Edward POV
Parte 9
No podía dejar de mirar aquel
anillo, simplemente mi mente se negaba a procesar lo que esto significaba, que
mi ángel ya no quería nada conmigo, que ya no me quería, que no la vería dentro
de unas semanas como habíamos quedado. ¡Maldita sea! Lance con todas las
fuerzas que pude un florero que se encontraba cerca, él cual como el idiota que
soy había adornado con flores esperando por ella, siempre esperándola.
Mire todo a mi alrededor y me
sentía cegado por la rabia, el dolor, la pena, todos aquellos sentimientos
mezclado y al punto de la ebullición. Bella acababa de mandar al carajo todas
mis ilusiones, con tan solo devolverme
el anillo, sentía como si me hubiese lanzado todo el amor que siento por ella a
la cara.
Necesitaba salir, tomar algo de aire, cerciorarme
que seguía vivo pese a tener el corazón roto. Tome mi chaqueta y corrí como un
loco al exterior, el aire frio me ayudo a despertar de aquel mal sueño, pero el
problema es que no lo era, esta era mi triste verdad, ella no me amaba más, no quería
un futuro a mi lado, realmente me sentía tan insignificante.
Tome mi celular y con fuerza marque el numero
de la oficina de Bella, necesitaba oírla una vez más, necesitaba gritarle lo
que me había hecho, lo reconozco estaba fuera de mis cabales, pero quería
respuestas, las necesitaba para seguir adelante. Como siempre fue Jane quien me
contesto, cuando le pedí hablar con ella, me dijo que no estaba, realmente todo
esa cantaleta me estaba cansando, todo parecía una rutina, yo llamaba a Bella y
su muy inepta secretaría me decía que estaba ocupado o no estaba. No aguante
más y le grite que me comunicara con ella, me juro que no estaba que de hecho
se había tomado unos días. Sin darle una respuesta corte la comunicación, no sé
qué fuerza guio mis dedos, pero llame al detective privado que contrate y le
pedí que averiguara todo lo que pudiera de Jane, algo no terminaba de encajar
con ella y quería salir de dudas, agradecí un momento que mi mente pensara en
otra cosa.
Los siguientes días simplemente fueron
un caos, me hundí en mi desesperación, actuaba como un autómata, vivía por
vivir, comía por tener algo que hacer. Decidí cambiarme a un departamento más
pequeño, no podía seguir en un lugar que compre pensando que seria para mi
Bella y para mí.
Debo reconocer que me hundí en el
alcohol, estuve casi durante un mes con una rutina autodestructiva, después de
terminar mis clases iba al bar más cercano y bebía hasta que ya nada me
molestaba, hasta que lograba borrar todo de mi mente. El problema es que cada
vez iba peor en mis estudios, no podía ni quería concentrarme, todo me
resultaba indiferente. No fue hasta que toque fondo que decidí hacer algo para
dejar de ser aquel ser patético en el que me había convertido.
La ayuda vino de la persona que
menos espere, Gianna, la encontré un día en el bar, llevaba varios días sin ser
víctima de su particular acoso por lo que al verla hice lo usual, la ignore. Ya
llevaba varios copas encima cuando fue al baño, al ir de regreso una guapa
mujer que venía en mi dirección, casi
caigo ahí mismo al ver que tenía cabellos color chocolate y olía a fresas como
ella o acaso era ella, comenzó a besarme y yo solo atine a decir “¿Bella?”, ella solo siguió besándome sin
darme ninguna respuesta, cuando la pregunte de nuevo solo rio y ese fue el
momento exacto en que supe que no era ella. Su risa era seca y casi macabra, la
de mi ángel siempre fue melodiosa y llenaba mi corazón. Me la quite de encima de
la manera menos gentil que alguna vez haya usado contra una mujer y me aleje de
ahí. Llegue a la salida y me caí en la vereda, no supe bien que sucedió pero
fue Gianna quien me ayudo. La mira y solo atine a decirle “muchas gracias”, nunca supe con certeza si lo digo o me lo
imagine, pero podría jurar que respondió “eres
un buen hombre Edward, no dejes que ellos ganen”.
A la mañana siguiente desperté en
mi departamento, sobre mi cama y con una resaca que taladraba todos mis
sentidos, cuando recordé a Gianna me tense pensando si algo había ocurrido
entre nosotros, pero al ver que estaba con toda la ropa puesta incluso los
zapatos, suspire aliviado. En algún lugar lejano mi celular sonaba, no quería
moverme de mi posición, pues incluso aquello significaba un esfuerzo
sobrehumana, cuando el sonido termino se sentí aliviado, pero al instante
siguiente comenzó de nuevo, me moví casi a ciegas y encontré mi teléfono sobre
mi mesita de noche. Creo que apenas logre murmurar un saludo, era Jacob al otro
lado de la línea quien soltó una carcajada por mi especial manera de contestar,
cuando le dije que no estaba para juegos su voz se volvió seria y me dijo que debía
de contarme algo sumamente importante sobre Bella, que debía volver de
inmediato. Aquello me altero solo le pregunte si estaba bien a lo que me respondió
que sí, eso era la único que necesitaba saber, le pedí que no me contara nada
más de ella, antes de volver a verla tenía que mejorar yo, dejar de ser al
parasito en él que me había convertido, le rogué a mi amigo que no me contara
nada de ella, saber que estaba bien era suficiente para mí. Trato de insistir,
pero cuando fui lo suficientemente claro con él dejo el tema por la paz.
Me di una ducha para reponerme,
luego de esta tome una decisión, volvería a tomar las riendas de mi vida, había
superado muchas tragedias en mi vida, esta no me iba a matar, solo me haría más
fuerte. Además como símbolo de mi lucha decidí poner el maldito anillo en un
colgante y colgarlo a mi cuello.
Sabía que era una masoquista al
tenerlo ahí tan cerca de mi corazón, pero lo necesitaba para recordar que pese
a todo Bella fue real y que cuando nos volviéramos a ver le diría a la cara todo
el daño que me causo. Lo presione con mayor fuerza con mis dedos, aquel trozo
de metal se había transformado en un símbolo en mi vida, uno que me recordaba
que los finales felices no existen y que cuando un ángel te toma entre sus alas
lo mejor que puedes hacer es escapar.
Los siguientes meses fueron de
intenso aprendizaje y de mucho esfuerzo,
me volví un alumno devoto y trate de ser el mejor en mis clases, tratando de
alguna manera que mis maestros olvidaran mi primer mes ahí. A Gianna la vi un
par de veces y como siempre se me abalanzaba o tomaba mi brazo, siempre me
pregunte como lograba saber con tanta exactitud donde me encontraba, cuando se
lo pregunte solo me sonrió. Nuestros encuentros solo duraban unos minutos en los
que parecía que estuviera posando junto a mí, era sumamente divertido verla,
abrazarme, tomar mis manos y recargarse en mi hombro, todo en menos de cinco minutos
y luego simplemente marcharse.
Varias veces Jacob insistió en el
tema de Isabella, pero yo simplemente no podía o no quería hablar de ella, era
como reabrir una herida que a duras penas estaba cicatrizando, así que solo le
preguntaba si estaba bien, al decirme que si daba el asunto por terminado.
El problema surgió cuando una de las
veces la respuesta fue no, Jake me informo que días atrás habían entrado al
departamento de Bella, no sabía muchos más detalles, solo que ella no estaba
ahí y que se había cambiado de casa. Casi me volví loco del solo pensar que
algo pude ocurrirle, así que aprovechando que se venían unos días libres de la
academia, decidí viajar a Nueva York, necesitaba verla aun cuando fuera de
lejos.
Hice todos los arreglos y saldría
al día siguiente. El vuelo fue eterno, estaba ansioso de solo pensar que estuviésemos en la misma
ciudad junto a Bella. Jacob fue por mí, lo note nervioso y cuando le pregunte
que le sucedía, me dijo que me lo diría en el auto, lo primero que me pidió fue
que me calmara y que trato de decírmelo antes, pero yo como el cabezota que soy
no quise oírlo, no dije nada y le indique que siguiera hablando, no soportaba estar
en ascuas, dio un dramático suspiro “Bella
está embarazada”. Mi sangre se helo
en ese preciso instante, pero también pude entender por qué me había devuelto
el anillo, ya había encontrado un sustituto, aun cuando lo hizo demasiado
pronto, tal vez volvió con el imbécil de Emmett y ahora serian padres, pensé en
pedirle a Jacob que volviéramos al aeropuerto. Cuando llevábamos un par de
minutos de silencio mi amigo me miro de reojo y me pregunto si estaba bien con
la noticia. Quise golpearlo, por supuesto que no estaba bien, el amor de mi vida
estaba esperando un hijo de otro, un momento después Jake aparco en cerca de mi
antiguo apartamento “no entendiste nada
verdad”.
“Hay algo que deba entender”, quise golpearlo cuando oí su risa. “Edward, Bella sigue embarazada”. Aquello
fue un verdadero shock. Bella seguía esperando a nuestra bebe, como podía ser
posible, porque nunca me lo dijo, que rayos estaba pasando. Le pedí que me
contara todo lo que sabía. Jacob solo me conto que la había visto y que había tratado
de contármelo, que me llevaría a su nueva dirección, pero solo después de que
descansara, que aparecer en calidad de zombie frente a ella nada mejoraría.
A regañadientes le hice caso,
necesitaba recargar todos mis energías para cuando la volviera a ver y le
pidiera todas las explicaciones que merecía.
A la mañana siguiente mi amigo pasó
temprano por mi rumbo al departamento de Bella. Estuve casi media hora sentado
afuera de su casa buscando la fuerza para encararla, estaba por bajar del automóvil cuando la vi y mi corazón volvió a latir como
hace meses no lo hacía. Si era posible se veía más hermosa con su pancita y ese
brillo tan especial.
Hice que Jacob la siguiera,
llegamos hasta Macy´s en el centro de la ciudad, note que al entrar estuvo a
punto de caer, quise correr a ayudarla, pero solo haría que se asustara. Mi
amigo me pidió que me calmara ideo todo un plan, chocaría accidentalmente con
ella y la invitaría un café, una vez allí aparecería yo y hablaríamos. El plan
fue casi perfecto, solo que Bella se rehusó la invitación de Jake, yo estaba escondido
como un acechador mirándola. No pude evitar sonreír cuando rechazo a mi amigo.
Una vez que admitió su derrota decidí
que la esperaría en la entrada de su casa. Así lo hice le pedí a Jacob que se
fuera, pero que me dejara su automóvil, solo me miro y asintió, cuando la vi
llegar baje de inmediato y tome su brazo. Su mirada demostraba lo impresionada
que estaba por verme, no pude evitarlo y de inmediato comencé a reclamarle
todo, trato de explicarme, pero para mí sus palabras estaban vacías, sentía
tanto dolor por su engaño.
De un momento a otro algo cambio
note lo pálida que estaba y que se llevaba las manos al vientre. Cuando me dijo
que acababa de romper fuente, parte de la rabia que sentía se esfumo por que
iba a ser padre con la mujer que tanto amaba, porque sin importar nada más…amaba
a Bella…mi ángel.
Acá un nuevo Edward POV....espero que les guste.
Muchas Gracias por todos sus comentarios.....sigan comentando asi me hacen saber que les parece!!!
Besos