Miss Swan


Un nuevo día en la ciudad de Chicago, inhale profundamente llenando mis pulmones de aire, era una extraña técnica que siempre me funcionaba para despertar, luego sacudí mi cabeza tratando de quitarme el sueño que aún me quedaba y estire mis brazos hasta donde mi fuerza alcanzará, así terminaba mi rutina antes de poner un pie fuera de mi cama.
Con energía renovada me puse de pie y me dirigí hasta el baño, repasando mentalmente todas las cosas que debía hacer, entre ellas comprar víveres, pues de otra forma solo sobreviviría con agua y pan en los próximos días.
Cuando estuve seca, mire a mi alrededor y recordé parte de mi vida, eso era otro de mis hábitos diarios, no olvidar de donde venía, nací en Forks, luego estudie en Washington y ahora llevaba más de dos años viviendo aquí y casi un año trabajando en uno de los mejores colegios privados de la ciudad, en el cual asistían desde hijos de altos dignatarios hasta los retoños de estrellas de la música y el cine, es decir, solo gente asquerosamente rica, como siempre solía decirme mi amigo Jacob, para describir el ambiente en que ahora me desenvolvía.
Y no solo había cambiado de ciudad en estos últimos años, sino que también mi forma de vestir había cambiado drásticamente desde que ocupe la plaza de maestra de literatura en aquel exclusivo colegio. Atrás quedaron las zapatillas y los jeans, las camisas a cuadros y camisetas con diseños, ahora solo usaba trajes de dos piezas hechos a la medida y zapatos que jure sobre la tumba de Tutankamón jamás usaría, bueno las personas pueden cambiar.
Aun recuerdo el día que tuve que renovar mi guardarropa, pues solo hubo dos personas felices, mi amiga Tanya y la vendedora por comisión de una exclusiva tienda, que apenas oyó las palabras no importa el precio, sonrió como una niña en la mañana de navidad. Con un par de lecciones aprendí como combinar y sacar partido a cada una de las piezas de ropa que había adquirido, pues mi presupuesto no me permitía cambiar de ropa a cada tanto.



Una vez que estuve satisfecha con la imagen que me devolvía el espejo, tome las cosas que necesitaría en el día, mi computador personal y mi bolso partí, casi olvido las llaves de mi auto que estaban sobre la mesita. Cuando hice el repaso mental y no olvidaba nada más finalmente partí rumbo al trabajo. Maneje tranquilamente pues iba con tiempo de sobra para repasar mis notas junto a un buen café, antes de mi primera clase.
Llegue con cuarenta y cinco minutos de anticipación, estacione mi volvo plateado en el lugar que me fue destinado, salude al cuidador y a uno de los guardias, que solo me sonrieron al pasar, tenían estrictamente prohibido relacionarse más allá de los saludos con los docentes. Este era el típico lugar donde cada cual tiene claro su lugar en el escalafón social, muchas veces he visto como incluso los maestros bajan la cabeza delante de un alumno cuyo padre, tiene demasiado dinero o es demasiado importante. Simplemente aquello me parecía horrible, pero simplemente hay algunos que no desean cambiar el orden prestablecido.
Camine lentamente hasta la sala de maestros, después iría a mi oficina, realmente no había motivo alguno para ir a prisa, solo necesitaba mi café de vainilla y todo estaría perfecto para comenzar mi día en el trabajo. Cuando estaba por llegar a mi destino, unos extraños sonidos llamaron mi atención, aún era demasiado temprano para que hubiese tal alboroto.
Trate de seguir el sonido y sigilosamente me acerque hasta el salón de donde creía que provenía, a medida que me acercaba, más obvio era lo que allí estaba ocurriendo, al parecer las hormonas de estos jóvenes no tienen descanso y supongo que la adrenalina de ser descubiertos aumentaba aún más las sensaciones y nublaba por completo su cerebro.
Mi plan inicial era abrir la puerta de golpe y sorprenderlos, pero cuando quede frente a ella, note que una pequeña porción estaba abierta y sin realmente quererlo me quede petrificada observando la escena que ahí ocurría.
Trate de ordenarle a mi cerebro que se moviera, mas al parecer aquel insignificante acto le era imposible, simplemente no podía mover ni un solo musculo, a excepción de mis parpados que un par de veces se cerraron para tratar de comprobar si lo que veía no sería producto de mi imaginación.
Sobre uno de los escritorios estaba una muchacha, honestamente no podía reconocerla, solo se distinguía su larga cabellera rubia, pues su cuerpo era bloqueado por otro, el de un hombre, un estudiante, que todavía tenia puesto la chaqueta del colegio, solo su pantalón estaba un poco más bajo.
Vi como las manos de la muchacha comenzaron a recorrer su espalda con la intención de quitarle parte de la ropa, pero al parecer eso no estaba en sus planes de él, pues tomo una de sus manos para impedírselo, mientras que con la otra tapaba su boca. Las piernas de ella se enredaron en su cintura, tratando de alguna manera de impulsarlo a llegar más profundamente.
Sus gemidos iban en aumento, por lo que él nuevamente tomo sus labios para callarla, o al menos eso era lo que yo creía. Seguía moviéndose sobre ella, como tratando de descargar todo su energía. Cuando se levantó un instante como tomando un último impulso, vi su cabello color cobre resplandecer con la tenue luz que había, su pelo estaba disparado en distintas direcciones, no pude evitar por un momento el querer tocarlo, pero me reprendí de inmediato, no debería estar soñando locuras, más bien debería ir por ellos y reprenderlos. Estaba a punto de mover un pie cuando una voz masculina me sacó de mis pensamientos.
- Oh Miss Swan, miss Swan.
Lleve una de mis manos a la boca, con la intención de cubrirla, pues un gemido escapo de mis labios al oír que aquel alumno decía mi nombre, justo en el momento que parecía alcanzar su orgasmo. Su voz era aterciopelada, una parte de mi cerebro trato de recordar si alguna vez, la había escuchado, pero al parecer no lograba hacerlo reaccionar.
Al darme cuenta que no podía hacer nada, decidí que lo mejor era marcharme de ahí así que camine sobre mis pasos y me fui a mi oficina, necesitaba calmarme y necesitaba hacerlo ahora, pues debía dar una clase en un par de minutos más.
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Un mes después
Era una lluviosa tarde de sábado, estaba descansando tranquilamente, estaba tirada sobre un sofá leyendo felizmente en mi apartamento, levante mi vista de mi libro y mire el reloj. Mi amigo Jacob llegaría en un par de horas y ya teníamos planes.
Aun cuando me negué toda la semana, Tanya ya tenía planeada nuestra salida de hoy en la noche, ni siquiera logre hacerla entrar en razón cuando le comente que tenia un montón de pruebas y trabajos pendientes por calificar.
- Son solo unas horas Isabella Swan – Me reclamo con su tono de voz enojada y su mirada fija en mí
- Horas que pueden marcar la diferencia – Trate de sonar divertida, obviamente no lo logre, pues cruzo los brazos sobre su pecho en señal de disgusto.
- Desde mi punto de vista tienes dos opciones, una volverte una anciana solitaria rodeada de gatos o la otra transformarte en una mujer deseable.
Al oír las últimas palabras de mi amiga,  “mujer deseable” , no pude evitar que mi mente corriera hasta cierto incidente del que fui testigo hace un mes, ni siquiera he sido capaz de contárselo a Tanya y eso que era mi mejor amiga desde hace muchos años, pero realmente era un secreto que deseaba guardar para mi.
- Me puedes explicar que tiene de malo los gatos.
Fue lo primero que se me ocurrió decir, después de varios minutos de silencio, claramente mi frase fue como echar más leña al fuego.
- No juegues conmigo Swan, esta noche tú, el guapo de Jacob y yo saldremos – Estuve a punto de hablar, pero me detuvo poniendo una mano frente a mí – Y no hay discusión sobre eso.
Decidí que lo mejor era no continuar peleando, así que asentí como niña pequeña que acaban de regañar.
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Apenas vi a Jacob en mi puerta mi día se ilumino, no importaba que afuera el cielo estuviera gris e hiciera un frio de los mil demonios, acababa de llegar a mi puerta un pedacito de sol. Como era su costumbre me alzo como si no pesara nada y me dio un par de vueltas antes de devolverme al suelo.
- Cada vez que vengo estas más delgada y estoy casi seguro que has perdido centímetros de altura. De aquí a un par de meses podré llevarte en mi bolsillo.
- Que divertido.
- Serás mi Bella Pocket.
- Oh Jake, que gracioso eres – Trate de sonar enfadada, pero no lo logre, pues su sonrisa era contagiosa.
- Reconoce que extrañas mi sentido del humor.
- No tienes una idea de cuanto.
- Y bueno cuéntame que hay de comer – Camino hasta mi pequeña cocina, que se veía aún mas diminuto con él dentro.
- Pues, esta noche nos vamos a cenar fuera y luego a bailar.
- ¿Cenar fuera? ¿Bailar? – Me miró con una ceja arqueada – Tanya.
- Si, Tanya.
- Bueno, pero el estomago es un musculo que debe entrenarse, así que veré que hay para comer.  Abrió la puerta de mi refrigerador y en un parpadeo ya tenia una enorme sándwich con una cerveza helada sobre la mesa.
Tan rápido fue que no tuve tiempo para decirle que el estomago no es un musculo, sino que más bien era un reservatorio temporal del bolo alimenticio, siendo la primera porción del aparato digestivo. Cuando me di cuenta lo que estaba pensando y que me estaba comportando como una maestra, más bien una sabelotodo, saque una cerveza y me uní a mi recién llegado amigo, era fin de semana y debía descansar.
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Un par de horas después, alguien tocaba insistentemente el timbre de mi departamento, sabía exactamente quien era y el porqué de su impaciencia, mas mi lado malvado salió a flote y me dirige muy lentamente hasta la puerta de entrada.
Jacob me miraba interrogante, oh si cariño actúa como si no supieras quien es, ambos lo sabíamos. Cuando finalmente abrí, apenas y me dio tiempo de abrir lo suficiente cuando ya estaba dentro y en los brazos de mi amigo.
El saludo de Jacob y Tanya, era bastante similar al mío en apariencia, él la sostenía entre sus brazos, mientras le daba vueltas, pero lo que nuestro saludo tenía de fraternal, el de estos dos tenia de sensualidad. Ella se apretaba de manera bastante sugerente a las partes indicadas del cuerpo de Jake, mientras las manos de este circulaban libremente por todo su cuerpo hasta descansar estratégicamente en la parte baja, muy baja, de la espalda de mi amiga.
Cada vez que se veían era la misma rutina, muestras de afecto por montón, pequeños besos robados, manos que rara vez podían mantener quietas y una que otra escena de celos, pero sin importar cuanto tiempo pasaban en ello, ambos negaban lo que sentían y solo decían que eran buenos amigos.
- Santo cielo, búsquense un cuarto.
De inmediato la muestra de afecto ceso y lentamente Jacob bajo a Tanya, eso si, sin quitar sus manos de su cintura.
- Hace mucho que no lo veía.
- Pues creo que es la misma cantidad de tiempo que yo no lo hacía y nuestro saludo no fue tan….- Use mi mano para abanicarme, dándoles a entender lo caliente de la situación.
- Si ese es tú problema – Jacob la soltó y se fue directamente hacia mi.
- Manos a los costados Black – Gritamos las dos al unísono
- Calmen, si Jacob Black hay para todas.
Ambos movimos la cabeza negativamente, antes de romper a reír.


Una de las cosas que menos me gustaba de salir con mis amigos, más bien con estos amigos en particular, era que el dicho tres son multitud tomaba mucho sentido. Por mucho que trataban de hacerme parte de sus conversaciones, incluso de sus silencios, yo sabía perfectamente que salía sobrando en la ecuación, así que tenia planeada mi excusa para partir antes y dejarlos solos, aunque honestamente daba lo mismo lo que les dijera, desde el clásico dolor de cabeza hasta una invasión alienígena, el resultado era el mismo, asentimientos de cabeza y sus manos moviéndose en señal de despedida.
Bueno solo faltaban un par de horas para mi triunfal actuación, así que mientras tanto, me dedicaría a disfrutar con mis amigos. Después de una agradable cena, nuestra siguiente parada era un club nocturno, que era el favorito de Tanya. La primera muestra de celos de Jacob, fue la ver como varios hombre saludaban alegremente a mi rubia amiga. Note como su mano paso de manera bastante poco sutil, debo agregar, a su cintura, como una forma de marcar su territorio.
Cuando note que las venas del cuello de Jacob comenzaron a marcarse producto de la furia que estaba comenzando a sentir, por todas las atenciones a Tanya, pone la mano de ella y la lleve hasta la pista de baile, poco me importo la mirada de desconcierto de mi amigo.
“Starships” resonaba por todo el lugar y de inmediato el ritmo nos envolvió a ambas, comenzamos a bailar juntas, dejamos que la música nos guiara, saltamos como unas adolescentes y coreamos la canción a todo pulmón. Desde lejos pude ver a Jake pidiendo algo en el bar, le indicamos que pidiera algo para nosotras y continuamos bailando. Tanya puso sus manos alrededor de mi cintura para guiarme, mientras ralentizaba mis movimientos y me movía de arriba abajo en el cuerpo de ella, tratando de sacar la mujer seductora que llevaba dentro.
- Así se hace Swan – Me grito por sobre el sonido de la música.

Cuando comenzó a sonar Katy Perry, ya no estábamos solas, Jacob se unió a nuestro baile, como era obvio tomo a Tanya de la cintura y de ahí en adelante comencé a hacerme invisible, realmente no me molestaba ser excluida, se veian tan felices juntos que lentamente comencé a marcharme hasta una de las mesas, estaba a punto de llegar unas manos atraparon mi cintura, impidiendo mi huida.
Era extraño, pero aun cuando una parte de mi cerebro me decía, más bien me gritaba, que debía estar alarmada, que debía gritar y encarar a aquel desconocido por su atrevimiento. La sensación de sus manos en el talle de mi cintura provocó una descarga eléctrica que recorrió todo mi cuerpo y simplemente me impidió hacer lo que suponía debía hacer cuando eras abordaba de esa forma.
Su presión  se hizo mayor y pego mi espalda contra su pecho, haciendo que cada parte de nuestros cuerpos estuvieran en contacto. Su aliento choco en mi oído, su respiración al igual que la mi estaba agitada, cuando conseguí pensar con un poco, muy poco, de claridad, trate de zafarme de su agarre.
- Aun no, solo un momento más…un momento más.
Su voz era aterciopelada, suave como la seda, por un instante tuve la certeza que cualquier orden que escapara de esos labios, la cumpliría sin reparos.
Continuábamos de espaldas, pero su nariz bajo hasta mi cuello y pude sentir como jugueteaba en aquel lugar, inhalando mi aroma. Un suspiro largo y cargado de promesas escapo de sus labios y trate nuevamente de salir de la prisión de sus brazos, aunque no sabía muy bien si era para huir o para estrellar mis labios en los suyos.
Una de sus manos subió hasta casi rozar uno de mis pechos, luego volvió a bajar, acariciándome lentamente, como si tratara de memorizar aquella porción de mi cuerpo con su tacto. Me estaba volviendo loca y lo sabía, pues continuo con sus toques, algunas veces apenas me rozaba, otras era más territorial y me marcaba como suya.
Estuve tentada todo el tiempo a llevarlo conmigo a casa y que aquella exploración continuara en mi casa y preferentemente en mi cama, pero una parte de mí aun se mantenía alerta y luchaba contra el deseo que se estaba formando en mí.
Sus labios viajaron hasta mi cuello y como si de un vampiro se tratara, los ubico donde mi pulso latía de manera errática y acelerada, y comenzó a succionar mi piel como si tratara de beber mi sangre, sentí como sus dientes y su lengua suavemente tocaban aquel punto, antes de abandonarlo. Era obvio que estaba dejando un recuerdo en mi piel, ya tendría tiempo de pensar como lo cubriría.
Luche una vez más y esta vez su agarre se hizo menos firme, pero nuevamente su aliento rozo mi oído.
- Hasta pronto, Miss Swan – Sentí como sus manos abandonaban mi cuerpo, pero no pude reaccionar, pues las últimas dos palabras que pronuncio no dejaban de retumbar en mi cabeza.
Miss Swan….Miss Swan…esa voz, esa voz la conocía y hace un mes la había oído en un salón de clases.
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Lunes por la mañana
Me desperté con una extraña sensación, no podía describir a cabalidad de que se trataba, pero sabía en mi interior que algo sucedería. Después de aquel extraño encuentro del sábado por la noche mi mundo estaba de cabeza, aunque sabía que sería algo bueno desahogarme con mi amiga no me apetecía hablar con nadie, además era claro que ninguno noto mi ausencia ni tampoco vieron que huía del lugar como si los sabuesos del diablo me pisaran los talones.
No hable con Tanya y apenas vi a Jacob al día siguiente, cuestión que realmente agradecí internamente, él era una de las pocas personas en el mundo que sabía leerme, sin necesidad de muchas palabras, él siempre sabía que me sucedía, eso añadido al hecho que estaba segura que sería el primero en notar la marca que tenía en mi cuello, hacían que estuviera feliz de no verlo, además sabía perfectamente que estaba en buenas manos.
Como era costumbre llegue temprano al colegio, aparque mi auto y me fui a mi oficina, por primera vez no me apetecía mi café de vainilla, solo quería estar sola y lograr concentrarme en mis notas. El día de hoy tenia la primera hora libre, por lo que usaría ese tiempo para intentar mejorar algunos puntos de mis clases.
Estaba en eso, cuando mi puerta se abrió de golpe, levante mi mirada con el ceño fruncido, cuando vi que era el rector quien irrumpía en mi oficina, hice uso de mi mejor sonrisa fingida, pues por dentro deseaba enseñarle modales, sin importar si fuera el mismísimo Rey de Inglaterra, debía tocar antes de entrar.
- Necesito que cubra una clase.
- Buenos días – Remarque mi saludo, para ver si entendía que no debía comportarse como un cerdo arrogante sin modales, como no obtuve como respuesta un saludo de vuelta y me rendí – ¿Qué clase?
- Literatura, es la única maestra que tiene libre la primera hora y Mister Keller acaba de llamar para decir que no podrá venir.
- Pero él es maestro de último año, yo solo he hecho clases a los de primero.
- Pues hoy será su primera vez Miss Swan, así que le recomiendo que mire el programa de estudio.
Sin agregar nada más, se dio la media vuelta y se marchó, menudo idiota, no podía creer que los padres dejaran en sus manos la educación de sus hijos en un imbécil sin educación ni modales.
Suspire resignada y traté de buscar los programas de los cursos avanzados, sabía que solo serían una hora de remplazo y no era necesario que hiciera gran cosa, además no deseaba interferir en el método que Christian Keller tenia con sus alumnos.
Mire mi reloj y vi que faltaban cinco minutos para que la clase comenzará, tome mis cosas y me dirigí al salón, prefería llegar antes que estuvieran los estudiante en el. Me tope con varias caras familiares, que me desearon un buen día y otros que incluso preguntaron por mi fin de semana, instintivamente lleve una mano a mi cuello cubierto por una polera de cuello alto, como si aun tapado pudieran ver como de bien había ido mi fin de semana.
Finalmente llegue hasta el salón, solo había un par de alumnos que se sorprendieron al verme allí. Los mire y les di un asentimiento de cabeza en señal de saludo, mientras ordenaba mis cosas sobre el escritorio. Cuando finalmente sonó el timbre, el lugar se lleno y pudimos comenzar la clase.
Les explique brevemente quien era y por qué estaba ahí, oi como varios preguntaban si mi estadía podía alargarse hasta fines de semestre, solo les sonreí y les explique que no. Eran un grupo bastante tranquilo y pude llevar la clase casi con total normalidad y dijo casi por que había un par de ojos que no dejaron de mirarme en ningún momento, seguían cada uno de mis movimientos y ese hecho estaba comenzando a alterarme. Mientras sus compañeros trataban de responder de maneras bastante original, cuando no sabía las respuestas o simplemente miraban el reloj para ver cuanto faltaba para terminar la clase, él simplemente fruncía el ceño si alguno de ellos trataba de pasarse de listo, incluso estoy segura que si las miradas mataran varios de ellos no pasarían a la siguiente hora.
Cuando sonó el timbre e indico el final de la hora, no se realmente quien se sintió más aliviado si ellos o yo, pero como no podía salir corriendo espere a que todos se fueran, realmente salieron con bastante rapidez del lugar, solo uno de ellos se mantuvo ahí. Y su mirada no dejaba de seguirme, me levante de mi lugar lista para recoger mis cosas y marcharme a mi siguiente clase. Estaba en eso cuando vi que finalmente se levantaba y se dirigía hasta la puerta, pensé que se marcharía, mas en cambio la cerró y vi como pasaba el cerrojo para dejarnos encerrados.
- ¿Qué cree que está haciendo?
No me respondió de inmediato, en cambio se acercó como un león que va tras su presa, su sonrisa era de satisfacción a medida que caminaba en mi dirección. Me levante de un salto como si temiera que realmente se diera caza.
Simplemente aquello pareció hacerle gracia y cambio sus pasos hacia mi dirección.
- Deténgase de inmediato o le juro que esto tendrá consecuencias.
- Le aseguro que las tendrá – Esa voz me era familiar – Miss Swan – Como siempre fueron esas últimas palabras que despertaron mis alarmas.
Esa voz la reconocería en cualquier lugar pues llevaba un mes rondando en mi cabeza y mis sueños.
- Miss Swan….
 
Este es el regalo que hice para la página de facebook "Mi Espacio" por llegar a los 1000 "Me gusta". En un principio sería un one shot´s …..pero que se ha transformando en un two shot´s.
Aprovechándome de este espacio, les pediré un pequeño favor, saber su opinión, siento que en este último tiempo no ha existido mucha comunicación entre nosotras y para mi es importante saber si les gusta o no lo que escribo. Ustedes mejor que nadie saben que nunca les he exigido comentarios para subir capítulos o para cualquier cosa, pero siento que de un tiempo a esta parte han disminuido mucho los comentarios y realmente quiero saber, si ya no les gustan mis historias o se han vuelto tediosas o lo que sea que sientan que esta pasando, me encantaría que me lo dijeran, estoy abierta a criticas, mientras sean con respeto, no hago oídos sordos a las criticas.
También quiero contarles que como much@s habrán notado estas semanas he estado subiendo reseñas y especiales de libros, pues esta es una nueva etapa de la pagina y el blog, no dejaré mis historias de lado, pero también quiero compartir con ustedes los libros que me gustan y saber sus gustos. Cuento con el apoyo de dos editoriales para comentar libros así que les pido que estén atentas pues se vienen sorpresas para ustedes!
Y finalmente les pido como favor especial que le den click a “seguidores” en mi blog, en este momento eso es muy importante para seguir adelante! Cuando llegue a los 100, sorteare un libro que tal vez conozcan....."ECLIPSE" con la portada de la película, asi que solo son unos click y listo!!!
Bueno ya no las aburro más, con esta nota casi tan larga como el capítulo!
Y el próximo capitulo lo subiré en la semana….ya esta listo, pero dejare un par de días este para que lo disfruten.
Besos
Lulu
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