Capitulo 2
Primer encuentro
7 años antes
Como todos los años desde que comenzó la secundaria y ahora que finalmente estoy en
preparatoria, estoy sentada en el último pupitre de todo el salón, esperando
pasar desapercibida. Como siempre soy la primera en llegar, no me interesa en
lo más mínimo quedarme en los pasillos platicando sobre mis vacaciones, mi
bronceado o la triste separación de alguna celebridad. Lo mío era ser
invisible.
Hace años más de alguien trato de hacerme
cambiar, tratando de explicarme lo importante que es socializar, la empatía y
demás, pero me mostré tan poco interesada que desistieron. Que sentido tenía
formar lazos, si cuando eres una adolescente difícilmente haces amigos para
toda la vida, además dentro de mis planes no estaba quedarme en Forks, así que
mientras menos gente me quisiera mejor. Además se perfectamente que muchos de
quienes intentaron ser mis amigos, mas ninguno demostró tener la tenacidad
suficiente, ni yo la paciencia para que duraran alrededor de mi más de una semana,
además era obvio que no lo hacían por el dechado de simpatía que soy, sino más
bien por el dinero de mi familia…oh sí, yo era protegida por el poder del dinero.
Mis padres o más bien mi padre, Carlisle Cullen, era un acaudalado hombre de
negocios, temido y respetado en partes iguales en esta ciudad. Por lo que nadie
se atrevería a meterse con nadie de su familia, lo que de alguna forma me hacia
inmune a las burlas y maltratos, de las cuales de podría ser victima si mi familia fuera otra, por
que yo realmente era considerado un
bicho raro en la escala social escolar, era callada, rara, una cerebrito y solo
visto ropa negra, pero como dije el dinero da poder y protección.
Estaba absorta en mi libro que no oí a mis
compañeros entrar, ni tampoco al profesor Martin, pero fue el sonido de su
carpeta chocando con la mesa, lo que me sobresalto a mi y a varios más. Con
desgana deje mi copia de “Los Borgias” y centre mi atención en el maestro que
comenzaba su clase con un discurso introductorio a las metas y desafíos de este
nuevo año académico. Estaba a punto de dormirme cuando la puerta se abrió de
golpe y un muy agitado y enrojecido muchacho entró al aula.
Por primera vez toda la atención de la clase
pareció dirigirse hacia un punto en común.
- Buenos días – La voz molesta del Señor Martin
dejaba claro que no le gusto para nada la interrupción.
- Buenos
días y disculpe, no era mi intención interrumpir e irrumpir así en el salón.
- Supongo que es usted un nuevo alumno – Su voz
se suavizo al oír la disculpa.
-Soy Edward Masen.
- Bueno Señor Masen, ya que mi discurso fue
interrumpido, que le parece que se presente ante la clase.
- Me parece muy bien, muchísimas gracias
profesor Martin – Lo oí aclarar su garganta y pararse erguido como si se
dispusiera a dar un discurso tan épico como “yo tuve un sueño…” – Buenos días
nuevamente compañeros – Sonrió y según pude notar, se oyeron varios suspiros –
Mi nombre es Edward Masen, acabo de mudarme con mi tía desde Los Ángeles –
varias risitas tontas siguieron al anuncio de la cuidad de la que provenía – y
espero que este sea un excelente año para – dejo de hablar por un segundo y
note que sus ojos estaban clavados en mí, que rayos le pasaba, nuevamente
sonrió, agitó su cabeza como sacudiéndose de algo y continuo – un gran año para
todos.
Eso sonó como si estuviera postulando al cetro
de Miss Universo o algo similar, pero al parecer fui la única en notarlo, pues
varias de mis compañeras levantaron su mano para hacerles preguntas personales.
Mis compañeras realmente habían enloquecido, era como el juguete nuevo de la
clase, en cambio mis compañeros lanzaban bufidos frustrados. Cuando la ronda de
preguntas y respuestas se torno más ridícula aún. El profesor decidió
finalizarla, le entregó los libros y el índico que se sentara en el único
puesto vació del lugar….junto a mí.
- Hola – Me voltee a mirarlo y le devolví el
saludo moviendo la cabeza. No me apetecía hablar, menos cuando demasiadas personas nos
observaban – Soy Edward, ni Ed ni Eddie, solo Edward ¿y tú eres? – Creo que
Mister América no entendía que no deseaba hablarle y que la clase ya había
avanzado.
- Isabella y por favor podrías callarte – Eso
sonó un poco cordial, pero era mejor evitar cualquier tipo de lazo o algo
similar que estuviera pensando formar conmigo. Mientras más pronto me dejara en
paz, mucho mejor.
Pase el resto de la mañana en mis clases, la
cuales también compartía con él…no recuerdo su nombre. Lo único bueno es que no
repitió su discurso y se mantuvo alejado de mí todo el tiempo. Tal vez tenía
alma de miss mundo, pero lograba captar los mensajes.
Antes del último periodo me tope con mi hermana
Jane en los pasillos, como siempre me saludo brevemente:
- Nos vemos en casa, Bells – Como siempre me
dio una enorme sonrisa.
- En casa, Jane - Le respondí.
Luego de nuestra apasionante conversación se
unió al grupo de animadoras, para comenzar sus prácticas. Era claro, para mi y
para todos, que no nos parecíamos en
absolutamente nada, ella era toda alegría, vitalidad con una personalidad chispeante,
yo no.
Continúe con mi camino hasta mi siguiente
clase, pero no logre avanzar mucho cuando la voz del director Smith me hizo
detenerme.
- Señorita Cullen – Levante mi mirada – Podemos
hablar un segundo.
- Claro – Entre a su oficina bajó la atenta
mirada de todos los que estaban en el pasillo.
Le di un asentimiento de cabeza a la secretaría
en señal de saludo y ella me devolvió una tímida sonrisa, al parecer tampoco
entendía muy bien que hacia yo aquí.
- Tome asiento – Me indico mientras mantenía la
puerta abierta para mi.
Noté que uno de los lugares estaba ocupado por
el nuevo muchacho, cuyo nombre no podía aún recordar. Creo que comenzaba con A
o E o tal vez con R. Bueno no tenia sentido tratar de recordar algo que nunca
memorice.
- Supongo que debe extrañarse por el hecho que
la haya hecho venir a mi oficina – La voz del director me hizo volver mi
atención, como no supe con certeza que me había dicho solo moví mi cabeza en
señal que estaba absolutamente atenta a sus palabras – La razón es que deseo
pedirle un favor, ya que usted es una de nuestra más destacadas alumnas y que
el Señor Masen es nuevo – Fije ahora mi mirada en el Señor Masen que sonreía
como si acabara de encontrar la olla con las monedas de oro al final del arco
iris – bueno….me encantaría que fuera su anfitriona le mostrara las
instalaciones y lo ayudara para que el periodo de adaptación sea lo menos tenso
para él.
Parpadee varias veces para asegurarme que no
estaba soñando, y un muy mal sueño por supuesto. El director quería que yo
fuera anfitriona de no recuerdo como te
llamas Masen. Es que acaso no me conocía, jamás he destacado en nada que
tenga que ver con socializar, compartir, nunca voy a los bailes, partidos,
subasta y cualquier cosa que implique interactuar con el resto y ahora resulta
que tengo que hacer que otra persona se adapte de la mejor forma a su nuevo
ambiente.
- ¿Esta bien Señorita Cullen?
¿Era legitimo gritarle a la cara que NO? y
decirle que solamente un loco me dejaría a cargo de otro ser humano.
- Por supuesto.
- Perfecto. Por lo que sé la próxima clase la
comparten así que pueden ir ya y ponen
estos permisos, pues van con retraso – Nos dio una última mirada para luego
comenzar a trabajar en algunos informes o lo que sea.
Me levante lentamente con la mínima esperanza
que esto fuera una mala broma y que antes de cruzar el umbral aparecería
alguien diciéndome “CAISTE”, claro que sabia lo imposible que era eso, pues
dudo que el director se prestara para tal cosa, pero una chica puede tener sus
ilusiones. Además ya estaba en el pasillo rumbo al salón de biología y nadie
había salido diciéndome que era broma.
- Así que… ¿Cuando comenzamos?
- ¿Comenzamos? – Lo mire como si le acabara de
aparecer una cuarta cabeza.
- Recuerda que eres mi anfitriona.
Tal vez me estaba volviendo un poco loca, pero
su voz sonaba como si se sintiera muy pagado de si mismo por lo que acababa de
decir y también por saber que yo sería
su “niñera”.
- Lo que sea.
- Isabella, me gusta ser bien atendido.
- ¿Perdón?
- Eso me
parece un excelente comienzo.
Me sonrió por última vez y se adelanto al
salón, yo seguía tratando de entender que acababa de suceder, entrecerré mis
ojos como si así pudiera hacerlo desaparecer, apreté con fuerza mis puños pues
sentía un irresistible impulso de golpear alguna parte de su rostro.
Antes de abrir la puerta, me miró fijamente:
- Ey no entras conmigo.
Avance rápidamente y fui yo la que tomo el pomo
de la puerta para abrirla, sin mirar si estaba o no tras de mí, entre a toda
velocidad. Deje mi pase sobre el escritorio del Señor Molina y me fui a mi
lugar.
Maldije por lo bajo cuando recordé que era la
única que no tenía compañero de laboratorio. Me negué a mirar a mi lado, cuando
sentí la silla desplazarse y alguien usarla.
- Ves Isabella, no puedes huir de mí.
Hola…primero GRACIAS
por sus comentarios del primer capitulo…..sé que es poquitín confuso y creo que
este aclara algunas cosas…no todas, pero algo es algo.
Les cuento que haré
capis cortos, asi podre subir más seguido…de hecho ya esta casi listo el
tercero XD
Que tengan una linda
semana
Besos
Lulu XD