Edward POV
Parte 8
Aun cuando Rosalie estaba vestida
de manera muy diferente a la que suele utilizar, podría reconocerla en
cualquier lugar, pues siempre llevaba consigo el colgante de su familia, no se había
separado de él desde que a los quince años sus padres se lo regalaron. A su
lado estaba el imbécil de Emmett McCarthy, aquello me intranquilizaba, pues a
pesar de todo mi abuelo era amigo de los padres de Rose y no quería que ella
fuera engañada por un ser tan despreciable como el orangután que en ese momento
la abrazaba.
Metí en mi bolsillo mi celular,
pues había perdido varios minutos observando a esos dos, por lo que debía
apresurarme para tomar mi vuelo, el mensaje que tenía pensando enviar a Bella
tendría que esperar un momento, además lo más probable es que mi ángel
estuviera dormida. Dio un largo suspiro tratando de hacerme a la idea que
estaría treinta malditos días sin verla.
Cuando finalmente subí al avión y
me acomode, busque mi celular para aprovechar los minutos antes del despegue,
pero para mi sorpresa no estaba en mi bolsillo, comencé a buscarlo como un desesperado no podía creer
que lo hubiera perdido, al parecer notaron mi disgusto pues una azafata se me
acerco para preguntarme si todo estaba bien, cuando le explique la situación me
ofreció utilizar el teléfono con el que ellos contaban, iba a aceptar cuando
caí en la cuenta que no sabía los números de contacto de Bella, dependía tanto
de mi aparato perdido que nunca me tome la molestia de memorizarlos o anotarlos
en otro lugar, casi lance un rugido, pero me contuve además la pobre muchacha
que estaba frente a mí nada de culpa tenía.
Fue el peor vuelo de mi vida,
estaba inquieto y no sabía por qué, pensé seriamente en que apenas llegara a
Italia me iría de vuelta a Nueva York a rogarle a Bella que me dejara estar
cerca de ella, esta separación no me gustaba en lo absoluto. Bufe frustrado parecía
un verdadero paranoico, estaba seguro del amor de mi ángel y aun cuando no me gustaba la idea de una
separación, sabía que al final todo valdría la pena.
Al llegar finalmente al
aeropuerto, tuve la impresión de ver a Rosalie, pero cuando trate de volver a
ver si estaba en lo correcto no encontré ninguna pista de que ella estuviese
ahí, me regañe a mi mismo por pensar eso solo porque la vi en el JF Kennedy, lo
más probable es que su vuelo fuera a Inglaterra junto a sus padres.
Mire el reloj eran las ocho de la
mañana lo que significaba en eran las dos de la madrugada en Nueva York, así
que todavía tenía tiempo para solucionar el problema del teléfono y poder
hablar con ella, porque nada había dicho de hablar o acaso se entendía que la
separación también implicaba no saber nada del otro, no pude seguir
reflexionando pues vi mis maletas, las cuales tome y camine hacia la salida
donde el chofer me esperaba.
Apenas estuve instalado en mi
habitación quise llamar a mi oficina, pero era imposible pues por muy
eficientes que eran todos mis empleados nadie estaría a esa hora, tal vez
podría llamar a Jacob, aquella idea me hizo sonreír despertar a mi amigo era un
sacrilegio para él sus horas de sueño eran preciadas y al parecer también lo
serian para mi, así que decidí que era mucho mejor dormir, pues el día anterior
apenas y lo había hecho, pues me dedique a memorizar cada detalle de su rostro.
Después de dormir casi 12 horas
me levante y agradecí que finalmente la diferencia horaria me fuera útil. Llama
a mi oficina y hable con mi amigo le conté todo y lo único que hizo fue reírse,
pues yo siempre le recomendaba que los números de teléfonos los anotara en su
agenda, tal como mi abuelo me había enseñado diciéndome que la tecnología nunca
superaría al lápiz y el papel.
Le pedí que averiguara los números
de Bella que estaban en mi una carpeta, le advertí que no quería ni una sola
critica por haber realizado algunas averiguaciones sobre ella, solo bufo y me
dijo que en media hora tendría todos lista, por supuesto le dije que esperaba
todo en quince minutos.
Llame a la recepción del hotel
indicando que me enviaran un celular, asi podría realizar todas las llamadas
que necesitaba hacer empezando por la más importante, una vez todo listo de
inmediato llame a Bell a su oficina, fue Jane quien me dijo que acababa de
marcharse a comer con sus amigas, le pedí encarecidamente que cuando volviera
le diera mi recado y si era posible que me llamara. Me dijo que lo haría, pero
algo en su tono me hizo dudar. No podía llamarla a su móvil pues había cambiado
su número recientemente y no se
encontraba dentro de los datos que me envió Jake.
Como deseaba que supiera lo mucho
que la amaba y para que recordara que ni la distancia me hacia olvidar que me
encantaba ver su oficina con flores, me puse en contacto con una florería indicándole
que debían enviar todos los días una ramo, con la cuenta regresiva del tiempo
que nos faltaba para vernos.
Estuve todo el día como niño
pequeño esperando que Bella me llamara, que perdí totalmente la noción del
tiempo y había perdido un día completo haciendo nada, cuando quise llamar
nuevamente a su oficina, era demasiado tarde. Me alegraba en algo saber que
mañana recibiría mis flores.
Al día siguiente desperté con energías
renovadas, hoy tenía una cita con una corredora de propiedades quien se encargaría
de buscarme una casa en Siena para mí y para Bella. Luego iría a la Chigiana para ver cuando comenzaba mi curso.
Al salir de la Academia llame a
la oficina de Bella, nuevamente Jane me dijo que estaba en una reunión muy
importante y que no podía interrumpirla, cuando le pregunte si le había dado el
recado me dijo que si, antes de poder decirle cualquier cosa corto la llamada,
estaba por aventar el teléfono de la frustración cuando choque con alguien, a
quien de inmediato le pedí disculpas, era una mujer, la cual me sonrió y me
dijo que solo las aceptaría si la invitaba un café, por supuesto que todo
aquello me lo dijo en italiano, estuve tentado de decirle que honestamente no
me importaba conseguir su perdón, pero era un caballero así que acepte y la
lleve a una pequeña cafetería, me conto que era alumna de la Chigiana, que
tocaba el violín y varias cosas más, pero apenas y le tome atención, necesitaba
hablar con Bella, así que seguiría insistiendo hasta lograrlo. Metido estaba en
mis pensamientos cuando sentí que mi acompañante rozaba mis brazos y me
coqueteaba, trate de pensar que solo era casualidad, pero al sentir que sus
manos habían bajado demasiado, di un respingo y las quite de mi pierna, ella
solo sonrió y me guiño un ojo. Estuve a punto de auto flagelarme por idiota, solo
a mí se me ocurría aceptar su proposición.
La mire por unos instantes y le
dije lo más claro que pude en su idioma “Mi scusi
signorina, ma io sono un uomo impegnato”, al parecer
aquello no le importo en lo más mínimo pues continuo con su coqueteo, es más me
aclaro que se llamaba Gianna y que era aún más excitante para ella que yo fuera
un hombre comprometido. No pude más, así que me levante de mi lugar deje el
dinero y me fui del lugar molesto conmigo mismo y sintiendo que había
defraudado a Bella.
Finalmente luego de cuatro días en Siena, estaba ya
instalado en mi nuevo hogar muy cercano a la Chigiana, pero lo mejor de todo
fue que finalmente pude hablar con mi ángel, si Jane pensaba seguir inventando estúpidas
excusas para no comunicarme le iría muy mal, mas no lo hizo y al fin mi corazón
y mi alma estuvieron alineadas. Platicamos durante mucho tiempo, no puedo negar
que me sentí absolutamente feliz cuando me pregunto por qué no la había llamado
antes, le conto la pérdida del teléfono en el aeropuerto, no sé muy bien por
qué pero no le conté que la había llamado no quería que tuviera problemas con su
secretaria, deje pasar todo con solo oír su voz volví a sentirme feliz, volví a
sentir esperanza.
Al día siguiente me levante con una sonrisa de oreja a
oreja por haber oído a mi ángel, pero la
felicidad solo duro unos segundos cuando recordé que no le pedí su nuevo número,
además algo me causo cierta extrañeza Bella no menciono las flores que le había
enviado, tal vez la emoción nos embargo a ambos y lo olvidamos. El sonido de mi
celular me saco de mis cavilaciones al ver el numero vi que era mi amigo.
Hablamos unos segundos hasta que me explico que me
llamaba pues el día de ayer Bella había ido hasta la empresa a averiguar mi
dirección en Siena, casi le grito al preguntarle cómo fue tratada, el solo bufo
y me pidió que me callara, me conto que él no estaba en las oficinas, pero tal
como ordene la atendieron como la futura Sra. Cullen y le entregaron toda la
información que había pedido. Me sentí aliviado al saber que la habían tratado
como se debía y que cualquier otra novedad con respecto a ella me llamara sin
importar la hora.
Deje mi mente volar al saber que
Bella había ido a mi oficina para averiguar dónde estaba, estaba tan feliz que
al sentir que alguien tapaba mis ojos quise morir de alegría la pensar que era
ella, pero me sentí totalmente decepcionado cuando al voltear estaba Gianna,
acaso no entendió el mensaje del día anterior. La mira con desgano a lo que
ella solo sonrió con coquetería, cuando trato de acercarse más a mí la detuve y
le grite “Gianna che tu capisca che il mio cuore è proprietario
e padrone”, sin
responderme nada se marcho. Ya lo tenía decidido si me la volvia a potar y su
comportamiento conmigo no cambiaba simplemente me marcharía, aunque no creo que
fuese necesario pues en el fondo de mi corazón presentía que volvería muy
pronto a ver a Bella.
Decidí no llamarla aquel día pues
sabía que no me contendría y le preguntaría por que fue a la oficina. Mi
corazón comenzó a latir con fuerza cuando oí el timbre de mi casa, me levante
casi corriendo, pero me sentí decepcionado cuando era un muchachito de una
empresa de encomiendas quien estaba ahí, me pregunto si era el “Signore” Cullen,
cuando asentí me entrego una caja, firme lo que correspondía, me fui directo al
sillón y abrí la caja. Al hacerlo el alma se me fue al piso.
Durarte más de un minuto me quede
sin reaccionar, tome aquella cajita que estaba dentro, se veía tan
insignificante y pequeña, pero que sin abrirla sabía con certeza su contenido,
ahora entendía por que Bella quiso saber donde vivía….acababa de enviar
devuelta el anillo.
Las palabras en italiano
significan:
Mi scusi signorina, ma io sono un uomo impegnato
= Perdone Señorita, pero soy un
hombre comprometido.
Gianna che tu capisca che il mio cuore è proprietario
e padrone = Gianna quiero que entiendas que mi corazon tiene
dueña y la amo
Espero que les guste y
comenten!!!! Muchas Gracias por sus comentarios anteriores….y como les dije en
los próximos capítulos todo se ira desenredando XD
Besos
Lulu XD