Recuerdame - Capitulo 9






Capitulo 10



Bella POV

                                                    

Lo mire por unos instantes y luego suspire. No quería alarmarlo ni nada, pero note como se tensaba ante mi actitud. Sin decir palabras apreté con fuerza su mano y lo mire sonriendo, no quería que su cabeza imaginara cosas sin sentido, pero por otra parte necesitaba que entendiera lo importante que era o fue Jacob en mi vida.



- Conocí a Jacob a los meses de vida, creo más bien que apenas tenía una semana y ya nos habían presentado. Comprenderás que no recuerdo muy bien ese día – Se rió de mi comentario – Su padre y el mío son  mejores amigos así que siempre fueron parte de mi vida. Él era como mi hermano mayor, tenemos tres años de diferencia. Junto a él creo que nunca tuve miedo…lanzarme de un acantilado o montar en motocicleta no parecía nada si estábamos juntos.

- Creo que no te imagino como una adicta a la adrenalina – Fue el comentario de Edward.


- Pues no lo soy. Solo que en aquellos años eso parecía algo natural para mí – Retome el hilo de la historia – No estudiábamos juntos, pero nos veíamos casi a diario, si no era en su casa generalmente era en la mía. Mis padres lo querían como a un hijo.

- ¿Y tu como lo querías? – No pude evitar notar los celos que destilaba su voz.

- Como un hermano, como mi mejor amigo. Estar con Jake para mí era tan sencillo como respirar, nunca quise ponerle una etiqueta a nuestra relación simplemente éramos Jacob y Bella, pero al morir mi madre…todo fue tan difícil para mí, no entendía por qué me pasaba eso a mí…estaba tan devastada que pensé que nunca me recuperaría – Tomo tiernamente mi mano y se la llevo a sus labios.

- Bella no quiero que sufras…no necesito saber nada si remuevo malos recuerdos.

- No te preocupes, claro que me pone triste pero sé que mi mamá siempre estará junto a mí y eso se lo debo a Jake, él no dejo que me derrumbara, me sostuvo todas las veces que creía iba a caer. Se transformo en mi sol, dentro de toda la oscuridad que había en mi vida, fue el rayo de luz que la ilumino. Pasamos tanto tiempo juntos que sentía que sin él sería imposible continuar – Nuevamente note como Edward se tensaba – Fue inevitable, el siguiente paso… nos hicimos novios…yo pensé que lo amaba y que estábamos destinados y…– Poco a poco mi voz se fue apagando.

-¿Qué paso? – Su mirada me animo a continuar, aunque sabía que todo aquello lo molestaba, necesitaba decírselo todo que entre nosotros no existieran dudas.

- Fuimos felices por algún tiempo, lo quería mucho, pero luego se fue a estudiar fuera de Forks, así que solo nos veíamos cuando volvía al pueblo y eso era solo un par de veces. Quería que lo nuestro funcionara, siempre se me hizo muy difícil conocer gente y eso, mi primera cita fue Jacob, mi primer beso…

- Con él…perdiste….estuviste…fue tú… - No pude hablarle solo asentí – Bella mírame…por favor – Busque que nuestras miradas se cruzaran, se acerco más a mí y me dio un suave beso en los labios – No me importa quién fue el primero, solo me importa ser el último. No puedo exigirte nada, mi vida…quiero que lo entiendas.



Lo acerque más a mí y lo bese olvidándome que estábamos en un lugar público, solo nos separamos cuando el oxigeno se hizo verdaderamente necesario.

- Te amo

- Yo más – Note en su mirada que deseaba preguntarme algo más.

- Edward…¿Qué más quieres saber?

- Como lo supiste –Su sonrisa brillante me deslumbro.

- ¡¡Intuición!!

- ¿Cómo?... ¿por qué terminaron?

- Bueno…después de estar juntos…nada volvió a ser lo mismo. Se fue toda la simpleza que había en nuestra relación…todo se torno más complicado… me di cuenta que lo quería pero no era amor, no al menos como él se lo merecía. Así que termínanos…más bien yo termine con él y me vine a Nueva York, no quise volver a verlo y solo me reencontré con él cuando tuve mi accidente casero.

- Ese bendito accidente.

- ¿Bendito?

- Gracias a él te conocí. Bueno gracias al accidente y tú falta de equilibrio – Se reía cuando dijo esta última parte.

- Sabía algún día que mis cualidades me ayudarían…Edward – Fue mi turno de tomar su mano – quiero que sepas que te amo y supe aun con mayor seguridad que solo quise a Jake, el día que te conocí….nunca pensé que se podría amar así a alguien.

- A mi me paso lo mismo, mi vida volvió a tener sentido contigo.



Edward POV



Alguna parte de mi interior suspiro de alivio cuando oí la historia con Jacob, claro que partes de la historia me hicieron querer quebrar algo, pero el saber que me amaba a mí y solo a mí, me hacían el hombre más feliz del planeta. Todavía no lograba entender a quien debía agradecer el milagro de tener a Bella junto a mí.



Termínanos de cenar y la invite a dar un paseo por el parque que quedaba cerca del restauran. Entrelace su mano con la mía y caminamos un rato. Ambos estábamos en silencio, pero me bastaba con tenerla a mi lado para estar contento, entre nosotros las palabras salían sobrando y nos comunicábamos de formas que solo nosotros entendíamos.



Nos detuvimos frente a mi coche y antes de subir la bese. Sin pensarlo mucho la lleva hasta mi casa, quería pasar la noche junto a ella, despertar con Bella entre mis brazos era una experiencia única. Por un instante temí que pudiera decir algo o se opusiera, pero solo me miro y sonrió.



- Sabes mañana tendrás que llevarme temprano a mi casa.

- ¿Por qué?

- Sería bastante raro llegar con la misma ropa, no crees.

- Más raro sería que no llegaras a trabajar, no te apetece ser secuestrada.

- Suena muy tentador – La vi morderse el labio inferior – Pero que tal y lo dejamos para después.

- Ok...Ok…pero no olvidare mis planes – Solo asintió sonriéndome.



Estacione en el lugar que me correspondía, ayude a Bella a salir y entramos al edificio. Ya en el ascensor, no pude soportar más y comencé a besarla, en un principio note que Bella dudaba, pero cuando mis labios capturaron los suyos y mis manos acariciaron su cuerpo, supe que ya se había rendido. Mi beso se volvió más exigente, quería devorarla, sentirla, amarla.



Agradecí cuando llegamos a mi piso, nunca aquel trayecto se me había hecho más eterno que ahora que tenía a Bella junto a mí. La guié hasta la entrada de mi departamento sin dejar de besarla. Sin saber muy bien como, saque las llaves y abrí la puerta. Tome a Bella entre mis brazos y con el pie la cerré. Recargue su cuerpo en la pared y busque con impaciencia los botones de su abrigo. Creo que dos salieron despedidos, pero no me importo, maldije para mis adentros al verla con tanta ropa en su cuerpo. Cuando lograba librarla de una prenda ahí estaba otra como burlándose de mi desesperación. Al parecer Bella lo noto y comenzó a ayudarme, no me tranquilice hasta que pude sentir su piel contra mi cuerpo.



Su aroma me embriagaba, era adictivo para mí. Mis labios viajaron desde su rostro hasta su cuello, en un viaje de ida y vuelta, hasta llegar a su boca tan tentadora. Sus manos, al igual que hace momentos las mías, empezaron a quitarme mi ropa. Su toque me estaba enloqueciendo en especial cuando sentí su roce en mi pantalón, aunque fue sutil me enloqueció. Sin darle tiempo a más, la tome de la cintura y la eleve unos centímetros del suelo, para besarla, al parecer entendió la invitación sus dedos se perdieron en mi cabello y sus piernas rodearon mi cintura, aquello solo provocaba querer tomarla ahí mismo, pero hice uso de todo mi autocontrol mientras la llevaba hasta mi habitación.



Deje suavemente su cuerpo en mi cama. Se veía tan hermosa y perfecta, como si siempre hubiese pertenecido ahí, como el complemento perfecto de mi alma solitaria. Me separe solo unos momentos para quitarme el resto de las ropas que me quedaban, la observe cuando se mordía el labio inferior y me miraba. Lentamente baje sus bragas,  acaricie cada milímetro de su piel hasta quitar aquella prenda de su cuerpo. Mis manos subieron muy despacio, no queriendo dejar ningún espacio sin tocar, hasta llegar a su sujetador, agradecí que el broche estuviera por delante.



Bese la parte de sus pechos que se hallaba libre de la tela, dando pequeños toques a la única parte de su cuerpo que estaba cubierta. Cuando oí su gemido perdí el poco autocontrol que me quedaba y sin pensarlo rasgue la prenda.



La mirada de Bella se cruzo con la mía y lo que vi en ella me dio todo el valor para continuar. Quería que aquel momento fuese eterno, su cuerpo contra el mío previo a nuestra unión, su rostro sonrojado y excitado, su cabello esparcido en mi almohada, toda ella era un premio que no creía merecer.



La bese nuevamente con un ansia primaria que incluso me sorprendió a mí. La deseaba con una desesperación que ni yo lograba comprender, pero no quería tomarla como un ladrón roba una joya única, quería satisfacerla y hacerla vibrar, es por eso que seguí un ritmo lento, Baje mis labios y bese cada parte de su cuerpo.



Bella no se quedo estática, sentí como sus dedos recorrían mi espalda, trazando un camino propio. Sus labios recorrieron mi rostro hasta que su lengua marco los contornos de mi boca, para luego besarme. Se separo solo unos milímetros y su aliento inundo todos mis sentidos al hablarme.



-Edward…te amo.

- Como yo a ti, eres mi vida no lo olvides nunca.

- Te necesito.

- Como yo a ti – No la deje hablar más, use su boca en algo mucho más provechoso, la uní a la mía.



Con mis dedos acaricie sus muslos hasta llegar a su entrada. Introduje un dedo para acariciarla, quería llevarla al límite, quería oírla gritar mi nombre. Un instinto primitivo de posesión se apoderaba de mi cuando tenía a Bella a mi lado. Mi dedo se fue adentrando una y otra vez en su interior, con un ritmo pausado que poco a poco fue cambiando a uno que sabía le gustaría. Me basto estar con ella una sola vez para saber  donde debía tocar para satisfacerla. Mi vida solo tendría un propósito…hacerla la mujer más feliz.



Cuando grito mi nombre y apretó con todas sus fuerzas mis hombros supe que mi empresa esta cumplido. Arqueo su cuerpo, para luego relajarse por completo en mis brazos. Me acerque a su oído para prevenirla.



- Esto es solo el principio. Prepárate para una noche muy larga – La oí reír.

- Recuerda que mañana debo trabajar.

- Lo tendré en cuenta.



Nos besamos hasta quedar literalmente sin aliento. Con mis manos acaricie sus piernas y las separe tenuemente. Al sentir su humedad supe que estaba preparada nuevamente para mí. La penetre lentamente, llenándome de ella en cada roce. Entre y salí de su intimidad aumentando el ritmo de mis embestidas. Sabía que aquello estaba enloqueciendo a Bella, sentía como sus dedos se perdían en mis cabellos como queriendo marcar el ritmo.



Sentí como cada vez su interior se estrechaba aun más. Comencé a aumentar el ritmo, mis labios capturaron sus pezones ya erectos y una de mis manos los masajeo, primero uno, luego el otro. Aquella era una sensación exquisita. Sus manos acariciaron mi pecho y sus labios besaron mi cuello.  Con una última estocada juntos llegamos al límite. Nuestras gargantas se rasgaron al gritar nuestros nombres.



- Eres maravillosa – Bese su frente y acomode nuestros cuerpos.



Bella POV



Creo que nunca me cansaría de la sensación de amanecer en los brazos del hombre que amo. Por un instante temí que toda la noche anterior hubiese sido un sueño, pero cuando sentí su brazo sobre mi cintura y nuestras piernas enredadas, supe que había sido todo realidad.



Lentamente me di vuelta y me encontré con su mirada, con esos ojos verdes que siempre me dejaban sin aliento. Solo atine a sonreírle, realmente me dolía un poco la garganta y me sonrojo al recordar claramente el motivo. Edward al parecer entendió y acaricio mis mejillas ardientes.



- Un poco de miel será de ayuda, amor.

- Si el doctor lo recomienda lo creo – Me acerque un poco más a él.

- Buenos días.

- Buenos días ¿Cómo dormiste?

- Junto a ti siempre es perfecto… ¿y tú?

- Perfecto… – Busque con la mirada el reloj, cuando lo vi caí en la cuenta que estaba retrasada – Dios Edward viste la hora.

- Eh…si…pero no quise despertarte, te veías tan hermosa que no pude.

- Dudo que me haya visto muy linda durmiendo – Negó con la cabeza y se acerco a mis labios para besarme.

- La más hermosa para mí….por siempre.



Las caricias comenzaron a subir de intensidad y lo que partió como un beso de buenos días se estaba transformando en algo que nos tendría fin hasta las buenas tardes.



- Tengo que trabajar – Sus labios estaba en mi cuello – Edward…trabajar….hoy día.

- Mmmm… ¿segura?...soy médico recuerdas...según mi opinión profesional necesitas estar en la cama un par de días.

- ¿Un par de días? – Me subí sobre él con mis piernas a ambos lados de su cintura - ¿Y qué enfermedad crees que tengo?

- Creo que la misma que yo – Sentía como sus manos acariciaban mi costado – Enfermo de amor.

- Pobrecito – Me incline para besarlo y me capturo entre sus brazos – debo irme….

- Me debes entonces el reposo – Me dio un último beso y me dejo libre de sus brazos.





Despedirme de Edward realmente fue más difícil de lo que creí. Después de salir de su departamento fuimos al mío para poder cambiarme y partir rumbo a la oficina. Me dejo en la entrada y lo que partió como un casto beso de despedida casi se transforma en algo para nada inocente frente a un lugar tan concurrido y a plena luz del día.



Hice uso de toda mi fuerza de voluntad para despedirme de él y dejarlo partir. Prometió venir por mí a la salida y tras un pequeño roce de nuestros labios nos despedimos. Partí rumbo a un nuevo día en la oficina con la sonrisa tatuada en el rostro.



Como siempre al salir estaba puntualmente esperándome con una rosa en sus manos. Quedamos de ir esta vez a mi casa. Se negó rotundamente a que cocinara algo, así que en el camino nos detuvimos en un restorán de comida china y compramos unos menús para llevar.



En cada semáforo en rojo se acercaba a mí y me besaba. Para cuando estuvimos ya en mi departamento la comida paso a un lugar muy bajo en nuestra lista de prioridades. No paramos de besarnos ningún instante, su lengua jugaba con la mía y recorría cada rincón de mi boca, sus labios devoraban los míos. Fue el sonido del timbre lo que nos separo. Nos quedamos mirando un instante, sabía que estaba hecha un desastre así que Edward abrió la puerta, mientras yo me dirigía a mi habitación para arreglarme un poco.



Salí cinco minutos después con ropa más cómoda para estar en mi casa. Vi que Edward estaba de espalda conversando con alguien más. Me quede congelada unos segundos antes de darme cuenta quien era.



Edward POV



Abrí la puerta del departamento de Bella y para mi sorpresa me encontré con Jacob Black parado frente a mí.



- Buenas noches – Lo salude.

- ¿Qué haces aquí? – Fue lo que recibí por respuesta.

-  Me parece que debo ser yo quien te pregunte qué haces tú aquí en el puerta del departamento de mi novia – Note como cambiaba el semblante de su rostro.

- Quiero hablar con Bella.

- No sé si es el mejor momento.

- No te pregunte si a ti te parece.

- Jacob no tengo ni la más minina intensión de discutir contigo.

- Entonces si no lo quieres llama a Bella.

- Pasa.



Me voltee y vi a Bella parada unos pasos tras de nosotros.



- Bella amor – Rodee su cintura con mis brazos y la acerque a mí – Jacob quiere hablar contigo.

- Es necesario que este él aquí.

- Jacob por favor…Edward es mi novio entre nosotros no hay secretos.

- Entonces….Bella quiero disculparme – Se acerco a ella y tomo sus manos, ignorando por completo que yo estaba junto a ella – No debí decirte todo lo que dije, además aun…te amo.





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