Capítulo 5
La Polilla
- Perdí a mis padres Bella, necesito todo el
apoyo posible para superarlo.
- Pues honestamente acudiste a la persona
equivocada Edward. Si deseas apoyo, puede ir donde la consejera de la escuela,
pero si necesitas que alguien te ignore – Le sonreí – Cuenta conmigo soy
especialista en la materia.
- Pues, es tú deber ayudarme – Su voz sonaba
como la de un niño malcriado al que acababan de dejar sin postre.
- ¿Perdón? Por qué tengo que hacerlo.
- Esme me dijo que tú abuelo era un pastor de
la iglesia, así que supongo que alguien te enseño el mandamiento de ayudar a tú
prójimo.
- Si deseas saberlo, no tengo contacto alguno
con mi abuelo, para él soy algo así que la semilla del diablo, por lo que difícilmente
pudo haberme enseñado algo.
- Descartando lo del prójimo – Me miró
fijamente – que tal la empatía, ponerse en el lugar del otro.
- No conoces nada de mi vida Masen, perder a
mis padres en mi caso – Callé unos momentos tratando de buscar las palabras
adecuadas, aquellas que no me hicieran ver como una persona despiadada – no sería
lo mismo.
- Mierda Isabella Cullen, qué debo hacer para
ser digno de tú compañía o al menos de tú compasión.
Su repentina explosión de furia, casi me deja
boquiabierta, realmente podía considerarme una experta en ese tipo de ataques,
mi madre sufría al menos uno diario en mi contra, la diferencia estaba en que
no creía que él fuera ese tipo de persona. Además no entendía cual era, su
bendita o maldita, fijación conmigo.
Si enumeramos mi comportamiento con él, solo habría
cosas negativas, apenas y lo tomaba en cuenta, huía de su lado cada vez que lo
veía y hasta me ocultaba más de lo normal para no tener que tenerlo cerca. Nunca
antes me había costado tanto trabajo que alguien me dejara en paz, pero
simplemente este chico nuevo era un hueso duro de roer.
- ¿Qué sucede? Planeas golpearme para que me
aleje.
- No me des ideas y cállate un momento.
Lo mire fijamente, sin entender muy bien sus
razones, quería ser mi amigo, pasar tiempo conmigo, para qué, por qué, acaso
tenía alguna deuda que pagar con la sociedad y yo me había transformado en su
obra de caridad. O simplemente no habían razones, tenia que tomarme un minuto y
pensar si estaba dispuesta a que él traspasara mis barreras y lo dejara
asomarse a mi vida, diablos, había olvidado por completo lo que era tener un
amigo, me había dedicado a espantarlos todo este tiempo no ha cultivarlos.
- ¿Por qué?
- ¿Por qué…que? – Su voz aun sonaba enojada.
- ¿Por qué quieres pasar tiempo conmigo? Puedo
ver que hay muchas que estarían más que dispuesta a estar a tú lado.
- Por qué soy como una polilla.
- ¿Una polilla?
- Que se acerca a una llama sin importar el
peligro.
- Soy la llama o el peligro.
- Ambas.
Se acercó y beso mi mejilla, luego se marcho.
Si esa era la forma en que quería pasar su
tiempo a mi lado, la idea ya no me fastidiaba tanto.
Acá les dejo un adelanto de "Sin Invitación".....espero sus comentarios
Besos
Lulu XD