Capitulo
27
Edward estaba sentado revisando varios informes y
nuevas propuestas de montajes para la siguiente temporada, ninguna le había
convencido del todo y realmente se sentía agotado de tanto leer, se llevo los
dedos a las sienes para masajearlas y evitar el dolor de cabeza que amenazaba
con hacerse presente, aunque pensándolo bien sentirse ligeramente enfermo haría
que su asistente lo minara. Por su cara se extendió una sonrisa, pues Isabella
había comenzado a trabajar como él desde hace dos días.
Por supuesto que la llegada a su nuevo puesto de
trabajo no estuve exento de peleas entre ambos, pues dado su actual estado, él
se negaba a que ella hiciera cualquier tipo de trabajo, si de él dependiera la
dejaría en una muy cómoda habitación donde estuvieran todo el día malcriándola,
pero por supuesto no lo permitió
- Estoy
embarazada Edward, no invalida ni enferma.
- Pero
debes cuidarte – Se llevo los dedos al puente de la nariz en un claro indicio
de lo frustrado que se sentía.
- Edward
seré tu asistente no tu guardaespaldas, mi mayor esfuerzo será toma un lápiz y
te prometo que no pesara mas de cinco gramos – Le sonrió con malicia por su
ultimo comentario, una parte de Isabella amaba cuando su marido perdía la
paciencia y del impecable Edward Cullen no quedaba nada.
- ¿Por
qué tienes que hacerlo todo tan difícil?
- ¿Por
qué tienes que hacerlo todo tan complicado?- Fue su respuesta – Edward entiende
me gusta mucho trabajar contigo – Se mordió el labio – Además es un trabajo muy
simple y prometo que cuando sienta que ya no puedo seguir te avisare – Movió
sus pestañas sugestivamente como una niña caprichosa.
- Así que
Sra. Cullen ¿le gusta trabajar conmigo?
- No sabe
cuento Sr. Cullen – Se acerco a él y lo beso.
- Tal vez
podemos transformar tu trabajo en algo muy positivo.
- Seré la
asistente perfecta para ti…ya lo veras.
- Como decir
que no entonces – La envolvió en un abrazo y la llevo a la habitación para
demostrarle algunas áreas particulares de su nuevo cargo.
Fue en ese momento que Edward supo con total
certeza y comprendió que no importara cuanto luchara, su dulce mujer siempre
lograría todo lo que quisiera de él y por lo que había sido testigo de todos
los demás. A pesar de tener una apariencia de fragilidad, como le había
comentado una vez Victoria era Isabella calzaba perfectamente con imagen de dama en apuros, pero nada más lejos de
la realidad, pues ella tenía una fuerza interior y una personalidad llena de
matices que la hacían única y su corazón latía de forma mas acelerada cuando
pensaba en ella.
Estaba por retomar su lectura cuando vio que ella
entraba a la oficina con varias hojas de papel entre sus manos y su rostro
absolutamente concentrado.
- ¿Qué sucede? – Isabella lo miro y apretó fuerza
un lápiz que llevaba.
- Creo que fue una muy mala idea pedir la ayuda de
Victoria para organizar la fiesta – Se quedo parada viendo los papeles que
tenia en la mano.
- ¿Por qué? Ella siempre se ha encargado de las
que hacemos en el MET.
- Pero…
- Ven – Se separo de su escritorio y le indico su
regazo, Isabella sonrió ante la
invitación y se sentó en sus piernas – Ahora dime que sucede.
- Es que simplemente es demasiado dinero.
- ¿Cuánto? – No le respondió, más bien le indico
la cifra que estaba en el papel.- Eso es lo que te preocupa.
- Claro, acaso a ti no.
-. Amor puedes incluir un par de ceros más y
realmente no habría problemas – Ella lo
miro sorprendida - ¿Crees que por ser músico no tengo dinero?
- No, no es eso, solo que jamás pensé que tanto.
- Pues para que estés tranquila tú – Le dio un
beso en la punta de su nariz – Y nuestros hijos – Puso una mano en su vientre –
No tengan que preocuparse por el dinero.
-
¿Nuestros? Piensas que será un embarazo múltiple.
- No lo sé, pero quiero tener muchos hijos
contigo.
- Así que muchos – Rodeo su cuello – Alguna cifra
en particular.
- Seis.
- ¿Seis?
- Acaso tu no quieres – Su mirada verde se clavo
penetrante en sus ojos chocolates.
- Claro que quiero hijos contigo Edward –
Aprovechando la cercanía lo beso muy lentamente hasta que la pasión le gano a
la dulzura.
Bella no lo noto, pero un suspiro de alivio escapo
de sus labios, por un instante él pensó que ella le diría que no tendrían más
hijos o algo más duro, pero al oírla sus palabras se sintió en paz y la
estrecho con más fuerza.
- Siempre supe que tenerte como mi asistente seria
una excelente idea – Murmuro muy cerca de sus labios.
- Te dije que seria una buena idea – Beso la
comisura de sus labios.
- Desde el momento exacto que te vi lo supe –
Bella se separo un poco de él.
- Cuando comencé a trabajar contigo pensé que no
te atraía en lo más mínimo.
- Permíteme decirte cariño que nunca viste el
lugar exacto para saber cuan atraído me sentía por ti – La posición que ambos
tenían en ese momento le daba una clara señal del lugar que debió ser
observado.
- ¿Cuántas asistentes tuviste antes? – Edward beso
el ceño fruncido de su mujer.
- ¿Celosa? – Hizo el además de salir de la prisión
de sus brazos – Ninguna, solo tú Isabella…siempre tú.
- Pues te advierto de inmediato que solo yo será
tu asistente o Gretta que tiene sus 70 años muy bien cumplidos – Para darle
mayor énfasis clavo su dedo índice en el pecho de Edward.
- Tus deseos son ordenes…y ahora que te parece si
me ayudas con un pequeño problema que tengo – Isabella rió por la invitación,
pero minutos después sus labios fueron acallados por la boca de su marido –
Deja de mirar la puerta.
- Alguien puede entrar.
- Dame un segundo – Se levanto de su silla con
Isabella en sus brazos, se dirigió a la puerta y coloco el seguro – Listo.
- Si parece que muy listo – No le respondió, sino
que la llevo al sillón para que viera cuan listo estaba.
Tras un par de semanas de búsqueda y luego de la
ayuda de Victoria, Mill y Jacob, Bella y Edward dieron con la casa perfecta, para
ella era como su sueño edificado con amplios y muy cuidados jardines, los
cuales se podían observar desde los grandes ventanales inundaban con luz casi todas
las habitaciones, las cuales eran espaciosas y de techos altos, simplemente fue
amor a primera vista y ella sabia de aquello.
Edward también quedo complacido con el lugar y con el buen gusto de su mujer, pensó que el
jamás hubiese encontrado un sitio mejor para vivir que ese, además no pudo
evitar imaginarse a sus hijos correr por el lugar y como siempre que pensaba en
la familia que estaba formando una sonrisa boba le lleno la cara.
- ¿Te gusta? – Isabella le preguntaba mientras se
mordía el labio esperando su respuesta.
- Es perfecta y es nuestra – Ella se abalanzo a
sus brazos.
- Gracias.
- Solo un abrazo…es una casa – Edward le sonreía
seductoramente
- Pues muchas gracias – Y lo beso apasionadamente
– y cuando la inauguremos me encargare de demostrarte cuan agradecida estoy.
- Espero que sea en muy poco tiempo – Isabella se dirigió
ha una de las ventanas.
- ¿Crees que tu madre quiera ayudarme?
- Mi madre – Edward se tenso ligeramente, pero después
de la cena en casa de sus padres, Esme y Carlisle me mostraron encantados con
ella, además una parte de él se sintió complacido al ver como su mujer encajaba
tan perfectamente en su mundo.
- Si no quieres no importa – Una vez que se lo
pregunto se arrepintió, pues aun cuando no sabia el porque de la relación tan
extraña, por llamarla de alguna manera, de Edward con su madre, lo que menos
deseaba es que la aparente calma que estaba tomando su matrimonio se rompiera,
aunque se prometió que algún día le preguntaría a su esposo que era lo que sucedía.
- No, esta bien mi madre puede ser de mucha ayuda
– Él deseaba cambiar y dejar atrás todo lo que le dolía, y para lograrlo debía
perdonar y perdonarse, y el primer gran paso era reparar la relación con Esme.
Era la última noche que dormirían en el
apartamento y ya mañana harían uso de su nuevo hogar que estaba listo para
recibirlo y para la fiesta que darían días después.
Edward entro al que había sido su espacio por
varios años y se dedico a mirar cada espacio, hasta que reparo que de su
habitación escapaba una luz muy tenue, pensó que su mujer tal vez estaba
dormida o dándose una ducha, ambas opciones le gustaron así que se apresuro a
llegar hasta ahí. A
Apenas abrió la puerta, el lugar se lleno de una
muy sensual música, era “You can leave your hat on” de Joe
Cocker. En el medio de la habitación Isabella estaba vestida con un abrigo
negro, unos zapatos rojos con un tacón de 12 centímetros que hacían que sus
piernas parecieran kilométricas y obviamente un pequeño sombrero que cubría
todo su cabello.
- Buenas noches – La voz de su mujer sonó más
sensual que nunca y sin dejar de mirarlo lo guió hasta la orilla de la cama
para luego alejarse unos pasos y seguir una a una las frases de la canción.
Baby take off your coat real slow (Baby quitate el abrigo muy lentamente)
Desabotono lentamente su abrigo hasta que este se
abrió completamente mostrando un mini vestido que provoco que Edward soltara un
gemido.
And take off your shoes i’ll take
your shoes (Y sácate los zapatos Te sacaré los
zapatos)
Subió una de sus piernas dejando su pie en las
rodillas de su marido, para luego quitarse un zapato y luego el otro,
lanzándolos lejos.
Baby take off your dress (Baby, sácate el vestido)
Llevo una de sus manos hasta su espalda y desato
el mudo de su vestido, el cual cayo suavemente a sus pies dejándola solo con un
conjunto de ropa interior negro, que solo cubría lo necesario.
Sin importarle lo que venia de la canción Edward
se levanto de su privilegiado lugar, tomo a su mujer entre sus brazos y la
lanzo sobre la cama.
- Gracias, pero me gusta mas tu cabello así – Le
quito el sombrero para luego besarla apasionadamente y solo paro cuando una
parte de la canción se escucho por todo el lugar “…you give me a reason to live…” – Eso es exactamente lo que tu me
diste.
Bella solo le sonrió, cada vez que él le decía
cosas como esas recuperaba por completo las esperanzas de que él volvería a
amarla o a decirle que lo hacia. Dejo de sonreír cuando sintió la boca de
Edward sobre la piel que sobresalía de su brassier, luego sus manos acunaron
sus pechos hasta que de un solo toque les quito la tela que los cubría.
- Perfectos y míos – Los lleno de besos y su mujer
lanzo un gemido, pues debido a su embarazo estaban mas sensibles y receptivos a
sus caricias.
Luego con sus labios recorrió el torso de su mujer
hasta llegar a su ombligo donde metió su lengua para segundos después soplar
aquel sitio, logrando que un nuevo gemido escapara de su boca. Cuando llego
hasta sus bragas, siguió su juego dejando besos por encima de la tela, sonrió
muy pagado de si mismo cuando noto como Isabella se estremecía por su toque y
poco a poco iba perdiendo el control.
Estaba por romper su ropa interior cuando el
sonido de la puerta quebró el momento, pensó en no hacer caso y continuar en lo
suyo, pero los golpes se hacían cada vez mas insistentes, así que con una
maldición se levanto de la cama.
- Si quieres puedo abrir yo – Le dijo ella que
estaba casi desnuda sobre la cama.
- Espero que sea algo de vida o muerto, porque de
otra forma quien este ahí lo pagara muy caro.
Dio dos largas respiraciones para calmar su
excitación y su temperamento, luego se dirigió hasta la puerta la cual abrió
con fuerza para encontrarse ahí parado a Jacob Black, el mejor e incondicional
amigo de su mujer, discurso que Edward apenas y se creía.
- Hola Edward – Le respondió con un gruñido -
¿Esta Bells?
- Esta…estamos ocupados.
- ¿Llegue en mal momento? – Edward tuvo que
contenerse de no golpear la sonriente cara de Black.
- Si – Fue la escueta respuesta antes de cerrarle
la puerta en las narices.
Edward se apresuro a volver al cuarto y continuar
con la despedida, pero al llegar ahí no pudo evitar sonreír. Isabella se había
dormido y se veía incluso más bella, como seguía semidesnuda, él hizo lo mismo
y los arropa a ambos, no supo decidirse que era mejor, tener así a su mujer
dormida entre sus brazos, envolviéndose en su calor y aroma o estar dentro de
ella hasta gritar de placer, se durmió
sin tener aún una respuesta. Lo único que sabia era que sin importar la amaba y
le aterraba decírselo pues no soportaría perderla de nuevo.
Bueno...como notaran la historia ganadora fue "LUO"...asi que aca esta el capitulo y mañana se viene el proximo!!!
Besos y gracias a quien votaron!!!!
Y ya saben su comentario es mi sueldo
Lulu XD