Capitulo 1
La Boda
Las campanas parecían repicar por
toda la ciudad o al menos eso creía Bella, quien estaba terminando de arreglar
su cabello con la ayuda de su madre y su hermana. Su peinado era sencillo al
igual que el vestido que luciría en la ceremonia. Aquello se debía principalmente
a lo precipitado de su matrimonio, pero a ella no le importaba en lo más mínimo,
era feliz y eso era más que suficiente.
Cuando estuvo preparada las dos
mujeres que estaban con ella sonreían complacidas por lo hermosa que se veía,
camino unos pasos hasta el espejo para comprobar por si misma lo que ellas no
paraban de decirle.
- Edward es muy afortunado. Te
ves preciosa hija – Su madre le dio un fuerte abrazo y sintió como unas
lagrimas cubrían su rostro.
- Gracias madre – Finalmente le dio
un beso en la mejilla y luego salió de su cuarto rápidamente, de otra manera no
podría dejar de llorar.
Su hermana Rosalie la miraba
fijamente y trataba de sonreírle, luego le murmuro muy bajito:
- ¿Estás segura? – Se veía tan
preocupada por su hermana pequeña.
- Si nunca antes me había sentido
tan segura de algo – Tomo con fuerza las manos de su hermana y le sonrió con
autentica felicidad.
- No quiero que te sacrifiques
por mí, Bella aun estamos a tiempo.
- Tú ya te has sacrificado mucho
por esta familia Rose, ya va siendo hora que alguien también lo haga por ti.
- Pero estamos hablando de
matrimonio ¿Qué pasa si tú te enamoras? – Le arreglo unos cabellos rebeldes.
- Eso no sucederá.
Su hermana estaba por rebatirla
cuando unos suaves golpes en la puerta se lo impidieron, era su hermano Jasper
quien les avisaba a ambas que todo estaba preparado para que partieran a la
iglesia. Bella con una sonrisa le dijo que en un momento se marcharían.
- Rose, estoy segura y lo hago
por ti – Beso su mejilla y salió rápidamente de su cuarto.
Edward estaba nervioso y miraba
una y otra vez su reloj de bolsillo, por alguna extraña razón creía que Bella podría
arrepentirse, pesa a que fue ella a quien se le ocurrió tan “brillante” plan,
se había reprendido las últimas semanas por haber accedido a semejante locura,
pero un hombre enamorado es capaz de hacer cualquier cosa ¿no?
Amaba a Rosalie Swan desde el
primer día que la vio, su sonrisa tan cálida y sus cabellos rubios, la hacían similar
a un ángel y a él simplemente había perdido la cabeza por ella. El problema es
que al conocerla, él era simplemente un pobre soldado que no tenía nada más que
ofrecerla que su amor y dos manos trabajadores.
En un primer momento eso pareció suficiente
para su Rose, pero luego de varios malos negocios la familia Swan estaba casi
en la ruina, si no hacían algo pronto lo perderían todo y casi fue así hasta la
aparición de Royce King III y aquella propuesta que les cambio la vida a todos,
incluido él.
Ahora él era Edward Cullen Conde de Barnes, si aquel titulo hubiese llegado tan solo
unos años antes su vida hubiese sido totalmente distinta y hoy estaría uniendo
su vida a la mujer que amaba y no a la hermana de esta, Lady Isabella Swan.
Bella no dejaba de repetirse en el carruaje que aquello era lo mejor de
podía hacer, si no se casaba con Edward su vida estaba destinada a quedarse con
sus padres hasta que estos murieran o ella lo hiciera primero de aburrimiento.
No había que malentenderla ella amaba a su familia, pero como era la hija menor
de los Swan y ya había rechazado un par de propuestas de matrimonio, se entendía
que había decidido quedarse soltera y cuidar de Charles y René hasta que
dejaran este mundo.
Sus planes no podían estar más lejos que aquello y cuando vio que
estaba por quedar atrapada en su propia familia, encontró en Edward el escape
perfecto y su alocado plan comenzó tomar forma. Era tan sencillo que de alguna
manera todos salían ganando, Edward finalmente podría estar junto a Rose y
ella, pues obtendría lo que más deseaba en la vida ser libre, que por fin dejaran
de meterse en su vida, opinando y decidiendo sobre ella.
Su hermana merecía estar con Edward, después de todo lo que ambos habían
sufrido por la separación. Su alma romántica salía a flote al recordar la
triste historia de amor inconclusa, para Bella nadie merecía ser más feliz que
ellos.
Su hermana Rosalie tuvo que casarse con Royce para salvar a su familia
de la ruina, aunque nadie nunca lo decía, Bella siempre creyó que de alguna
manera ella había sido vendida a ese hombre tan detestable, que incluso muerto
logró como mantener a Rose bajo su yugo.
Sabía que no era de buena cristiana sentir alegría por la muerte de
alguien, pero cuando Jasper llegó aquella lluviosa tarde noviembre, contándoles
a toda la familia que el marido de su hermana acababa de morir, una parte de su
alma sintió alegría por Rose, finalmente podría ser feliz lejos de la escoria
de Royce, pero nada era tan bueno en la vida.
Durante los dos años que de matrimonio Royce no solo se había comportado
como socio de los negocios Swan, sino que gracias a la ayuda del inescrupuloso
administrador y otra gente de igual calaña se fue apropiando de todas las
propiedades de la familia y solo lo supieron el día que se leyó el testamento.
Todas y cada una de las pertenencia de los Swan eran ahora de los King, por
ende también de Rose, el problema era que dentro de las clausulas que había estipulado
el ahora muerto Royce había una que encadenaba a su hermana, ella solo sería
dueña de todo si dentro de los próximos doce años le guardaba un luto riguroso
a su marido, llevando una vida intachable e integra, si llegaba a incumplir
aquello todo pasaría a manos de su primo Emmett que era incluso peor que King
III.
- Llegamos Bells – La voz de su padre la saco de sus pensamientos y se
dio cuenta que casarse con Edward Cullen era lo correcto.
Bajo con su ayuda del carruaje y dio un largo respiro para infundirse
valor, no es que temiera casarse con él, pero conociendo su torpe naturaleza le
aterraba realmente caminar por aquella nave central y caer.
- Te ves hermosa pequeña – Le susurro dulcemente su padre mientras
caminaban por aquel corredor.
- Muchas gracias papá – Le dio un sueva apretón en la mano que
descansaba sobre su brazo.
- ¿Esto es lo que quieres cierto Bells? – Aquella pregunta descoloco a
Bella, acaso su papá le estaba dando pie para que se arrepintiera.
- Si, nunca he querido nada más.
- Siempre lo has amado ¿no es cierto?
No supo que responderle, solo lo miro de reojo, para luego clavar su
vista hacia adelante y ver que a solo unos pasos estaba Edward quien la
esperaba al pie del altar. Se veía tan guapo que quitaba el aliento con su
traje.
Sin darse cuenta, ya estaban juntos en el lugar. Su padre tomo su mano
y se la entrego a Edward, en señal que a partir de ahora, ella sería parte de
él.
Le susurro muy suave:
- ¿Lista?
- Como nunca antes lo había estado – Y aquello lo decía totalmente en
serio.
Hola acá finalmente el primer capitulo de mi nueva
historia, sé que no se entiende del todo y que es un tanto cortito,
pero sentí que así quedaba perfecto. Está ambientada a principios del siglo
XIX, debo confesar que estoy algo obsesionada con esa época y he leído tantos
libros ya que he decidido lanzarme con mi propio relato.
Espero que les guste y recibir
sus comentarios, quejas, reclamos, opiniones…..todo lo que deseen expresar,
mientras sea con respeto todo bien!!!!
Besos
Lulu XD