Capitulo
26
- ¿Cómo te sientes?
- No se a que te refieres – Miro a su amiga de
reojo, para luego seguir revisando uno de los tantos papeles que al parecer día
con día se reproducían, noto que realmente necesitaba una asistente, más bien
que necesitaba a Isabella.
- Sabes para jactarte de ser un tipo inteligente,
puedes ser bastante idiota – Edward levanto por completo su rostro, su boca era
un línea de mal humor y sus ojos ardían en un fuego verde, en cambio sonreía
muy pagada de si misma – Crees que con esa mirada te pediré disculpas.
- Jamás pensaría semejante idiotez. Tú no te
disculpas ¿verdad? – Con un elegante movimiento de su mano trato de dar el tema
por cerrado y centrarse en otras cosas.
- Te miro y no logro saber que vio Bella en ti,
supongo que tiene esa extraña capacidad de ver las cosas buenas en la gente y
los animales.
- Se puede saber a que debo tan floridos
comentarios acerca de mi personalidad – Trato de volver su concentración a
varios de los proyectos que plagaban su escritorio.
- Se deben a que eres un maldito asno Edward
Cullen y ni siquiera trates de convencerme de lo contrario. Acabas de saber que
serás padre y en vez de comportarte como alguien feliz o al menos aun
sorprendido por la noticia, eres una estatua de frialdad que continúa su rutina
como si no supiera que su vida va a cambiar.
- Maldita sea, claro que se que mi vida cambiara y
estoy aterrado, temo por ella, por el bebe, por todo ¿Estas feliz ahora?
- Increíblemente mucho.
Bella no sabia muy bien que se suponía
que debía de responderle a Edward, pues parecía tan convencido que aquello era
una buena idea, que un no como
respuesta no tenia cabida.
- ¿Una fiesta? ¿Aquí?
- Desde luego que aquí no cariño – Se
sentó junto a ella y con un gesto que ya era del todo familiar unió sus manos
con las de su mujer – Será en nuestra nueva casa. Digamos que quiero presumirte
frente a toda la buena sociedad de Nueva York que parecen estar encantados con
mi misteriosa mujer.
- ¿Misteriosa mujer? Tal vez seria
mejor mantener el misterio, pues cuando me conozcan se sentirán totalmente
decepcionados al ver lo simple que soy.
- Simple jamás seria una palabra que
usaría nadie para describirte amor – Con su manos libre acaricio su mejilla que
se había coloreado por el cumplido – Puede ser que unas cuantas mujeres
envidiosas lo piensen, pero de ellas nunca debes preocuparte.
- Y tú ¿Cómo me describirías? – Por
alguna razón se arrepintió de hacerle aquella pregunta, tenia miedo que le
dijera que la mejor palabra para describirla era mentirosa o tal vez como una mujer que se marcha sin importarle
nada ni nadie, estaba por pedirle que olvidara lo que acababa de preguntar
cuando lo oyó contestarle.
- Te describiría como una mujer
hermosa, que tiene la sonrisa más contagiosa que he visto, que sin notarle o
siquiera proponérselo no nota el efecto que tiene en las personas, haces que de
alguna manera todos quieran verte feliz – Edward estuvo a punto de decir que
para él ese era el único objetivo que valía la pena, verla feliz, pero como
siempre cada vez que comenzaba a sentirse abrumando por sus sentimientos, los
ocultaba – y sobre todo saber ver lo hermoso de la gente, incluso cuando
aquello no es tan obvio y yo….- No continuo hablando
- ¿Y tú que Edward? – Los ojos de
Bella se abrieron con esperanzas de que finalmente volvería a escuchar aquellas
palabras que tan secretamente anhelaba.
-0-
-Podrías calmarte Alice.
- ¿Embarazada? Dices que esta embarazada – Miro
con furia al portador de aquellas noticias.
- Si esta embarazada – Le respondía sonrientemente.
- Pero ¿Cómo?
- Realmente deseas que te explique la mecánica del
embarazo, supongo que alguien no tuvo la charla de la abejita y la flor.
- Cállate idiota y escúchame, va a ver un ligero
cambio de planes, pero el lugar seguirá siendo el mismo.
- La fiesta.
- Si la fiesta, no saben la sorpresa que se
llevaran…