Entre tus alas - Capitulo 25

Capitulo 25



Habían pasado dos semanas desde que Edward y yo hablamos aclarando todos los malentendidos que se tejieron alrededor de nosotros, además durante esos días pudimos comprobar que Emmett y Rosalie eran quienes estaban detrás de todo, lo más increíble es que la ayuda vino de quien menos creíamos.




Estábamos en nuestro departamento, que  ya sentíamos como nuestro hogar, cuando alguien toco el timbre, supuse que sería mi madre o mis amigas, pero casi caigo de la impresión cuando veo a Gianna en la entrada, por un instante quise cerrarle la puerta en la cara, mas al parecer se dio cuenta de aquello y me suplico que la dejara hablar. En ese preciso instante apareció Edward con Hope en los brazos, la mirada que dirigió a aquella mujer me dejo helada, había furia en sus ojos.

- ¿Qué haces aquí? – Se encamino a ella.

- Edward necesito hablar con ustedes – hablo rápido y con su marcado acento italiano – es importante.

- Pasa – Edward no entendió mi actitud y me miro sorprendido – Déjala que hable…amor – Sabia que con aquello lo calmaría.

- Tienes cinco minutos – Le dijo en voz dura a Gianna, mientras acomodaba en sus brazos a nuestra bebe que dormía profundamente.

- Primero que todo quiero pedirles perdón por todo. Nunca quise que sufrieran…sé que en parte fui yo la culpable de que estuvieran separados.

- No te des tanto aires, tu solo fuiste una cosa más de miles – Me senté junto a Edward y tome una de sus manos para que callara y se tranquilizara.

- Lo sé, pero sé que Bella nos vio juntos cuando fue por ti a Italia, de hecho sabia que nos estaba viendo cuando te cubrí los ojos – Edward iba a explotar, pero lo contuve – Lo siento y sabia también lo de las fotografías por eso me acercaba a ti, es poses tan extrañas…les pido perdón de corazón – Realmente sonaba arrepentida, pero para aceptar sus disculpas necesitaba saber sus motivos.

- ¿Por qué lo hiciste? No nos conocemos en que podría afectarte mi vida, mi felicidad – Estaba sentada frente a nosotros y retorcía las manos en su falda.

- Fui contratada por dos personas, una inglesa y un gorila americano. Necesitaba el dinero, creo que soy un cliché, así es como lo llaman ¿verdad? – Asentí – Mi  familia es pobre y yo fui becada en la Academia, pero odiaba estar siempre sufriendo por el dinero, no poder ir a ninguna parte o comprarme cosas lindas, por que debía elegir entre comer o ser frívola. De repente aparecieron ellos dos con su propuesta sencilla que involucraba mucho dinero, conquistar a Edward o al menos estar junto a él cada vez que ellos me lo ordenaran,  me pareció un poco descabellado, pero deje de dudar cuando me mostraron una fotografía, eras sumamente guapo – Se sonrojo ligeramente – Así que simplemente accedí a su plan, no entendía muy bien nada, pero el dinero era bueno.

- ¿Qué cambio ahora? – La voz de Edward era un poco más tranquila.

- Me di cuenta que era una maldad seguir adelante con todo esto, cuando los vi en el hospital, pude sentir ese amor tan grande que se tienen, mataría porque alguien me mirara alguna vez como Edward te mira, es tan único, tan mágico…y tu Bella lo miras con esa misma intensidad. No puedo seguir con esto, no tengo derecho, no eres como me dijeron, nada es como me contaron….así que simplemente no puedo.

- ¿Quiénes son los que te contrataron Gianna? – Creo que no necesitaba escuchar sus nombres para saber quiénes eran.

- Creo que lo saben, pero si necesitan nombre se los daré…Emmett y Rosalie, no se sus apellidos, pero supongo que ustedes sí. Ellos los conocían muy bien.

- ¿Qué pasara contigo? ¿Cómo sabemos que esto no es parte de un nuevo plan?

- Edward ellos creen que volví a Italia, están seguros que ustedes terminaron y que solo por qué tu abuelo esta aquí siguen juntos. Ello ya no me necesitan, pero estén atentos casi podría apostar que tienen planeado el golpe de gracia a su relación.

Gianna estuvo unos momentos más junto a nosotros para luego partir a Italia. Edward no estaba del todo convencido de su cambio, pero yo le creía, algo me decía que no mentía.



Mi mirada estaba perdida en el paisaje, hoy finalmente pondríamos en marchar nuestra vendetta personal contra “ellos”, ni siquiera merecían que pronunciáramos sus nombres. Gianna hablo del golpe de gracia final y ambos necesitábamos estar preparados para eso, así que después de mucho trabajo con Edward finalmente logre convencerlo que mi idea era lo mejor para sacarlos definitivamente de nuestro camino. Nuestras familias estaban prevenidas de los pasos que pensábamos seguir, les pedimos que no nos preguntaran nada, habíamos decidido no dar muchos detalles, lo único que les dijimos es que confiaran en nosotros.


Hace una semana habíamos logrado tomar contacto con Jane, más bien fue Edward fue quien hablo con ella, no permitió que se nos acercara ni a Hope ni a mí, además sin saberlo ella,  la utilizaríamos para nuestros planes. El se encargo de decirle que ya no estábamos juntos y que quería vengarse de mí. Le ofreció empleo en sus empresas a lo que ella acepto encantada, no puedo negar que ardía en celos de saberla cerca de él, pero como siempre Edward sabia como sacarme esas ideas de la cabeza. A pesar de que no habíamos hecho aun el amor, pues no me sentía del todo cómoda, me demostraba en cada beso y toque subido de tono que me amaba.


Sentí como unos brazos se cerraban en torno a mi cintura y unos labios recorrían mi cuello, di un suspiro y me di vuelta para quedar frente a él, como siempre su boca capturo la mía y nos fundimos en un apasionado beso que nos dejo sin aire a los dos.

- Ángel sabes cuánto te amo -  Apoyo su frente en la mía.

- No, no lo sé ¿Cuánto? – Le respondí coquetamente y le sonreí.

- Más de lo que te puedes imaginar – Me levanto unos centímetros del suelo y me beso como  solo él podía hacerlo, haciendo sentir mil cosas maravillosas a la vez.

- Debemos irnos – Lo dije muy pegada a sus labios – Edward sabes que debemos de hacerlo.

- No, no debemos…Bella entiendes lo que me pides.

- Un mal menor por algo que vale la pena.

- Es una locura, lo más probable es que termine sobre ti – Se acerco aún más si era posible a mí – A besar tus labios, tocar tu piel, acariciar lo que es mío.

- Edward – Mi voz apenas fue un murmullo – No lo hagas más difícil.

- Planean irse dentro de este año o quieren probar si la ventana es indestructible – La voz de Bree nos volvió a la realidad. Ella cuidaría de Hope las horas que Edward y yo estaríamos fuera – Lo siento rompí algún momento mágico par de tortolos.

- Solo ignórala Edward.

- Claro ignórala Edward, pero te doy un consejo antes de salir. O te das una ducha muy pero muy fría o piensas en tu abuelo teniendo sexo. Porque hay huellas que son muy notorias – Edward bajo su mirada al pantalón mientras yo trataba de contener la risa.

- Bree será mejor que vayas a cumplir con tu deber de hoy – La mira tratando de sonar seria.

- Claro mientras tu cumples con tu deber también – Lanzo un beso al aire y se fue.

- Lo siento – Mire a Edward mordiéndome el labio.

- Ese gesto no ayuda mucho ángel – Saco con suavidad mis labios de mis dientes y tomo mi mano – Sera mejor que nos vayamos ya, de solo pensar en lo que nos espera ya me siento menos….- Miro hacia abajo – estimulado.



Íbamos en su auto, pero llegado un punto entraría yo primero y lo esperaría unos minutos. Como era de suponer Edward trato de convencerme que no era tan buena idea, pero no me deje persuadir, ante mis ojos esta era la mejor idea que podríamos tener, debíamos demostrar en público que el plan de “ellos” había funcionado, que ya no estábamos juntos, esa era la única manera de estar prevenidos para un ataque mayor y dejarlo sin armas, demostrarle que ellos ganaron. Mientras nosotros buscábamos las pruebas necesarias para hundirlos, porque ninguno de los dos se salvarían y los golpearíamos en donde más les dolía.

- Bella te amo – Tomo mi rostro entre sus manos y me dio un pequeño beso – No lo olvides.

- No lo hare. Tu tampoco…te amo Tony – Bese su nariz y baje del auto.


Mire para ambos lados y me encamine al restorán, Edward me dejo dos calles abajo, segundos antes de llegar vi como “ellos” entraba al lugar, como era de esperar Jane había hechos su trabajo. Sonreía para mis adentros y camina con paso firme. Cuando llegue trate de mostrar mi rostro tensó, como si la sola idea de estar aquí me molestara, hable con el encargado y me llevo hasta mi mesa.

- Desea algo de beber – Me pregunto un camarero.

- Un juego de frambuesas por favor – Le di una sonrisa y se fue. Mire por todo el lugar y supe que “ellos” estaban en uno de los privados, en cambio yo estaba en un lugar muy visible.


Agradecí cuando trajeron mi jugo, según lo habíamos planeado Edward llegaría en unos quince minutos, sabía que odiaba dejarme tanto rato sola en el restauran, pero era necesario. Como lo supuse me envió un mensaje diciéndome que me amaba, hice todo el esfuerzo posible para no sonreír, al cabo de unos minutos nuevamente tuve que reprimirme pues lo vi llegar.

- Buenas noches – Cuando intento besar mi rostro no se lo permití y solo susurre un “disculpa”.

- Llegas con retraso.

- Tenia cosas más importantes que hacer – Vi como se contuvo de tomar mi mano que descansaba en la mesa.

- Fuiste tú el que me cito acá ¿Qué quieres? – Me murmuro “besarte”, lo mire ceñudamente y me respondió.

- Saber si Hope es mi hija o no – Se cuanto le dolía decir aquellas palabras.

Hablamos durante mucho tiempo de los pasos a seguir en la  conversación que mantendríamos en el restauran con nuestros dos testigos estelares invitados. Si Emmett iba tras la fortuna Cullen usando a mi bebe, necesitaba que dudara así seria muchos más sencillo cazarlo, además de paso Rosalie gozaría viéndonos peleándonos.

- Por qué habría de responderte aquello.

- Exijo un examen de ADN – Elevo su voz haciendo que las pocas personas que allí se encontraban nos quedaran mirando.

- Puedes calmarte, no deseo escándalos. Y para que lo sepas no le hare ningún examen a mi bebe…escúchame bien es mío…solo mío – Hice un ademán de pararme, pero obviamente Edward debía impedírmelo.

- No me dejas solo. Siéntate – Su mirada era llena de disculpa, pero su voz sonaba dura y eso me estaba encantando, sino fuera abogada creo que me encantaría ser actriz.

- Que otra cosa quieres hablar – Mi voz no quedaba atrás en cuanto a dureza.

- Desde cuando eres amante de Emmett McCarty o es que nunca dejaron de ser pareja.

- Y tu alguna vez olvidaste a tu noviecita Rosalie, yo solo fui una más – Note como escribía en una servilleta a toda velocidad, luego disimuladamente me la mostro “eres la única en mi vida”.  Casi mando todo nuestro plan a la borda y lo beso. Él lo noto y sonrió muy pagado de sí mismo.

- Mi vida privada no es de tu incumbencia Isabella, no desde que me hiciste creer que habíamos perdido al bebe. ¿Qué ganabas mintiéndome?

- Creo que te he explicado en muchos idiomas distintos que no te mentí.

- Ahora resulta que el médico se equivoco. Por Dios eso ni tú te lo crees.

- No me importa lo que pienses. Léemelo los labios Cullen…Déjame en paz – Esta vez me levante por completo y Edward no me lo impediría. Antes de hacer un último acto más le dije perdón solo moviendo los labios y le lance mi jugo de frambuesas encima.



No puedo negar que se veía divino todo lleno de jugo. Salí evitando mirar hacia atrás pues sabía lo difícil sería contenerme y ayudarlo a limpiase, eso sin contar la risa que amenazaba aflorar cuando vi su rostro de sorpresa por mi actitud.


Estaba esperando un taxi cuando sentí una mano que me aferraba de mi muñeca, volteo lentamente para mirarlo a la cara y retarlo por llegar tan pronto a mi lado.

- ¿No tendrías que seguir adentro? – Pero de inmediato me arrepentí de lo dicho, mis palabras fueron perdiendo fuerza a medida que las pronunciaba, no era Edward quien estaba ahí, sino Emmett.

- ¿Sabías que estaba adentro? – Me miro sorprendido por aquello. Si supiera que no me refería a él en lo absoluto.

- Claro te vi entrar con alguien – Quise abrazarme a mi misma por la respuesta que logre crear.

- Bueno, vi lo que paso allí adentro, ese niñato no tenía ningún derecho de tratarte así.

- Gracias, pero estoy bien – Mire por sobre el hombre de Emmett y vi a Edward saliendo del lugar. Apenas vio donde estaba y con quien, vino de inmediato.

- Aléjate de ella – Su voz sonaba furiosa. Me tomo del brazo y me acerco a él.

- Desaparece niño, Bella necesita un hombre a su lado – Trato de acercarse. Por un instante pensé que toda nuestra actuación perfecta se iría al traste por la actitud de novio celoso de mi novio.

- Bella – Lo mire tratando de que me entendiera sin palabras – aun no terminamos de hablar.

- Yo creo que sí. Adiós Edward – Agradecí que en ese momento un taxi viniera.



Me subí sin mirar atrás esperando y casi rogando que Edward no se peleara con Emmett, sabía lo celoso que podría ser ese hombre. A los pocos minutos recibí un mensaje de él, me explicaba que todo está bien y que lo esperara porque venía tras de mí. 


Cuando llegue al departamento, me dirigí de inmediato a ver a mi bebe aunque fueron solo unas horas separadas, la había extrañado, además hable con Bree, quien me explico que Hope había sido un verdadero angelito, que le encanto estar a su cuidado y que desde hoy ella sería nuestra niñera oficial.

- ¿Dónde está Edward? – Miro por toda la habitación.

- Recuerda que debíamos pelear esta noche – Me senté en uno de los sillones.

- Me hubiese encantado ver tu actuación ¿no la grabaron? - Bree se sentó frente a mí.

- No, con un público muy reducido.

- Estaban ese par de ratas ponzoñosas ahí ¿cierto?

- Si llegaron unos momentos antes.

- Malditos, pero ya van a ver.

- Bueno creo que me iré a dormir – Edward estaba tardando en llegar y yo estaba agotada, tener una bebe recién nacida hacia que los días fueran largos y las horas de sueño preciadas.

- No te puedes ir aún – La mire interrogante mientras me levantaba – Yo sigo aquí.

- Eso es fácil de solucionar – Le señale la puerta en el momento exacto en que esta se abría y aparecía Edward por ella.

- Creo que me voy – Tomo su bolso con rapidez hizo un movimiento de mano que debo asumir era su despedida.



Nos miramos durante un rato, hasta que me acerque a él y lo abrace con fuerza, inhalando su aroma y dejando un beso cerca de su corazón.

- Perdón por lo de jugo – Le sonreí como niña pequeña.

- Supongo que lo hiciste para darle mayor dramatismo a tu –Bajo su cabeza para mirarme – excelente actuación.

- Gracias. Usted señor Cullen no tiene nada que envidiarle a Jhonny Deep o Robert Pattinson.

- Nada de nada, ninguno de ellos te tiene a ti  y si te tuvieran te robaría.

- Oh Edward – Me beso y luego me cargo hasta nuestra habitación.



Abrió lentamente la puerta y me dejo en la entrada, por unos instantes pensé que estaba alucinando, el cuarto estaba lleno de velas y flores, en el centro de la cama escrito con pétalos “CASATE CONMIGO”. Me voltee a verlo y él ya estaba con una rodilla en el suelo. Por un instante olvide como se respiraba.

- Bella Swan…eres el amor de mi existencia, la mujer de mi vida y la madre de Hope…te amo más allá de las palabras, más allá de la razones, más allá de todo. Me harías el extraordinario honor de casarte conmigo.

No tenía dudas amaba con locura a ese hombre, nunca más en toda mi vida iba a amar a otro.

. Si quiero casarme contigo, ser tu mujer, vivir una vida a tu lado – Me tomo en sus brazos y sellamos nuestro compromiso con un beso lleno de amor.



Holaaaaaaaaaa……¿Cómo están? Supongo que igual que yo muertas de la emoción después de los 15 segundos que nos regalo MTV…OMG que cosa mas maravillosa!!!!
Creo que les dije el capitulo anterior que quedaban dos capítulos, pero creo que me extenderé uno mas, es decir que ahora si que si quedan dos y bueno un epilogo!!!!
Ya no las aburro más…un beso a todas y que este domingo sea inolvidable



Lulu XD







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