Capitulo
8
Aléjate
de mí
“Aléjate
de mi y hazlo pronto antes de que te mienta.
Tu cielo
se hace gris, yo ya camino bajo la tormenta.
Aléjate
de mí, escapa ve que ya no debo verte.
Entiende
que aunque pida que te vayas, no quiero perderte...”
Edward miro durante varios segundos a su mujer con
el rostro lleno de sorpresa, por un instante su agarre disminuyo fuerza hasta
que la observo detenidamente y comprendió que todo aquello era una broma, sin
preguntarla los motivos o algo más, se abalanzo sobre ella y la beso, no le dio
tiempo a reaccionar o rechazarlo, la necesitaba y aun cuando estaba seguro que las palabras de
su mujer eran una forma de mostrarla el enojo que sentía por los días de
separación, una parte de él se quebró de solo pensar una vida donde ella no
estuviera presente.
Bella se dejo llevar, sabia que tal vez esta seria
la última vez que estuvieran juntos, tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano
para no llorar por aquel pensamiento, su vida sin Edward sería una tortura,
pero la verdad no era una opción aun cuando ella no estaba del todo segura que había
sucedido aquella noche, es mas tenia terror de descubrir lo sucedido por eso
había elegido la salida fácil…alejarse y alejarlo.
Edward coloco los brazos de su mujer sobre su
cabeza y bajo lentamente por su cuerpo hasta desanudar el cinturón de su bata,
agradeció que bajo aquella tela no hubiese nada más, comprendió que ella
acababa de salir de su baño, todo su cuerpo olía a vainilla y a su esencia tan
particular que la hacia única en el mundo y en su vida. Se maravillo con sus
pechos tan perfectos y los beso, jugo con ellos hasta que sus pezones estuvieron
erectos y listos para más atención, se los llevo a los labios fascinándose con
su textura. Nunca se cansaría de amarla y adorarla, su amor a veces parecía
tener fuerza propia que lo arrastraba y le impedía pensar en cualquier otra
cosa que no fuera en su Isabella.
Mientras sus labios ya habían encontrado su lugar,
sus manos se dedicaron a recorrer muy
lentamente el cuerpo de Bella dejando suaves caricias en el, él sabia
perfectamente que aquello la enloquecía y pronto estaría tirando de sus
cabellos para que su unión fuera perfecta.
Aun cuando llevaban días sin estar juntos y lo que
mas deseaba era estar dentro de ella, quería excitarla con sus juegos
preliminares, una sonrisa perversa enarco su rostro cuando imagino a su mujer
rogándole, no seria un castigo tan malo luego de lo que ella acababa de hacerle
o más bien pedirle, divorcio no era un palabra que pudiese siquiera existir
entre ambos, se habían casado para toda la vida e incluso ese tiempo parecía
tan corto para él.
Finalmente Edward llego al punto donde su mujer
parecía necesitarlo, cuando sintió su humedad supo que ya estaba preparada para
él. Dejo de lado por un momento sus pechos y bajo su cabeza al único lugar
donde deseaba estar en ese momento, entre las piernas de ella y su entrada que
le daba la bienvenida.
- Me alegra saber que me extrañaste – Bella apenas
le contesto con un gemido, pues la lengua de Edward comenzó su trabajo –
Deliciosa como siempre amor.
- Ed…Edward…te neces…Oh Dios – Ahora no solo su
lengua ayudaba sino que uno de sus dedos penetro en su interior y jugaba con el
botón del placer, cuando uno no fue suficiente, llevo dos dedos y la hizo
gritar de éxtasis, estaba tan cerca que le dolía.
- Recuerda que no estamos solos – Le dijo el muy
canalla tan cerca de su centro que el aliento que se coló por sus labios paso
directamente a los suyos provocando una nueva oleada de sensaciones
embriagantes.
- Deja de hablar y haz tu trabajo Cullen – Como
Edward esperaba llevo sus dedos a su cabello y comenzó a guiarlo hasta que un
grito le indico que sus esfuerzos dieron sus frutos.
- No sabes cuanto te extrañe amor…no sabes cuanto
– Subió hasta el cuerpo de Bella para abrazarla, pero ella no se lo permitió.
De un solo movimiento Edward quedo bajo su cuerpo
y a su entera disposición, le quito la ropa que aun tenia puesta, primero la
camisa cuyos botones volaron por los aires en distintas direcciones. Beso su
pecho como si en eso se le fuera la vida, y dado que de alguna manera aquello
era la despedida, su sensación era en sentido literal. Cuando llego al
pantalón, lo acaricio primero por encina.
- Veo que alguien espera por mi – Le ronroneo
Bella muy cerca de su oído.
- Solo por ti…para siempre – Por un momento
aquellas palabras se sintieron como un balde de agua fría, pero decidió seguir
adelante, pues si había sucedido lo que sospechaba necesitaba borrar cualquier
huella de otro de su cuerpo.
Le quito su cinturón y luego con los labios
desabrocho el pantalón para luego bajar el cierre ayudado de sus dientes.
Edward solo se deleitaba con aquella visión, amaba el lado lujuriosa de su
mujer y sobre todo el hecho de vivirlo intensamente a su lado. Él era arcilla
en sus manos a la hora que ella tomaba el mando.
Finalmente solo una pieza de tela separaba sus
cuerpos, como estaba excitado y casi no podía con la ansiedad fue él mismo
quien se quito el bóxer. Bella lo observaba entre divertida y anhelante al
verlo tan dispuesto para ella.
- Creo que alguien esta impaciente – Se subió a
horcajadas sobre él y tomo su miembro entre sus manos para ubicarlo en su
entrada, luego de un solo y certero movimiento lo sintió entrar en ella de la
manera perfecta que siempre lo hacia.
- PERFECTA – grito Edward mientras era montado por
su mujer y era ella quien marcaba el movimiento de sus cuerpos.
Al principio fue lento, quería recordar esta
noche, Edward acariciaba su cuerpo y enredaba sus manos en su cabello, para
luego bajar su cabeza y besarla, sus lenguas también tenían su propio ritmo y
no dejaban de jugar en la boca del otro. De un momento a otro sus movimientos
se aceleraron y dejaron de ser acompasados para dar paso a un lado más salvaje
donde la ultima penetración fue tan profunda que ninguno pudo controlar el
grito que escapo de sus labios.
Edward despertó como si acabara de bajar del
paraíso. De inmediato extraño el calor que le proporcionaba el cuerpo de
Isabella y la busco, pero el lado de su cama estaba vació. Lo más probable es
que estuviera con las niñas preparándolas para el colegio.
Admiraba a su mujer después de lo poco que
durmieron, pues en la madrugada ambos despertaron con ganas de más, apenas y
habían dormido unas horas. Y aun así ya estaba preparando todo para un nuevo
día. Planeo pasar todo el día junto a ella y sus hijas, llamaría a la oficina
para decir que no iría a trabajar, era lo menos que le debían después de
separarlo de su familia, si sonaba un tanto dramático, pero por hoy lo sería.
Miro el reloj de su mesita de noche y no podía
creer la hora que ahí había, se levanto de un salto hasta encontrar su celular
para cerciorarse y en efecto eran las 11 de la mañana, había dormido mucho mas
tiempo del que esperaba y Bella no quiso despertarlo.
Bajo rápidamente las escaleras, después de tapar
un poco su desnudez no quería a la encargada de la limpieza escandalizada,
busco a Bella por todas partes, pero no la encontró por ningún lado, preocupado
la llamo a su teléfono, luego del segundo repique contesto.
- ¿Dónde estas?
- Ocupada – Fue la escueta respuesta de Bella,
además su tono de voz le indico que algo no iba bien.
- Te pregunte donde, no como estas – No pudo
evitar el tono de reclamo que había en su voz.
- Déjame en paz, Cullen – Y sin darle opción a replicar corto la llamada.
Como llevado por un impulso irracional Edward
corrió nuevamente al piso superior y se dirigió directamente hasta su cuarto y abrió de par en par las
puertas del guardarropa de su mujer, un suspiro de alivio escapo de sus labios
cuando vio que toda su ropa estaba ahí, aunque si poder entender muy bien el
porque de su reacción aquel detalle lo ayudo a sentirse mejor, pese a que no
lograba entender en absoluto la actitud de Bella.
Isabella estaba en una cafetería cercana a la
oficina decidió quedarse ahí después de dejar a sus hijas en el colegio aquella
mañana. Fue una dura batalla con ellas él que no despertaran a Edward, pero lo
que menos quería era verlo, en especial teniendo la cabeza tan revuelta como la
tenia en esos momentos.
Forzó todo lo que creyó posible su mente para
recordar los detalles de aquella maldita noche que cambio su vida, lo último
que recordaba con total claridad era que había hablado con Edward, lo demás
eran recuerdos rodeados de oscuridad, eran algo así como una película filmada
en el Londres del Siglo XIX rodeada de niebla, pero a pesar de eso tenia una
prueba que aquella noche algo horrible habia sucedido, rebusco en su bolso
hasta dar con aquel trozo de papel tan pequeño e insignificante en muchos
aspectos, pero tan potente como un arma, releyó nuevamente la frase ahí
estampada, no era necesario pues ya la sabia de memoria... “Gracias por una increíble noche, Isabella
por siempre tuyo”.
Necesitaba recordar todo, pero tanto como lo
anhelaba lo temía, pues si todo lo que ella creía era cierto nunca podría
volver a ver a la cara a Edward por eso su decisión ya estaba tomada.
Edward decidió que lo mejor era no empezar a
buscar como un loco a Bella, ella volvería con sus hijas y finalmente
hablarían, luego saldrían todos juntos a celebrar su reencuentro. Llamo al
lugar preferido de su familia e hizo las reservaciones, luego encargo flores
para su mujer y dejo en los cuartos de sus pequeñas los regalos que les había
traído del viaje.
Salio de su despacho cuando vio que finalmente las
mujeres de su vida llegaban a casa, se acelero para llegar a la puerta y
recibirlas con los brazos abiertos. Como era de suponer Lizzie y Nessie se
abalanzaron sobre él, llenándolo de besos y abrazos, hablando al mismo tiempo y
tratando de captar su atención. Las llevo cargando a ambas hasta la casa, hasta
que las dejo al pie de la escalera y le digo unas palabras mágicas.
- Corran a sus cuartos – Sabia que con eso tendría
unos momentos a solas con su mujer, se acerco a ella y tomo su mano – Tenemos
que hablar.
- Si tenemos que hacerlos – Algo había en la
mirada de Bella que hizo que Edward sintiera un dolor en el corazón, se veía
tan triste que se prometió que haria lo imposible para quitarle esa mirada a su
mujer.
Se dirigieron al despacho, antes de que siquiera
empezara a hablar ella le entrego un sobre, sin decir palabras lo abrió y casi
cae al suelo de la impresión.
- ¿Qué rayos significa esto?
- Creo que es sumamente claro. Te lo dije anoche
Edward quiero el divorcio.
- Pensé que era una broma, que estabas enojada
conmigo, además creí que todo estaba bien después de la agitada noche que
tuvimos – Se acerco a ella, pero Bella lo rechazo.
- Pues te equivocaste.
- Crees que simplemente firmare y asunto
solucionado – Edward la miro con rabia – Crees que para mi es tan poco
importante nuestra familia como para que no luche por ella, que mi amor por ti
se puede acabar. Estas muy equivocaba Isabella si crees que pienso dejarte ir
sin más – Lanzo por lo aires los papeles.
- Tienes que hacerlo – Bella comenzó a llorar
angustiada por la situación.
- ¿Por qué? Amor dime que sucede – Intento
abrazarla pero nuevamente lo rechazo.
- Por que te fui infiel Edward por eso….
Perdón
por la tardanza, pero la vida se complica bastante sin tener un PC todo el
día!!!!
Se que
esta un poco confuso todo, pero ya el próximo capitulo todo se ira aclarando
…Como siempre MILES DE GRACIAS por sus comentarios!!!!
Besos y
que tengan un excelente día
Lulu XD