Entre tus alas - Capitulo 24


Capitulo 24

Era cierto finalmente había llegado el momento de aclararlo todo. Tome la mano de Edward y lo guíe hasta la sala, ninguno quería despertar a nuestra pequeña y además la noche sería muy larga. Me fui un momento a la cocina en busca de café, cuando todo estuvo listo nos preparamos para desnudar nuestra alma.
- ¿Quién comienza? – Pregunte un poco nerviosa.
- Primero las damas…- Me sonrió y tomo mi mano, la sostuvo y deposito un suave beso en ella. Nos acomodamos y quedamos sentados frente a frente en el sofá.

- Bueno entonces seré yo – Di un largo suspiro – Descubrí que seguía embarazada el mismo día que te marchaste, pero obviamente ya estabas en vuelo cuando lo confirme por lo que aquello complicaba un poco mi idea de contártelo – Trate de sonreír – Apenas lo supe una alegría indescriptible lleno mi alma, nuestro bebe seguía aquí con nosotros, pero por otro lado sentí una furia ciega por el doctor que nos digo que lo había perdido. Mi doctora al escuchar mi historia de inmediato me insto a que lo denunciara.
- ¿Lo hiciste? – Me interrumpió.
- Si, pero primero fui al  hospital a buscar al doctor Volturi, para mi sorpresa no estaba, es más  una de las enfermeras me digo que había renunciado hacía un par de días y nadie sabía nada de él. Pedí hablar con el director, les explique que si no me dejaban hacerlo me encargaría de destruir a todos y cada uno de los que estaban ahí mirándome sin hacer nada. Creo que eso surtió efecto., pues de inmediato fui llevada con él, cuando le explique la situación se deshizo en disculpas, luego pidió ver mi expediente, él que por alguna extraña razón está desaparecido. Al investigar más a fondo descubrimos que todos los procedimientos que se llevaron a cabo aquel día con respecto a mi caso, estuvieron alejados de toda ética, es mas la enfermera que atendió mi caso también desapareció.
- No descansare hasta que haberlos encontrados a ambos, te lo juro Bella. ¿Qué mas paso? – Se acerco más a mí.
- Los denuncie a la policía e interpuse una demanda de negligencia médica en contra de Aro Volturi y su equipo. Existe una orden de arresto en su contra, pero aun no logran dar con él. Eso despierta las sospechas de todos, su desaparición tan misteriosa hace patente que oculta más de lo que creemos – Edward se levanto hecho una furia del sillón
- Maldito, si lo tuviera cerca… – Respiraba con dificultad – Lo destruiré, nunca en toda su vida podrá volver a ejercer su profesión él ni nadie de los que estuvieron implicados.
- Eso es lo que espero, pero cálmate – Me pare junto a él y lo abrace hasta que su respiración se tranquilizo – Volvamos a sentarnos…- Cuando ambos lo hicimos Edward me abrazo por detrás haciendo que mi espalda quedara apoyada en su pecho.
- Mucho mejor.
- Bueno después de saber todo eso, espere que me llamaras, pero pasaron tres días hasta que pude escuchar tu voz, quise decírtelo de inmediato, pero había decidido ir a verte, algo tan importante tenía que contártelo personalmente así que al día siguiente partí rumbo a Italia.
- Así que si fuiste a Italia – Me removí en sus brazos para que me soltara y quedar frente a él.
- ¿Cómo lo sabes? – Lo mire sorprendida.
- No lo sabía, lo sospechaba. Mi amigo me digo que habías ido a las empresas a buscar mi dirección, aquello me dio esperanzas de que me quisieras buscar y te espere….hasta que recibí el anillo y todo pareció desmoronarse – Iba a decir algo, pero me detuvo – Antes que sigas quiero aclarar algo, apenas tuve un celular nuevo en mis manos te llame a tu oficina, pero Jane me dijo que estabas en una reunión, lo mismo que me digo al día siguiente cuando volví a llamarte.
- Jane te digo eso, pequeña arpía, pues no era verdad, tenia ordenes de que apenas me llamaras, sin importar nada debía de pasarme tu llamada. Me alegra haberla despedido – Volvió a abrazarme de la misma forma que hace unos momentos.
- ¿Despedida? Apoyo tu decisión amor, pero puedo saber el motivo.
- Recuerdas la última vez que Emmett apareció en mi oficina – Lo sentí asentir – Pues le aclare que si aquello volvía a suceder la despediría y paso Emmett apareció un día de la nada, entro y comenzó de nuevo todo su discurso de que no le importaba nada que estuviese embarazada de otro, parecía un loco hablaba de planes, de matrimonio, un futuro juntos, cuando le grite que se largara no me hizo caso, luego le grite a Jane que llamara a seguridad, tardo más de la cuenta en hacerlo, así que cumplí mi amenaza.
- Sabias que Jane y Emmett fueron amantes – Me sorprendí ante aquello, siempre sospeche algo así, pero nunca pensé comprobarlo.
- Lo sospechaba, hubo una época en la que me miraba como burlándose de mí y además estaba el hecho que Emmett siempre parecía saber donde estaba o tenía acceso ilimitado a mi oficina, pero tú ¿Cómo lo supiste?
- Hice que lo investigaran – Su voz sonaba tan tranquila como si lo que hubiese hecho fuese lo más normal del mundo y no una intromisión a su vida privada – Y antes de que me critiques, lo hice para protegerte de él.
- Gracias – Bese su brazo que me acunaba, aunque aquello rayaba en lo ilegal algo en mi se sentía feliz porque se tomara aquellas molestias por mí.
-¿Qué paso en Italia? ¿Por qué nunca te vi?
- Yo si te vi a ti. Recuerdo que me sentía tan feliz de verte y poder contarte que nuestro bebe estaba bien. Estaba en los alrededores de la Chigiana. Te vi a lo lejos, sonreías con esa sonrisa tuya que siempre me deja sin defensas, me acerque unos paso para sorprenderte, pero me quede congelada en mi lugar, pues una hermosa morena cubrió tus ojos y tu sonrisa se ensancho aún más, luego te diste vuelta para verla y yo hice lo mismo, pero para huir de ahí – No pude evitar que las lagrimas se hicieran presente, recordar aquello me dolía y mucho.
Los brazos de Edward se movieron y me dejaron de espalda, recostada en el sillón mientras él quedaba sobre mi cuerpo, se acerco muy despacio hasta quedar a unos centímetros de mis labios.
- Sabes por qué sonreía ese día – Negué con la cabeza sentí que había perdido la capacidad del habla – Por qué no dejaba de pensar que en cualquier momento te vería, que aparecerías a mi lado y podría besarte – Eso fue exactamente lo que hizo para luego añadir – No sabes la desilusión que sentí cuando vi que era la insoportable de Gianna quien estaba tras de mí y no tú.
Al oír el nombre de esa mujer, sentí que ardía en celos por lo que trate de levantarme del sofá y quitar a Edward de encima. Al parecer se dio cuanta pues apreso mi cintura con una de sus manos mientras que con la otra acariciaba mi rostro.
- Te han dicho lo hermosa que te ves celosa.
- Edward no se parece que esta sea la mejor manera de conversar – Me beso apasionadamente, luego se reincorporo y se fue a una silla cercana, lo vi inhalar y exhalar hasta que volvió a hablar.
- Por favor sigue.
- Cuando vi aquello simplemente hui. Lo reconozco me comporte como una adolescente, pero estaba tan dolida que no me importo,  verte con otra fue horrible para mí, pero pensé que si eras feliz con ella,  yo tenía que aprender a serlo también. Luego cuando llegue a mi casa, me odie por ser tan cobarde y no hablar contigo, iba a contarte algo importante y salí corriendo por miedo. Después perdí el anillo, aquello fue casi una señal que de te había perdido a ti también.
- ¿Perdiste el anillo?
- Fue casi como un acto de magia…desapareció un día y la siguiente apareció, no quise pensar mucho en ello, mi mente ya estaba lo bastante ocupada.
Durante varios minutos reino el silencio en la habitación solo el sonido de nuestras respiraciones llenaban el lugar. Me levante hasta llegar a la ventana y mirar al exterior, lo sentí tras de mí, no necesitaba que me tocara para saberlo.
- ¿Qué más paso amor? Cuéntamelo todo – Oí su voz tras de mí.
- Cuando decidí que tenía que contarte llegaron a mi oficina unas fotos donde salías con Gianna,  según mi percepción se veían tan felices y yo estaba destrozada, sentí que aquello era el golpe de gracia. No quise saber nada más de ti y me prometí que te contaría la verdad cuando estuviera curada de tanta pena. Por mucho que sintiera que merecías ser feliz, no podía soportar que no fuera conmigo, pero sabes me arrepiento de no haberte dicho que seguía embarazada, no tenía derecho a hacerte sufrir y ocultártelo, perdóname Edward -  Me di la vuelta hasta quedar frente a él y lo abrace como si la vida se me fuera en ello.
- Ángel no puedo decirte que no me duele lo que paso, que me lo hayas ocultado, pero en el fondo de mi corazón te entiendo, todo jugo en nuestra contra.
- Todo – Deje un suave beso en su pecho – Creo que ahora es tu turno.
- Creo que no es mucho lo que puedo decirte en realidad – Cruce mis piernas al estilo indio en el sillón esperando por su relato, Edward estaba de pie a espaldas de la ventana – Perdí mi celular y casi me vuelvo loco de la desesperación, luego no pude hablar contigo sino hasta tres días después, porque según Jane estabas muy ocupada. Eso si me encargue de hacer que te llegaran a diario flores – Lo mira como si estuviera loco, jamás recibí ninguna, luego recordé algo y simplemente me sentí furiosa.
- Maldita Jane – Mis manos se transformaron en puños.
- ¿Qué sucede? - Se acerco hasta quedar a mi nivel.
- Me enviabas flores. Varias veces las vi en el escritorio de mi secretaria, pero claro según me digo eran regalos de su novio. En el fondo siempre tuve la esperanza que fueran para mí.
- Lo eran, siempre fueron para ti, incluso cuando creía que entre nosotros no había ya nada, seguí enviándotelas para que cambiaras de parecer.
- No entiendo porque Jane quería separarnos o lo que fuera que pensaba hacer, en que le molestaba que yo fuera feliz contigo.
- En un momento también lo pensé, pero creo que ella era solo un instrumento, era la persona que más cerca estaba de ti así que le era más sencillo saber tus pasos y todo lo que hacías.
- Si no era ella, entonces ¿Quién? ¿Emmett? – Me reí por aquello – Lo siento, pero no creo que sea tan inteligente como para urdir un plan como este.
- Él no, pero yo conozco alguien que sí. No te lo había dicho, pero antes de partir vi a Emmett y a Rose juntos en el aeropuerto, al principio me fue difícil reconocerla, pero luego supe que era ella. No creo en las coincidencias con esos dos, estoy seguro que están detrás de todos estos malos entendidos.
- ¿Por qué? Acaso crees que Rosalie te sigue amando.
- No, Rosalie solo me ama a ella misma, pero creo entender por qué hace todo esto.  El orgullo herido puede mucho más que un corazón roto – Lo mira por que no entendía nada – Rose se caso con Royce por que le deje muy claro que nunca la haría mi esposa, no me interesaba de esa manera, nunca lo hizo, de alguna forma siempre pude verla por lo que era realmente una niña minada. Como debió haberle dolido saber que me había enamorado de una mujer maravillosa y que sería padre con ella, debió enfurecerse con la noticia. Yo estaba logrando todo lo que ella quería, pero claro sin ella.
- Creo entenderlo, pero y Emmett ¿Dónde encaja en todo esto?
- Tengo ciertas sospechas, sabias que está en la ruina…Así es sus negocios van de mal en peor, pero hace unos meses cierto consorcio inyecto dinero a su empresa, podría apostar que fue Rose.
- Sigo sin entender – Tomos mis manos y nuevamente quedamos sentados frente a frente.
- Bella, Hope es una Cullen – Asentí – Sin importar si tu y yo estamos juntos, es mi hija y por tanto dueña de todo lo que yo poseo, todo, como su madre tú tienes derechos también sobre ese dinero.
- Maldito Emmett, crees que se acerco a mí por interés. Iba a usar a mi bebe.
- No lo sé con exactitud, pero es lo único que tiene sentido para mí.
Después de pensarlo unos segundos también tenía sentido para mí, todo encajaba a la perfección, cada vez que se acercaba a mí me gritaba que no le importaba quien fuera el padre de mi bebe, que lo querría como suyo, que me amaba…maldito y mil veces maldito, si lo tuviera en frente lo golpearía.
- Edward puedo preguntarte algo – Me recargue suavemente en su pecho.
- Lo que quieras amor – Sentí su caricia en mis cabellos.
- ¿Por qué regresaste?
- Jacob, mi amigo, me insistió muchas veces para que volviera, hasta que finalmente me conto que habían entrado a tu antiguo departamento, casi me vuelvo loco pensando que pudo pasarte algo. Así que volví y te vi tan hermosa con tu pancita, sentí una mezcla indescriptible de emociones rabia, pena, pero sobre todo alegría por saber que seriamos padres, que no podrías separarte nunca de mi…Bella sin importar nada…te amo y siempre lo hare, eres el amor de mi vida.
- Oh Edward, pensé que nunca volvería a oírte decir eso…yo también te amo, tanto, tanto que fue la fuerza de este amor lo que hizo seguir adelante.
Sin decir nada más, nos besamos para sellar nuestro amor, sus labios me enloquecían, nuestras lenguas tenían su propia danza, sentir el sabor de Edward en mi boca era la sensación mas maravillosa del mundo.
Lo amaba tanto o más que antes, ya no había dudas entre nosotros y fueron terceros quienes trataron de destruir algo tan maravilloso como nuestro amor. No pude evitar que unas lágrimas cayeran, creo que lloraba de felicidad y pena, todo mezclado. Se separo de mis labios y lo oí hablar.
- ¿Estás bien? – Me abrazo fuertemente contra su pecho.
- Edward a quien le hacíamos daños amándonos, nunca herimos a nadie y ellos simplemente se dedicaron a separarnos por ambición, por envidia, por revancha, no puedo entenderlo. Quien les dio ese derecho.
- Ángel no sufras – Beso mi frente – Ellos siguen creyendo que no sabemos nada. Podemos usarlo a nuestro favor.
- ¿En qué piensas?
-En que llego el momento de que nosotros tómenos revancha Bella. Rosalie y Emmett se van a arrepentir de lo que nos hicieron.

Holaaaaaaa…Primero que todo perdón por la tardanza, pero el Señor Gripe me vino a visitar y me mando derecho a la cama, provocando que hasta mi inspiración se viera enferma!!! Espero que les guste el capitulo… ya se aclaro todo, todavía quedan un par de detalles, pero ya todo la verdad se sabrá.
Como les dije estamos en la recta final creo que quedan dos capítulos y tal vez un epilogo…¿Qué dice el público?




Besos
Lulu XD
>