar fuera y olvidar algunas cosas, ya no quedaba nada. Como iba bastante cargada un guardia se ofreció a pedirme un taxi, una vez listo abandone el lugar y nuevamente la sensación de ser observada invadió mi cuerpo, antes de subir mire a los alrededores y de nuevo nada fuera de lo común.
Al llegar a mi casa ya no llovía y unos pequeños rayos de sol luchaban por colarse entre las nubes negras, el chofer muy amablemente me ayudo con las bolsas dejándolas cerca de la entrada, estaba buscando las llaves en mi bolso para abrir la puerta, cuando sentí una mano sobre mi brazo. De inmediato estas cayeron de mi mano y estaba a punto de gritar pero vi quien era.
- Edward.
-  Buenos días Isabella – Se veía tan distinto, algo en su mirada me hizo querer huir de su toque.
- ¿Cómo? ¿Qué haces aquí? – No respondió, su mirada estaba clavada en mi vientre – Yo….quise…intente…tú no estabas.
- ¿Cómo pudiste? – Su voz y su mirada estaban tan cargada de dolor que supe que ese era el golpe final para una separación definitiva.
- Trate de buscarte, verte pero no pude….me – Un fuerte dolor en mi vientre hizo que botara las bolsas que llevaba en mis manos
- Mentirosa…sabes lo que sufrí, tienes una idea…te amaba tanto que me cegué.
- Por favor…no ahora…no –Me costaba hablar y me inundo el pánico cuando sentí un liquido corriendo por mis piernas.
- ¿Qué te sucede? Estas pálida – Su vista estaba clavada en mi y se notaba tan preocupado.
- Edward, llama una ambulancia…acabo de romper fuente.


Supongo que este capítulo será algo así como WTF XD….Bella sigue embarazada, para quienes puedan tener dudas y decidir que esto es demasiado fantasiosos, les cuento que tanto este capítulo como el anterior están basados en un par de artículos y casos de negligencia médica donde les decían a las madres que habían perdido a su bebe cuando no era cierto, de hecho el que más rabia me provoco al leer fue él de un doctor que confundió las fichas y dio información errada a dos parejas.  Así que decidí incluir esto en mi historia, es más fueron uno de los motores que hicieron que empezara a escribirla.
Espero  como siempre sus comentarios, sugerencias, criticas, observaciones y todo lo que quieran…siempre con respeto.

Besos
Lulu XD



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