Entre tus alas - EP parte 5


Parte 5
Edward POV

Cuando llegue a la habitación donde estaba Bella quede paralizado, no recordaba porque estaba ahí, pero lo agradecía pues ante mi estaba mi novia completamente desnuda, se veía maravillosa y varias ideas lascivas empezaron a llenar mi mente. Cuando la oí alterarse recordé que estaba ahí por que dio un grito de auxilio. Le pedí por el bien de mi mente que se cubriera, al principio me miro desconcertaba pero al caer en cuenta se avergonzó, lo único que deseaba en aquel momento era besarla hasta hacerla desfallecer, pero la llegada de mi abuelo cambio mis planes.
La situación que se produjo después fue digna de una comedia, Pinky el mono de mi abuelo era el causante del miedo de Bella se lanzo contra ella y en un afán de ayudarla  caí dejándola frente a William Cullen completamente desnuda, como siempre los comentarios de él no se hicieron esperar y trate de que no la avergonzara aún más. Luego del alboroto se marcharon y finalmente pude dar rienda suelta a mis ideas, la hice mía trate de transmitirle todo lo que sentía por ella y que no olvidara nunca que me pertenecía. Cuando quise irme de su lado me detuvo y pasamos una noche magnifica.


Despertar rodeando su cuerpo era la mejor, trate de convencerla de repetir nuestra hazaña nocturna, pero no lo logre fue ella la que prometió que habrían mas noches.

Nos arreglamos cada uno en nuestros cuartos y fuimos a desayunar con mi  abuelo. Luego de su saludo me comento que la carta que durante tanto tiempo había esperado llego. No quise darle importancia, realmente estaba aterrado con aquella posibilidad. Llevaba años luchando por tener un cupo en la Accademia Musicale Chigiana, luego de haber dejado las dos veces anteriores mis estudios en aquella academia, tuve que rogar porque me permitieran siquiera audicionar, lo que vino después fue un trabajo arduo de más de un año para lograr quedar en ella, quería perfeccionarme como pianista ese siempre había sido mi sueño, pero ahora estaba Bella y mi bebé, la mire de reojo y note su incomodidad.

Mi abuelo quiso volver sobre el tema y le suplique mirándolo que no lo hiciera, pero aquello fue peor por que hablo de Rosalie y de su divorcio, ahora entendía porque había decidido llamarme no sabía que estaba planeando, mas aquello no me gustaba nada. Trate de no darle importancia al tema y casi ignore a mi abuelo, luego una broma de mal gusto contra Bella hizo que explotara, me sentí muy mal cuando lo vi marcharse, solté un bufido de frustración y mi ángel se acerco la tome en mis brazos y la senté en mi regazo. Cuando la tenia junto a mí todo estaba mejor y de solo pensar en que podría llegar a perderla me hacía sentir vacio. Le repetí lo mucho que la amaba y esperaba que me dijera que sentía lo mismo, pero no fue así. Hablamos de mi abuelo y de su amor hacía mí, no pude evitar preguntarle si ella me quería, no conseguí que respondiera pues fuimos interrumpidos, Josephine se marcho tan rápido como entro. Decidí que debía hablar con mi abuelo, se levanto de mis piernas y yo hice lo mismo de mi silla. Estaba saliendo de ahí cuando la oí gritar mi nombre. Sin decir nada más se lanzo a besarme con desesperación lleve su cuerpo hasta la pared y la deje hacer lo que deseaba, estaba eufórico, pues una parte de mi sabía que con aquel gesto estaba demostrando aquello que tenía decir con palabras….que me amaba. Antes de salir se lo dije y solo me miro confundida.

Cuando llegue al estudio de mi abuelo estaba sentado frente a la chimenea. Me senté frente a él y ninguno hablo por varios minutos. Hasta que él lo hizo con una pregunta “¿aún no se lo dices?”,  no le respondí solo negué con la cabeza, antes de que continuara le pedí disculpas lo que menos quería en la vida era herirlo. Como siempre le resto importancia a sus sentimientos y se centró en los míos. “¿A que le temes Tony?”…me aterra perderla, he luchado tanto por tenerla a mi lado que irme ahora puede significar perderla y no puedo hacerlo. Además no quería que pensara que estaba huyendo de mis responsabilidades. Si tan solo tuviera la certeza y no la sospecha que me ama todo sería distinto, mi abuelo y su infinita sabiduría me hicieron cuestionarme “¿lo sería?” no lo sabía, pero quería pensar que sí. Tenía que ser honesto lo que más me aterraba era pedirle que se fuera conmigo a Italia y me rechazara, no creo en las relaciones a distancia y estar separados mataría cualquier proyecto que ella y yo pudiéramos hacer.

Seguimos con la plática me pidió que me pusiera en sus zapatos e ideara una posible respuesta, no pude hacerlo llevábamos tan poco tiempo juntos que aún no podría saber cómo reaccionaría ante mi propuesta, también estaba mi paternidad, me hacía muy feliz, pero era algo que no me esperaba, creo que no había tenido todo el tiempo para procesar lo que aquello significaba y frente a mi abuelo me permití titubear, seguimos platicando de todo hasta que oí voces en el pasillo. Me asome y vi a Bella, me acerque a ella y tome su mano, frente a ella estaba Alice que al parecer estaba en uno de su “trances” de adivina. Para mi no eran ninguna novedad, pero mi novia parecía afligida trate de calmarla, pero no lo logre del todo pues le grito a Bella que no lo hiciera, luego siguió con mas consejos.  Solo uno las cosas que dijo emociono mi corazón, tendríamos una bebe, una hermosa mini Bella. Discutimos un  momento acerca de Rosalie y antes de marcharse me dijo que fuera honesto, que era la única posibilidad de ser feliz. No quise darle importancia, pero la tenía. Quise probar antes de contarle todo a Bella. Le dije que si lo deseaba abandonara su trabajo, le recordé que no la valoraban trate de indagar más, pero ella parecía perdida en un pensamiento cuando le pregunte me dijo que temía la reacción que tendrían todos cuando supieran de su embarazo y nuestra relación. Por un instante temí que la avergonzara, pero cuando me dijo que era su regalo quise hacerle el amor en aquella banca, pero no era el lugar mas cómodo.  Note su mirada curiosa y le pregunte qué sucedía, me pregunto por Rosalie, le conté nuestra historia y que me había dejado por que no quería matrimonio ni hijos, eso la tenso pues de inmediato se levanto de su lugar y se excuso en que tenía hambre.

El vuelo de regreso fue placentero, descansamos un poco luego de la agitada noche. Agradecí que obedecieran mis órdenes de cambio de azafata. Al llegar a la ciudad y al departamento de Bella, tuve que hacer uso de todo mi autocontrol para no quedarme a su lado, pero era necesario quería saber cómo iban algunas cosas que había encargado. Algo se alegro en mí cuando vi que estaba decepcionada por no pasar la noche juntos, ella me necesitaba tanto como yo.
Después de varios besos logre hacerme el ánimo de partir a mi departamento. Apenas puse un pie llame al detective sobre si existían novedades, me aseguro que me las enviaría al instante a mi correo electrónico. Encendí mi laptop y comencé a leer los adelantos, varias cosas llamaron mi atención. Así que llame al guardaespaldas de Bella e hice que redoblara su seguridad.

Aquella mañana no fui a primera hora a la oficina de Bella, tenía que arreglar algunas cosas en la empresa, hable con mi amigo Jacob y le pedí su ayuda. Como siempre acepto sin preguntar más. Le explique un par de cosas más y me marche. 

Una vez en mi trabajo de asistente entre a la oficina de mi novia, como siempre Jane no estaba en su lugar realmente se ganaba su sueldo sin hacer nada. Bella se veía hermosa enfrascada en sus papeles y pensamientos, me acerque lentamente y deje su silla frente a mí. La bese como saludo, cuando jalo mi corbata para seguir besándonos la levante de su lugar y la puse sobre su escritorio. En eso estábamos cuando oímos que ya no estábamos solos. Cuando vi que quien nos acompañaba era Rosalie, me tense lo que menos quería era que ella estuviera cerca de Bella y mi bebe. Me saludo con falsa alegría y propuso que cenáramos o algo así, solo extendí mi mano en señal de saludo, me conto que se estaba divorciando y señalándome que los cuentos de hadas no existen. Pero al mirar a Bella supe que aquello era mentira, si existían y yo sería feliz con ella.
 
Cuando se marcho mi ángel me pregunto si ella era la que fue mi novia, le respondí que si, quise decir más pero apareció Jane con un mensaje del idiota de Mike, aquello hizo que el monstruo de los celos apareciera, pero no fue solo a mí sino a quien ataco, al ver como Bella echaba a su secretaria de su oficina, la bese y le aclare que la amaba a ella y solo a ella.

Quedamos en cenar pues el almuerzo estaba destinado a sus amigas. Fue una mañana realmente agotadora, apenas tuve tiempo de pensar y sin darme cuenta llego la hora del receso, aprovecharía aquello para ir por un regalo para mi novia. Estaba saliendo del edificio cuando vi a Rose en la acera del frente, quise continuar mi camino sin tener que acercarme a ella, pero grito mi nombre y movió su mano para llamar mi atención. Cambie mi rumbo y me acerque, preguntándole que quería, solo me respondió “Simpática tu nueva amiguita”, le aclare que no era una amiga sino que mi novia, y que por su bien más le valía no acercarse a ella. Casi pierdo la paciencia cuando la oí reír y la manera despectiva que dijo la palabra “¿novia?”, la tome de un brazo y le aclare que se alejara de ella, que mi hijo y Bella eran lo más preciado que tenía, note como la mirada de Rosalie se encendía, iba a decirme algo, pero no lo hizo contrariamente me abrazo con fuerza, sospeche que nada bueno traería eso. Mire a todos lados y vi a Bella a la distancia. 

Cuando dejo de abrazarme me sonrió maliciosamente, no le di tiempo y corrí al lado de mi novia, al llegar a su lado note que su mirada perdida en algún lugar. Al verme se lanzo a mis brazos y me beso, por un instante no entendí su actitud, pero luego le respondí el beso con amor. Lo que más adore de su actitud fue que aquel beso espectacular, me lo estaba dando frente a su lugar de trabajo y con mucho de sus compañeros de testigos. Al parecer cuando cayó en la cuenta se alarmo, pero le prometí que todo estaría bien.

La secuestre de sus amigas y la lleve a comer, estuvimos hablando hasta que llegamos al tema de Rosalie, en algún lugar de mi mente mantuve la esperanza de que no nos haya visto, pero obviamente lo hizo quise tantear primero el terreno y no responder de inmediato a sus dudas, luego le dije que me había abrazado por la noticia de que seriamos padres, por eso mi alegría. No pensaba alertarla con mis inquietudes, en especial si no conocía a Rose.

Luego hablamos de que lo mejor era que renunciara al trabajo, hizo una leve mueca de decepción por mi idea, le prometí además que si tenía cualquier problema la idea de su propia oficina seguía en pie. Me miro dulcemente y me agradeció, pero estaba segura que no la despedirían.

Al llegar al trabajo cada paso que dábamos dejaba una estela de comentarios, pero los ignoramos. Fui a presentar mi carta de renuncia,  dejando a Bella en su oficina. Al parecer no les sorprendió mi decisión y la aceptaron, les agradecí la oportunidad y me marche. Al llegar a donde estaba mi ángel, escuche la voz del “gorila” quise entrar de inmediato y sacarlo de ahí, pero me quede paralizado al escuchar que le preguntaba si me amaba, me pegue mas a la puerta para oír su respuesta, cuando le dijo que no era de su incumbencia, sentí que algo se rompía en mí y más todavía cuando alardeo que lo seguía amando a él.  Quería matarlo, pero sentí algo parecido a la esperanza cuando ella le grito que nunca me dejaría, era un mendigo que se conformaba con cualquier cosa con tal de no perderla. No aguante más cuando Emmett le aseguro que yo terminaría abandonándola y después la beso, entre como un loco y lo golpee, iba a abalanzarme contra él, mas oí su voz y logre calmarme. Le impido a él continuar con la pelea y fue seguridad quien se lo llevo de ahí. Antes de hacerlo lanzó una amenaza que dejo a Bella intranquila y provoco que llorara desesperada. La consolé hasta que estuvo más tranquila, cuando estuvo más calmada oí como me confesaba que me amaba.

Aquello me dejo helado, no quería que Bella lo dijera solo porque Emmett le aseguro que no lo hacía, me dolía pensar que solo lo hacía para demostrarle que estaba equivocado. No quise decirle nada cuando se levanto de mi regazo, pero necesitaba hablar, explicarle o decir algo. Cuando intente acercarme a ella no me lo permitió le aclare que no necesitaba que me lo digiera, aquello pareció enfurecerla, quise explicarle mis motivos y solo hice que su furia aumentara, le pedí que se calmara por nuestro bebe y cuando me pidió que me marchara no lo hice. Sus palabras de que solo le decía que la amaba por el bebe, me hirieron profundamente no podía creer que dudara de mi amor, pero yo estaba haciendo lo mismo, no confiaba en ella, supongo que espero que me marchara, mas no lo hice me quede y la bese, primero dulcemente hasta poco a poco ir subiendo de intensidad. Para finalizar el beso tome su amado rostro en mis manos y le dije que nunca se atreviera a dudar  de lo que sentía. Ella me respondió que yo tampoco lo hiciera y en ese momento supe que era verdad…me amaba y yo a ella, y supe que la vida no podía ser más perfecta.



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