La última oportunidad - Capitulo 10


Capitulo 10

Se tensó un momento al ser detenida por quien creía un extraño, pero al oír el sonido de una risa supo de inmediato quien era.
- Jake ¿Qué haces aquí?
- Soy todo un hombre de sociedad Isabella, eso sin contar que soy el alma de las fiestas, es obvio que este invitado – Lo miro ceñudamente, no le había creído ni media palabra – Esta bien, estoy aquí porque Mill necesitaba un chofer y yo fui su mejor opción. Es extraño pues siempre es Cullen quien la trae como su perrito de mandado.

- Oye no hables así de él – Trato de mostrarse dura, pero no podía cuando Jacob le sonreía de aquella manera.
- Se me olvidaba que le gustas a Cullen.
- Eso no es cierto Jacob – Le dio un pequeño golpe en el hombre.
- Si claro. Una pregunta ¿A dónde ibas?
- A tomar aire – Sabia que aquella excusa era muy mala.
- ¿Aire? ¿Por la puerta de salida? No pensaste mejor salir al jardín – Bella no estaba dispuesta a que su pésima mentira fuera descubierta.
- No conozco el lugar, así que me perdí – Puso cara de niña buena.
- Mi querida Bells que mal mientes – Estiro el brazo y lo paso por el hombro de Bella – Pero digamos que te creí, así que vamos…te enseño el patio – Le guiño el ojo.
- Gracias – No alcanzaron a dar ni un paso cuando Edward caminaba en su dirección, trataba de no mostrar expresión alguna, pero estaba hirviendo por dentro al ver a Bella al lado de Jacob, conto hasta tres antes de hablar.
- Isabella, te estaba buscando –Su mirada estaba fija en ella.
- Claramente no la busco en la salida – Fue la respuesta de Jacob que trato de sonar divertida, pero que solo hizo que Edward perdiera la poca paciencia que tenía con él.
- ¿La salida? Porque Isabella – De inmediato supo que estaba furioso, pues no la llamo como ella le había pedido.
- Quería tomar aire y me perdí buscando el jardín – Prefirió dar una explicación rápida aunque no fuera del todo creíble era mejor eso a quedarse callada.
- Y salió un lobo en tu camino, puedo ver – Nuevamente la risa de Jake resonó en el lugar.
- Cullen solo para aclarar….Isabella es mi amiga, yo tengo novia y la amo mucho, ella, Leah por si quieres saber, está en Francia haciendo un curso y volverá pronto, así no soy rival ni nada, deja los celos – Acerco a Bella hacia Edward, luego le palmeo el hombro y se marcho con una sonrisa de oreja a oreja.

Ninguno de los dos hablo durante varios minutos, solo se quedaron ahí contemplándose, reflejándose en la mirada del otro, hasta que una voz de mujer llamo a Edward, él recién en ese momento reacciono y se dio cuenta que estaban parados en el medio de un pasillo, tomo la mano de Bella y se la llevo. Paso de largo de quien lo llamaba y camino hasta llegar al jardín.
- Mejor – La dejo frente a él y acaricio suavemente su mejilla.
- Si, gracias, pensar que fui educada para esto y no puedo con la presión – Después de decir las palabras se dio cuento que hablo de más.
- ¿A qué te refieres? – La mirada de Edward era tan intensa que no sabía que decir.
- No importa – Trato de alejarse unos pasos de él, pero no pudo pues cada vez que lo hacía Edward le daba alcance como el depredador que quiere capturar a su presa.
- A mi me importa ¿por qué dices que fuiste educada para esto? – Bella pensó en las pocas posibilidades que tenía de huir de su pregunta, así que decidió decirle algo que no la comprometiera del todo.
Estaba por responderle cuando la misma voz que minutos atrás llamo a Edward se les acercaba y llegaba hasta donde se encontraban.
- Querido creo que no oíste cuando te llame – Edward respiro hondo y se volteo hacia ella.
- Carmen – Tomo una de sus manos y la beso – Un error imperdonable no acudir a tu llamado.
- Te lo perdono solo si me invitas una copa mañana – Bella quiso saltarle encima por atrevida, pero se contuvo aquella no era su guerra. Aprovechando la conversación en la cual no era incluida pensó en escabullirse, mas no dio mi medio paso cuando la mano de Edward estaba en su cintura.
- Cuanto lo siento, pero mañana tengo planes con Bella.
- ¿Bella? – Por primera vez la mujer pareció reparar en que no estaban solos.
- ¿Tú hermana? – La mirada hacia la joven estaba cargada de malicia.
- Bien sabes que solo tengo un hermano, Carmen – Su agarre se hizo más fuerte y a Bella le pareció oírle susurrar “quédate aquí”.
- Lo había olvidado, entonces quien esta hermosa muchachita – Remarco la palabra “muchachita” provocando la incomodidad de ambos.
- Isabella…Meyer, mucho gusto – Edward no entendía bien de donde había salido esa seguridad, pero le encanto.
- Carmen Ford, un placer Isabella y ¿De dónde conoces a Edward? – Fue él quien trato de contestar, pero Bella se adelanto a sus intenciones y no se lo permitió.
- Edward Cullen es mi jefe.
- Jefe, que puedes hacer tú que a él le sea útil – Carmen estaba sacando las garras, no entendía como alguien como Edward pudiese estar con una muchachita según ella tan insignificante.
- No tiene ninguna idea Sra. Ford lo útil que puedo llegar a serle al Sr. Cullen – Pese a lo mucho que disfrutaba Edward de ver otra faceta de la tímida Bella, prefirió dejar todo ahí, pues bien sabia hasta donde clavaban las uñas ciertas fieras.
- Carmen, nos vemos otro día…Bella – Le ofreció su brazo y partieron rumbo al salón.

Luego de aquel encuentro la fascinación de Edward por Bella solo creció más, vio que dentro de aquella jovencita existían dos mujeres que luchaban por salir, una tímida y otra que sabia defenderse de ser necesario. No pudo evitar preguntarse cuál de las dos sería si estuvieran juntos en la intimidad.
Cuando se despidieron en la entrada del departamento de Mill, Edward hizo lo que estaba deseando hacer toda la noche, tomar a Bella en sus brazos y besarla, partió con suaves besos en los labios hasta que ella los abrió y el encuentro de sus labios se hizo más posesivo, así como el agarre en su cintura se hizo más férreo, necesitaba sentirla en cada parte de su cuerpo, pero también la necesitaba con cada parte de su corazón y aquello lo asusto. Dejo de besarla, pero Bella no se alejo de su cuerpo.
- ¿Quién eres? – Bella se tenso ante la pregunta y no supo que decir, la verdad era un tema vetado para ellos.
Una vez que se fuera de su vida, Edward sería el más hermoso de los recuerdos, sus momentos y sus besos tendrían que servirle para la vida entera que tenían planeada para ella con Emmett. Aun cuando varias veces había dudado ya de volver o a su antigua vida, tenía la seguridad que nada podía hacer, solo tenía tres semanas y nada más.
- Edward, debo…tengo que irme.
- Ven conmigo Bella – La abrazo con más fuerzas.
- No Edward, no puedo, no.
- ¿Por qué? ¿A que le temes Bella? – Tomo su rostro entre sus manos.
- A nada, solo que hoy no – Dulcifico su mirada al ver a Edward, entendió las implicaciones de aquella invitación y su corazón se acelero, no sabía qué hacer.
- Bella que me has hecho – Unió sus frentes.
- Nada – Le respondió en un susurro, para luego besarlo.

Bella entro al departamento y se fue directo a su habitación,  Mill ya debía de estar dormida, pues se retiro temprano de la fiesta. Apenas llegó se lanzo a su cama a tratar de ordenar sus ideas, sabía que no podía cambiar su regreso y todo los planes que existían a su alrededor, su matrimonio y su vida junto a Emmett, tal vez todo su vida estuviera planeada paso por paso y cada una de las decisiones de esta fueron tomadas por otros sin que importara su opinión, pero algo si podía hacer y lo haría, la próxima vez aceptaría la invitación de Edward.

Despertó aquella mañana con energías renovadas y sonriente. Sabía que su vida estaba pronto a cambiar, finalmente era dueña de una decisión y lo mejor era que aquello podía compartirlo con Edward. 
Tomo su desayuno y platico con Mill de la fiesta de anoche, sus invitados y lo hermosa que se veía Bella, quiso darle las gracias por el vestido, pero ella se lo impidió, le explico lo feliz que se sentía de ayudarla en alcanzar sus sueño, miro la hora y vio que llegaría retrasada si no se dejaba de conversar,  le dio un beso de despedida y salió disparada. Casi se cae en el último peldaño cuando ve a Edward esperándola en las afueras.
- Buenos días Bella – Sin pensarlo dos veces corrió a los brazos de él y le colgó de su cuello. Edward bajo la cabeza y capturo sus labios.
- Buen día – Fue su respuesta cuando finalizaron el beso.
- Muy buen día – Acaricio sus sonrojadas mejillas.
-Creo que fui muy efusiva – Seguían abrazados en la puerta de salida.
- Me encanta que seas así, aunque espero que sea solo para mí.
- Si, solo para ti – Le dio un breve beso en los labios.
- Bella, me encantas.
- Tanto como tú a mí.
- Vamos.
En el auto siguieron llenándose de besos, Edward tuvo que contenerse nuevamente de no ir más allá con Bella, hizo uso de toda su fuerza de voluntad para no tomarla en aquel lugar.
- Oh Bella, creo que te amo – Lo dijo sin pensarlo, aunque aquello no le quitaba verdad.
- Por favor Edward no te enamores de mí….

Acá un nuevo capitulo...Hoy me porte super bien subí dos capitulos de mis historias...que tengan un FELIZ FIN DE SEMANA....y bueno yo feliz si comentan...si les gusto o no diganlo con confianza.
Besos
Lulu XD 
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