Capitulo 26
Decidí que lo mejor era renunciar
al bufete, porque consideraba que era éticamente reprobable llevar un caso
donde mi clienta era una mujer a la cual no deseaba ver y que se había encargado
de destruirme, si es cierto estaba
mezclando lo personal con lo profesional, pero todo lo sucedido me parecía una razón
del suficiente peso para mi alejamiento de la firma. No podía hacer bien mi
trabajo sabiendo todo lo que Rosalie King había hecho.
Aun cuando quisieron que me
quedara, me negué, le explique a Michael parte de mis motivos y al parecer los
comprendió, solo me advirtió que la información del caso era confidencial,
estuve tentada a decirle que aquella advertencia era innecesaria, pero
comprendí que estaba cumpliendo con su deber.
Se acerco a mí y me abrazó
fuertemente.
-Siempre espere que todo fuese
distinto entre nosotros – Beso mi frente y se marcho de la que hasta hace unos
momentos era mi oficina.
Para reforzar aún más nuestra
supuesta separación decidí ir hasta la oficina de Edward, donde sabía estaba
Jane, si ella era la fuente de información de esos dos, aquella nueva escena de
peleas confirmaría aun más que sus ´maquinaciones habían tenido éxito.
- Buenos días – Salude fríamente
- Bella – La mira con rabia –
Buenos días.
- Necesito hablar con Edward…ahora.
- Lo siento esta en una junta.
- Acaso se esta negando – Sin esperar
respuesta avance a su oficina y abrí las puertas.
La mirada de Edward demostró lo
sorprendido que estaba por mi acción, estaba por sonreírme cuando le hice un
gesto para que no arruinara el plan. De inmediato una máscara de frialdad cubrió
su rostro.
- ¿Qué forma es esa de entrar
Isabella?
- Lo siento Edward, trate de impedírselo.
- Puedes retirarte Jane – Y asi
lo hizo.
Edward se levanto y vino hacia
mi, quiso besarme pero no lo deje, lo quede mirando unos segundos y me fui al
otro extremo de la oficina.
- ¿Qué pasa ángel?
- ¿Edward?
- Así me llamo.
- No, así te llama Jane, no debería
ser Sr. Cullen – Se acerco a mí y me abrazo por atrás.
- ¿Celosa?....
-o-
Todo estaba preparado para la
fiesta, no podía negar que estaba un poco nerviosa, aquella era finalmente la
noche donde “ellos” recibirían su merecido. Lo mejor de todo es que ni siquiera
lo verían venir. Como era obvio yo no debía
ser vista hasta el momento preciso, estaría algo así como en la sombras. Edward
se negaba a dejarme ahí, pero era necesario, en aquel momento él era el rostro visible de todo.
- No me gusta no poder gritarles
a todos que eres mía – Se acerco y me abrazó
- Ya lo harás, cuando todo esto
acabe – Inhale su aroma y me acomode en su pecho.
- Te amo ángel, nunca lo olvides –
Beso mi frente.
- Nunca lo hare – Estaba por
marcharse, pero lo tome de su chaqueta – Te amo también.
Comenzaron los discursos de
agradecimientos por la cuantiosa donación de las empresas Cullen a los
hospitales de niños, hablaban de la importancia de tener responsabilidad
empresarial, de unirse a este tipo de cruzadas, de ayudar a otros cuando la
vida te ha sonreído, esto último lo entendía a cabalidad, la vida simplemente
me había dado mucho por lo que estar agradecida y una de ellas, estaba de pie
en el escenario.
- Bueno amigos, solo quiero decir
que los agradecimientos no son necesarios, las donaciones que realizamos, las
hacemos de corazón porque creemos en el trabajo de estas instituciones. Ahora
para que entiendan mejor su labor quisiera mostrarles un video.
Las luces se apagaron y aproveche aquello para sigilosamente
ubicarme tras una columna. El video no llevaba más de treinta segundos cuando
todos comenzaron a murmurar e incluso a lanzar exclamaciones de sorpresa y
molestia. No pude evitar sonreír al ver el primer objetivo cumplido y a uno de “ellos”
acabado…