Capitulo 8
Marcas
Estaba junto a Jane en el
estacionamiento, como había sido un día en extremo lluvioso no pude usar mi
moto y tuve que viajar con mi hermana, aun cuando Edward se ofreció a ser mi
chofer, rechace la oferta, era mi amigo, pero seguía teniendo problemas al
momento de respetar mi espacio vital o mis silencios, él era de esas personas
que simplemente no pueden soportar no decir nada, junto a él rara vez habían momento
de total mutismo.
Íbamos a subir cuando lo vi correr
en mi dirección, Jane me dio una extraña sonrisa antes de pararse junto a mí,
impidiendo que abriera la puerta del copiloto.
- No se si lo notas, pero me impides
subir al auto.
- Edward viene hacia nosotras, más
bien hacia ti.
- Pues acaso no puede hablarme
conmigo dentro, tengo un poco de frio – No pude evitar a abrazarme a mi misma.
- Y perderme de ver como se iluminan
sus ojos cuando te ve – Nuevamente estaba esa extraña mueca en el rostro de mi
hermana.
- ¿Iluminan? Acaso tiene ampolletas.
Te juro que hay momentos en que no logro entenderte.
- Bells, no hay peor ciego que el
que no quiere ver – Estaba a punto de pedirle que me explicara que quería
decir, cuando Edward llegó a nuestro lado.
- Ya se marchan.
- Eres síquico, como lo supiste –
Simplemente me miro sin decir nada.
- ¿Qué tal Edward? –Hablando de
gente que necesita llenar los silencios.
- Hola Jane – Ambos se sonrieron –
Me preguntaba si tenían planes para esta noche.
- Por supuesto – Me miro con
sorpresa – Hay un libro esperándome para pasar toda la noche juntos.
- Que ganas de ser un libro – No estaba
segura a que se refería y entendí aún menos cuando oí la risa de Jane.
- ¿Qué sucede? – No me gustaba
sentir que me estaba perdiendo algo.
- Nada, nada hermanita. Así que dime
Edward por qué quieres saberlo.
- Bueno, me comentaron que acaban de
abrir un local para estudiantes en Port Angels y bueno es bueno y bueno…yo
quería saber si quisieras…quisieran acompañarme…a digo bueno conocerlo.
Aunque tuve un poco de dificultad en
comprender que quería decirme, mi respuesta estaba clara.
- No gracias – Ahora que finalmente
mi hermana no me obstruía el paso iba a subir al auto, pero no pude por qué
Edward tomo mi mano.
- ¿Estas segura?
- Si, ahora me puedes soltar, en
verdad quiero entrar al auto.
- Yo si voy Edward.
- Jane no puedes ir, recuerda que aunque
parezca increíble, estas castigada durante dos semanas.
- Ahora resulta que eres la policía de
los castigos.
- Jane entra al auto de una maldita
vez – Iba a abrir la puerta, pero Edward se me adelanto, por un momento
creí que se iría con nosotras.
- No me mires así, aun quedan
caballeros – Mantuvo la puerta del auto abierta para mi – Adiós Bella – Beso mi
mejilla.
- Adiós Edward, diviértete.
Mire a Jane, pues suponía estaría
enojada, pero no fue así, por millonésima vez en el día tenía esa extraña
sonrisa que ya comenzaba a molestarme.
.
.
.
Estaba cómodamente instalada en mi
habitación, cuando recordé que Jane tenía uno de los discos que usaba para lograr
el ambiente perfecto de lectura. Cuando llegue a su puerta me extraño no sentir
ningún ruido, toque, pero no recibí respuesta alguna, así que decidí entrar y
me lleve una gran sorpresa.
Mi hermana había usado el antiguo
truco de dejar almohadas en la cama para simular que estaba en ella durmiendo.
Si la sorprendían, no, mejor ni me lo imaginaba. Sacudí mi cabeza
negativamente, mis planes se fueron al tacho de la basura, tenía que ir por
ella y sabia perfectamente donde había ido.
Me sorprendí al ver que no había usado
su auto, por lo que lo tome, tal vez no tenía el mio propio, pero sabía
conducir. Empecé a ordenar mis ideas, una vez que llegara a Port Angels,
trataría de buscar el lugar del que me hablo Edward, luego la sacaría de ahí, así
fuera necesario a rastras.
Llegar no fue tan difícil como
creía, pero una vez dentro todo cambio, el lugar estaba muy oscuro y bastante
lleno por lo que me era imposible ver si mi hermana estaba ahí o no. Camine
hasta un pasillo que tenía un poco de luz, tal vez si tenia solo un poco de
suerte la podría encontrar ahí, pero me olvidaba que yo nunca tenia ni siquiera
un poco de suerte, por lo que no solo no encontré a Jane, sino que un tipo comenzó
a molestarme, apenas lograba entender lo que me decía, pero era algo como una
bebida, un baile o algo similar. Estaba por acercárseme cuando oí una voz.
- Aquí estás amor.
No alcance a reaccionar siquiera,
cuando sentí que Edward tomaba mi rostro entre sus manos y acercaba sus labios
a mi boca. Partió como un beso suave, apenas un ligero roce de labios lento y
pausado como cuando tratas de memorizar algo. Después de unos segundos entendí
cual era su idea, alejar a los idiotas haciéndole creer que no estaba sola en
aquel lugar, pensé que al ver como se marchaba me soltaría, pero no lo hizo, en
cambio su mano bajo a mi cintura y me acerco más a él, al mismo tiempo que me
hacia caminar de espaldas hasta que inevitablemente choque de manera bastante,
dolorosa, debo agregar con la pared.
Creí que el quejido que escapo de
mi, lo haría finalmente entender que era el momento de separarnos, pero no fue
así, pues en el momento en que separa un mis labios, sentí como su lengua
comenzaba a jugar con la mía.
No pude evitar recordar que la
última persona que me dio un beso robado termino con un ojo en tinta y una mejilla
enrojecida, producto del golpe que le di, tal vez solo fui un poco dura con
Jacob, era mi amigo, pero era claro que entendió el mensaje.
Pero esta vez algo era distinto,
primero por qué no deseaba golpear a Masen, tampoco me sentía con fuerzas para apartarlo de mí y a
diferencia de la vez anterior mi cerebro no me gritaba que estaba mal, es más
estaba tan impactado como yo lo estaba.
- Puedes dejar de pensar un instante
– Volví a la realidad cuando lo oi murmurar muy cerca de mis labios.
Iba a decirle que ya no era
necesario seguir con esto, que ya estábamos solos y que no era necesario
continuar con el beso, pero al parecer él tenia sus propios planes, pues tomo
una de mis manos y las guío hasta su hombro, mientas la otra la llevaba hasta
su espalda. Solo cuando hizo eso, caí en la cuenta que mis brazos estuvieron
todo el tiempo como pegados a mis costados.
- El paraíso, tal como mi padre me dijo.
- ¿Qué … - No pude decir nada por
qué nuevamente su boca se apodero de la mía y esta vez deje de comportarme de
manera tan pasiva.
Perdí mis dedos en su cabellera y lo
acerque más a mí, tome suavemente su labio inferior entre mis dientes y luego
lo bese dulcemente, mientras Edward invadía mi boca, y en parte mis sentidos,
con su lengua, hacia pequeños movimientos que sin entender muy bien por qué me
estaban enloqueciendo.
Honestamente no sé cuanto tiempo
estuvimos ahí parados uno frente al otro besándonos, pero al oír una voz de
mujer, reaccione y finalmente me separé de Edward, más bien lo empuje lejos de
mi, por un momento creí ver dolor en su mirada por mi cambio de actitud, pero
al mirarlo nuevamente me di cuenta que estaba alucinando.
- ¿Bells? – Era mi hermana – Me puedes
explicar que rayos haces aquí – Acaso estaba enfadada.
- Vine por ti.
- Quien demonios te nombre mi niñera
Isabella.
Conté mentalmente hasta diez y luego
otros diez más.
- Si me consideras tú niñera he de
suponer que todavía eres una niña – Mire de reojo como Edward trataba de no reír. Mientras Jane mutada de rosa a
rojo furia.
- Mi madre tienes razón, eres un
castigo para quienes te rodean.
Aquel golpe no me lo esperaba, entre
todas las personas en mi reducido mundo, nunca pensé que Jane me diría aquello.
Sentí que Edward trataba de tomar mi mano, pero no se lo permití, formando un
puño con ella.
No dije nada más, solo me di la
vuelta y emprendí mi camino a la salida, mientras oía a mis espaldas mi nombre
pronunciado por ambos.
.
.
.
Entre a mi casa lo más sigilosamente
que pude, incluso por unos segundos evite respirar, pero como era obvio que mi
buena estrella me había abandonado al instante mismo de nacer, las luces del
salón se encendieron en el mismo instante en que puse un pie en el primer escalón.
- ¿Dónde estabas? – Ahí estaba mi
madre con la voz siempre tan dulce que tenía para dirigirse a mí.
- Fui por Jane – Le respondí
mientras me acercaba hasta donde se encontraba.
- Supongo entonces que la traes en
el bolsillo de tu pantalón – Quien dijo que la verdad te salva nunca conoció a
mi madre – Discutimos y – Baje la mirada para evitar la suya que parecía querer
traspasarme.
- ¿Y qué Isabella?
- La deje donde estaba.
- Que clase de hermana eres – Se
levanto de golpe – claramente la peor de todas. Como pudiste abandonar a su
suerte a Jane, es pequeña e inocente – Honestamente al oír este ultimo
comentario no sabía si reír o llorar.
- Si tuvo la inteligencia de salir
sin que la vieras, supongo que la tendrá para volver – Al ver como los ojos de
mi madre se abrían con furia, supe que mi boca y yo estábamos en grandes
problemas.
- No seas irrespetuosa Isabella, no
olvides que soy tu madre.
Me contuve para no recordarle que yo
era su hija y que ella era generalmente la que olvidaba el lazo filial que nos
unía.
Estuvo algunos segundos en silencio
hasta que se acercó a la chimenea y encendió el fuego, luego sin decir nada más
salió del salón y comenzó a subir las escaleras. No sabía muy bien por qué,
pero yo estaba petrificada en mi lugar sin entender nada, hasta que la vi
regresar y mi corazón amenazo con salirse de mi pecho cuando entendí cual sería
su castigo.
- No – trate de detenerla – por
favor madre, no lo hagas.
Trate de detenerla cuando la vi
acercarse a las llamas con mis mayores tesoros, mis dos libros favoritos. Una de
las primeras versiones que se lanzaron “Mujercitas”,
que mi abuela me regalo poco antes de
morir y que tardo casi cinco años en conseguir, además de “Wicked” autografiada
especialmente para mi por el mismísimo Jerry Maguire.
Grite por última vez cuando la vi
lanzarlos sin contemplaciones, corrí hacia la chimenea y caí de rodillas frente
a ella, lo único que pude hacer fue llorar, odiaba hacerlo, pero simplemente no
pude evitarlo.
Cuando sentía que me iba a ahogar de
tanto llorar, sentí como la puerta principal se abría y mi madre corría hacia ella en el momento
exacto en que Jane hacia su aparición.
- Jane, mi hermosa niña – Vi como mi
madre la estrechaba entre sus brazos – ¿Estas bien tesoro?
Mi hermana me observaba por sobre el
hombro de mi madre sin comprender nada. Por un instante nuestras miradas se
cruzaron y la odie con tanta fuerza que desvíe mi rostro del suyo y clave mis
ojos en el fuego.
Cuando lo hice note que la portada
de uno de mis libros no se había carbonizado por completo y me abalance a
tratar de rescatarlo, estuve muy cerca de hacerlo cuando unos brazos me
levantaron de mi lugar y me sujetaron con fuerza.
- Mis libros – Fue lo único que pude
decir, pues de inmediato comencé a sentir un dolor horrible en mi muñeca.
- ¿Estas herida? – Era la voz de
Edward – Tenemos que ir a urgencias.
- Bells – Ahora era Jane quien me
hablaba – Bells te quemaste ¿Qué sucedió?
No podía responderle, ni tampoco
quería hablarle.
- Isabella nunca debió dejarte sola,
por lo que tuve que castigarla.
- Pero mamá, Bella… - No continuo
hablando por qué Edward me tomo en sus brazos y me saco de mi casa sin decir
ninguna palabra.
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.
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- ¿Qué sucedió Bella?
- Ya oíste a mi madre.
Mi mirada estaba clavada en la
ventana del copiloto, realmente Edward iba sumamente rápido, pues todo pasaba
ante mis ojos como un borrón. El dolor y el ardor iban en aumento, por lo que
no iba a regañarlo por su manera de conducir.
- Perdóname, nunca pensé – Lanzó un
bufido frustrado – no debí invitarla, pero cuando vi a Jane hoy en la noche
tuve la esperanza.
- Vista al frente Masen – Realmente no
deseaba morir esta noche, sin importar lo espantosa que estaba resultando.
- Cuando te vi ahí, pensé que tu y
yo, pensé que….
- Ambos sabemos que no piensas, no
al menos con el órgano correcto.
Intente sonar graciosa, pero en
vista del silencio que lleno el espacio, no lo había conseguido en lo absoluto.
Holaaaaaa!!! Debo reconocer que en esta capitulo odie a Renee, lo que
hizo fue horrible, para quienes han visto alguna vez “Por siempre cenicienta”
sabrán de donde saque la inspiración de la escena!!! Si no la han visto se la
recomiendo en un 10000%.
Como siempre GRACIAS TOTALES por sus reviews, aunque aún no estoy del todo
segura creo que el próximo capítulo será un Edward POV!
No las aburro más….que tengan una maravillosa semana
Besos
Lulu XD