Ser una rica heredera tiene sus ventajas, tener el mundo a tus pies con
solo tronar los dedos, jamás escuchar un no por respuesta y hacer todo
lo quieres, pero que sucede cuando alguien planea quebrar tú voluntad y
poner tu mundo de cabeza.
Capitulo 1
- No…no y no –
Era la décima vez en el día que teníamos la misma absurda pelea con mi madre.
- Pero son amigos
muy queridos de tu padre.
- Podría ser la
mismísima reina y mi respuesta es la misma NO – No estaba dispuesta a ir a una
muy aburrida cena con mis padres, ni mucho menos ir a celebrar la llegada de
gente que no conocía y no tenia el más mínimo interés en conocer.
- Tienen un hijo
de tu edad.
- Wow…increíble,
pero NO VOY!!!!
- Hazlo por
nosotros.
- En serio
piensas usar ese recurso, vamos madre ambos somos mas inteligente que eso.
- Esta bien, haz
lo que quieras.
- Siempre lo
hago, una cosa más – se volteo a mirarme – cierra la puerta el salir.
Perfecto esto me dejaba con la noche libre para salir con mis amigas, habíamos quedado en ir al club de moda en la ciudad, esperaba al menos poder distraerme un poco, estas últimas semanas habían sido muy aburridas, necesitaba un poco de diversión en mi vida y esperaba esta noche encontrar algo de eso.
Puntualmente
Rosalie pasó por mí, ya iban con ella, Angela y Jessica, mis padres ya se había
ido así que me evite otra ronda de drama. Me vestí de la forma mas bien
provocativa, un vestido rojo strapless, muy ceñido a mi cuerpo, tacones agujas,
me maquille suavemente, aunque destaque mis labios con un tono rojo como mi
vestido.
Como siempre
apenas llegamos al lugar entramos, jamás en la vida he esperado por nada y por
supuesto no esperaría por entrar a un lugar, menos si eres una Swan, una de las
herederas más ricas del país. Nos guiaron hasta el salón VIP y como siempre la
primera ronda era cortesía de la casa, para ser honesta dudo que alguna vez
haya pagado por un trago, siempre me los invitaban, algunos valían la pena,
otros eran desechados de inmediato.
Después de un
rato, el ambiente se animo o tal vez nosotras estábamos más alegres. Varios se
acercaron para invitarnos un baile, como siempre rechazamos a unos cuantos,
algunos insistían, otros parecían entender el mensaje y desistían.
Hice contacto
visual con un guapísimo moreno, al parecer entendió lo que quería por que a los
pocos minutos me invito a bailar. Tome la mano que me ofrecía y me fui con él a
la pista de baile. Los primeros acordes de
“Maria” llenaron el ambiente, aquella era la música perfecta para
movimientos sensuales. Pegue mi cuerpo al suyo y comencé a moverme lentamente,
puse sus manos en mis caderas y siguió mi ritmo, me deje llevar por los acordes
de la canción, subía y bajaba por su cuerpo, hasta notar que al parecer mis
movimientos estaban teniendo efectos en él. Me di la vuelta y le sonreí, puse
mis brazos rodeando su cuello, continué bailando sin perder el contacto visual,
una vez que termino la canción bese la comisura de sus labios y me aleje.
Como era de
suponer me siguió hasta mi mesa, me invito un trago, el cual acepte, luego me
extendió la mano con la clara invitación para otro baile, pero lo rechace, cosa que al parecer no le gusto,
solo le sonreí y me despedí.
Me uní a mis
amigas y nos marchamos, me pareció oír que algo decía, pero no me importo,
seguí con mi camino. Al parecer todas nos habíamos divertido, conversamos un
poco en el auto, hasta que llegue a mi casa.
Note que mis padres ya habían regresado de su cena.
Subí muy despacio
las escaleras con la intención de ir directo a mi habitación, pero mientras caminaba
por el pasillo, sentí como unos brazos tomaban mi cintura y me arrastraban a
unos de los cuartos de huéspedes, me arrinconaban en la pared y buscaban mis
labios, era un beso exigente, devorador, sentía como trataba de separar mis
labios para permitir el ingreso de su lengua, echo mi cabeza hacia atrás y
entreabrí mi boca con una clara invitación. Me invadió de golpe su aroma tan
masculino que sentí mis rodillas flaquear, por un instante pensé en gritar, pero
prefería dejarme llevar por aquel beso. Mis dedos se enredaron en su cabello
acercándolo aun más a mí, su lengua se emparejaba con la mía, para luego
explorar los rincones más profundos de mi boca.
Por un instante
me pareció que se alegaría, así que me aferre más a él, susurre un “No pares”, fue así como su boca comenzó
a recorrer mi cuello, llenándolo de suaves besos, luego siguió con mi hombro,
sentí como sus manos buscaban el cierre de mi vestido y lo descorría. Una vez
cumplida su misión quede frente a él solo con mis bragas. Tomo uno de mis pechos
en su mano, con su pulgar acaricio el pezón hasta dejarlo erecto y tomarlo con
su labios, deje escapar un jadeo por las sensaciones que estaba provocando.
Mis manos se
deslizaron por su cuerpo hasta llegar al borde de su pantalón, lo acaricie con
suavidad hasta que sentí como la tela se tensaba, lo oí gemir sobre mi cuello.
Lentamente comencé a desabrocharlo, bajo su atenta mirada, la oscuridad de la
noche no me permitía ver con claridad sus rasgos, pero sus ojos estaban negros
de puro deseo. Una vez que logre mi cometido, él me ayudo a quitárselos y
lanzarlos lejos.
Me miro una vez
más y sentí como sus manos aferraban mis nalgas y me acercaban a sus caderas,
otro jadeo escapo de mis labios, al sentir su duro miembro presionarse entre
mis piernas.
- Di lo que quieres – Pero no pude hablar, su boca
busco mis labios, que se separaron al instante para recibir las sensuales
caricias de su lengua – Dilo.
- Lo quiero todo
– Acto seguido sentí como bajaba mis bragas y se deshacía de su bóxer.
Me acerco a una
mesa que se encontraba en la habitación y subió mi cuerpo, separo mis piernas,
me coloco frente a mi y sentí como se introducía, de inmediato mis piernas se
cerraron alrededor de su cintura. Mis manos se aferraron a su espalda, comenzó
con movimientos lentos que me estaba enloqueciendo, besos mis pechos, uno,
luego otro hasta hacerme gemir, atrapo mi grito con su boca.
Poco a poco sus
movimientos fueron haciéndose frenéticos, llevándonos al éxtasis total, cuando
alcance la cima, mordí su hombro para acallar mi grito. Me miro por unos
instantes para volverme a besar.
Si quería algo de
diversión esta noche era segura que acababa de encontrarla...