La última oportunidad - Capitulo 12


Capitulo 12


Victoria miro el rostro de Bella, estaba tan enrojecido que hacia juego con el color de su propio cabello, luego su mirada se quedo enganchada en la de su amigo, trato de regañarlo por aquella actitud, no es que le molestara que estuviera con alguien en su oficina, su preocupación iba más bien ligada al hecho de que no quería que Isabella sufriera.


- Alguien piensa decirme que sucede.

- Creo que no hay mucho que explicar – Respondió un enfurecido Edward.

- ¿No mucho? Pues entonces explícame lo poco que puedas.

- Victoria, yo…- Se acerco hasta Bella y la abrazo.

- Cálmate cariño tú nada tienes que explicar.

- Pero, yo también – Miro a Edward y luego a Victoria – Estaba con….

- Si, pero no eres tú la que tiene como política no mezclar la vida personal con el trabajo ¿cierto? Edward.

- Bella, puedes dejarnos unos momentos a solas – Trato de cambiar la dureza de su voz y se acerco a ella, acaricio suavemente su mejilla y agrego – Por favor.

- Esta bien – Bella salió de aquel lugar y se fue directo a una de las salas de ensayos.



Edward miro a Victoria durante varios segundos hasta que se sentó en la silla de su escritorio y soltó un bufido de exasperación.

- Vamos di lo que quieres decir.

- ¿La amas? – Aquella primera pregunta no se la esperaba – Es simple Cullen lo haces o no. Si me dices que no la amas, yo misma me encargo que nunca más vuelva al MET.

- No te atrevas, Victoria – Se levanto violentamente, aquello no asusto en lo absoluto a su amiga que lo conocía de toda una vida.

- Edward, no quiero que juegues con ella, acaso no ves lo dulce e inocente que es. No se merece que la trates como a otra más de tú lista.

- Nunca la he tratado así.

- Pero terminaras haciéndolo, después de un tiempo cortaras la relación y cualquier vínculo con ella. La ignoraras y solo cuando tú creas que es adecuado volverás a dirigirle la palabra. Bella es demasiado joven para ese juego y lo sabes  - Su  mirada estaba cargada de reproche – Pero…

- ¿Pero qué?

- Pero si la amaras todo sería distinto.

- No la amo – Al decirlo fue incapaz de mirarla a los ojos.

- Entonces déjala que se vaya, que termine su trabajo aquí. Ambos sabemos que hace días podría haberse marchado, así que no hay problema en que se vaya.

-  Escúchame bien Victoria – Se paro frente a ella – Isabella no se ira de mi lado.

- ¿Nunca? – Le pregunto sonriéndole.

- No se ira.

- Oh Edward, pero ella si se ira. No te lo digo solo se ha venido por unas semanas y al parecer sus días aquí están terminando.

- No se irá – Lo repetía como si de un karma se tratara.

- Solo vino de vacaciones Cullen.

- Ella se quedara aquí, a mi lado.

- Por Dios reconócelo de una vez – La exasperaba lo testarudo que podría llegar a ser su amigo.

- La amo, maldita sea y hare cuanto esté a mi alcance para que se quede junto a mí.

- Ves que sencillo es – Se acerco a él y lo abrazo – No sabes lo feliz que me hacer verte enamorado.

- Al menos alguien es feliz en esta habitación.

- ¿Acaso tú no lo eres?

- No lo sé, estoy confundido, no me siento yo mismo…estoy casi todo el día distraído mirándola, sintiéndola, en las noches solo cuento las horas para verla…patético ¿no?

- Diría enamorado, solo vívelo….siéntelo…amala, deja de ser tan racional, incluso a la hora de amar.

- ¿Es así con James?

- Claro, supe que James era el indicado para mí cuando en el jardín de infantes tiro de mi pelo.

- Estas loca – Dijo aquello sonriendo.

- Bienvenido al mundo del amor – Su mirada se torno seria – Edward….ella ¿te ama también?

- No lo sé – Se dejo caer en su silla – Y eso es lo que me tiene loco.



Bella descargo toda su angustia bailando, cuando entró a una de las salas de ensayo había alguien dentro, pero le dijo que no le molestaba que ella estuviera ahí, era un pianista llamado Mike, así que aprovechando la música que este tocaba se dejo llevar por ella.


Necesitaba aclarar su mente, por lo que cerró sus ojos, siempre lo hacía cuando pensaba, debía tener claridad en cuanto a los pasos a seguir en su vida cada día amaba mas a Edward y separarse de él le provocaría un dolor insoportable, pero debía hacerlo, quedarse significaba vivir huyendo de Emmett y de su propia familia, por un instante pensó que lo mejor hubiese sido que su encuentro con él solo estuviese limitado a lo vivido bajo la lluvia, pues ahora que pasaba la mayor parte de su día con él, cada segundo compartido solo la hacían comprobar que tendría que hacer uso de toda su fuerza para alejarse y partir.


Dio un largo suspiro y recién en aquel momento cayó en la cuenta que la música había parado, al mirar al piano vio que Mike ya no estaba ahí. Cuando su vista fue a parar a la puerta vio que cerca de ella estaba recargado Edward, quien se acerco hasta ella y simplemente la beso. La tomo de la cintura para acercarla a su cuerpo, también para guiarla hasta la pared y recargar ahí su espalda.


Siguió besándolo, tratando de obtener en aquella unión la respuesta que necesitaba, si lo amaba o no. No pudo evitar pensar que si no sintiera algo por él no podría besarlo así, con esa entrega y algo más que no quería definir. Solo se separo de ella cuando noto que necesitaban un poco de aire.

- Adoro verte bailar, pero no que otros lo hagan.

- ¿Qué hiciste con Mike? – Le sonrió al ver como fruncía el ceño cuando le pregunto por él.

- Lo mande a averiguar algunas cosas ¿Te molesta?

- En lo absoluto – Lo abrazo por la cintura y apoyo su cabeza en su pecho. Aspiro su aroma y dejo un beso cerca de su corazón.

- Bella, solo cuarenta y siete horas más.



Nunca en la vida de Bella dos días habían pasado con tanta rapidez. Cuando lo noto ya era su cumpleaños y de alguna forma también le fecha límite que se había autoimpuesto para marcharse, después de pasar la noche con Edward se marcharía sin mirar atrás.

- Feliz Cumpleaños – La voz de Mill llegaba desde la puerta.

- ¿Cómo?

- Jane – Le extendió una pequeña cajita.

- Pero…

- Acéptalo y ya – Se acerco a ella, tomo la caja y la abrazo – Esto es de Jane – Leyó la pregunta en los ojos de Bella – Lo dejo cuando comenzó todo su plan, ella te quiere.

- Lo sé….yo también la quiero.

- Ahora vamos a desayunar. Edward acaba de telefonearme, vendrá por ti dentro de media hora.

- ¿Media hora? Pero si mi horario de trabajo es…- Bella recién caía en la cuenta que él no pensaba llevarla al MET, sino a un lugar distinto.



No acababa de terminar de desayunar cuando oyó el timbre y corrió a abrir la puerta. Ahí estaba él vestido de manera casual, pero no por eso menos hermoso, era un verdadero deleite para los sentidos y por las siguientes horas solo sería para ella.

- Feliz cumpleaños – La abrazo hasta que los pies de Bella dejaron de tocar el suelo, luego le dio un pequeño beso en los labios.

- Gracias.

- Estas hermosa.

- Tú también – Se perdió en la profundidad de sus mirada, pocas veces ambos estaban a la misma altura, así que aprovecho aquello y le robo un beso, cuando iba a darlo por terminado, Edward no se lo permitió y lo hizo más exigente. Fue un muy poco disimulado carraspeó lo que evito que el beso fuera aún más pasional.

- Buenos días Edward – Mill lo saludaba con una sonrisa en los labios.

- Buenos días querida Mill – Dejo suavemente a Bella y se dirigió a su amiga, para besarla en la mejilla.

- Bueno los dejo – Se dio la vuelta y desapareció por la puerta de su estudio.

- Nos vamos –Edward tomo la mano de Bella y unió a la suya.

- Sí – Era lo único que podía decir.



Durante todo el trayecto no logro que le dijera ni media palabra de donde se dirigían. Cada vez que le preguntaba, él paraba el vehículo y la besaba, cuando lo hizo por tercera vez supo que no lograría que le dijera absolutamente nada.

Miro el paisaje que los rodeaba para ver si obtenía alguna pista, pero fue inútil no tenía ni la menor idea de donde estaban. Solo sabía que estaban en la carretera, lo cual en sí mismo no era una pista muy buena.

Repentinamente freno el auto frente a un pequeño hotel, lo supo por que en la entrada lo decía. Era hermoso parecía sacado de algún cuento de hadas o algo así. Se quedo tan prendada a él que no supo que Edward había salido del auto y que en ese momento le ofrecía su mano.

- Bella también podrás verlo por dentro – Tomo su mano y la ayudo a salir.

- ¿Qué hacemos aquí?

- Aquí pasaremos todo el fin de semana.

- ¿Todo el fin de semana? – Aquello cambiaba por completo tus planes.

- Algún problema con ello – Le pregunto mientras la atraía a su cuerpo.

- No, es solo que pensé que la pasaríamos en tú casa ¿acaso no quieres que la conozca? – Bella se dio cuenta que se sentía herida al saber que Edward no quería mostrarle su casa, un pedacito de su intimidad, pero luego supo que eso era lo mejor.

- No es eso amor. Solo que quiero tenerte estos días solo para mí…el domingo te llevare hasta mi casa, que también es la tuya – La beso y simplemente Bella olvido todo.



Una vez instalados decidieron recorrer los alrededores, salieron con sus manos entrelazadas y una sonrisa de oreja a oreja. En aquel lugar solo se respiraba paz y tranquilidad.

- ¿Dónde quieres ir?

- No lo sé. Qué tal si seguimos el camino, escuche que nos lleva al pueblo o algo así.

- Tus deseos son ordenes – Beso su mano y emprendieron su camino.



Tal como lo había dicho Bella llegaron hasta el pueblo, no pudo evitar gritar como una niña cuando vio que en la orilla de la bahía había una feria de entretenciones. De lejos se podía ver la rueda o la montaña rusa. Edward noto la excitación y la llevo hasta ahí.

-  Veo que te gustan.

- Nunca había estado en una, siempre las vi de lejos…gracias…gracias – Lleno su rostro de besos como si él fuese el gestor de aquello.

- Vamos nos subiremos a todos los juegos.

Como lo había prometido no quedo ni un solo juego en el cual no subieron, sin importar si eran demasiado mayores para estar en ellos. Se divirtieron como dos niños pequeños, Edward no podía dejar mirar el rostro de felicidad de Bella.

En los puestos de comida compraron hot-dogs y dulces. Luego jugaron en varios de ellos. Fue finalmente Bella quien gano un oso gigante para Edward, quien un tanto ofuscado lo acepto, cuando iba por su revancha, ambos frenaron en seco en un stand en particular que rezaba “SOLO PARA ENAMORADOS”. Se miraron y sin decir palabras caminaron hasta el. Un alegre hombre los saludo.

- Buenos días ¿desean casarse?

- ¿Cómo? – Pregunto Bella.

- Este es el registro civil para el amor. Yo soy el encargado de casarlos simbólicamente, aunque el compromiso más importante se lleva en el corazón.

- ¿Cuánto cuesta? – Le indico el precio, el cual Edward pago de inmediato y sin pensarlo. Le entrego un ramo de flores a Bella y unos anillos a Edward.

Los miro a ambos seriamente y comenzó con su discurso, hablaba del compromiso y el amor, de la importancia de la confianza entre dos personas que se aman. Poco a poco comenzaron a llegar curiosos a ver el enlace.

Edward sostenía con fuerza la mano de Bella y la miraba de reojo, notaba como un suave rubor cubría sus mejillas y eso solo hacia que se viera aun mas hermosa.

Bella estaba emocionada, pues esta sería la única boda que su corazón reconocería, tal vez en un par de meses estaría haciéndolo legalmente con otro, pero solo esta sería la que tendría algún valor para ella.

Cuando el improvisado juez de paz les pregunto si se aceptaban como esposos ambos respondieron “Acepto”, Edward de manera firme y contundente, Bella un poco más bajo y nerviosa. Hicieron el intercambio de anillos, ambos sumamente sencillos, pero con un valor incalculable para ambos. Una vez finalizada la ceremonia todos los presentes comenzaron a gritar por el beso.

Edward tomo el rostro de Bella entre sus manos y la beso, olvidando por completo los espectadores, cuando sintió que una lluvia de pétalos caí sobre ellos tomo su mano, les sonrieron a todos y corrieron en busca de algún taxi, lo único que deseaban era llegar lo más pronto posible al hotel.





Corrieron por las escaleras hasta quedar frente a la puerta de su habitación, saco la llave y miro a Bella.

-Ahora quiero pasar la noche de bodas con mi esposa – La cargo como novia y entro a la habitación.



 Recien he logrado subir el capitulo!!! Ayer blogger no funcionaba...Espero que les guste y comenten....Gracias por los comentarios anteriores.

Besos y que tengan un lindo fin de semana

Lulu XD


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