Sin invitación - Capítulo 6


Capitulo 6

Preguntas y respuestas

Día 1

Entre como todos los días a la escuela, devolviendo los saludos de algunos e ignorando a varios. Tan concentrada iba con la mirada fija en el suelo, que no note que alguien estaba apoyado en mi casillero hasta que llegue a donde estaba y lo vi…Edward Masen, estaba ahí con sus brazos cruzados sobre su pecho y mirándome fijamente.
- Buenos días Bella.
Su voz sonaba algo ¿seria? Supongo que no estaría enojado por no esperar que fuera por mí, como me repitió ayer varias veces que lo haría y yo en cambio decidí usar mi amada vespa para llegar. No estaba realmente preocupada de saberlo, lo que si haría era aclararle mi nombre.
- Isabella, mi nombre es Isabella.
- Gracias por la aclaración – Lo mire para que se quitara de mi casillero – pero me gusta mucho más Bella, creo que te va perfecto…sabes que bella pronunciada en italiano sería algo así como hermosa.
Lo mire sin entender en lo absoluto cual era su punto o lo que trataba de decirme.
- Sabes sé que estás hablando en el mismo idioma que yo hablo, pero no logro entender nada de lo que me dices.
Me miró unos segundos, para luego comenzar a reír como si acabara de escuchar el mejor chiste del mundo.
- Si que eres un hueso duro de roer.
- Está conversación no tiene ningún sentido – Sacudí mi cabeza – Puedo saber que haces aquí.
- Estudio aquí – Me sonrió esperando que hiciera lo mismo, pero no lo hice – Somos vecinos – Su voz sonaba emocionada, como si acabara de decirme que había ganado el premio mayor de la lotería.
- Eso es imposible, quien está a mi lado es….- Maldita sea no lo recordaba, mas estaba casi segura que no era Masen o lo era, decidí abrir mi casillero y sacar mis libros.



- Si Bella, dime quien estaba a tu lado.
- Alguien que no eras tú – Mi voz sonó como la de una niña consentida, mientras tomaba mi mochila.
- Pero ahora soy yo.
- Perfecto…Bienvenido al barrio – Honestamente no sabia que decirle, pero algo me decía que esperaba algunas palabras por que me miraba fijamente, luego sonrió por algún chiste personal y hablo.
- Lista para hoy.
- Claro, hice mis deberes y …  Por que rayos sonreía ahora, aunque llevaba muy poco días conociéndolo, siempre tenía la sensación que me perdía de algo.
- No me refería a eso – Lo mire con mi ceño fruncido, como siempre no entendía de que estaba hablando – Sino si estas lista para mi pregunta del día.
- Oh – Realmente aquello me sorprendió, honestamente había olvidado que le había permitido una pregunta diaria – ¿Me la harás ahora?
- No, durante el almuerzo.
- Pero…. – Eso implicaba que comeríamos juntos, ya buscaría la manera de zafarme.
- ¿Nos vamos al salón?
- Esa es tu pregunta.
- Isabella….Isabella…Isabella que voy a hacer contigo.
Y sin esperar que respondiera o más bien le preguntara a qué se refería, tomo mi bolso de mi hombro y camino con él en dirección a nuestra primera clase del día.
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Al parecer Edward leyó mi pensamiento o algo similar, por que apenas y se me despegó un par de minutos de mí y cuando llegó la hora del almuerzo no tuve otra salida que comer con él, aunque esta vez no lo hicimos en mi, ahora mal llamado escondite, sino que en la cafetería. Elegimos una mesa apartada de todos y nos sentamos, estuvimos varios minutos en silencio, cosa que me resultaba del todo agradable hasta que me pareció que acababa de preguntarme algo.
- Decías – Limpie mis manos con unas servilletas y trate de prestarle algo de atención está vez.
- Que ahora te haré mi pregunta.
- Perfecto.
- ¿Cuál es tú color favorito?
Lo mire por unos segundos, esa era su pregunta….mi color favoritos, espero que no haya perdido mucho tiempo pensándola, por que realmente no se llevaba en lo absoluto el premio a la originalidad.
- Mi color favorito – Pese a la mala que era su pregunta me costó poder darle una respuesta – creo que el negro.
- Lo sabía.
- Bueno, no es que fuera un secreto – Y no lo era en lo absoluto, casi toda mi ropa era negra, creo que solo tenía una que otra prenda de otro color.
- Sabes que existen más colores.
- Que gracioso.
- Hay algo llamado rosa cromática de ahí derivan muchos colores…azul, rojo, verde, morado, magenta, na…- No lo deje continuar.
- ¿Magenta? Que color es magenta….magenta.
- Bueno….es…¿no lo conoces? – Negué con la cabeza – Es algo así como el rojo purpura, un tono similar al rosado – No pude evitar reír.
- Como demonios sabes que tipo de color es el magenta.
- Cualquier persona que no sea monocromática lo conoce.
- ¿En serio…magenta?
- Fue solo un estúpido ejemplo.
- Entre tantos colores recuerdas el rojo purpura – No podía evitar burlarme de su rostro avergonzando.
- Esme es diseñadora de interiores.
- Esa es tú defensa. Mi hermana es la reina de la moda y no sabía que existía un color así.
- Eso es por qué generalmente no te enteras de nada de lo que ocurre a tú alrededor, incluso de lo obvio.
- Magenta – Mi risa fue más fuerte y un par de segundos después Edward se unió a mi.

Día 2

- Lista para mi súper pregunta del día.
- Claro, aunque dudo que puedas superar al magenta.
Nuevamente estábamos en la cafetería de la escuela y en el mismo lugar de ayer. Realmente ni siquiera trate de huir de él hoy.
- Bueno aquí va… ¿Cuál es tú mayor temor?
Lo mire fijamente sin entender su pregunta, honestamente prefería su frívola pregunta del día anterior a esta. Edward estaba expectante de mi respuesta, lo podía notar en la forma en que sus ojos estaban clavados en mí
- Qué sucede, no me oíste verdad.
- Si te oí ¿por qué quieres saberlo?
- Ey el de las preguntas soy yo.
Tome una inspiración y le respondí.
- Mi mayor temor….es el amor.
No supe muy bien de donde salió eso, pero simplemente lo escapo de mis labios y cuando lo hizo me di cuenta cuan cierto era aquello. Sin esperar a que dijera algo más, me levante de nuestros lugares y salí de allí, lo que menos necesitaba ahora era hablar con alguien, ni menos con Edward al que acababa de confesarle mi mayor miedo.
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Día 3

Llegue a la escuela en mi adorada Carrie, cada día nuestra relación volvía a ser tan estrecha como lo había sido antes de su pequeño accidente. Si fuera legal juró que me casaría con ella, pero realmente no había visto nunca que alguien se casara con su moto Vespa, aunque conocía a muchos que le juraban fidelidad eterna a sus vehículos. Sacudí la cabeza por lo descabellado de mi pensamiento, realmente no era bueno para mí dormir tan pocas horas, pero Raoul me necesitaba y no podía abandonarlo. Otra razón por la que trate de quitarme aquella idea fue por la estupidez de imaginar que algún día, por muy lejano que este fuera, me casaría, eso no estaba ni estaría en mi lista de planes. No pude evitar recordar lo que había sucedido ayer, pero decidí archivarlo en lo más profundo de mi mente.
Deje a mi moto estacionada y camina a la escuela, con mi casco y mi mochila. Levanté la mirada y vi que Edward estaba en la entrada mirándome, con los brazos cruzados sobre su pecho y con una extraña mueca en su rostro.
- ¿Por qué me miras así?
- Buenos días para ti también Bella – Le había repetido varias veces que mi nombre era Isabella, pero al ver que era más sencillo explicárselo a una roca o a una pared, me rendí y deje que me llamara por aquel ridículo diminutivo.
- Buenos días Eddie – Trate de sonar como alguien que acaba de inhalar fijador para el cabello y sus neuronas tenían una función muy limitada.
- Mensaje captado, pero no dejaré de llamarte Bella.
Ahogue un bufido, no tenía ningún sentido comenzar una pelea ahora, en especial, si era una guerra perdida.
- No piensas responder mi pregunta.
- ¿Pregunta? – Honestamente este chico tenía serios problemas de concentración.
- Te pregunte por qué me miras así.
- Así cómo – Su voz sonó extraña, como si tratará de imitar, de muy mala forma debo agregar, a un galán de película en blanco y negro.
- Sabes bien a lo que me refiero Masen.
- ¿Lo sé Cullen?
- Sabes, olvídalo, mejor me voy – Estaba por pasar delante de él, pero no pude hacerlo por qué tomo mi muñeca para detenerme.
- Creo que todavía no termínanos de hablar – Lo miré enfurecida, que rayos se creía que estaba haciendo, tomándome de esa manera.
- Si tú sueño es tener algún día hijos, te sugiero que me sueltes. De otra forma hoy te unes al club de los eunucos.
- Lo siento…yo…lo siento Bella….no – Una parte de mi casi llegó a aceptar sus disculpas, pero fue solo casi.
- Solo suéltame – Lentamente sus dedos dejaron libre mi muñeca hasta liberarla por completo – Si quieres llegar vivo a tú graduación te recomiendo que nunca lo vuelvas a hacer – Le di una última mirada y me marche.
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Mi mañana transcurrió bastante tranquila, Edward apenas se acercó a mi espacio vital y yo estaba más que satisfecha por aquello. Cuando sonó el timbre del receso para comer, me fui directo a mi lugar, no pensaba ir a la cafetería. Al llegar intente abrir la puerta, pero estaba cerrada, aunque lo sabia, lo intente nuevamente. Quise gruñir por mi mala suerte, pero lo que casi  me hizo gritar fue el toque que sentí en mi hombro.
- Perdona no quise asustarte – Quien más podía ser que Edward.
- ¿Qué haces aquí?
- Te estaba buscando, necesitaba, no más bien, necesito, yo fui…no…yo realmente quiero que entiendas que nunca, nunca he querido, nunca – Era claro que estaba balbuceando – Perdón, perdón Bella, nunca quise tomarte de esa manera.
- Edward, esta bien, solo te pido que nunca me detengas de esa manera otra vez.
- ¿Estoy perdonado? – Fue apenas un murmullo, su cabeza estaba gacha.
- Si Edward, estas disculpado.
No alcance a terminar de hablar cuando me abrazo con fuerza y me levanto unos centímetros del piso y no solo eso sino que me dio unas vueltas en el aire.
- Edward – No soltaba su agarre de la cintura, aunque ya me había dejado en el suelo – Edward – Creo que tantas vueltas le habían dañado el cerebro, por qué parecía no responder a su nombre – Edward – No quise hacerlo, pero golpeo su tobillo con mi zapatilla, logrando de inmediato lo que esperaba, que me quitara sus brazos de encima.
- Eso dolió Bella, pero no importa por que me perdonaste.
- Acaso es tan importante para ti.
- Eres mi amiga Bella – Me dio una suave caricia en el rostro. No pensé que el perdonarlo implicara un pase libre a sus manos, pero una parte de mí no quiso volver a discutir, solo me aleje unos centímetros para ver si lograba captar el mensaje.
- Bueno creo que debemos comer algo ¿no?
- Esta bien.
Como no tenía sentido ir a la cafetería, pues lo más probable era que ya estuviera abarrotada y lo que menos quería era todas las miradas en nosotros. Por lo que decidimos ir al patio, una vez allí nos sentamos en una banca del exterior.
- Puedo hacer mi pregunta de hoy – Su voz sonaba tímida. Aunque honestamente no sabía que responderle, teniendo en cuenta que las dos preguntas anteriores fueron tan distintas entre si. Lo mire unos instantes y asentí levemente – Bella, sé que apenas y te conozco, pero cuando fui a tu casa hace unos día note que no tienes una gran relación con tú madre ¿por qué?
- ¿Quieres saber porque mi madre me odia?
- No creo que te odie.
- Si Edward me odia. ¿Esme no te conto nada?
- Esme, mi tía ¿por qué habría de contarme algo?
- Ella conoció a mis padres en la época que mi madre quedo embarazada.
- Pues no me digo nada de nada.
- Mi madre quedo embarazada cuando estaba por cumplir diecisiete años, era la mejor alumna de su generación y había obtenido una beca en Harvard, era la hija ideal, todo un dechado de virtudes, hasta que aparecí yo en la ecuación. Fue un embarazo no deseado – Sus ojos se abrieron – no me mires así, es verdad, Renee se ha encargado de decírmelo varias veces. Creo que lo que más odio de todo esto es ni siquiera pudo darme en adopción como eran sus planes.
- ¿Adopción?
- Sus padres y los de Carlisle no lo permitieron. Creo que eso hizo que su amor por mí quedara reducido a la nada, me transforme en una carga muy pesada en su vida, además creo que soy un recordatorio constante de lo que pudo ser su vida.
- ¿Y tu padre?
- Solo una pregunta diaria Edward, solo una – Toque su mano que descansaba sobre su rodilla y le sonreí, no entendía muy bien por qué, pero nuestra pequeña conversación me había dejado con una sensación de ligereza que hace tiempo no sentía.


Sé que tendría que haber subido “Todo en familia” primero, pero mis deditos se unieron a mi cabeza loca y salió este nuevo capitulo!!!!
GRACIAS por sus comentarios, no saben como los aprecio…bueno acaban de conocer una pequeñita parte de la relación de Bella/Renee, pero los anticipo que esto solo es el principio de la verdad de la actitud de Renee!!
Por último les cuento que si desean encontrarme en twitter mi cuenta es Lulu_Masen y mi Facebook es Lulu Masen 
Besitos
Lulu XD

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