Recuerdame - Capitulo 6


Capitulo 6

A tu lado

Bella POV

El carruaje nos llevo al Central Park, hacía muchísimo frío, aunque eso no le quitaba belleza al lugar, de hecho la nieve en los árboles le daban un aire de cuentos de hadas. Me tomo de la cintura y con un rápido movimiento me dejo en el suelo, quedamos frente a las pistas de patinaje, trato de convencerme de patinar, pero me negué rotundamente.
  
- Conozco mis limitaciones y patinar es una de ellas.
- No lo intentarías por mi – Ame cuando estiro su boca como un niño.
- Lo siento, pero no quiero fracturarme – Iba a hacer otro mohín, pero me acerque a él y bese con suavidad sus labios, aun cuando sonreía había una nota de desconcierto en su mirada – Gracias…por todo.
- Esto es solo el principio.


Y no mintió las siguientes semanas fueron como un sueño para mí, desde aquella tarde que pasó por mí y fuimos al Central Park, no hubo día que no nos viéramos, si no estaba esperando por mí al salir de mi trabajo, me llevaba a almorzar o a veces hasta desayunar, todo aquello dependía de su turno en el hospital.

Nunca dejaba de tener algún lindo detalle conmigo: un mensaje en mi celular, un mail en mi bandeja de entrada, un regalo o cualquier cosa para que no lo olvidara, como si eso fuese posible ya, en realidad aquello no dejaba de asustarme, no había momento del día donde Edward no estuviese presente en mis pensamientos o que no extrañara el verlo. De solo pensar en separarme de él, un sensación de vació se instalaba en mi pecho. Nunca había sido una mujer muy dependiente, pero Edward se estaba transformando en una pieza fundamental de mi vida y de mi corazón, que si llegara a faltar ni siquiera quería imaginarlo sin sentir una opresión. Sacudí con fuerza mi cabeza tenía que sacarme esas ideas, me decidí por sonreír y convencerme a mi misma que era mejor pensar en el presente.


Salí puntualmente de mi oficina y ahí estaba él, oí como algunos compañeros se despedían de mí, les respondí mientras caminaba hasta donde estaba, me puse frente a él,  nuestras miradas se cruzaron, estiro su brazo para tomarme de la cintura y acercarme más, busco con su boca mis labios y me beso con  la mezcla perfecta de ternura y pasión que solo él podía lograr, al terminar unimos nuestras frentes, no importaba cuantas veces nos besáramos seguía teniendo el mismo efecto en mí, el corazón se me disparaba y la respiración se hacia errática, aunque me daba cuenta que al parecer no era solo a  mi a la que le sucedía. Entrelazo su mano con la mía y me guió hasta su auto.

- ¿Cómo estuvo tu día? – Me pregunto al tiempo que abría la puerta de su automóvil para que subiera.
- Bueno, pero ahora mucho mejor – Le sonreí y él me devolvió la sonrisa. Lo seguí con la mirada hasta que subió al auto junto a mí.
- Te he dicho cuanto me gusta tú sonrisa – Como siempre cada vez que me halagaba me sonrojaba – Y también eso – Vi como guiaba su mano a mis mejillas.
 - Mejor fíjate en el camino – Necesitaba cambiar el tema, no creí poder sonrojarme más.
- Esta bien, pero tengo una lista de las cosas que me gustan de ti – Solo le sonreí – Tienes planes para el fin de semana.
- No, bueno el sábado tengo una cita, pero nada más.
- Alguien que conozca.
- No lo creo, pero es un tipo genial.
- ¿Te gusta?
- Mucho – Note como sonreía y yo me sonrojaba de nuevo al notar que hable de más. A pesar de llevar un par de semanas saliendo, el tema de los sentimientos aun no era tocado.
- Pues dile que es un tipo muy afortunado por tenerte.
- Apenas lo vea se lo diré – Cuando el semáforo estuvo en rojo, se acerco a mi y me beso.
- Muy afortunado realmente – El sonido que una bocina rompió la magia del momento, no pude sino reír por la cara de Edward.
- Creo que deberías moverte – Así lo hizo pero unió nuestras manos.
- Bueno que pasa si plantas a tu cita y te escapas conmigo todo el fin de semana.
- Es en serio.
- Por supuesto bueno si….no quieres…yo…- Por primera vez lo vi titubear y sonrojarse ligeramente.
- Edward, nada me encantaría más – Guió nuestras manos unidas a sus labios y beso el dorso de la mía.
- Paso por ti en la mañana.
- ¿A donde iremos?
- Lo siento es una sorpresa.
- Al menos dime que debo llevar.
- Es invierno, así que algo abrigador y ropa cómoda.

Poco a poco disminuyo la velocidad, lo que significaba que ya habíamos llegado a mi departamento, soltó mis manos para bajar rápidamente y abrir mi puerta.
- Sana y salva Señorita – Me ofreció su mano
- Muchas gracias.
- Tengo que irme.
- Si lo se – Me acerque a él.
- Nos vemos el sábado – Con su mano acaricio mi rostro.
- Si – Lo bese suavemente en la mejilla – Adiós.
- Solo eso, no es suficiente – Tomo mi rostro en sus manos y me beso hasta que sentí que mis rodillas flaqueaban – Eso es una despedida.

Me aleje cuando aun me quedaba algo de fuerzas para seguir caminando, me voltee solo cuando estuvimos más alejados, vi su mano agitarse en señal de despedida, subir a su flamante volvo y partir.
Como siempre después de estar con Edward llevaba una sonrisa tatuada en el rostro y tenía la sensación de caminar entre nubes. Busque las llaves de mi apartamento, estaba por abrir, cuando una voz tras de mí me asusto.

- Bella!!!
- Alice - Estaba parada en el umbral de su puerta y me indico con su mano que entrara.
- Ni sueñes con negarte o te juro que te cargo hasta el sofá.
- No pensaba hacerlo – Entre tras mi amiga y me acomode en su sillón.
- Hasta que al fin te veo, pensé que te habían secuestrado.
- No exageres.
- Que no exagere…Bella llevamos semanas en que solo hablamos si te veo en el pasillo o si yo te llamo, pensé que éramos amigas – Hizo un puchero adorable que hacia cada vez que quería hacer sentir mal a alguien.
- Alice sabes que eres mi mejor amiga, solo que estas últimas semanas han sido….no lo sé…indescriptibles.
- Pues descríbelas para que me cuentes – Me reí junto a ella, sabia que si quería que me perdonara tenía que contarle todo.
- Tienes tiempo – Nos acomodamos las dos en su sillón y comencé con mi historia, el malentendido, los globos, la tarjeta, el carruaje, los miles de detalles y muchas cosas más

Sonreía al ver las distintas caras que ponía Alice ha medida que avanzaba en mi relato, se notaba que estaba emocionada y por primera vez desde que la conocía no tenía palabras. Una vez que termine me quede viéndola por unos instantes.

-Mejor que una película romántica.
- No exageres.
- Ay! Bella siempre minimizando todo, no te das cuenta…esta loco por ti, pero ¿y tú?
- Yo…no se – Vi como se me quedaba mirando.
- Isabella Marie Swan, claro que sabes – Alzo sus manos.
- Es que todo es tan repentino – Repentinamente las figuras del cojín de Alice captaban toda mi atención.
- Y eso que Bella, los sentimientos no esperan, llegan cuando menos lo pensamos.
- Lo sé….Alice…creo que lo amo – De un salto se levanto y comenzó a bailar - ¿Qué te pasa?
- Estoy tan feliz por ti Bella – Su abrazo me demostró cuan feliz estaba.
- Gracias, pero….
- No nada de peros, estoy absolutamente segura que él te quiere también. Tengo que conocerlo, que te parece este sábado.
- No puedo, vamos a…salir.
- Y eso que tiene de nuevo salen todos los días.
- Esto es más como un viaje.
- SE VAN DE VIAJE!!!!
- Alice calmate es solo un viaje.
- Y tú dudas que te quiera – Me miro fijamente y puso las manos en su cintura – Tengo una duda.
- ¿Cuál?
- Ya te pidió ser su novia.
- Bueno…- Aunque no quería decirlo, llevaba varios días pensando en aquello. Ahora que por fin había admitido en voz alta lo que sentía por él, necesitaba saber que lugar ocupaba en su vida – No.
- No te preocupes….te lo pedirá muy pronto.

Seguimos hablando un rato más, me dijo que ella se encargaría de mi maleta, cuestión que más que aliviarme, me preocupo, pero como siempre cuando Alice se ponía testaruda era mejor no pelear con ella, así que acepte.

Edward POV

Estaba todo listo para mi fin de semana con Bella, en unos cuantos minutos pasaría por ella. Antes de llegar a nuestro destino final, le tenía otra sorpresa. Realmente no soy del tipo cursi, pero ella saca de mi rasgos que ni siquiera pensé que tenía. Estaba nervioso por lo que podría pasar hoy, hace días una pregunta daba vuelta en mi cabeza y por fin se la haría.
Revise que todo estuviera en orden y me estacione fuera de su edificio. Toque en el numero de su departamento y escuche su voz, con solo eso mi día era más feliz.
- Si?
- Hola soy yo.
- Sube te estoy esperando.

Fui de dos en dos por las escaleras no se por que, pero necesitaba verla. Sonreí cuando la vi  en el umbral de su puerta, se veía preciosa como siempre estaba vestida de forma sencilla y con su pelo suelto, se acerque y la bese, necesitaba sentirla, de inmediatos sus manos fueron a enredarse en mi cabello, mientras profundizaba aun más el beso. Un ligero carraspeo nos hizo separar.

- Perdón…Tu debes ser Edward – Asentí con la cabeza, todavía mi respiración era errática – Soy Alice vecina y mejor amiga de Bella.
- Mucho gusto Edward Cullen – Se acerco y me abrazo.
- Eres tal como te imaginaba.
- Supongo que eso es bueno.
- Claro…me gustas para Bella – Note como Bella soltaba un gruñido y miraba a su amiga – ¿Que? a ti también te gusta.
- Creo que se nos hace tarde no es cierto – Se veía tan adorable cuando se sonrojaba.
- Si…Alice, fue un gusto.
- Prométeme que cenaremos los cuatro.
- ¿Los cuatro?
- Tú, Bella, mi novio y yo.
- Lo prometo.
- Yo que tú no le prometería nada, no conoces lo obsesiva que puede ser.
- Eh Bella que mala, solo soy un poco más….más…especial.
- Si tú lo dices – La vi acercarse a su amiga para despedirse.
- Edward cuídala mucho.
- Lo prometo – Me acerque a despedirme también de ella, luego entro a su departamento.
- Nos vamos – Mire a Bella – ¿Tu equipaje? – Lo indico con su dedo y lo tome, cerró la puerta y nos dirigimos al auto.

El camino estuvo lleno de historias de Bella y Alice, como se conocieron y se hicieron amigas, una que otra locura que habían compartido y lo especial que era para ella. Tome un desvió para llegar a nuestra primera parada, estacione el auto y vi como Bella me miraba dudosa.

- ¿Vamos a acampar?
- No, es una sorpresa que tengo para ti – Bajamos y me dirigí al portamaletas, saque una pala y una bolsa.
- Planeas enterrar a alguien y quieres que te ayude – Me reí ante su ocurrencia, le pedí que se acercara y tome su mano.
- Abre aquella bolsa – La observo un instante y luego a mí, desanudo la parte superior y cayo la bolsa.
- ¿Un árbol?
- Es el árbol de amor – Tome sus manos y me arrodille frente a ella – Bella este árbol significa una promesa, pero antes…quiero hacerte una pregunta… ¿quieres ser mi novia? – Guardo silencio por unos segundos
- Si…- se arrodillo junto a mí y sello su respuesta con un beso. Nos separamos en busca de aire
- Por un momento pensé que me dirías que no.
- Jamás – Nos levantamos sin dejar de separar nuestras manos.
- Bella, este árbol es pequeño y frágil como tú, pero día a día con los cuidados que necesita crecerá hasta hacerse más fuerte y seguir viviendo. Es lo mismo que pasa con mis sentimientos hacia ti, día con día se están haciendo más fuertes. No se como pero te has transformando en algo vital en mi vida, como este árbol necesita el agua para crecer, yo te necesito a mi lado para avanzar – Busque sus labios para besarla y que sintiera todo lo que le acababa de decir – Te amo Bella.
- Yo también Edward.
- Bella yo no quiero obligarte a… - Puso un dedo sobre mis labios.
- Edward Te amo y no hay nada que puedas hacer al respecto.
- Lo único que quiero hacer es demostrarte cuanto te amo Bella – Nos besamos hasta quedar sin aire, nos separamos un momento para seguir besándonos, amaba la sensación de tener a Bella en mis brazos y poder besarla.

Nos dirigimos a plantar nuestro árbol. Bella quería que tuviera la mejor ubicación posible, así que tardamos un rato en encontrarla, después de hacerlo empezó nuestro trabajo,  después de quedar llenos de tierra y agotados por el trabajo, lo logramos.

- Es hermoso.
- Nada en comparación a ti – La abrace fuertemente por la cintura y bese su frente.
- Creo que será mejor que nos vayamos.
- Pero…¿Quién lo va a cuidar?. Es un poco lejos para venir a regarlo a diario – Una sonrisa adorno su hermoso rostro.
- Si lo sé, esto es un parque amor, solo que este sector no esta del todo reforestado aún, pero lo cuidaran y además podemos venir cuantas veces quieres por que es nuestro árbol.
- Me lo prometes – No le respondí, en vez de eso la bese.
- Vamos.
- Hasta el fin del mundo.

Tome su mano y la bese, al verla así junto a mi me sentí feliz como no lo había sido nunca. Caminamos rumbo al auto, pero de alguna manera caminamos también rumbo a un presente maravilloso y un futuro que no veía sin ella a mi lado.

Acá un nuevo capitulo...espero que les guste y me dejen un comentario...no saben lo feliz que me hacen.
BESOS
 Lulu XD
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