Los personajes son de la grandiosa e inigualable Stephenie Meyer…la
historia producto de tanto libro, película, serie y telenovela que he visto a
lo largo de los años y que ha ayudado a mi IMAGINACIÓN!!!!
Capitulo 18
Un paso más
Bella POV
Sentí como un nudo se hacía en mi garganta, trate de contener las lágrimas
que amenazaban con salir. Agudice el oído esperando en cualquier momento la
puerta cerrarse, pero después de unos eternos minutos ese sonido no llegaba,
mil ideas cruzaron por su cabeza hasta que decidió que solo tenía una
alternativa, ver que había sucedido.
Lentamente me levante de mi cama, tome una camiseta que estaba tirada y mi
ropa interior, me acerque a la puerta, con el corazón latiendo a un ritmo
enloquecedor, la abrí muy despacio y solo
lo suficiente para ver hacia el exterior. No pude evitar paralizarme cuando vi
que Edward seguía ahí y no solo eso, sino que daba vueltas de un extremo a otro
en la habitación.
- Ed…Edward – Mi voz sonó más bien como un susurro, pero alcanzo a oírlo,
pues de inmediato dejo de dar vueltas y se me quedo mirando.
- Soy un idiota – Dentro de todas las frases que imaginé podría decirme
aquella no encajaba en lo absoluto.
- ¿Qué?
- Soy un verdadero idiota Bella, pese a todo lo que te amo no logro hacer
nada bien. Perdóname por favor – Se acerco hasta donde estaba y se arrodillo
frente a mí.
- Edward ¿Qué estás haciendo? Párate…no entiendo nada – Ignoro mi petición
y comenzó a hablar.
- Bella…primero quiero que sepas que te amo como nunca amara a nadie en esta
vida y en la próxima, eres lo más importante que hay en mi vida y saber que
puedo hacerte daño, que te puedo hacer sufrir hace que me desespere – Trataba
de entenderle, pero hablaba con tanta rapidez que aquello me estaba resultando
sumamente difícil. Me puse a su altura y puse un dedo en sus labios, sentí como
deposito un pequeño beso en el.
- Respira y no entiendo que quieres decir….perdonarte por qué, creo que
anoche quedo claro que lo había hecho – No pude evitar sonrojarme – Y si acaso
lo que vivimos fue una despedida, lo
entiendo Edward, pero deja de sentirte culpable y solo se feliz, solo eso –
Trata de ponerme de pie, pero no lo conseguí, ya que me apreso en su brazos y
lleno mi rostro de besos.
- Mi vida creo que no he sido claro en nada, quiero pedirte perdón por lo
de hace unos minutos. Te deje en la habitación sin darte ninguna explicación,
peor aún daba la impresión que estaba huyendo. Creo que lo hago todo mal, tal
vez el golpe me afecto más de lo que yo pensaba – Lo mire casi con impaciencia,
me estaba mareando con tantas palabras, cuando su mirada con la mía creo que
entendió todo – Lo siento. Bella lo que pensaba decirte aquel día era algo muy
importante, pero solo para los dos. No hay terceros involucrados ni nada…..solo
tú y yo.
- Sonabas tan serio.
- Porque es algo serio. Creo que sera mejor que nos levantemos – Primero lo
hizo él y después tomo mi mano para ayudarme. Nos guio hasta el sillón y me
puso sobre sus piernas. Beso mi cuello hasta llegar a mi oído y susurrarme
nuevamente que me amaba – Bella, aquel día una sola cosa estaba en mi mente,
quería llegar y pedirte un favor.
-¿Un favor? – Me puso suavemente sobre el sillón, mientras él se levantaba.
Tomo mis manos entre las suyas y apoyo una rodilla en el suelo.
- Isabella Marie Swan, me harías el favor, el honor…de convertirte en mi
compañera, mi esposa, mi mujer – Enmudecí por unos instantes de incredulidad,
hace apenas unos días mi corazón estaba partido por la pena de no tenerlo junto
a mí y ahora lo tenía ahí, frente a mí, haciéndome la pregunta más importante
de todas.
- No existe otra cosa que desee en este mundo, Si Edward quiero ser tu
esposa, tu amiga, tu compañera – Sentí como deslizaba un anillo en mi dedo y
luego lo besaba sellando una promesa.
Guie su rostro a mis labios y lo bese, sellando también mi promesa de amor
eterno. Si haces unos instante mi corazón latía desbocado por el miedo de
perderlo, ahora latía salvajemente y amenazando con salirse de mi pecho por
tenerlo junto a mí y ahora para siempre.
Poco a poco la intensidad del beso fue subiendo hasta que quede bajo Edward
en el sillón, mientras sus manos recorrían mi cuerpo, sentí como llegaban al
final de mi camiseta y luchaba por quitármela, estaba por ayudarlo, cuando el
sonido del timbre cambio nuestros planes.
- Bella….Soy Alice – Como si no lo supiera, su insistencia me lo dejaba
claro – ¿Estas bien? Oh por Dios el sicopata de la motocicleta te secuestro, lo
sabía…tengo que llamar a la policía, cuantas horas llevará desaparecida…que
hago…que hago – Me apresure a abrirle, pues de otra forma en pocos instante la
guardia civil estaría en mi sala.
- Alice!!! – Su abrazo fue demasiado fuerte para alguien de su contextura –
Estoy bien.
- Oh Bella, pensé que me moría sin saber que te había sucedido, me asuste
tan…-Note que dejo de hablar y me susurro muy bajito – Bella sabes que Edward
esta en tu sofá.
- Si lo se Alice, pero gracias por confirmar que esto no es un sueño – Se
aparto de mí y se dirigió a mi novio.
- Hola Alice – Una nota de diversión tiño la voz de Edward.
- Tú – Sus finos dedos lo indicaron – ¿Sabes todo lo que has hecho sufrir a
mi amiga? Supongo que no tienes ni una idea, pero una cosa quiero que tengas
claro Cullen, Bella no está sola.
- Alice….que estás haciendo.
- Simplemente aclarándole que no estás sola.
- Eso me alegra mucho, Alice. Saber que Bella tiene a gente que la quiera –
Se acerco a donde estaba y me abrazo. Por primera vez mi amiga pareció reparar
en como estábamos vestidos.
- ¿Acaso interrumpo algo? – Su vista viajo de Edward a mí.
- ¿Tu qué crees?
- Se reconciliaron – Se acerco hacia nosotros y no sé cómo pero vio mi
anillo – Se van a casar…..Bella, te vas a casar…..no lo puedo creer. Tenemos
tanto que planear. Espero que tengamos tiempo. Soy tan feliz por ustedes, es
tan maravilloso. Esta noche cenan en mi casa.
- Alice calmate. Todavía hay tiempo y respira. Ahora todavía quedan ciertos
puntos por tratar con Edward asi que nos vemos después – La guie a la salida.
- Esta bien, pero dile a Edward que deje marcas en lugares menos visibles –
No espero que respondiera y cerró la puerta de mi casa.
Edward POV
Oí el comentario de Alice y no pude evitar reír. Estaba seguro que seriamos
grandes amigas, es más si hubiese tenido una hermana se gustaría que fuese como
ella. Bella se volteo y me miro ceñuda.
- ¿Se puede saber de qué te ríes? – Lentamente se fue acercando a mí. No
dejamos ni un instante de mirarnos.
- Alice es todo un personaje, ¿verdad? – La tome entre mis brazos.
- Si y la adoro – Me dio un suave beso en los labios.
- Me gusta que te cuide. Siempre voy a estar agradecido por eso.
- Te amo, Edward
No le respondí, en cambio la acerque nuevamente al sillón.
Bese su cuello, mientras sus manos viajaban por mi pecho y comenzaban a
desabrochar los primeros botones de mi camisa.
- Bella…
- Demuéstrame cuanto me amas.
No necesite más invitación. La
ayude con mi camisa y ella hizo lo mismo con su camiseta. Era simplemente
preciosa, acaricie suavemente sus pechos y los llene de besos. Oí como un suave
gemido escapo de sus labios, mientras sus manos llegaban hasta mi pantalón y me
ayudaban a quitarlo. Me separa un momento para terminar de hacerlo.
Comencé lentamente a besar sus
piernas, al mismo tiempo que mis dedos acariciaban su suave piel. Tome su cintura
con mis manos y la levante para poder quitar sus bragas. La lance hacia algún
lugar lejos de nuestro alcance y volví con mis labios a recorrer su cuerpo.
Mientras sus manos recorrían su propio camino en el mío.
Volví a unir nuestros labios,
mientras mis manos masajeaban sus perfectos pechos, hasta que sentí como sus
pezones erectos en mis palmas. No pude evitar sobresaltarme cuando sentí como
sus manos se internaban en mi bóxer y me acariciaban tan sutilmente como si
fueran las alas de una mariposa. Aquella caricia provoco pequeñas descargas
eléctricas en todo mi cuerpo.
Vi como una sonrisa se formaba en su rostro al
saber la reacción que provoco en mí. Le seguí su juego y me lleve uno de sus
pezones a mis labios. Use mi lengua para excitarla más, jugué con uno y luego
con otro hasta sentir sus manos en mis cabellos con la intención de guiar mis
atenciones. Seguí con mis atenciones hasta que la oí gemir. Ahora el turno de
sonreír fue para mí.
Guie mis manos hasta su intimidad
para tocar aquel punto que la haría explotar de placer, baje mi cabeza hasta
ahí y la bese. Cuando la oí gritar mi nombre supe que había llegado al éxtasis,
levante mi rostro y vi a Bella, tan hermosa. Me separa unos instantes y quite
la única prenda que cubría mi cuerpo, busque sus labios y la bese con toda la
pasión que tenía, al mismo tiempo que entraba en su interior. Marque un ritmo
lento, pero con cada nueva embestida necesitaba más de Bella y sus gemidos
inundaron la habitación.
Empecé a aumentar poco a poco,
sin dejar ni por un instante de besar cada parte de su cuerpo. Sentí que estaba
a punto de llegar, así que con una última estocada ambos tocamos el cielo.
Ahogamos nuestros gritos en la boca del otro y continuamos besándonos. Uní
nuestras frentes y le dije:
- Hoy es el mejor día de mi vida.
Seis meses después
Todo estaba preparado para que
Bella y yo uniéramos nuestras vidas para siempre. Los últimos meses pasaron con
rapidez, pero estos últimos días pasaron con demasiada lentitud.
Cuando le dije a Bella que
conoceríamos a mis padres, estaba tan nerviosa porque no les simpatizara, que no
la encontraran digna de mí, trate por todos los medios de calmarla y hacerla
entender que era perfecta y que ellos la amarían tanto como yo a ella. No me equivoque,
mi madre de inmediato la adoro, al igual que mi padre. No paraban de
agradecerla por hacerme sentar cabeza y por la felicidad que irradiaba desde el
día en que la conocí. Además Esme se ofreció a ayudarla con todo lo de la boda
y se puso a trabajar junto con Alice apenas supo la fecha, quería que todo
fuera perfecto.
Con Charlie todo fue un poco más
complicado, aunque lo entendía perfectamente, Bella era su única hija y su
única familia, era su tesoro más preciado. Después de conversar por horas, más
bien a ser interrogado durante un tiempo demasiado largo, logre ganarme la
simpatía de mi futuro suegro. Le prometí que mi vida era ella y que no
descansaría en hacerla feliz. Me dio un fuerte abrazo y me recordó que era
policía y estaba autorizado a utilizar armas.
Mi hermano Emmett era un feliz
hombre casado y futuro padre. Había conseguido un empleo en Washington, sin
olvidar su trabajo voluntario que lo había llevado a conocer al amor de su
vida, Rosalie.
Alice y Jasper se habían ido a
vivir juntos, y parecían felices, no estaba aun entre sus planes casarse, pero
por lo que sabía aquella situación estaba por cambiar.
- Edward, vas a hacer un hoyo en
el piso, podrías tranquilizarte.
- Quieres que te recuerde como
estabas tú el día de tu matrimonio – Mire a mi hermano.
. Tómalo como un consejo, guarda
energías para la noche de bodas – Ambos reímos por su sabio consejo.
- No puedo evitar sentirme
nervioso. La amo.
- Tanto como ella a ti. Así que
todo estará bien – Abrace a mi hermano.
- Ya es hora – La voz de Alice
rompió el momento – Muy guapo Edward, solo respira.
- Gracias.
Los primeros sonidos de la marcha
nupcial indicaban que pronto vería a Bella. Nunca imagine que pudiera verse más
hermosa, pero así era. Estaba radiante, en su vestido diseñado por Alice, se
adaptaba suave y perfectamente a su cuerpo, no usaba velo, en cambio su pelo
estaba peinado con unas flores que la hacían perfecta. Tuve que contenerme de
no ir por ella. Cuando nuestras miradas se cruzaron me olvide de todo y de todos.
Solo éramos Bella y yo, para siempre.
Su padre unió nuestras manos y le
sonreí. Me recordó que me estaba entregando lo más importante que había en su
vida. Escuchamos atentamente las palabras del cura hasta que llego el momento
de nuestros votos.
- Edward…Este es el sueño que ambos compartimos...Es el que queremos cuidar a
través de los años...El que hablará por nosotros, más que toda palabra...El que
nos reencontrará a través de cualquier distancia...Este es el sueño que
compartimos, y se llama Amor – Deslizo el anillo.
-
Bella…quiero que sepas que te amé incluso antes de que llegaras a mi
vida, sin conocerte pero sintiéndote a cada instante, sin mirarte pero sabiéndote
mía, te amé porque supe que en algún lugar existías, y te espere, y ahora además
de amarte, puedo adorarte – Deslice el anillo en su dedo y la sonreí.
Nunca olvidare el momento en que
nos declararon marido y mujer, la tome entre mis brazos y la bese hasta
quedarnos sin aliento.
- Te amo Edward, por siempre y
para siempre.
- Te amo Bella…lo eres todo para
mí…recuérdalo siempre…recuérdame.
Acá esta el último capitulo....Gracias a quienes siguieron la historia!!!
Lulu XD