"Dos palabras caracterizaban al lugar privacidad y discreción. Todo puede
cambiar en una semana en especial si estas en el "Cielo"
Capitulo 7
Día 6
Por amarte así
A la mañana
siguiente Bella aun se sentía flotando en una nube, en la madrugada fue despertada por las
atenciones de Edward, él era el único que sabía cómo llevarla al borde la
locura y satisfacerla por completo. Lo amaba y lucharía por él contra el mundo
si fuese necesario.
Cuando entro a
su habitación no dejaba de sonreír tontamente, se fue directo al baño para darse una ducha.
Noto que tenía dos mensajes de Félix, pero no se preocupo en responderlos. Una
vez lista, bajo hasta el lobby del hotel y trato de buscar con la mirada a
Edward, lo vio a lo lejos conversando con una mujer que se le hizo sumamente
familiar.
No noto que
Félix estaba junto a ella y pasaba un brazo por su hombro para abrazarla. Su
mirada estaba clavada en aquella mujer y en su prominente vientre, sintió que
no podía procesar muy bien lo que estaba viendo hasta que la voz de su
“prometido” la hizo dar con la realidad.
- Acaso Edward
no te menciono que sería padre…
No quiso creer en las palabras de
Félix, de alguna manera logro que a la distancia Edward la mirara y le
sonriera, luego de alguna forma la mirada de este cambio y con una promesa muda
trato de tranquilizarla. No quiso seguir mirándolo y bajo la vista, aquella
escena le dolía.
Bella sentía que la cabeza le
explotaría se negaba a la idea que él la haya engañado, que todo fuese una
mentira. Noto que de un momento a otro el agarre de su prometido fue más fuerte
y cuando levanto su mirada vio que Edward y Ángela se acercaban hacia ellos.
Algo de alivio le provoco ver que caminaban juntos, pero no había nada de
romántico en aquella actitud.
- Buenos días – Los saludo
Edward.
- Buen día Cullen, Ángela me
había extrañado no verte junto a tu novio.
- ¿Mi novio? Yo no tengo novio,
Félix…estoy casada – Aquella declaración tomo por sorpresa a Bella que solo se
quedo mirando fijamente a Edward.
- No sabía que tú y Edward de
habían casado – Una sonrisa de satisfacción y arrogancia adorno el rostro de
Félix.
Ni Edward ni Ángela contestaron
solo comenzaron a reír sonoramente, varias personas que pasaban por el lugar
los miraban, al igual de Bella y Félix que no entendían que era lo que sucedía.
Fue ella quien llena de frustración les pidió una respuesta.
- ¿Me podrían explicar su broma
personal?
- Oh Bella….perdón, tantos años
sin vernos y debes de pensar que estoy loca. Lo que sucede es que lo que acaba
de decir Félix es realmente muy divertido, yo y Edward casados, IMPOSIBLE –
recalco aquella palabra – Lo quiero mucho, pero siempre lo he visto como un
amigo…estoy casada con Ben ¿lo recuerdas verdad?
- ¿Ben? – Solo un instante le
basto para recordarlo – Claro…creo que él te amo desde el mismo instante en que
te vio, todavía recuerdo como te rogo para que posaras para aquella fotografía.
- Si, lo sé y tú siempre me lo
dijiste. Oh tenemos muchas cosas que hablar Bella, cuéntame algo de ti. ¿Qué ha
sido de tu vida en estos años?
- Nos casamos.
- No sabía que te llamabas Bella,
Félix…honestamente ese nombre no te queda – Edward no pude evitar lanzar una
pequeña “broma”
- Muy gracioso Cullen – Félix
estaba totalmente incomodo por la situación y por cómo se estaban dando los
hechos, jamás pensó encontrar a tantas persona de su pasado, pasado que
afectaba su presente y si no hacía algo pronto arruinaría su futuro.
- Solo resaltaba un hecho obvio,
amigo.
- Bella será posible que podamos
hablar – Ángela tomo su mano.
- No creo que se pueda, Bella
esta aquí por trabajo no es cierto amor
- Bella tuvo que contar hasta diez y otros diez más para contenerse y no
golpearlo.
- Mi reunión empieza en una hora,
tengo tiempo de sobre, gracias por tu preocupación – Trato que su voz sonara
sincera.
- Bella no creo que sea buena
idea – Su tono de voz era dura y autoritaria, era la de un hombre desesperado.
- ¿Por qué? – Todas las miradas se
posaron en Edward y su pregunta – Porque no van a la terraza a tomar algo –
Aquel pequeño cambio arreglo lo que podría resultar una muy incómoda situación.
- Me parece excelente. Vamos
Bella.
Félix tomo un momento la mano de
Bella que se disponía a seguir a Ángela hacia el exterior, la aparto de todos y
la llevo hasta un rincón.
- No quiero que hables con ella.
- Dame una razón para no hacerlo.
- Te lo pido como tú futuro
marido.
- Esa no es una razón parece más
a una exigencia.
- Por favor Bella.
- ¿A que le temes?
- A que pueda mentirte,
engañarte, hacerte creer cosas que no son. Que te cuente otra versión de la
historia.
-¿Es que acaso existe otra
versión? – La mirada de Bella fue dura.
- Bella estas enredando todo
esto, solo me refería a que….no quiero que sufras otra desilusión.
- No te preocupes, estoy lo
suficientemente desilusionada.
- ¿Cómo?
- Ya sabes toda la historia y lo
demás – Trato de quitarle importancia con un movimiento de su mano.
- No quiero que estés triste, ya
se acerca nuestra boda y debes de estar feliz – Tomo su mano y la beso, Bella
no le quedo más que aguantarse las ganas que tenía de quitárselo de encima.
- Te prometo que será uno de los
días más felices de mi vida, pues por primera vez en mucho tiempo estoy
totalmente segura de lo que va a pasar.
- Bella…-Puso un dedo en sus
labios en señal de que no siguiera.
- Ya me voy…diviértete.
Bella alcanzo a Ángela en uno de
las mesas cercanas a la piscina del hotel, vio como la mirada de ella estaba
perdida en algún recuerdo, una sonrisa se extendía por su rostro y se
acariciaba su abultado vientre.
- Disculpa la tardanza.
- No te preocupes, pedí un jugo
de frambuesas para ambas, espero que te sigan gustando – Le dio una tímida
sonrisa.
- Si…muchas gracias.
- ¿Cómo has estado Bella? ¿Qué ha
sido de ti estos años?
- Bueno para serte honesta hace
una semana atrás pensaba que era feliz o al menos sentía algo muy parecido a
eso, me casaria con quien creía era un gran hombre que me salvo de un gran
dolor, que me consoló en mi peor momento, pero ahora no sé nada….solo que
Edward esta aquí y tú también.
- Vamos Bella, pregúntame lo que
quieras – Tomo la mano de ella que descansaba sobre la mesa – Eres una amiga
muy querida para mí sin importar lo que ha pasado.
- ¿Tú y Edward? – Lleno sus
pulmones de aire - ¿Me engañaron?
- Nunca Bella, solo te oculte sus
planes, porque él me lo pidió. Estaba tan emocionado, tan feliz quería que todo
fuese perfecto, que fuese maravilloso. En cambio todo resulto un desastre ese
día nos encontraste y tu mirada estaba tan llena de dolor que supe de inmediato
que tu imaginabas cosas que no eran, cosas terribles, pero nunca nos dejaste
hablar y creo que eso fue lo que más me dolió.
- Me sentí tan mal cuando los ví,
Félix alimento todas mis inseguridades, con frases a medias o miradas de
lastima, como si él supiera algo que me rompería el corazón y el golpe final
fue tan bien planeado, que no tuve tiempo de dudar. Tú y Edward salía felices
de nuestro apartamento, sabes pensé que nunca dejaría de sentir ese dolor, que
nunca podría superarlo – Los ojos de Bella se llenaron de lagrimas – Sufrí como
no te imaginas. Al fin era todo tan cliché, mi mejor amiga y mi novio. Maldita
sea una imbécil por creer en Félix y no en ustedes.
- Te aseguro Bella que no fuiste
la única que sufrió, pensé que Edward nunca podría recuperarse. Te busco tan
desesperadamente y Félix todo el tiempo lo supo, vio su dolor, le hizo creer
que lo apoyaba y resulto ser un falso, que uso todo en su beneficio, lo peor es
que se escudaba en el seudo amor que sentía por ti.
- No sabes cómo me duele saber
eso, yo simplemente me deje llevar, siempre fui tan insegura y con Edward lo
era más. Él es tan….Edward y yo simplemente yo, una simple muchacha de pueblo.
- Que mejor forma de describirlo,
pero para Edward eras su mundo, su razón de vivir. Bella yo también sufrí mucho pensando que me odiabas y que nunca me
confiaste realmente en mí….era tu amiga y espero seguir siéndolo. Me dio tanta
pena que no estuvieras conmigo el día de mi matrimonio o cuando supe de mi embarazo,
que nos perdiéramos momentos importantes de nuestras vidas.
- Oh Ángela prometo compensarte –
Se acerco hasta ella y la abrazo – Amiga.
Ni Bella ni Ángela notaron como
eran observadas desde los distintos extremos del lugar, ambos observadores tuvieron
reacciones dispares. Edward solo sonreía al ver aquella reunión, en cambio
Félix apretaba sus puños y maldecía por lo bajo, sabiendo que nada bueno
saldría de aquello.
Bella logro estar todo el día
apartada de su prometido, entre falsas reuniones y almuerzos con falsos
ejecutivos, no tuvo momento de descanso, aunque durante todo ese tiempo estuvo
junto a Edward y Ángela. Hablaron de todo lo que ocurrió, le contaron detalle a
detalle cómo sucedieron las cosas. Como Edward le pidió a su mejor amigo y a la
mejor amiga de su novia que lo ayudaran para pedirle matrimonio, no quería que
Bella sospechara, por eso se alejo un poco de ella, idea de su amigo, para no
despertar sospechas, Ángela se encargaría de ayudarlo en la búsqueda del anillo
y la preparación del lugar, todo tenía que ser perfecto. Nunca imaginaron que
sin querer se transformaron en actores de la obra que estaba montando Félix y
que tanto daño les hizo a todos.
Cada palabra dicha parecía
encajar perfectamente los silencios de Edward, su alejamiento, la semilla de la
duda que planto su prometido, ya no existían dudas de que había sido engañada y eso no se quedaría así. Ángela una
vez aclarado todo partió rumbo a su hogar junto a Ben. Bella solo tuvo palabras
de agradecimiento y le prometió que esta vez no perdería su amistad.
Luego de despedirse de su amiga y
volver con Edward a su oficina, Bella le
comunico su decisión de partir de inmediato, aquello lo alerto y preocupo
ya que pensaba que se quedaría junto a
él, ella solo le pidió que creyera en su amor. Después de una pequeña pelea,
que tuvo como resultado una exquisita reconciliación logro convencerlo.
Cuando llego el momento de marcharse, Edward
aún seguía empecinado en tratar de hacer cambiar a Bella de parecer y que se
quedara junto a él, que huyeran juntos. Entre besos trataba de darle sus
argumentos
- Ya te perdí una vez no creo
soportar una segunda – Antes de escuchar una respuesta capturo sus labios.
- Edward confía en mí…te amo,
nunca lo olvides – Para sellar aquella promesa lo beso con todo el amor que
tenía para darle.
- Tú tampoco lo olvides….te amo,
eres y serás el amor de mi vida – Se dieron un último beso y se separaron.
Las maletas de Bella ya estaban
en el lobby cuando salió del ascensor, Félix la esperaba en el centro con una
sonrisa. Trato de tomar su mano, pero la evito de la mejor forma que pudo.
Cuando estaban subiendo su equipaje el taxi, apareció Edward para despedirse y
desearles toda la felicidad que se merecían. Luego se dio la vuelta y lo vieron
marcharse.