Chic@s esta es una nueva historia la diferencia de las anteriores es que no esta basada en los personajes de Twilight....sino que es producto de mi absoluto y desmedidad, a veces, imaginación XD.
Espero que les guste y me dejen sus comentarios....Sin más acá un pequeño adelanto de "No Me Enseñaste".
Un nuevo día, una nueva mañana en
la vida de Alex Sparks, afuera todo parecía estar lleno de colores y sol, en
cambio él solo veía oscuridad, desde hace varios meses su ánimo transitaba por
aguas bastante turbulentas que iban del claro oscuro al negro, ya no había luz
en su vida, no al menos de la forma en que lo deseaba.
Todo había cambiado en su vida
desde el momento en que había aceptado el puesto de profesor de literatura en
la secundaria de aquel pequeño pueblo casi perdido en el mundo. No es que no
tuviera otros ofrecimientos, pero estúpidamente pensó que la tranquilidad que
le ofrecía el lugar era perfecta para terminar finalmente su novela.
Varias veces se sintió tentado de
darse de golpes en las paredes por ser tan iluso y pensar que la vida podía ser
perfecta, ya era un hombre hecho y derecho de 35 años con sueños de escritor,
pero se contenía cuando lograba razonar que no todo era su culpa, también el
destino, el sino o el azar lo llevaron hasta ahí, claramente él no creía en
esas cosas, pero necesitaba con urgencia casi enfermiza aferrarse a algo más
que a su estupidez.
Pero como empezó todo el caos que
ahora era su vida, de la formas más sencilla e inexplicable. Cuando caminaba
rumbo a su aula, iba del todo concentrado cuando una fuerza extraña lo hizo
detener su paso y verla ahí parada, sus ojos color miel y su cabello negro lo
dejaron sin aire, ahí estaba ella…ahí estaba Elisa.
El problema…ella solo tenía 14
años la primera vez que la vio recargada en su casillero mirando a la nada y
cuando sus miradas se cruzaron por un pequeño instante supo con toda certeza
que aquellos ojos jamás lo dejarían en toda su vida.
No se sintió ni una pizca de
aliviado cuando dos semanas después Elisa cumplió quince años y tuvo que
abrazarla en señal de felicitación por ser su día, es más fue en ese preciso
instante donde supo que tenía que alejarse. Sentir su cuerpo tan cerca del suyo
causo estragos en su voluntad, ya de por si débil si se trataba de ella.
Por un solo instante quiso
llevársela lejos y nunca dejar de abrazarla, besarla y adorarla el resto
de su vida, por un instante pensó que
algo que se sentía tan bien no podía estar mal, solo que en ese caso…lo estaba.
Fue inevitable para él ir demorando su
partida, pues siempre se encontraba buscando excusas para quedarse ahí como que
era lo suficientemente fuerte para quedarse y soportar esa extraña atracción, que
era un hombre maduro que podía salir delante de todo eso, pero la que siempre
ganaba, sin importar lo patética que sonara, era la total certeza que sin Elisa
no podría seguir adelante.
Rogo a quien quisiera escucharlo
por una señal, la cual llegó finalmente aquella soleada mañana. Llegó temprano
a la escuela como todos los días, saludo a los pocos alumnos que ya se
encontraban ahí y se fue rumbo a la sala de profesores, pero a mitad de su
camino quedo paralizado…Elisa, su Elisa estaba ahí besándose con un muchacho,
recargada en su casillero. Por un breve instante hubiese podido jurar que ella
lo quedo mirando, pero realmente aquello ya no importaba.
Cuando finalmente pudo moverse
cambió su dirección y se fue a la oficina de la directora a entregar la carta
de renuncia que llevaba semanas en su maletín...