CAPITULO 2
Eran las ocho de la noche y Bella se encontraba en su departamento,
terminando de preparar su cena. Una vez listo todo se sentó en el cómodo sofá y
puso la bandeja en sus piernas.
- Espero que" Godzilla" Cullen no mate a nadie cuando note que no
llegue…Por favor Bella no seas tonta no creas que eres tan importante, lo mejor
de esto es que después saldrá de mi vida….para siempre – Una sonrisa se
extendió en sus labios y se llevó un primer bocado a la boca.
Cerca de las 8:15, Edward Cullen entro a "La
Bella Italia", vestido de manera impecable y con el ceño ligeramente
fruncido, se dirigió sin mirar a nadie a su mesa habitual, alejada de todos y
en el sector más privado del lugar.
- Señor Cullen, bienvenido ¿Cómo esta? – Odiaba cuando lo trataban con tanta
condescendencia. Miro por unos instantes al camarero y le respondió.
- Bien.
- ¿Desea beber algo?
- Lo de siempre. Estoy esperando a alguien así que apenas llegue dirígela a
mi mesa.
- Entendido, de inmediato regreso con su bebida.
Llevaba varios minutos en el lugar y
tras ver su reloj nuevamente, la paciencia de Edward estaba pendiendo de
un delicado hilo, ya eran las 8:40 y ni rastros de Isabella, trato de sentir
ira, pero supo que una lucha perdida.
- Desea algo más – Pensó en responder el pescuezo de cierta escritora, pero
se contuvo.
- No, solo no ser molestado y que verifiquen si ha llegado.
- Por supuesto eso hare.
A las nueve en punto, Edward le hizo una indicación al mesero, cargo sus
tragos a su cuenta y pidió su automóvil en la entrada, una vez dentro hizo una
llamada, luego de dos repiques alguien contesto:
- Alo.
- ¿Quiero que averigües algo?
- ¿Como estas? Yo….qué bueno que preguntes, estoy muy bien y como….- No pudo
continuar
- Cállate de una vez y escucha, quiero una dirección.
Bella se levanto del sofá rumbo a su habitación, sacó su pijama y se fue
rumbo al cuarto de baño. Estaba por acomodarse en su cama, cuando escucho el
timbre.
- ¿Quién será?...obvio la Señora Cope, olvide decirle como estuvo mi reunión
– hablaba consigo misma mientras iba en dirección a la puerta – Ya voy, lo
siento yo…- Pero no pudo continuar pues quedo petrificada al ver quien estaba
frente a su puerta.
- Sentirlo me parece un muy bien principio.
- ¡Señor Cullen!
- Acaso esperaba al príncipe Felipe de la Bella Durmiente.
- Mas bien a Mrs. Darcy, pero creo que perdió mi dirección.
- Lo lamento solo soy yo.
- ¿Qué hace aquí?
- Pensaba que siguiera esperándola en "La Bella Italia".
- Le dije que no iría – Lo miro desafiante.
- Y lo le dije que la esperaría a las 8:30, que parte del mensaje no fue
claro ¿acaso no tiene reloj?
- ¿Acaso usted no escucha? O ¿se le acabo la batería a su aparato auditivo?
- Que graciosa yo….puedo entrar – Después de unos momentos de duda por parte
de Bella.
- Está bien.
Esperando no ser vista se arregla su cabello ya que era claro que su pijama
de conejitos rosa no desaparecería por arte de magia.
- Tal como lo imagine.
La mirada de Edward recorrió la pequeña habitación y sin que ella lo notara,
también le dio una mirada a su cuerpo.
- ¿Qué cosa? ¿Mi departamento?
- No importa….- Sacudió la cabeza – Acaso no entendió que la cita era hoy.
- Si, pero le dije que no iría…acaso usted no entendió.
- Pensé que estaba hablando con una persona adulta y no con una niña,
obviando el pijama claro.
- Y yo pensé que estaba hablando claro cuando le dije que NO – Lo miro con
algo similar a la rabia, aunque lo más probable es que fuera un patético
intento por verse furiosa.
Edward simplemente no pudo contenerse más y acorto la distancia que había
entre los dos, la tomo por los hombros y bajo sus manos hasta sus brazos, se
miraron fijamente sin decir palabras, se estudiaron mutuamente. Miro fijamente
los labios de Isabella, el sonrojo de sus mejillas y sus ojos cafés, se acercó
un poco más con una clara intención, pero recupero su cordura perdida
momentáneamente y la soltó como si su contacto lo quemara.
- Lo siento, no sé que me sucedió – Era honesto no tenía ni las más mínima
idea de lo que le había sucedido.
- No, se preocupe todo está bien – Lo miro tratando de descifrar lo que
escondían sus palabras.
- No, no lo está Isabella, no tenía ningún derecho a tomarla… digo….a….
- Esta bien, de verdad y llámeme Bella…¿Quiere algo? Aunque presumo que ya ceno
– No pudo evitar sonreír al decirlo.
- Solo quiero que diga que acepta mi propuesta.
- Yo…
- Srta. Swan…Bella – Tomo sus manos entre las suyas – En verdad siento mucho
mi reacción, pero en verdad nunca nadie me había fascinado como la hace usted, la
conocen como una DIVA, pero no lo es, escribe sobre el amor mas podría apostar
que nunca lo ha vivido ni has estado enamorada – Ella solo lo miro sin decir
nada – y sobre todo me fascina que a pesar de haber dado muestras de mi pésimo
carácter y de ser tu jefe, no dudaste en dejarme plantado.
- Yo siento haber hecho eso, es decir, lo siento desde este momento.
- Pero lo hiciste.
- No me gusta salir de noche.
-Ya lo veo, ¿Qué quiere entonces?
- Nada, solo que entienda que no voy a seguir trabajando en su editorial.
- ¿Por qué? Acaso tiene otra oferta mejor – Sin pensarlo soltó su mano y la
dio la espalda.
- No es eso, es solo que usted….
- ¿Yo qué? – Se da la vuelta para quedar frente a ella.
- Piensa que lo que hago es solo cursilería barata llena de lugares comunes.
¿Cómo puedo trabajar para alguien que no valora lo que hago?
- Que no me guste en lo absoluto no significa que no lo valore.
- Como puede ser eso. No le gusta pero lo valora.
- Se que suena complicado, pero al permitir que usted se queda me la estoy
jugando, estoy dándole y dándome una oportunidad para que me demuestre que
estoy equivocado.
- Honestamente no veo como hacerlo si desde la base esta mal.
-¿Cómo?
- Usted no cree en el amor, no puedo contra eso es…como nadar contra la corriente,
es tratar de hacer avanzar un auto cuesta arriba.
- Si, pero está en sus manos demostrarme que estoy equivocado en cuanto a
sus novelas cursis.
- No veo como hacerlo.
- Usted es escritora, use su imaginación.
- Es fácil decirlo, pero me cuesta mucho hacerme una idea de cómo hacerlo.
- Pues piénselo, además no todo tiene que ver con el amor.
- Todo tiene que ver con el amor, no solo a nivel romántico – Su respuesta
fue vehemente – Por Dios! ¿Qué le hicieron?
- A mí nada ¿por qué?
- Por qué no cree en el amor….o tal vez….
- Tal vez…- Bella lo observo unos minutos sin decir palabras.
- Le rompieron el corazón no es así.
- Creo que perdimos el punto de nuestra conversación.
- Claro…ahora todo tiene sentido.
- ¿De qué rayos está hablando? Acaso es usted una experta en la materia.
- No, pero al menos tengo ejemplos que me ayudan a creer, ya le hable de mis
padres y además existen otros tipos de amores….y creo que no le interesa mucho
lo que digo verdad.
- La escucho y veo a alguien demasiado inocente. Por su propio bien será
mejor que entienda que nada es para siempre, nada.
Lo miro durante una fracción de segundos y luego dio un profundo suspiro –
Oficialmente usted es un caso perdido.
- Solo soy realista.
- Más bien cínico.
- Esta bien cínico, realista, lo que sea pero está usted demostrando que hay
algo más.
- Parece que busca algo que le demuestre que la vida es…- Callo ante lo que
pensaba decir.
- Bella, tal vez.
-Fue eso en lo que pensé.
- No se da cuenta que todos los caminos me llevan a usted, es justo lo que
necesito.
- ¿Puedo preguntarle algo? – Trato de desviar la conversación a terrenos más
seguros.
- Si.
- ¿Qué quiere exactamente de mí?
Demoro en contestar, la observo y no pudo evitar sonreír ante la idea que
paso por su mente, pero prefirió omitirla pues con eso solo lograría ser
rechazado o tal vez no, mejor decidió no aventurarse, le respondió en un tono
mucha más serio:
- Quiero que me ayude - Trato de resumir todo en una frase.
-¿Ayudarlo? - Sin quererlo mordió su labio inferior.
- Si quiero que me ayude a entender su trabajo, que me abra los ojos a su
mundo, conocer en detalle cómo se inspira, todo absolutamente todo lo que hace.
- Todo…no sé si pueda.
- Yo creo que usted puede con eso y mucho más – Toma su mano entre las suyas
– Quédese a mi lado.
Mirándolo también y con el corazón latiéndole como un loco repitió en un
susurro sus palabras - ¿A su lado? – Tomo una dosis adicional de aire y trato
de responderle – Acepto – No supo de donde venia esa respuesta, pero no pudo
detenerla.
-Me parece perfecto, pero le aseguro que la próxima vez que me diga Acepto
lo hará con muchísimo más entusiasmo – Suavemente soltó su mano, no sin antes
depositar un suave beso en ella.
Bella no pudo evitar el sonrojo y Edward la observo nuevamente, y pensó en
la sorpresa que se había llevado en la recepción de su oficina cuando vio a la
misma mujer que le había entorpecido el paso, descubriendo que ella era nada
más y nada menos que la DIVA, era tan diferente a la imagen que se había formado
de ella, pero lo que más lo sorprendía era el efecto que provoco en él. Nunca
había llegado tan lejos para conseguir que alguien digiera que sí, de hecho no
recordaba que alguna vez siquiera lo hubiesen rechazado, pero Bella que tan
simple se veía había cambiado sus esquemas y sus formas de negociar. Ella que
al decir acepto hizo que todo valiera la pena, ella que …No entendía lo que le
estaba pasando, trato de recuperar la compostura y adopto la imagen de hombre
de negocios.
- Entonces nos vemos mañana y espero que esta vez no entorpezca el paso.
-Lo tendré en cuenta – Lo acompaño hasta la puerta - Hasta mañana – Se
despidió de ella y se marcho. Bella se apoyó en la puerta pensando en el día
que se venía. Mañana comenzaría una nueva aventura sin saber cuántas sorpresas
le tenía deparadas la vida.
Hellos...aquí dejando un nuevo capitulo....he decidido subir la historia...Jueves y Domingo, así la hago un poco más larga...
Espero subir mañana (viernes) un capi de TEF o al menos un adelanto.
Les recuerdo mi pagina de facebook...por si quieren dar a Me Gusta... Mi Espacio ahi subo algunos adelantos y estoy más en contacto con ustedes!!!
Besos
Lulu XD