Los personajes son de la grandiosa e inigualable Stephenie Meyer…la
historia producto de tanto libro, película, serie y telenovela que he visto a
lo largo de los años y que ha ayudado a mi IMAGINACIÓN!!!!
Capitulo 4
Nada es lo que parece
Bella POV
Cuando Edward le resto importancia a que Jacob me acompañara en el taxi, me
sentí decepcionada, no es que deseara una escena de celos o algo, por un
instante sentí que no le importaba tanto como quería creer, pero cuando se
acerco y me beso, todos mis pensamientos se borraron de un plumazo. Olvide como
hablar, como respirar, creo que olvide todo, así que a lo único que atine fue a
acercarlo más a mí para después sonreírle como una boba cuando termino el beso
y mantener la sonrisa cuando, luego me
dio otro pequeño.
No supe como salí del hospital, llegue al taxi o si Jacob estaba tras de mi,
solo se que iba en mi propia nube de felicidad, hasta que oí que mi amigo
trataba de capturar mi atención.
- ¿De dónde conoces a Cullen?
- Disculpa…
- Te pregunte ¿De dónde conoces a
Cullen? – Había oído perfectamente bien la primera vez su pregunta, solo quise
asegurarme que había escuchado bien.
- Fue quien me atendió en
urgencias.
- ¿Cuándo?
- Pues esta última vez.
- Me estás diciendo que apenas si
lo conoces. Que ético resulto Cullen se aprovecha de su situación para conocer
mujeres.
- No hables así de él, tú no lo
conoces – Su comentario logro irritarme.
- Y acaso tú sí…claro olvidaba
que llevan años de relación.
- Pues hay veces que gente que crees
conocer, te resultan unos verdaderos
extraños – No se como lo había logrado,
pero todo mi buen humor se esfumo.
- Tienes razón en eso. Hay
personas de las que crees conocer todo y te dan sorpresas…algunas bastante
desagradables.
- ¿Tratas de decirme algo?
- Solo que pensé que te conocía,
pero estaba equivocado.
- La gente cambia, no se si lo
sabías.
- Si, pero hay cosas que no
deberían cambiar o es que besas al primero que se pone en tu camino!!! – Su voz
se había elevado
- No me grites Jacob!!! – Me di
cuenta que esto lo dije gritando.
- Perdón….pero Bella tú no eras así.
- ¿Así como?
- Bueno alguien…que sale…besa….en
poco tiempo – Trataba de seguir su idea, no puedo negar que me divirtió oír
cuanto le costaba decir lo que pensaba.
- No lo hago Jacob…solo que con
él….fue distinto, es algo que no puedo explicar, pero me hace sentir bien –
Note como cerraba su boca y solo me miraba fijamente, luego de unos minutos aquello
me estaba poniendo realmente nerviosa - ¿Qué pasa?
- Solo pensaba.
- ¿Qué cosa? – Lo mire tratando
de hacer que me lo dijera. Antes nuestra relación era increíble, estar con Jake
era tan fácil como respirar, pero todo cambio después de aquella “brillante”
idea que tuvimos.
- Alguna vez pensaste en mí.
- ¿En eso pensabas? – Realmente
no quería contestar eso, sabía a donde quería llegar y no estaba dispuesta a
hablar de eso, no aún.
- Bella…tú…yo…no piensas en…- La
voz del chofer nos interrumpió.
- Llegamos – Mire por la ventana
y vi la entrada de mi edificio.
- ¿Cómo sabias?
- Charlie me dio la dirección de tú casa hace unos días
– Aquello era obvio, mi padre adoraba a Jacob, si no lo adopto era por que
esperaba que entrara de otra manera a nuestra familia.
- Gracias ¿Cuánto es? – Me dirigí
al chofer.
- Bella…déjamelo a mí.
- No se preocupen esta todo
pagado ya – Solo pensé en una persona, sentí como Jacob gruñía y decía unas
palabras poco amables entre dientes.
- Adiós Jacob…cuídate – Estaba
por bajar cuando se me adelanto y abrió la puerta para mí.
- Espero que nos volvamos a ver –
Le di un suave beso en la mejilla y entre.
Al fin había llegado a mi departamento, tenía muchas cosas en que
pensar, por un lado estaba mi reencuentro con Jacob, había estado tan feliz en
la mañana de volverlo a ver, pero ahora creía que tal vez no era tan bueno
después de todo, si las cosas seguían como la última vez, debería tomar la
misma decisión no vernos más. Por el otro lado estaba Edward, sabía que apenas
si lo conocía, pero algo me decía que después de todo mi torpeza podría serme
útil alguna vez.
Estaba por abrir la puerta cuando
un grito me hizo botar las llaves al suelo.
- ¡Isabella Marie Swan!!! – Ups
era Alice, me había olvidado por completo de ella y su invitación -¿Me quieres
decir donde rayos estabas? ¿Acaso te viniste caminando desde tu trabajo? – Me
voltee lentamente para verla.
- Hola Alice – trate de sonreír.
- Entra – Abrió la puerta de su
casa y preferí por mi seguridad no protestar.
- Perdón….por favor.
- Espero que tengas un muy pero
muy buen motivo para todo esto Isabella ¿estaba por llamar a la policía?
- Me encontré con alguien…..bueno
más bien pasaron por mí – Vi como su curiosidad iba en aumento.
- ¿y?
- Me invito a cenar, pero hubo un
cambio de planes él tuvo una emergencia.
- ¿Emergencia?...¿Acaso es
doctor? – Asentí - ¿Dónde lo conociste? ¿Por qué no me habías hablado nunca de
él? ¿Lo conozco? ¿Cómo se llama?
- Ya no estás enojada – Solo
movió su mano para que continuara hablando –Veo que no.
- Vamos Bella estoy esperando.
- Bueno lo conocí en emergencias
– no pude evitar reírme – gracias a mi última caída, se llama Edward Cullen y
nos encontramos hoy por casualidad en el Starbucks, charlamos durante mucho
rato, luego se ofreció a llevarme a mi trabajo y después de hablar contigo, lo
vi esperándome, me invito a cenar, pero tuvo que volver al hospital, al parecer
ocurrió un grave accidente y lo necesitaban.
Creo que por primera vez en la
vida Alice quedo sin palabras. La mire durante unos instantes, parecía que
estaba en trance o algo así. Estaba por lanzarle agua para hacerla reaccionar
cuando hablo.
- Parece de película, creo que me
gusta Edward para ti – Me miraba fijamente y me sonrió.
- Gracias…- Soné insegura, no
entendía lo que acababa de pasar.
- Y ¿tienes hambre?
- Si un poco.
Nos dirigimos a su cocina, para
comer algo, conversamos de varias cosas, de la nueva línea de vestuario que
estaba planeando, de la tienda que estaba por inaugurar, le conté de mi
reencuentro con Jacob y muchas otras cosas más. Cuando vi que era bastante
tarde me despedí y me fui a mi casa.
Apenas mi cabeza hizo contacto
con la almohada me dormí, había sido un día agotador, pero increíble, todo lo
ocurrido había sido sorprendente, pero más sorprendente fue que me ocurriera a
mí. Aquella noche soñé por primera vez con Edward.
La alegría que sentí aquel día,
fue reemplazada por la decepción y la tristeza, habían pasado ya varios días en
que no había sabido absolutamente nada
de Edward, me culpe por ilusionarme tan rápido y armar historias en mi mente,
lo más probable es que para él lo que paso aquel día no fuera tan especial,
como lo fue para mí. Trate de concentrarme en mi trabajo y dejar de pensar,
solo había sido algo pasajero y nada más.
Salía de mi trabajo cuando vi a
alguien que me era muy familiar esperándome, camine hacia él y le sonreí.
- ¿Quiere ir a cenar?
- Ojala no te llamen por una
emergencia.
- No lo creo….vamos – subí a su
auto.
- ¿Cómo sabias donde… - La
respuesta era obvia.
- Charlie… ¿te molesta? –
Pregunto tímidamente, mientras me miraba de reojo.
- No, Jacob no me molesta.
- Quería disculparme por lo del
otro día, no debí hablarte así.
- Mejor lo olvidamos – Ambos
sonreímos, nunca podíamos estar mucho tiempo enojados.
Estacionamos fuera del restorán
era un lugar muy bello y por lo que pude notar muy lujoso, le dejo las llaves
al valet parking y entramos. El anfitrión nos dirigió a nuestra mesa, nos
entrego la carta y se marcho. Leímos en silencio, hasta que volvió un camarero
y tomo nuestro pedido. Como siempre Jacob pedía como si aquella fuera la última
comida de su vida.
- Veo que sigues disfrutando de
tu buen apetito – Su sonora carcajada resonó por todo el lugar.
- Debo aprovechar momentos como
este para poder alimentarme.
- Me doy cuenta, Jake.
Apenas llegaron nuestros platos,
comenzó a comer como si llevara semanas sin hacerlo, al notar como lo miraba se
calmo un poco, así que pudimos platicar mientras cenábamos, recordamos los
buenos tiempos, parecía que todo podía ser como antes, donde todo era más
fácil, sin tanto embrollos, penas y
corazones rotos. Varias veces, las personas de las mesas vecinas se voltearon a
vernos, la risa de Jake era estridente, pero como siempre le importo muy poco
lo que pensaran los demás. Ya estábamos por el postre cuando sin querer fije mi
mirada a la entrada, ahí estaba Edward, pero no estaba solo una espectacular
rubia lo acompañaba, parecía modelo, era tan hermosa y perfecta, realmente
hacían una pareja sacada de revista. En ese momento todo fue muy claro para mi,
el motivo por que no me había llamado, yo el lado de ella era…nadie.
- ¿Qué pasa Bella? – Siguió mi
mirada y los vio.
- Oh…lo siento mucho.
- No tienes por qué hacerlo. Tú
no planeaste este reencuentro.
- ¿Quieres que nos vayamos?
- Si, por favor – Jacob llamo al
mesero y pidió la cuenta.
No quise esperar así que me
levante rápidamente y diciéndole que lo esperaría en la entrada, no quería
seguir ahí por más tiempo. Agradecí el viento que golpeo mi rostro por que me
hizo reaccionar, luche contra las lagrimas que querían salir. Oí como alguien
decía mi nombre.
- Bella – No quería voltearme,
pues sabia perfectamente quien era, pero lo hice uso de toda mi fortaleza para
que no notara cuanto me había afectado.
- Dr. Cullen ¿Cómo esta?
- Bella…yo – Se acerco a mi y
trato de tomar mi brazo instintivamente di un paso atrás – No quiero que
pienses….
- Bella!! – Agradecí la llegada
de Jacob – Todo listo.
- Adiós, Dr. Cullen – No espera
su respuesta y salí.
- ¿Estás bien? – Fue la pregunta
de Jacob una vez que estuvimos en su auto.
- Si, solo llévame a mi
departamento…por favor.
Apenas llegue me acosté, llore durante
muchas horas, hasta que en algún momento me dormí, me sentía una tonta por armar
mundos de colores por unas horas que estuvimos juntos, por pensar que tal vez a
él le paso lo mismo que a mí, por dejar que esto me afectara tanto, por seguir
esperando algo que nunca iba a llegar, Edward no era un príncipe azul ni yo una
damisela en apuros. Éramos solo dos extraños.