Capitulo 10
Recuerdos
“Desde mis
recuerdos a tus recuerdos
De los días pasados, donde nuestros corazones tenía todo para dar
Desde mis recuerdos a tus recuerdos
Con los sueños que has dejado atrás
Voy a seguirle dando vueltas en mi mente…
De los días pasados, donde nuestros corazones tenía todo para dar
Desde mis recuerdos a tus recuerdos
Con los sueños que has dejado atrás
Voy a seguirle dando vueltas en mi mente…
Y ahora que la
soledad ha llegado a tomar tu lugar
yo solo cierro mis ojos y veo tu cara…”
yo solo cierro mis ojos y veo tu cara…”
Bella estaba
estática mientras Edward la besaba, sabía que si sucumbía ahora ya no podría
dejarlo nunca y ella simplemente no podía estar a su lado si era incapaz de
verlo a los ojos.
- No te resistas,
Isabella, ambos sabemos que me amas tanto como yo.
- Maldito engreído
– Trato de apartarse de su toque y golpearlo, pero él fue más rápido y alcanzó
sus manos. Las aprisiono tras su espalda
y la beso nuevamente.
- No importa lo que
tu boca diga, es tú cuerpo él que habla por ti. Ahora – Abrió la puerta del
auto – súbete.
- No lo hare.
- Tienes dos
opciones, amor mío. Lo haces por tus propios medios o aceptas mi ayuda. Lo
único seguro es tú y yo nos iremos en el auto.
Bella no respondió
solo se subió y antes que él le ayudara, cerró la puerta con mucha más fuerza
de la necesaria. A los pocos segundos Edward subió también y comenzó a
conducir.
Estuvieron durante
varios minutos en silencio hasta que este se hizo insoportable. Fue Bella la
que hablo primero.
- Quiero el
divorcio.
Espero unos minutos
por la respuesta de Edward que no llegaba, estuvo tentada de golpearlo o algo
para saber si la había oído. Él solo tenía la vista al frente, ni siquiera se
había volteado a verla durante todo el viaje.
- Entiéndelo
de una maldita vez, lo único que deseo es el divorcio.
- No –
Movió su cabeza negando – Eso no es lo que tú quieres.
Finalmente
Edward parecía tener ganas de hablar, la miro sonriendo, como solo él sabía
hacerlo.
- Edward,
que sentido tiene todo esto.
- Me
acercó mas a ti tras cada amanecer a la cita de tú amor nunca faltare.
- Estas
loco – Soltó un bufido de frustración.
- Dicen
que la locura es una buena justificación.
- ¿Dónde
me llevas?
- Creo que
los automóviles siempre me han sido útiles para hacerte entrar en razón.
- Edward….
-
Recuerdas la primera vez que estuvimos juntos. Estabas tan hermosa con ese
vestido rojo, hermosa y deseable, te tome entre mis brazos y no me rechazaste,
desde ese momento lo supe…serias mía a cualquier precio.
- Si mal
no recuerdo después de confesarme tu amor planeaste dejarme.
- Nunca,
solo quise hacerte entrar en razón.
- Déjame
ir, esto no tiene sentido.
Una
solitaria lágrima recorrió la mejilla de Isabella. Se sentía tan débil y
angustiada, no sabía cuanto tiempo más podría seguir resistiéndose a él, a sus
palabras y sus recuerdos.
- No puedo
dejarte Bella, es que acaso no lo sabes, te amo, eres parte mi alma, de mi
corazón, sin ti me siento incompleto y eres mi energía vital, la fuerza que me
ayuda a seguir adelante.
- ¿Y las
niñas?
- Ellas
son la alegría de mi vida, lo mejor de ti y de mi esta en ellas. Recuerdo
perfectamente el día que me supe que estabas embarazada, nunca sentí un terror
mayor al verte desmayada entre mis brazos y luego como siempre, me hiciste el
hombre más feliz del mundo.
Edward
tomó la mano que descansaba sobre el regazo de Bella y se la llevo a los
labios, con ese simple gesto le trasmitió todo el amor que sentía.
- Edward,
yo te fue infiel – Su voz apenas sonó como un susurro.
- Si, pero
si llegaste a serme infiel es por que yo también cometí errores, yo también te
falle, amor.
- No me
fallaste, yo fui….yo y solo yo soy la culpable.
Paro el
auto frente a una pequeña cabaña, bajo de este y abrió la puerta extendiendo su
mano hacia su mujer, la ayudo a bajar y la tomo entre sus brazos.
- Tres
meses….tres dolorosos y angustiantes meses – Enterró la nariz en su cabello e
inhalo su aromo tan único. Camino con ella hasta la puerta y con cuidado la
abrió.
- ¿Dónde
estamos?
-
Necesitamos hablar y creo que este es el mejor lugar.
- Pero…
- Alice se
hará cargo de las niñas.
Con mucho
cuidado la bajo hasta el suelo y con sus manos unidas la guio hasta el sofá
frente a la chimenea, una vez que la dejo ahí, se separo unos momentos para
poner algunos leños y encenderla.
Volvió
junto a ella y comenzó a acariciar su rostro, que en ese momento estaba bañado
por las lagrimas con su dedo limpió una a una, para luego acercarse aun más y
capturar sus labios en un suave y delicado beso, que hizo que Bella se rompiera
por completo.
- Te amo
tanto Edward que simplemente no sé como voy a poder vivir sin ti.
Unieron
sus frentes, acariciando sus rostros y entremezclando sus alientos.
- No
tienes que hacerlo, soy tuyo Bella y debemos solucionar esto juntos. Porque es
obvio que no sabemos vivir el uno sin el otro…Te amo….te amo….te amo y nunca me
cansare de decirlo.
En un
rápido movimiento Bella se subió a horcajadas sobre Edward, llevo sus manos a
su cuello para acercarlo más y besarlo apasionadamente, sus dedos se perdieron
en su cabello y su lengua probaba el sabor de sus besos. Se sentía completa al
tenerlo así y sobre todo al sentirlo así, tan lista para ella.
Las manos
de Edward no se quedaron quietas y fueron a acariciar el trasero de su mujer
con la intención de acercarla más a su cuerpo, como tratando de fundirse en uno
solo y así asegurarse que nunca más la perdería. Que siempre estarían unidos.
Se
separaron solo unos segundos para continuar besándose, trataban de alguna
manera de recuperar el tiempo perdido, poco a poco todo fue subiendo de tono,
en un momento Bella estaba sentada y al siguiente Edward la tenía bajo su
cuerpo en el sofá.
- Eres
preciosa y te necesito tanto.
- Oh
Edward…por favor.
- Por
favor ¿que?
Su mano
vagaba por todo el cuerpo de su mujer, hasta que se detuvo y comenzó a subir
lentamente por sus muslos, agradeció que llevara falda, pues le daba un mejor
acceso a su piel. Comenzó a repartir besos por su rostro, llegando hasta la
comisura de sus labios y luego bajando un poco más por su garganta, para
después emprender nuevamente el mismo camino, pero sin tocar sus labios, que a
esa altura ya estaban hinchados por tantos besos.
Su mano
llego hasta el inicio de su sexo y aparto la tela que lo separaba de su piel.
Tentativamente introdujo un dedo y sintió como ella se tensaba. Comenzó su
juego entrando y saliendo, primero con la ayuda de un dedo, luego fueron dos.
- Estas
preparada, amor mío. Dime ¿quieres hacer esto?
- Si…es lo
único que deseo.
- Tus
deseos, entonces son ordenes para mí.
Se apartó
un momento para quitarse sus pantalones y zapatos. Bella hacia los mismo con su
ropa y cuando los dos estuvieron desnudos, Edward extendió su mano a su mujer
en una clara invitación y bajo sus cuerpos hasta la mullida alfombra frente a
la chimenea.
- Te amo y
nunca te iras de mi lado
Subió las
manos de su mujer sobre la cabeza y la penetro con fuerza. Se quedó ahí durante
unos momentos, disfrutando del estar nuevamente así con su mujer, bajo su
mirada para ver como Bella tenia los ojos cerrados y se mordía el labio, se
veía tan hermosa, que Edward no pudo evitar sacar su labio de entre sus dientes
y besarla apasionadamente, mientras comenzaba a entrar y salir de ella, primero
lentamente, hasta que ninguno pudo seguir soportando ese ritmo y fue aumentando
en intensidad.
Llevo sus
labios a sus pechos y jugo con ellos hasta que sintió como las paredes de su
mujer se tensaban alrededor de su miembro y gritaba de placer, poco segundos
después él se unió a sus gritos y se desplomaron en la alfombra. De un solo
movimiento Edward dejó a Bella sobre su pecho.
- Pensé
que volver a tenerte así entre mis brazos era imposible.
- Edward –
Se acercó aún más al calor de su pecho y descansó su cabeza en su hombro.
- Tenemos
que hablar….quiero que me cuentes todo.
- No
puedo, yo….no quiero hacerte daño.
- Amor
tenemos que hablar, por favor.
Acerco sus
cuerpos al calor de la chimenea y rodeo a su mujer con sus brazos, dejó que su
espalda descansara en su pecho y espero para que comenzara a hablar.
- Fue una
noche que estabas de viaje, acabábamos de hablar y….- calló unos segundos –
estaba en casa y de un momento a otro la luz se fue. Trate de ver que pasaba,
pero luego sentí a alguien tras de mí, pensé que eras tú así que le seguí el
juego cuando cubrió mis ojos, luego me dio algo de beber, con el tacto pude
notar que era una copa la que dejo en mis labios. Despues de tomar lo que
supuse era vino blanco. Sus manos acariciaron mis brazos, algo despertó mis
sentidos y encendió mis alertas, no eras tú, podría reconocer tu toque en
cualquier lugar y momento – Dio un largo suspiro – No sé con exactitud que fue
lo siguiente que paso, pero si que me sentía totalmente mareada y que alguien
me llevó hasta nuestra cama. No sé que vino después, solo sé que amanecí desnuda en nuestra cama y en la
mesa de noche una nota agradeciendo la maravillosa noche.
Se dio la
vuelta y abrazo a Edward con fuerza, solo su terapeuta sabía toda la historia y
a pesar que muchas veces le recomendó que fuera honesta con su marido y se la
contara, nunca pensó que tendría la fuerza para hacerlo.
Levantó su
mirada hasta los ojos de él y pudo ver como todo el color del rostro de Edward
parecía haber sido drenado, estaba más blanco que un papel y su facciones
estaban alteradas por la furia, hizo más fuerte el agarre de su mujer, como una
forma de calmar los pensamientos que estaban llenando su menta.
- Di algo,
por favor.
Estaba
angustiada de verlo así, su hermoso rostro una mascara de furia y dolor. Se
arrepintió al instante de haberle dicho todo.
- Isabella
– su voz era seria – Tratas de decirme que en todo este tiempo en que decías
haberme sido infiel, en verdad fuiste abusada por un desconocido.
Bella
lanzó un gemido de horror, por la línea de pensamientos que estaba siguiendo
Edward.
- Yo…no
fue así, Edward yo….no fue así.
- Alguien
entró a nuestra casa, te desnudo y luego te…forzó.
- No hubo
fuerza, Edward.
- ¿Cómo lo
sabes?
- Visite a
un doctor después de leer la nota y despertar al día siguiente.
- ¿Doctor? Dios, Bella por favor explícamelo.
- Al
despertar y ver que estaba desnuda y aquella nota tan horrible, decidí ir al
medico y pedirle que me realizara exámenes para descartar cualquier abuso, solo
encontró en mi examen de sangre unos tranquilizantes.
Edward no
pudo controlar más su furia y exploto. Se levanto de un salto y sin importarle
su desnudez camino como león enjaulado por el lugar.
- ¿Por qué
nunca me lo dijiste?
- Tenia
miedo – Bella se llevo los manos a su cuerpo como tratando de cubrirse.
- ¿Miedo?
De que.
- De tú
reacción, de no saber que decirte, no sé Edward estaba presa del pánico.
Se acercó
una vez mas a ella y la abrazo.
-
Perdóname mi amor, por no estar contigo. Por no ser el hombre que mereces a tu
lado.
- Eres lo
mejor que me paso en la vida, tú y las niñas son mi fuerza. Perdóname por
querer alejarte de mí.
- Oh Sra.
Cullen nunca mas vuelva a pensar algo
tan horrible como dejarme.
- Lo
prometo – Dejo un suave beso en su pecho donde su corazón latía con fuerza.
- Y ahora
vamos a buscar a ese hijo de puta hasta debajo de las piedras si es necesario y
va a pagar por estos tres meses de sufrimiento y agonía. Si te puso siquiera un
dedo encima lo mato, de la manera más dolorosa que encuentre y luego será
comida para peces
- No, ni
sueñes en convertirte en una criminal, Edward.
- Te hizo
daño.
- Mas daño
me haría ver que has cubierto tus manos
con sangre, piensa en mí, en Nessie y Lizzie, por favor.
- No lo
matare, pero si lo buscaremos, esto no puede quedarse así.
- Esta
bien.
- Ahora
que hemos aclarado todo, creo que tenemos una tarea pendiente.
- ¿Tarea
pendiente?
- Fueron
tres meses Sra. Cullen….tres meses.
La cargo
al estilo novia y la llevó a la habitación, donde una cama los esperaba.
Después de
hacer el amor, Edward acariciaba dulce y perezosamente la piel de su mujer, dejando un camino de
caricias, mientras Bella se dejaba consentir.
Estaba tan comoda a su lado, sintiendo su calor.
Cuando la
mano de su marido paro unos momentos sobre su vientre. Ella levanto su mirada y
buscó la de él.
- ¿Qué
sucede?
- ¿Cuándo
planeas decirme que estas embarazada?
Como siempre GRACIAS por los comentarios, les cuento
que a la historia le quedan muy pocos capis, como mucho tres!!!!
Besos
Lulu XD