Sin Invitación - Capitulo 1




Capitulo 1


Agotada, esa era la palabra que mejor me definía en estos momentos, pero esto valía la pena totalmente. Después de meses de arduo trabajo y desvelos, todo iba tomando forma y la inauguración sería muy pronto, suspire con satisfacción, finalmente uno de mis grandes sueños se cumplía.

Le di un ligero toque a mi sien derecha, como una manera de espantar el dolor que amenazaba con hacer su aparición. Tome mi chaqueta que descansaba en el respaldo de mi silla, tome también un par de carpetas de mi escritorio y me recline a apagar la luz de este. Mire mi reloj y vi que faltaban unos minutos para que la galería cerrara, por lo que decidí apresurar mi salida.

Debo reconocer que se estaba casi transformando en una rutina, que cada día fuera hasta la galería central, pero tenia que verlo cada noche antes de ir a mi casa, sin importar todos los recuerdos que se agolpaban en mi mente cada vez que lo veía. Me gustaba quedarme unos momentos mirándolo fijamente, con la esperanza de descubrir algo nuevo en el, pero estaba grabado tan a fuego en mi memoria, que aquello no ocurría.



No me preocupaba que alguien me observara, pues el lugar aún no estaba abierto al público y el pequeño grupo exclusivo que había tenido acceso ese día, ya se había marchado, por lo que tendría mi momento a solas con él.

Camine deprisa por el pasillo que me llevaba al siguiente sector de la galería. Mientras hacia mi trayecto saludo a Peter, quien sabía perfectamente donde iba, con lo cual tendría mas minutos a mi favor.

Apenas puse un pie en mi destino final, note que alguien más estaba ahí, frente a “mi” cuadro, si lo sé no era mio, pero me gustaba soñar por unos momentos que lo era. Estaba por señalarle al intruso que esta zona no era pública aún, por lo que debía marcharse, pero a medida que me acercaba a él una extraña, y nada confortable, sensación se fue apoderando de mí y la necesidad de huir de ahí se fue transformando en algo vital. Mas seguí acercándome hasta que sucedió lo inevitable, lo reconocí, era él y estaba frente a “Eleven AM”

Analice mis opciones de huir, aunque no eran del todo favorable, jugaba a mi favor que él estaba absorto mirando el cuadro, por lo que no había notada mi presencia, al parecer demore más de lo que debía pensando en una táctica, pues vi como lentamente se daba la vuelta y quedábamos a solo metros de distancia.

Vi como su cara se transformaba por la sorpresa y sus ojos se abrían de par en par, mientras yo era como una estatua clavada en el medio del salón.

- Be…Bella….¿eres tú?

Aquella era una pregunta sencilla, que requiera una respuesta igual de simple, pero en mi caso eso no era posible, por que era claro que era Bella, mas no era ni la sombra de la que él conoció, asi que realmente la respuesta a su pregunta  eres tú tendría que ser negativa.

La otra opción que tenía era decirle que era el fantasma de Bella, pero eso me delataría al instante, pues era mi clásica respuesta para Edward cuando algo era obvio. Aunque honestamente ser Bella no era algo obvio, llevaba siete años tratando de no serlo, tanto es así que mi cabello ahora era rubio y mi ropa tenia algo más de color, mis ojos eran verdes gracias a unos lentillas.

Así que finalmente le di mi respuesta.

- Lo siento, Señor, pero creo que me confunde con otra persona.

Me miró de los pies a la cabeza y luego negó con la cabeza.

- ¿Qué sucede? Soy yo Edward…Edward Masen.

- Un gusto Sr. Masen ¿puedo ayudarlo en algo? – Estaba admirada por la seguridad que había en mi voz, una nota de duda y él lo sabría.

- Bella ¿estas en peligro? – Quise reír, será que algún día tratara de dejar de ser el héroe – Dímelo, por favor, puedo ayudarte – No siempre sería igual.

- Creo que el único peligro que corro es si sigo con usted, seguro que se encuentra bien.

- Pero si eres tú, creo que no podría soportar que esto fuera otro sueño ¿Lo es Bella?

Me negué a emocionarme por la idea de que soñara conmigo, además era tentadora la idea de hacerlo creer que era un sueño, pero realmente no tenia mucho sentido hacerlo y realmente no sabia como rayos se actúa en su sueño.

- No sé a lo que se refiere, pero ya es hora de cerrar la galería, eso sin contar que usted está en un lugar que aún no esta abierto al público.

- La encargada del lugar me permitió la entrada.

Obvio, era guapo y con una sonrisa enceguecedora, bastaba con que la usara con Joan y esta cayo rendida a sus pies.

- Perfecto, pero ya vamos a cerrar.

- ¿Por qué?

- Por que la galería funcionan con horarios y ya es hora de cerrar.

- Creo que tiene razón y me he confundido, le pido perdón….Señorita...- Dejó la pregunta en el aire.

- Marie Swan.

- ¿Swan?

- Si, ese es mi apellido ¿algún problema?

- No, así que Marie Swan, lo siento, pero me recuerdas tanto a alguien muy especial para mí.

- ¿Bella?

- Si, llevo tanto tiempo sin verla, la extraño.

Me obligue a mi misma a ser fuerte, no dejarme llevar por sus palabras, hace años ya había tomado una decisión y no la cambiaría por nada.

- Pues espero que la pueda ver pronto, Sr. Masen.

- Yo también lo espero. Bueno creo que lo mejor será que me marche.

Extendió su mano en mi dirección, pensé durante unos instantes si aceptarla o no, finalmente me decidí a estrecharla. Lo que no tome en cuenta fue que Edward no tomo mi mano, sino que alcanzó mi muñeca y deslizo un dedo bajo mi blusa, hasta llegar a mi cicatriz, que acarició lentamente.

- Sabe Srta. Swan, mi Bella tenia una marca como esta – Levantó mi brazo y lo acercó al haz de luz para que viera aquella cicatriz que era una parte de mí.

- Es solo una coincidencia.

- No, ella misma me dijo que no existían cicatrices idénticas, al igual que el arte se pueden copiar, pero jamás habrá otra igual. Eso la hacia única, bueno eso y miles de cosas más.

- Pudo equivocarse.

- Bella….mi Bella…jamás. Ella siempre lo sabía todo o al menos eso pensaba.

- Así que si le decía que los cerdos vuelan ¿le creía?

- Hubiese pasado horas mirando al cielo, esperando ver uno volar.

Realmente esto no estaba resultando como esperaba, pues estábamos hablando de cerdos voladores.

- Además esta pulsera, es un diseño único – Sus dedos dibujaron el escudo de armas de su familia que estaba grabado en mi pulsera.

Perfecto, solo faltaba que viera mi ID para saber quien era yo. Edward Masen me había encontrado y descubierto.

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Aquí el primer capitulo de mi nuevo fic....Agradecería de todo corazón que me dijeran que les parece....si lo sigo, si lo dejo....Su opinión es importante asi que plis....que les parece???

Besos

Lulu XD



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