Capitulo 11
Decisiones
Bella POV
Por un instante no supe que hacer. Mire a Edward y luego a Jacob, no podía cree
lo que acababa de hacer, trate de buscar en su mirada algo de la persona que alguna
vez quise, de mi amigo más querido, pero no estaba. De hecho después de decirme
que me amaba su mirada se clavo en Edward, podría apostar que esperaba un
enfrentamiento.
Respire y solté mis manos de la prisión de las suyas. Mi mirada se cruzo con
la de mi novio quien me regalo uno sonrisa. Amaba el hecho que pudiéramos
comunicarnos sin palabras. Sabía que con eso me daba todo su apoyo en cualquier
decisión que tomara sobre mi amigo.
- Si eso fue todo lo que querías decir. Te pido que te vayas – Contuve la
risa al ver su cara de sorpresa. No se cuales eran las expectativas de Jake al
venir a mi casa y confesarse, pero si pensó que me lanzaría a sus brazos y
dejaría a mi novio, debería internarse en un institución mental.
- Bella…eso es todo lo que vas a decir.
- Creí que todo quedo claro hace unos días – Edward se alejo y se quedo en
un rincón atento a todo, pero sin intervenir.
- Cuando vine a verte a tu casa.
- Si Jacob cuando estuviste aquí – Quise golpearlo sabía muy bien lo que
quería provocar y no lo permitiría – Como el amigo que pensé que aun tenía.
- Bells…yo
- No digas nada más y márchate por favor.
- ¿Para siempre?
- Adiós – Me acerque a la puerta y la abrí. Me dolía perderlo, pero el
hombre que ahora se marchaba no era mi amigo, era un desconocido para mí y no
me interesaba conocerlo.
Voltee hacia donde estaba Edward. Estiro sus brazos invitándome al refugio que
ellos representaban. Era tan maravilloso y lo amaba tanto. Llene mis sentidos
de su aroma y recargue mi cabeza en su pecho. Sentí como besaba mis cabellos y
no pude evitar llorar, ni siquiera sabía muy bien el motivo por que lo hacía,
tal vez por la pérdida de alguien que quería o por darme cuenta en quien se
había transformado.
- Perdóname – Le dije entre sollozos.
- Me puedes decir por qué tendría que perdonarte – Sentí su mano acariciar
mis mejillas.
- Por lo que acaba de pasar con Jacob y por llorar como una tonta.
- Ey!! no te permito que ofendas a la mujer que amo – Tomo mi rostro en sus
manos y me dio un suave beso en los labios.
- Pero es que eso soy, una tonta ni siquiera se bien porque estoy llorando.
- No importa te amo en todas tus presentaciones – Ambos reímos y lo abrace
con más fuerza.
- No más de lo que yo te amo a ti….Eres lo mejor que me ha pasado en toda
la vida.
-Y tú el milagro que no merezco, pero por el que voy a luchar hasta hacerme
digno de él
Decidimos olvidarnos de lo que acababa de suceder y arreglar todo para
cenar. No pude evitar sonreír al vernos como una pareja que después de un arduo
día de trabajo cenan juntos.
- ¿En qué piensas?
- Nada.
- Y esa nada te hace sonrojar – Acaricio mis mejillas. Odiaba lo fácil que
los colores se me subían.
- Son solo cosas que vienen a mi mente.
- Y no quieres compartirla con este pobre hombre enamorado – Me abrazo por
atrás y beso mi cuello.
- Depende…que estas dispuesto a dar a cambio.
- Lo que desees.
- No crees que esa apuesta es muy alta.
- Tal vez, pero estoy seguro que apuesto a ganador – Sus labios acariciaban
mi cuello hasta llegar al lóbulo de mi oreja y capturarlo con su boca.
- Mmmmm….pensare lo que te voy a pedir a cambio – Me di la vuelta en sus
brazos para quedar frente a él y besarlo.
- Lo que quieras….siempre estaré a tus pies.
- Me has convencido– Bese su mejilla – Pensaba en lo bien que se siente
estar así, juntos preparando la cena – Se me quedo mirando unos instantes.
- Te entiendo se siente increíble, pero sabes que es lo más increíble para
mí – Lo mire con expresión de pregunta – Amanecer junto a ti. Tú cuerpo junto
al mío. Tu aroma llenado mis sentidos…eso hace que mis días sean únicos.
Tomo mi cintura y me llevo a mi habitación. Nuestros labios iban unidos.
Mis manos se aferraron a su cuello para profundizar nuestra unión. La comida
tendría que esperar habían cosas mucho más importantes que hacer.
Entendí a la perfección lo que Edward dijo que amanecer juntos era lo mejor
del día. Sus brazos aferrando mi cintura, sus musculosas piernas enrolladas con
las mías. Mi cuerpo descansando sobre su pecho. Si aquello era lo más
increíble. Al parecer supo cuando me
desperté porque sus dedos acariciaron mi espalda.
- Buenos días Bella durmiente.
- Buenos días mi príncipe azul – No pude evitar reír con las comparaciones
de cuentos de hadas.
- Esto es lo mejor de mi día.
- Creo que estoy de acuerdo contigo. Aunque me gusta cómo nos vemos
haciendo cosas más caseras.
- Te dijo como me gusta verte – Sentí como sus dedos acariciaban todo mi
cuerpo.
- Creo que puedo hacerme una idea.
Nos preparamos para desayunar. Honestamente ambos teníamos bastante hambre,
nos habíamos saltado una comida, aunque eso valió totalmente la pena. Nuestras
miradas se cruzaron y al parecer ambos pensábamos lo mismo.
- ¿Tienes hambre?
- Honestamente mucha, creo que al fin entiendo a Emmett.
- ¿Tu hermano?
- Si mi hermano…el terror de los alimentos.
- Que malvado eres.
- Cuando lo conozcas amor lo entenderás. Por el bien de tu economía te
recomiendo que le pongas un candado a tu refrigerador si lo invitas.
- ¿Lo conoceré pronto? – No pude evitar preguntarle.
- Si amor quiero que lo conozcas a él y a mis padres.
- ¿Tus padres? – Fue involuntario el tensarme, pero después de conocer su
historia no me sentía a la altura de quien ellos consideraban a la mujer
perfecta para él.
- Claro que si Bella, tú eres la mujer que amo y estoy seguro que ellos te
amaran tanto como yo.
- No estoy tan segura.
- Yo si…solo tienes que ser tú misma. Es inevitable no amarte.
- Eso lo sé soy irresistible – Trate de sonreír coquetamente.
- Demasiado para poder contenerme – Se acerco a mí y me beso
apasionadamente, estaba subiendo de tono aquel beso, cuando mi estomago me jugó
una mala pasada y gruño – Creo que será mejor que nos alimentemos – Beso mi
frente y nos sentamos.
Nuestro desayuno fue muy agradable. Los primeros minutos casi no hablamos
solo nos dedicamos a comer, después de saciada el hambre inicial, charlamos de
varias cosas. Le recordé que hoy era la cena con Alice y su novio Jasper. Quedo
de recogerme en mi trabajo para llegar juntos a nuestra invitación. Hablamos un
poco de mi relación con ella y como nos conocimos. Qué cosas le disgustaban y
que cosas le agradaban. Así estuvimos un rato más hasta que vi que era hora de
que ambos fuéramos a trabajar.
Edward POV
Deje a Bella en su lugar trabajo y yo me dirigí al mío. Me cruzo unos
segundos en el pasillo con Black, pero me ignoro. Realmente su actitud me tenía
sin cuidado, pero si intentaba lastimarla a ella, no tendría piedad con él.
Como siempre fue un día agotador, apenas si tuve respiro para comer un poco
y enviarle un mensaje a Bella. Amaba mi
trabajo, pero por primera vez en mi vida privilegiaría mi relación. Mi amor por
ella era mucho más fuerte e importante que cualquier otra cosa en mi vida.
Termine con mi último paciente del día, aun era temprano para ir por Bella.
Así que decidí ir a buscar su regalo. Llevaba días esperando que estuviera
listo. Sabía que no le gustaban los obsequios y las sorpresas, pero apenas lo
vi solo pude pensar en que era perfecto para ella.
Estaba quitándome mi bata de trabajo y ordenando un poco mi escritorio. Cuando
mi teléfono comenzó a sonar.
- Dr. Cullen tiene una llamada.
- Gracias Karen – Espere unos segundos – Aló
- Hijo – Por un momento pensé que mi mente me jugaba una mala pasada y me
quede en silencio – Edward, hijo ¿sigues ahí?
- Papá – Mi voz estaba cargada de sorpresa, para después pasar a la
preocupación -¿Paso algo? ¿Mamá está bien?
- Edward, primero que todo cálmate. Estamos todos bien, solo que…
- ¡Papá!
- Hemos hablado con tú hermano y creo que tiene razón, esta separación es
muy dolorosa para todos y…
- Te entiendo. Sabes estaba pensando ir a verlos, no quiero que sigamos
así. Una personita muy especial ha cambiado mi perspectiva de vida – No pude
evitar sonreír al pensar en Bella.
- Estas enamorado.
- Porque lo preguntas.
- No te lo pregunto, lo sé. Lo noto en tú voz y en la forma en que te
refieres a ella. Me hace muy feliz saber que estas enamorado.
- Soy muy feliz, pero me falta algo…
- Lo sé Edward, tu madre y yo queremos…
- Esto no es una conversación para tenerla por teléfono. Prometo que nos
veremos pronto.
- Te esperamos y trae a esa personita contigo.
- Adiós Papá.
- Adiós Edward.
Quede con una sensación de paz y felicidad. Todo parecía estar tomando su
curso natural y solo faltaba recomponer
la relación con mis padres para que todo estuviera bien. Salí de mi oficina con
una sonrisa de oreja a oreja, en busca de Bella, pero primero debía ir por su
obsequio.
Mientras iba por ella, iba con una sonrisa tatuada en mi rostro. Al parecer
estábamos sincronizados, estaba estacionando mi volvo, cuando ella iba saliendo
del edificio. Baje rápidamente y abrí la puerta del copiloto.
Me acerque a ella y le di un suave beso en los labios. Se veía hermosa como
siempre y yo me sentía un bendecido por tenerla junto a mí.
- ¿Como estuvo tu día amor? – La ayude a subir al auto.
- Creo que no deje de sonreír en ningún instante.
- Te entiendo, me paso lo mismo – Uní su mano con la mía.
- Tienes un brillo especial hoy… ¿Qué paso? – La mire impresionado que
pudiera notar algo que parecía para mí tan imperceptible.
- Este brillo en mi mirada lo provocas tú amor – La vi sonrojarse – Pero en
algo tienes razón hoy si me paso algo.
- Supongo que fue algo bueno.
- Muy bueno…me llamo mi padre.
- ¿En serio? Qué alegría…no sabes lo feliz que me hace que empieces un
acercamiento con ellos.
- Tú tienes mucho que ver con esto. Desde que llegaste a mi vida todo es
mucho mejor para mí. Creo que te espere siempre y tuve la fortuna de poder
encontrarte.
- Edward… Te amo.
Cuando llegamos a su departamento vimos que Alice estaba recargada en la
puerta de Bella. Apenas llegamos nos miro y luego sonrió.
- Los estaba esperando.
- Eso pude notar Alice – Bella le sonreía a su amiga.
- Hola Alice.
- Que tal Edward…Bueno ya que están aquí pasen a mi departamento.
- Alice…damos un minuto por favor – Tuve que contener la risa al ver la
guerra de muecas entre ambas.
- Solo un minuto – Nos miro a ambos.
- Alice, amor dales un momento por favor – Vi a un rubio salir de su
departamento y acercarse a ella – Hola Bella.
- Hola Jasper…Gracias – Bella se acerco un poco más a mí – Te presento a
Edward…Edward es el Jasper el “pobre” novio de mi amiga.
- Mucho gusto – Estrechamos nuestras manos.
- Ey!! Como que “pobre” novio…eres una malvada – Le saco la lengua como
niña pequeña – Bueno nos vemos en un minuto – Tomo la mano de su novio y se fue
rumbo a su departamento.
- Todavía quieres ir – Me pregunto.
- Aun te oigo Swan – Creo que todos nos reímos.
- Un poco de privacidad por favor – Abrió la puerta de su apartamento.
- Sabes me gusta tu amiga Alice – Enarco una ceja – Se ve que te quiere y
se preocupa por ti.
- Si, lo sé – Se saco su chaqueta y la lanzo a una silla cercana.
- Estas tratando de tentarme para dejar a tu amiga plantada.
- ¿Es una opción? – Me acerque a ella, la tome de la cintura para acercarla
más a mí, sus manos fueron a parar a mi cabello. Capture sus labios con los
míos, primero fue un pequeño roce y pequeños besos, pero como siempre sucedía
poco a poco comenzó a subir la intensidad hasta que caímos al sillón sin
separar ni un milímetro nuestras bocas. Sentir el cuerpo de Bella sobre el mío
era demasiado tentador. Hice todo el uso de mi autocontrol para no tomarla ahí
mismo y olvidarme de nuestra cita.
- Bella ¿Qué sucedería si no fuéramos? – Levanto su rostro y me miro
- Alice jamás te lo perdonaría y no te dejaría nunca en paz….es pequeña
pero peligrosa.
- Entonces, dejaremos esta pequeña reunión para más tarde – Bese su frente
antes que se incorporara.
Se fue un momento rumbo a su habitación, para cambiarse. Me contuve para no
ofrecerle mi ayuda, si lo hacia lo más probable es que tuviéramos de cancelar
la cena. Palpe el bolsillo de mi pantalón, para asegurarme que el regalo que
tenía para Bella siguiera ahí.
Apareció a los pocos minutos tan hermosa como siempre. Me quede
observándola por un instante, estire mi mano y lo tomo. La abrace fuertemente y
le dije al oído:
- Te tengo un regalo – La note tensarse – Vamos amor. No te enojes
- Edward tú sabes que…
- Si lo sé, no te gustan los regalos y créeme eso te hace única – La separe
un poco de mi y la mire a los ojos. Metí la mano a mi bolsillo y saque la
pequeña caja – Ojala te guste.
Lo tomo entre sus manos y observo la caja un momento, luego con suma delicadeza
lo abrió. No pude ver su reacción de inmediato, su cabello tapaba ligeramente
su rostro. Supe que lo abrió cuando aquella melodía inundo la habitación.
- Edward…es precioso – El regalo era un pequeño colgante en forma de
corazón, que al abrirlo tocaba Claro de Luna de Debussy. Dentro de la caja le
deje una nota con un poema:
Antes de amarte, amor, nada era mío:
vacilé por las calles y las cosas:
nada contaba ni tenía nombre:
el mundo era del aire que esperaba.
vacilé por las calles y las cosas:
nada contaba ni tenía nombre:
el mundo era del aire que esperaba.
Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena.
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena.
Todo estaba vacío, muerto y mudo,
caído, abandonado y decaído,
todo era inalienablemente ajeno,
caído, abandonado y decaído,
todo era inalienablemente ajeno,
Todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos
- Es un soneto de…
- Neruda –
Completo Bella – Es precioso…Te amo tanto – Me dio un suave beso en los labios y me
pidió que la ayudara con su colgante. Después de hacerlo bese su cuello y
comencé a subir lentamente estábamos tan concentrados hasta que una voz nos
saco de nuestra burbuja.
- ISABELLA MARIE
SWAN….Mas te vale que no me dejes plantada – El grito de su amigo nos hizo
separarnos.
- Sera mejor
salir, amor.
- Lo siento –
Tome su mano y abrimos la puerta.
- Al fin – Sonrió
Alice y la seguimos a su casa.
Bella POV
Por un instante quise asesinar a mi amiga por arruinar un momento tan
mágico, pero después me di cuenta que junto a Edward la magia esta en el aire.
Entrelazamos nuestras manos y nos fuimos tras la loca de mi mejor amiga
rumbo a su departamento, el cual estaba preparado más para una fiesta que para
una tranquila cena entre amigos, mas no olvidaba que quien lo organizaba todo
era Alice, para quien cualquier evento por más pequeño que fuere debía de celebrarse
sin miramientos.
- Bueno…Bienvenidos!!!!
- Alice ¿a cuanta gente invitaste? – Le pregunte con ironía. La vi rodar
los ojos e ignorarme.
- Espero que te guste la cena Edward.
- Creo que no tendré ninguna objeción, pero espero que no hayas tenido que
trabajar mucho – Hizo un gesto con sus manos para restarle importancia.
- Alice ama hacer esto, no te sientas culpable – Le comento Jasper. A lo
que no pude evitar agregar.
- Si pudiera todos los días haría algo así.
- Tienes toda la
razón Bella.
-Ya han parado
los dos de comentar mis actitudes de anfitriona – Pregunto mi amiga – Pues de
ser así les ruego pasen a sus asientos en la mesa.
Ocupamos nuestros lugares, Edward junto a mí y Jasper junto a Alice, quien
se encontraba en la cocina.
- Espero que te guste la comida italiana Edward.
- Claro – Estaba segura que aun cuando no le gustara lo comería para no
desairar a mi amiga.
- Perfecto.
En un abrir y cerrar de ojos, nos puso al frente un apetitoso plato de
ñoquis con salsa “A lo Alice”, como llamaba a su receta casera que juro
llevaría a la tumba sin revelarla. Acompañamos la comida con un vaso de vino
tinto y una plática muy amena. Creo que le perdonaba todo a mi amiga al ver lo
mucho que se esmero en esta cena.
- Y cuéntame Edward ¿Cuáles son tus intenciones con Bella? – Me atragante
al escuchar su pregunta, él palmeo mi mano y me sonrió.
- Las mejores. Nunca me había sentido más feliz en mi vida – Sentí como sus
dedos acariciaban mi mano.
- Pues Bella siente lo mismo te lo puedo asegurar – Conté hasta diez y
recordé lo maravillosa amiga que era al preparar esta cena, si no lo hacia su
vida corría peligro. Cuando logre calmarme hable.
- Gracias Alice, creo que puedo hablar por mí misma – Vi como la sonrisa de
Edward se extendía
- Si lo sé, solo quería comentárselo. Velo desde el punto de vista de
alguien que te conoce hace mucho tiempo y que nunca te había visto tan feliz.
- Pues me dedicare toda la vida en no permitir que esa felicidad
desaparezca.
- No sabes cómo me alegro. Sabes, Bella me preocupaba mucho, pensé que
nunca encontraría a su otra mitad. Muchas veces trate de presentarle a alguien,
pero siempre se negaba.
- Sabes muy bien porque lo hacía.
- Bella solo fue una sola vez.
- Y con eso fue más que suficiente para mí – Note el repentino interés de
Edward en nuestras pequeña conversación en clave.
- ¿Qué sucedió? – Sabía que no lograría ocultarlo. Alice amaba contar esta
historia.
- Como buena amiga que soy le presente a Bella un compañero del trabajo de
Jasper. Quiero aclarar en mi defensa que se veía un tipo normal – Vi como
Jasper sonreía ante aquella aclaración – Bueno después de semanas de
convencerla de que le diera una oportunidad, al fin lo logre.
- Siempre logra lo que desea – Interrumpió su novio.
- De que otra forma te tendría junto a mí – Lo beso en la mejilla – Pero
esa es otra historia. Volvamos con Mike Newton – El solo hecho de recordarlo me
provoco un escalofrió – Llevo a Bella a un lugar muy lindo en las afueras de la
ciudad, al parecer malinterpreto todo y…
- Pensó que era una mujer sola y desesperada con ganas de tener sexo sin
compromiso con cualquier idiota que estuviera dispuesto – Continúe con la
historia – No llevábamos ni cinco minutos cuando tomo mi mano y me propuso
hacerlo en el baño del lugar. Cuando noto lo poco dispuesta que estaba, se
altero, cuando le pedí que no hiciera escándalo, logre el efecto contrario, así
que para calmarlo le avente mi copa de agua y salí de ahí. Como era un lugar
lejano, tuve que llamar a Alice para que fuera por mí. Creo que durante todo el
trayecto lo único que hice fue regañarla y hacerla jurar que nunca más se la
diera de Cupido.
- Si recuerdo ese viaje…fue eterno, jamás en toda mi vida me habían
regañado tanto.
- Eso es muy cierto.
- Creo que aun Mike no me perdona – Añadió Jasper – Cosa que me tiene sin
cuidado. Él lo arruino todo.
- Pues debo agradecer que le presentaras a ese imbécil Alice, también creo
que debo agradecerte a ti Jasper por dejarte convencer e incluso a Mike por no
saber apreciar a alguien tan maravillosa como mi Bella.
- Por eso me gustas Edward, tú sabes ver el vaso medio lleno. Creo que le
harás bien a mi amiga.
- Trato de ser un optimista, más aun si tengo tanto por que agradecer. Soy
un hombre enamorado, correspondido y feliz.
- Propongo un brindis….por el amor divino sentimiento…– Todos alzamos
nuestras copas-
- POR EL AMOR!!!! – Dijimos los cuatro con nuestras voces cargadas de
aquella palabra.
- Una sola cosa Edward – Centro toda su atención en ella – Si llegas a
lastimar a mi amiga te juro que te hare sufrir como no tienes una idea. Conozco
gente que conoce gente que puede simular un accidente.
- Alice!!!! - Mi rostro estaba
desencajado.
- No más películas de gánster para ti – Fue lo único que dijo Jasper.
- Me alegra que te preocupes por Bella – Fue su sonrisa la que me calmo.
Conversamos por mucho rato más. Creo que Alice nos tenía secuestrados,
quería saciar toda su curiosidad sobre mi novio. Le pregunto cosas que ni yo
sabía aún, él pacientemente respondió todo con una sonrisa cruzando su rostro.
Después de varios intentos logramos despedirnos de nuestros amigos, Alice
le hizo prometer a Edward que esto se repetiría a lo menos una vez por semana,
no sabía como lo hacía, pero siempre lograba lo que quería, tal como lo dijo
Jasper.
Apenas cruzamos la puerta de mi departamento Edward me tomo entre sus
brazos y unió nuestros labios si darme un segundo de tregua, su lengua jugó con
la mía y yo trataba torpemente de profundizar nuestro beso llevando mis manos a
su cabello.
Cuando llegamos a mi habitación me dejo en mi cama y acerco su boca a mi
oído.
- ¿Qué te parece si continuamos con
nuestra reunión? – No le conteste solo lleve mis manos a su cuello para
acercarlo a mí.
No supe en qué momento una extraña sensación me embargo. Mi mente se lleno
de las imágenes de aquel sueño que tantas noches atrás había tenido insistentemente.
Me aferre con todas mis fuerzas a Edward como si fuese a desaparecer…por
primera vez temí perderlo.
Nuevo capitulo y nueva portada....Ojala les guste
Besos
Lulu XD