Capitulo 7
Inicios
Edward POV
Tómanos la
carretera que nos llevaría a nuestro destino. Íbamos en silencio y nuestras
manos entrelazadas, no podía evitar cada cierto tiempo llevarla a mis labios.
Notaba como se sonrojaba cada vez que lo hacia, pero me era inevitable no
hacerlo, al verla me preguntaba que había hecho para merecerla.
Con ella a mi
lado todo lo malo que me había tocado vivir en este último tiempo había valido
la pena, toda la decepción y el sufrimiento se vieron recompensados con creces
al tener a Bella. Recorrería el mismo camino sin dudarlo si tenía la certeza
que al final estaría ella.
Después de
tantos meses, por primera vez tenía
ganas de contarle a alguien todo lo que me había pasado, el distanciamiento con
mis padres, el quiebre con Tanya y todas las desastrosas repercusiones que
aquello tuvo, quería decírselo todo, desahogar mi alma. De Bella sabía casi
todo. Era hija única, su madre había muerto hace unos años en un accidente de
transito, razón por la cual se fue a vivir con su padre a Forks, donde él era
el jefe de policía. No era de muchos amigos, de hecho solo tenia unos pocos en
la escuela y ahora solo estaba su mejor amiga Alice y el novio de esta.
Todavía no
tocábamos con la profundidad que yo quería el tema de Jacob Black, quería saber
cuan importante era o fue en su vida. También me contó, que logro una beca en
NYU y después de terminar sus estudios, decidió quedarse en Nueva York cosa que
debía agradecer a algún ser superior porque gracias a eso la conocí.
Después de una
hora de viaje llegamos a nuestro destino, esperaba que le gustara a Bella.
Rosalie me convenció que aquel era un lugar ideal para una escapada romántica,
era un pequeño hotel en las afueras de la ciudad, en ese momento estaba rodeado
de nieve lo que le daba un toque de magia. Me estacione en la entrada para
evitar tener que caminar un tramo muy largo, había logrado conocer a la
perfección los problemas que tenía Bella para andar en terrenos planos y sin
mayores complicaciones, no quería imaginar lo complicado que podría resultar
para ella caminar sobre hielo, aunque pensar en cargarla me hizo dudar por unos
instantes.
- Llegamos,
espero que te guste – Le dije dudoso.
- Oh!! Edward
es precioso – Sonreí al ver su cara de felicidad mientras miraba el hotel - Parece un castillo.
- Entonces
serás una princesa todo el fin de semana.
- ¿Y tú que
serás? - Me pregunto sonriendo.
- Tú esclavo.
- Suena muy
tentador – Baje del auto y me apresure a ayudar a Bella.
- Soy todo
suyo, princesa – Bese la punta de su nariz.
Estaba por
llegar a sus labios cuando vi al valet parking que se acercaba, amablemente me
ayudo con las maletas, mientras le susurraba a Bella que se adelantara, no quería que se
congelara esperando aquí afuera.
Bella POV
Todavía no podía creer todo lo que había sucedido. Tenía
la esperanza que Edward me pidiera ser su novia, pero que lo haya hecho y
además escucharlo decir que me amaba superaba todas mis expectativas más
optimista.
Todo me parecía un sueño y no podía negar que estaba algo
asustada por tanta felicidad, como siempre mi lado pesimista no tardaba en
aflorar. Temía que en cualquier momento algo malo pudiera suceder, tanta
felicidad me asusta, me reprendí varias veces por dejarme llevar por ese tipo
de pensamientos, lo importante era el ahora, el presente, por algo lo llamaban
así, el regalo que no se puede desperdiciar por estupideces.
No sentí cuando entro a la estancia, pero sus manos
tomaron mi cintura para abrazarme y acercarme más a él.
-¿Cómo estas? – Me pregunto muy cerca de mi oído.
- Feliz – Creo que no existía otra palabra mejor que
pudiera explicar como me sentía. No pude evitar que mi inseguridad hablara y
agregar - ¿tú?
- Preguntándome como llegue a merecer a alguien como tú,
algo bueno he hecho en mi vida si te tengo aquí.
- Pues creo que mejor dejamos de lados la preguntas y nos
dedicamos a aprovechar nuestro viaje.
- Como usted diga, princesa.
Con su mirada busco la mía, me regalo aquella sonrisa
torcida, que había aprendido a amar y unió nuestras manos. Me guió hasta la
recepción, donde nos indicaron nuestra habitación y nos entregaron una lista de
actividades que se realizarían aquel fin de semana.
El botones nos llevo hasta la puerta de la habitación y
acomodo las maletas en la entrada, vi como Edward le daba la propina y cerraba
la puerta tras el. Yo me había adelantado unos pasos para admirar lo bello que
era el lugar, tenía una gran ventana que dejaba ver lo hermoso del paisaje. El
cuarto estaba pintado en tonos suaves que ayudaban a relajarse, al fijar mi
mirada en la gran cama no pude evitar sentir mariposas en la panza, si algo era
seguro es que ambos la compartiríamos, ahora quedaba preguntarse la forma en
que lo haríamos.
Sentí que besaba mi cabello y me di vuelta para mirarlo.
Acaricie su rostro con mi mano, delineando su perfección, aun no podía creer
que fuera real y que me amara, le sonreí antes de acercarme a sus labios y
besarlos. No se cuanto tiempo estuvimos así o cuando acababa uno y comenzaba el
otro, solo sabía que podría estar así toda mi vida.
Finalmente nos separamos cuando el oxigeno se hizo realmente
necesario, nos tomo un tiempo acompasar nuestra respiración y decir algo.
- ¿Tienes hambre? – Pensé decirle que no, pero mi
estomago gruño antes de poder contestar – Veo que sí o mas bien lo oigo.
- No te burles.
- No lo hago amor, solo me preocupo. Que te parece si
vamos a comer algo.
- Te molestaría que me de un baño primero.
- No para nada – Me pareció ver una nota de preocupación
o algo más cambiaba sus facciones, pero lo descarte de inmediato – No olvides
que te amo.
Después de unos quince minutos estaba lista para ir a
comer. Lo vi sentado en un sofá cerca de la ventana, con la vista perdida en
sus pensamientos. El solo hecho de mirarlo provocaba que mi corazón latiera más
rápido. Creo que fue el sonido de mis latidos lo que lo alerto de mi presencia,
por que volvió su rostro hasta donde estaba y me indico que me acercara. Me
queda parada frente a él, pero jalo de mi brazo para hacer que quedara sentada
en sus piernas. Tomo mi rostro con sus manos y me beso, yo rodee su cuello con
mis brazos para profundizar nuestra unión.
Sus labios junto a los míos era la sensación más exquisita del mundo,
pero no pude evitar que mi estomago volviera a gruñir, creo que me sonroje más
allá de lo posible.
- Mejor vamos a comer – Solo asentí.
El restorán del hotel era tan bello como todo el lugar, íntimo
y con una atmósfera muy romántica. Solo un par de mesas estaban ocupadas por
otras parejas tan envueltas en su mundo como nosotros. Elegimos la más apartada
de todas, antes de terminar de acomodarnos ya estaba uno de los mozos
pasándonos las cartas. Leímos un par de minutos en silencio e hicimos nuestro
pedido. Edward pidió vino blanco para acompañar.
- Te he dicho que te amo.
- Solo un par de veces, pero no me canso de oírlo.
- Pues mi querida princesa permítame decirle que la amo.
- Como yo a ti…Edward – Nos acercamos para darnos un
pequeño beso en los labios.
Nuestra comida llego en un par de minutos y se veía
deliciosa, mientras comíamos hablábamos de todo un poco, quería saber más cosas
de mi, aunque ya le había contado casi todo de mi vida. Note que él casi nunca
hablaba de la suya, temí que guardara un secreto terrible o algo por el estilo,
pero luego me reía por lo paranoica que resultaba ser. La mayoría de las veces
me hablaba de su hermano Emmett, pero nunca de sus padres, que por lo que sabía
estaban vivos, pero no es muy buenos términos con él.
Cuando termínanos pedimos el postre, estábamos por
marcharnos a nuestra habitación. Mas una voz proveniente del un escenario
instalado en una esquina, nos detuvo.
- Bienvenidos sean todos a esta noche especial….de
karaoke….si desean decirle a la persona que aman cuan especial es…pues que
mejor, díganlo cantando – Mire a Edward que soltó mi mano y se dirigió hasta
donde se encontraba el animador – Bueno aquí un primer enamorado…su nombre.
- Edward Cullen.
- ¿Qué canción vas a dedicar? – Vi como elegía entre las
opciones que le dieron.
- Quiero dedicar esta canción a Bella…gracias por decir
que si…Te amo – Me acerque a la silla más próxima y me senté para verlo.
Los primeros acordes llenaron el salón…
Tú, coleccionista de canciones
dame razones, para vivir.
Tú la dueña de mis sueños
quédate en ellos y hazme sentir.
Y así en tu misterio poder descubrir
el sentimiento eterno.
Tu con la luna en la cabeza
el lugar en donde empieza
el motivo y la ilusión de mi existir.
Tan solo tú, solamente quiero que seas tú
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
solo tu, solamente quiero que seas tú
pongo en tus manos mi destino porque vivo
para estar siempre (siempre) siempre siempre contigo amor
Tu, coleccionista de canciones
mil emociones son para ti
tu lo que soñé mi vida entera quédate en ella
y hazme sentir y así ir transformando la magia de ti en un respiro del alma
Tu con la luna en la cabeza
el lugar en donde empieza
el motivo y la ilusión de mi existir
Tan solo tú, solamente quiero que seas tú
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
solo tu, solamente quiero que seas tú
pongo en tus manos mi destino porque vivo
para estar siempre contigo
Ya no queda más espacio en mi interior
haz llenado con tu luz cada rincón
es por ti que con el tiempo mi alma siente diferente
Solo tú, solamente quiero que seas tú
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
solo tú, solamente quiero que seas tú
pongo en tus manos mi destino porque vivo
para estar siempre (siempre) siempre siempre contigo amor
dame razones, para vivir.
Tú la dueña de mis sueños
quédate en ellos y hazme sentir.
Y así en tu misterio poder descubrir
el sentimiento eterno.
Tu con la luna en la cabeza
el lugar en donde empieza
el motivo y la ilusión de mi existir.
Tan solo tú, solamente quiero que seas tú
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
solo tu, solamente quiero que seas tú
pongo en tus manos mi destino porque vivo
para estar siempre (siempre) siempre siempre contigo amor
Tu, coleccionista de canciones
mil emociones son para ti
tu lo que soñé mi vida entera quédate en ella
y hazme sentir y así ir transformando la magia de ti en un respiro del alma
Tu con la luna en la cabeza
el lugar en donde empieza
el motivo y la ilusión de mi existir
Tan solo tú, solamente quiero que seas tú
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
solo tu, solamente quiero que seas tú
pongo en tus manos mi destino porque vivo
para estar siempre contigo
Ya no queda más espacio en mi interior
haz llenado con tu luz cada rincón
es por ti que con el tiempo mi alma siente diferente
Solo tú, solamente quiero que seas tú
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
solo tú, solamente quiero que seas tú
pongo en tus manos mi destino porque vivo
para estar siempre (siempre) siempre siempre contigo amor
Me
quede unos segundos sin nada que decir, solo cuando escuche los sonidos de unos aplausos me uní a ellos. Note como sonreí
en mi dirección y le lance un beso.
-
Realmente eres un hombre enamorado – Oí como le decía el animador, mientras
bajaba del escenario – Algún otro voluntario.
Me
acerque a recibirlo y lo bese, quería que en aquel beso pudiera sentir todo lo
que yo sentí al escucharlo cantar para mí, tenía una voz preciosa y creo que en
ese minuto lo ame más.
Salimos
de ahí rumbo a nuestra habitación tomados firmemente de nuestras manos,
cualquier inseguridad que pude sentir había quedado atrás. Estaba segura que era
lo que quería, así que apenas cruzamos el umbral de la puerta se lo hice saber
a Edward o más bien se lo demostré.
Acá un nuevo capitulo!!!! Espero les guste y me dejen sus comentarios.
Besos
Lulu XD